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sábado, 7 de junio de 2025

LYNYRD SKYNYRD – Nuthin’ fancy (1975)

 


Ronnie Van Zant………….Voz

Allen Collins……….......Guitarra rítmica y solo

Ed King…...…………..…..Guitarra rítmica y solo

Gary Rossington…..…….Guitarra rítmica y solo

Billy Powell………………..Teclados

Leon Wilkeson…………...Bajo

Artimus Pyle……………….Batería


1ª Cara:

- Saturday night special

- Cheatin’ woman

- Railroad song

- I’m a country boy

2ª Cara:

- On the hunt

- Am I losin

- Made in the shade

- Whiskey Rock-a-roller


Llevo mucho tiempo con discos de esta banda en mi colección y ya es hora de hablar de este baluarte del rock sureño americano, que podemos incluir junto a otros grandes por méritos conseguidos en muy breve espacio de tiempo (1973-1977).

Inusual formación ésta, que se componía de 7 miembros sin que ningún instrumento de viento se halle entre sus habilidades. Su singularidad reside en la existencia de 3 guitarras nada menos, y cualquiera de ellos podía ocupar la parte rítmica o realizar desarrollos únicos. Alguno se preguntará como hacían para no superponerse o cruzarse indebidamente entre las melodías…...pues no señor, no ocurría. La coordinación, el silencio a su tiempo y el saber de sus autores Collins, Rossington y King es muy preciso, nos encontramos ante unos músicos con tablas, que van a crear un entramado de guitarras original y que posiblemente suponga la magia que tiene su música junto a su capacidad compositiva, para generar un sonido inigualable que los distinguirá de muchas otras bandas de esa estirpe y que más adelante tendrá mucha influencia. No es justo decir que fueran el alma del septeto, pero si una parte fundamental.

Su simiente surgiría allá por el año 1964 en EEUU obviamente, pero concretamente en Jacksonville, Florida. Fundadores se pueden considerar a Van Zant, Rossington y Larry Junstrom, bajista que apenas perteneció, uniendo fuerzas tras coincidir en un partido de beisbol. Más tarde se les uniría Allen Collins, todos ellos aún adolescentes ensayaban tras salir del colegio allí donde podían encontrar un espacio útil. Realizaban versiones de los Rolling, Yardbirds o Beatles, que entonces eran las sagradas escrituras. Terminarán llamándose The one percent. Los conciertos que realizaban eran flojos y la audiencia no quedaba contenta, era necesario perfeccionar la técnica. Van Zant decide ante la situación dejar los estudios para centrarse en perfeccionar e intensificar los ensayos. Los demás, tras la decisión de Van Zant le van a seguir e igualmente aparcan los estudios con 16 años, se está forjando el núcleo de LYNYRD SKYNYRD.



La estrambótica denominación proviene de la deformación del nombre Leonard Skinner, un profesor de gimnasia que tenían Collins y Rossington y que los suspendía en su asignatura por el simple hecho de llevar el pelo largo………. muy justo el hombre. Pero para evitar posibles represalias por su parte cambiaron todas las vocales por una “Y”, quedando un apelativo difícil de leer y pronunciar.

Metidos de lleno en busca de su personalidad musical llegaron a ser teloneros de Allman Joys, liderado como podéis suponer por los hermanos Duane y Greg Allman, pero la experiencia no terminó muy bien al no ocurrírseles otra cosa que tocar material de los Allman, quienes acabarían enfadados, pidiendo con vehemencia que compusieran material propio. Para poder avanzar así tenía que ser y a finales de 1968 presentarán su primer single grabado con material inédito. No hacen dinero, y las arcas no están boyantes, flojos de fondos en 1970 en una gira que vienen realizando como teloneros de Strawberry alarm clock, están ansiosos por registrar material nuevo. Tendrán que acudir a la familia para obtener algo de dinero que les permita entrar en un estudio de Alabama. La situación es ambigua y eso se traduce en salida de miembros que no ven horizonte y la correspondiente entrada de nuevos valores.

Las discográficas y emisoras de radio siguen dándoles la espalda a pesar de presentar maquetas de material original, pero no cejan en el empeño y continúan haciendo actuaciones en vivo en diferentes ciudades, hasta que en Atlanta Al Kooper músico y productor los vio una noche y se interesó. Kooper se hace cargo de ellos y comienza a tratar de darles forma, eso supuso que nuevamente dentro del seno hubiera salidas y entradas de músicos, pero la financiación está asegurada y por fin después de mejorar y pulir estilo será en 1973 cuando definitivamente aparecerá su álbum debut en el estado de Georgia.

