John Parrish...............Bajo, trombone y voz
Peter Rivera...............Batería, coros
Rod Richards..............Guitarra, coros
Kenny James..............Pianos, órgano, coros
Gilbert Bridges...........Saxo, pandereta, coros
1ª cara:
- Magic key
- Tobacco road
- Feelin' alright
- In bed
- Train to nowhere
2ª cara:
- Get ready
De aire algo chicano y vestidos para la ocasión bajo la "Swinging london" de rigor, se presenta el grupo en la portada como una más de la época. Cuando las carpetas diseñadas de los 70 todavía estaban por llegar, lo normal era la foto al completo de la formación sin más. Este es uno de esos discos fundamentales, pero que no es fácil de descubrir, a no ser que alguien te ponga en antecedentes o San Youtube te ilumine, pero nuestro interés va en aumento cuando te dicen que un lado es ocupado por un sola suite de 21 minutos nada menos, y que en single vendió el millón de ejemplares........eso son palabras mayores.
El quinteto en cuestión, procedente de la industrial Detroit, debutaría nada más y nada menos que con el sello Motown, discográfica orientada a impulsar la carrera de bandas negras o de color que mostrasen una calidad y una proyección lo suficientemente alta para ser reclutados, siempre bajo premisas de sonido soul, funk, blues, Rythm'n' Blues, gospel, es decir, todo aquello afín al "black power" que tantos problemas arrastraba por la segregación racial, un movimiento convulso todavía en los años 60 que se encendió más si cabe tras la muerte de su carismático líder Martin L. King en los primeros años de la década. ¿Un grupo de blancos haciendo música negra? Con intención de agradar a todos, la Motown acuñó para los muchachos de RARE EARTH una variante de la misma Motown que se denominó con el mismo nombre de la banda. Anteriormente ya habían publicado un álbum con otra compañía que pasó totalmente desapercibido, y ahora en la Motown, daban a luz Get ready con la etiqueta de primer Lp de la banda, hasta el punto de que debido a la repercusión nadie volvió a nombrar ese primer vestigio de su existencia, pasando a ser considerado oficialmente la presentación de RARE EARTH.
La verdad es que el hecho de que fueran admitidos por la Motown tiene lógica porque su música está impregnada de sentimiento y alma donde se refleja la esencia y tradición negra. El ritmo remarcado define la pauta sólidamente, la voz se eleva limpia, clara, profunda de excelente vocalización y obtiene respuesta en forma de coros que interpelan, adquiriendo una atmósfera soul que se acrecienta con la aportación de los metales. La característica que los aleja del patrón general soul del momento es la guitarra hiriente y psicodélica que rompe con la armonía, pura distorsión que me recuerda mucho en su interpretación y sonido a la del "in a gadda da vida" de los IRON BUTTERFLY, absolutamente corrosiva soltando ácido por el mástil, rasgando los temas internamente. Por supuesto el órgano trabaja en la misma dirección y los ramalazos psicodélicos están a la orden del día, un hammond giratorio con gran peso dentro de las composiciones tanto en solos como en acompañamiento. Otro elemento destacable es la batería que se inclina por una llamativa "caja", unos potentes platillos de chaston y un bombo que no ceja. Es difícil imaginarse la música al completo y su catalogación, puesto que podemos encontrar Rock, soul, jazz, blues, psicodelia, todo ello dentro del mismo envase.
Su rápida incorporación a Motown conllevó que no tuvieran apenas piezas suficientes como para poder prensar un long play. Su plantel contaba con los primeros 5 cortes incluidos en la cara 1. Pero había que llenar toda la cara 2. La solución fue adaptar un tema de apenas 3 minutos, propiedad de THE TEMPATIONS, convirtiéndolo en una superproducción de 21 minutos alucinante, no tiene desperdicio ni nos alienta al aburrimiento, vibrante de principio a fin parece que se grabó en directo, pero no es así, meticulosamente fueron introducidos gritos y aplausos en momentos específicos al milímetro dando el pego y proporcionándole un aire de naturalidad y realismo. Comienza con una introducción a base de saxo y órgano que emboca en el tema principal sonando durante unos minutos hasta apagarse para dar paso a la intervención de cada uno de los músicos que siguiendo la inercia de la melodía y el vivo ritmo nos van a deleitar con 'solos' de cada uno de sus instrumentos, por este orden: bajo - órgano - guitarra - saxo - batería, la cual cierra una actuación en sí fantástica.
Ejercicio que quedará para la posteridad catalogado casi de himno y que una vez ejecutada la suite no volverá a sonar nunca igual en cada una de sus repeticiones, algo comprensible teniendo en cuenta que se trataba de una exhibición musical por instrumento partiendo de la creatividad, inspiración y arte del músico en cada momento. Como apuesta alguna saga de estos libros que aparecen en todos los departamentos de librerías y grandes almacenes, "100 discos que debes oír antes de morir".