Greg
Rollie.....................Teclados y voz
Neil Schon .....................Guitarra
principal
George
Tickner...............Guitarra rítmica
Ross
Valory......................Bajo, piano
Aynsley
Dunbar.................Batería
1ª cara:
- Of a lifetime
- In the morning day
- Kokhoutec
2ª cara:
- To play some music
- Topaz
- In my lonely
feeling/conversations
- mystery mountain
Rollie y Schon núcleo
fundamental de esta formación, después de trabajar en algunos discos con la
banda de SANTANA, parten en busca de
su propio objetivo. Y tras un periodo de creación y consolidación con otros 3
miembros, entre ellos Dunbar, que llegará a ser un reputado batería, aparecen
con este álbum iniciando un periplo más que fructífero. En 1975 el género del
rock progresivo había pasado sus momento culminantes y empezaba a entrar en
barrena, los dinosaurios habían exprimido el estilo y ahora vivían estancados sacando
LP's sobredimensionados sin aportar nada nuevo.
Mal momento para iniciar un
proyecto progresivo, JOURNEY en sus 3
primeros redondos va a ser castigado por la crítica sin apenas reconocimiento.
Algo injusto porque aunque esa disciplina estaba muy trillada, la música tiene
calidad y comprende a unos músicos preparados. Paradójicamente después de
abandonar tanto Rollie como Schon, el grupo dará un giro hacia terrenos más
agradables al gran público, el sonido perderá creatividad, se volverá más
sencillo y fácil de asimilar entrando en vías de lo que se llamaría AOR, Rock
orientado a Adultos. Entonces comenzarían a conocer las mieles del éxito.
Ciñéndonos a su primera obra,
está construida claramente sobre una base hard, pero con muchos elementos de
progresivo más que interesantes. Muchos cambios dentro de una misma canción producen
un dinamismo que confiere interés por la escucha. Las guitarras graves y
endurecidas marcan la senda por donde discurrirán los tiempos de los temas en
una concepción muy próxima a lo realizado por otros compatriotas como KANSAS ("To play some music" es un buen ejemplo).
La música está cargada de
sentimiento, la guitarra de Schon suena sensacional enzarzado en solos
brillantes y salvajes donde es imposible seguir la velocidad de sus dedos en
los punteos, al tiempo que Rollie hace una labor excelente a los teclados tanto
en sus desarrollos como en los arreglos, muy acertados y que arropan, sobretodo
al piano. Estructuras duras sobre las que la guitarra trabaja sin descanso,
alternando entre momentos vibrantes y pequeños oasis suaves. Todo en conjunto
hace que suenen muy compactos dando lugar a una expresión potente, pero eso sí,
con las composiciones definidas sin dar lugar a improvisaciones, ni atmósferas
extrañas, en una línea fácil de seguir. Es el sonido americano que reconocemos
enseguida, algo que lo diferencia de la vieja Europa.
Disco que considero sobretodo
instrumental, la voz aparece, pero el protagonismo indudablemente está en sus
desarrollos instrumentales. Buen bocado que no defrauda, salvo a exigentes del
estilo.
PUNTUACION: (De 1 a
10): 7,1
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