Banda Norteamericana proveniente
de Cleveland que a juzgar por la portada y contraportada de su primer trabajo
se espera oscurantismo y pesadilla, pero las apariencias engañan, la música no
llega a esos estadios, está construida sobre una base de hard rock, garage y un
porcentaje de psicodelia. También encontraremos reflejos del rock imperante en
la Costa Oeste cercanos a trabajos tipo JEFFERSON AIRPLANE donde el sonido
"hippie" planea en ocasiones, influjos de gente contemporánea, MOODY BLUES,
CREAM o BEATLES, u otros grupos del pop rock de las Islas.
"Lennon había dicho entonces aquello de que "el cristianismo desaparecerá. Se desvanecerá y encogerá....nosotros somos más populares que Jesús. No sé qué desaparecerá primero, si el rock and roll o el cristianismo. No tengo nada contra Cristo, ero sus discípulos me parecen unos lerdos. Para mí, ellos son los que lo estropean todo". Estas frases provocaron hogueras de discos de los Beatles en Nashville, Alabama y docenas de ciudades. El Ku Klux Klan ayudó a la campaña y se llegó a amenazar con excomulgar a quien acudiera a un concierto de los Beatles. Lennon tuvo que desdecirse y sólo así, y con una prudente nota de "L'Osservatore Romano" ("ciertos temas no deben ser tratados a la ligera") pudo realizarse la última gira, que terminó el 29 de agosto."
"Alan Parsons era un curtido mago del estudio que veló sus primeras armas en los discos postreros de los Beatles y descubrió lo que se podía hacer en un estudio. A lo largo de la década siguiente fue ascendiendo posiciones en Abbey Road y a mediados de los setenta ya constaba en su currículum su trabajo como ingeniero de sonido en The dark side of the moon, un álbum que marcó un antes y un después en los estándares del sonido rock. Quizás los ejecutivos de su discográfica pensaron que podían convertir a Parsons en una especie de Spector para los tiempos sinfónicos y dieron luz verde al proyecto siempre que él figurara, de alguna manera, como protagonista."
Jim Crichton.............Bajo,
guitarra, sintetizadores
Jim Gilmour..............Teclados,
sintetizador, voz
Steve Negus..............Batería,
percusión
Michael Sadler...........Bajo,
teclados y voz
1ª cara:
- Don't be late
- What's it gonna be
- Time to go
- Compromise
2ª cara:
- To much to lose
- Help me out
- Someone should
- Careful where you
step
Grupo del otro lado del océano,
concretamente del Canadá. Nueva formación de hermanos con intuición para saber
hacer un producto interesente que ostentan el peso específico de la banda. Realizan
un rock claramente sinfónico y cuyas pretensiones son realizar canciones
preciosistas, bien confeccionadas, llamativas, sin salirse del guión
establecido. Es lo que llamo un rock politicamente correcto ahora que está tan
en boga este término.
No buscan lanzarnos mensajes
trascendentales, ni zambullirse en exploraciones sónicas ni desarrollos
inspirados en la experimentación, ni nada que se le parezca. Sus trabajos son
vistosos cargados de teclados, de sintetizadores en mayor medida (la mayoría de
sus componentes tocan algún tipo de sintetizador) , no obstante el álbum
aparece en escena en un momento en que la música tecno lo invade todo y los
teclados y demás elementos asociados se convierten en los protagonistas
absolutos de la actualidad entonces. Y eso es una gran influencia en el seno de
sus creaciones.
"El público estaba generalmente drogado en nuestros conciertos, pero también los músicos, managers y los ejecutivos discográficos. En 1973-74 todavía se tenía la idea de que el músico era "la voz divina". Aunque la realidad demostraba lo contrario. En los sesenta la música rock podía cambiar el mundo, en los setenta y los ochenta la cuestión económica primaba en el mundo del espectáculo: el dinero cambió la música. Una gran parte de culpa de la pérdida de la inocencia en la música tuvo relación con el profesionalismo y el enorme crecimiento de la industria musical. En los setenta las actuaciones de rock se transformaron en enormes conciertos multitudinarios en los que el público se convirtió más en espectador que en partícipe".