Tras el estreno y su siguiente Second Helping de 1974, grabarán el que nos atañe, Nunthin’ Fancy. Será al año siguiente; el tremendo éxito logrado con sweet home Alabama de su anterior es tal que se enfrascan en una gira agotadora. La discográfica quiere aprovechar el buen momento y les presiona para que rápidamente entren a los estudios en busca de su tercer redondo. Sin alternativa se ponen manos a la obra partiendo de que solo tienen sólido el tema Saturday night special que no se ha incluido en el álbum anterior. El resto de canciones se compondrán durante el periodo de trabajo. Realmente están entonados y el material es magnífico, llegarán por fin a entrar en el top 10 del Billboard 200, alcanzando la novena posición y lograrán disco de oro.

El disco nos ofrece calidad y no se puede decir que haya tema malo, aunque alguno baje algo el listón. Nada más empezar nos abruman con la entrada de Saturday night special, un maremágnum de guitarras que nos alerta de un maravilloso sunami. Todo un temazo relleno de buenos riffs en la parte rítmica en concordancia con el bajo que lo hace muy potente, un estribillo atractivo con una batería acertada que le otorga marcialidad y unos solos estupendos que van surgiendo en el entramado y que caracterizan en esta banda por su expresividad y sus tiempos estirando las cuerdas. Y que decir de Van Zant un tipo que no fue a Operación Triunfo pero que sabe adaptarse en todo momento a las particularidades de la composición con una voz que transmite sentimiento. Tras este directo al cerebro encontramos algo de calma en Cheatin’ woman con mucho peso en el teclado de Billy, que no me extrañaría que fuera su compositor. Los fraseos del sintetizador y órgano recuerdan a pasajes de sus excelentes paisanos Grand Funk Railroad, Van Zant con su capacidad camaleónica se adapta perfectamente a la situación y finaliza con un solo de guitarra cuya autoría desconozco.

El aire sureño se renueva con Railroad song devolviéndonos a tierras americanas con una pieza sencilla construida sobre un juego de cuerdas en armonía, el espíritu vaquero se acrecienta con Van Zant y su voz del ferrocarril, sonido alegre, simpático que no parece terminar de arrancar cuando pone fin precisamente sobre los viejos raíles. Para cerrar nos ofrecen I’m a country boy, donde nuevamente un riff rítmico marca toda la composición con un bonito groove a mitad de camino que sirve de descansillo volviendo al riff inicial y con coros de los compañeros de Van Zant arropándole.

Damos la vuelta al acetato y la sesión sigue con On the hunt, un corte que para mí es de lo mejor en su elaboración, más trabajado, muy similar al Saturday…..y que incluye ese elemento que lo hace tan característico de esta formación, el piano incisivo y martilleante que se deja escuchar. Además las guitarras están especialmente inspiradas en sus solos y en sus entradas y salidas con un muestrario muy dinámico. Su siguiente Am I losin’ es una canción que nuevamente nos insufla aires sureños, pieza que se aleja de la electricidad y que Van Zant canta con cariño poniendo mucho sentimiento en la expresión, balada preciosa que incluye coros y juegos de guitarra exquisitos.


Nos transportamos a la América profunda de los años 30 para escuchar Made in the shade, una pieza auténtica casi cantada a capela con instrumentos tradicionales como la mandolina, la armónica, el cajón y la ¿tuba?…...un punto y aparte añejo que le otorga autenticidad y significado a sus orígenes. Supongo que les resultaría divertida su grabación. Para acabar definitivamente escriben Whiskey Rock-a-roller, bastante accesible, muy guitarrero, con la voz de Van Zant como principal componente y con una estructura clásica dentro del rock, tal vez se trate de una pieza para disfrutar en directo sin más ambición que la de ser simpática y animada. Escuchamos el piano típico que termina……….. al fondo del bar.

Para ser un disco que tuvieron que fabricar partiendo de cero realmente esta integrado por muchas perlas, lo que nos da una idea del estado magnífico en el que se encontraban….y de la gran banda que eran…...y eso que lo llamaron Nuthin’ fancy, traducido….nada lujoso….je, ya ves.






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