Ole Wedel.......................Voz principal
Benny Stanley...................Guitarra
Tommy Hanssen................Órgano,
piano, voz
Knud Lindhard..................Bajo
y voz
John Lundvig...................Batería
1ª cara:
- Living dead
- Princess
- Jingoism
2ª cara:
- Prelude
- The monk song 1
- The monk song 2
- Going blind
Bajo la estampa terrorífica de
una enorme cabeza amenazante de tiburón blanco, y un título conocido en el
mundo del cine, se esconde un espléndido álbum de rock progresivo realizado por
una banda danesa, algo poco corriente, puesto que no ha habido muchas formaciones
de aquel país que hayan despuntado, sacando los pies más allá de sus fronteras.
Tierras nórdicas que han dado y siguen dando poco que hablar en cualquier
ámbito de la vida y más aún en una disciplina minoritaria como ésta que
tratamos.
El rock que practica está
dominado por un hammond duro que se extiende gravitante acaparando la atención
con un sonido plano y otras veces giratorio con tintes en parte psicodélicos,
bajo las manos de un Tommy Hanssen en estado de
inspiración. En los estadios más potentes comparte protagonismo con la guitarra
parcialmente distorsionada de Benny Stanley que lanza tanto unos
riffs poderosos y adictivos, como unos solos agresivos, recordando mucho a unos
DEEP PURPLE de los discos que los
catapultaron al estrellato en los 70's.
Rock que con una producción
discreta, realizan unas composiciones básicas, no buscan cabriolas, giros o
cambios drásticos, se centran en encontrar el ritmo idóneo, el efecto atrayente
sin concesiones a la sutileza, donde el órgano nos castiga y descarga andanadas
directas al cerebro. Sonido directo y sobrio con estructuras bien elaboradas y
jams que se alargan copadas por solos de teclados y guitarra conviviendo; pocos
arreglos, aunque destacan los insertos al piano, que son deliciosos.
La voz de Ole, modulada y
vibrante, es el único elemento que intenta poner algo de serenidad dentro de
una vorágine musical abrupta y enérgica comandada por las mareas del órgano
omnipresente.
Cuando los índices de decibelios
bajan es cuando podemos llegar a apreciar en su justa medida la oscura labor de
un bajo batallador, y también se observa similitudes con grupos tales como unos
primeros YES, FOCUS, ELP, y en su
fórmula de órgano descarnado BODKIN,
tratados ya en este Blog.