(Robert Fripp & King Crimson: Musica de alto riesgo)
WINDCHASE en lo que a música se
refiere no es más que una continuación de otra banda australiana, SEBASTIAN
HARDIE. ¿Porqué digo eso? Bueno, pues porque tanto Mario Millo como Toivo Milt
que suponen la columna vertebral de SEBASTIAN HARDIE, van a abandonar este
proyecto y un año después ambos en otra nueva formación, WINDCHASE, lanzan lo
que será su único trabajo cuya esencia es prácticamente calcada de lo que se
había realizado militando en S. HARDIE. No conozco el motivo por el que se
rompió esa formación, pero en cuanto a sonido, no era necesario cambiar de nombre
para seguir haciendo más de lo mismo. Con ello no quiero afirmar que su música
sea de baja calidad. Pero si que fue una continuidad en la que no se puede
observar cambios profundos.
Se mantienen como pilares
básicos en las construcciones de las melodías y por tanto su liderazgo y sus
formas no han evolucionado. Tal vez ello sea un factor importante a la hora de
que no hubiera más álbumes en su discografía. Se vivían tiempos convulsos en el
rock, y el progresivo estaba saturado y en entredicho. No ofrecen nada nuevo
pudo ser detonante para no seguir adelante.
Ciñéndonos a
"Symphinity" y su contenido hay que decir que el comienzo con una
intro de piano en el primer corte es realmente prometedora, de ahí nos sumerge
en un pasaje con teclados suaves de fondo, muy cósmicos con pinceladas
floydianas arropadas por la guitarra de Millo con un sonido cercano a Andy
Latimer o David Gilmour. Tras este inicio se embarcan en temas menos serios y
más románticos, con estribillos sencillos y orquestaciones que conducen a
dimensiones más pretenciosas, que recuerdan el lado poético de ALAN PARSONS
PROJECT en su vena sinfónica.
En la otra cara del redondo la
música cambia volviéndose más progresiva, la guitarra hace incursiones de jazz
que no habíamos oído todavía y los teclados exploran también en ese terreno.
Alguno detalles como los arranques de bajo nos traen a la memoria el modus
operandi de Chris Squire de YES, o los tejidos instrumentales que se generan
podrían ser los de MASAVISHNU ORCHESTRA pero menos complejos.
Después de realizar una
incursión en la guitarra española con un instrumental corto terminan el LP con
otro tema más romántico similar a los de la 1º cara.
Un trabajo que es más una
continuación de lo que ya realizaba en SEBASTIAN HARDIE, que gustará a aquellos
aficionados que ya lo conocieran, pero que no esperen nada diferente.
"Las actuaciones en directo de los Yardbirds habían evolucionado tan deprisa como sus discos, a finales del 65 apenas quedaban versiones de R&B, y las que quedaban, como "I wish you" y "I'm a man", habían sido totalmente transformadas. Visualmente, su espectáculo también era diferente, ahora Beckera el centro de la actuación, además el sonido se caracterizaba principalmente por su solos, solía dejar la guitarra boca abajo sobre el amplificador, acoplándose y provocando un feedback ensordecedor mientras se daba un paseo por el escenario; Jim, para no pasar desapercibido detrás de la batería, comenzó a usar calvas de plástico, barbas postizas o una calavera que se colocaba sobre un hombre; Keith era un espectáculo en sí mismo, aunque fuera del escenario era una fuente continua de problemas: era un tipo depresivo, cualquier pequeño detalle le hundía y ahogaba con demasía sus penas en alcohol; enfermizo y, a la vez, el más bohemio, pensador y culto, nunca se vio como una estrella del Rock."