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sábado, 3 de febrero de 2024

CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL – Creedence Clearwater Revival (1968)

 


Tom Fogerty.....................Guitarra rítmica y coros

John Fogerty.....................Guitarra principal y voz principal

Doug Clifford....................Batería y coros

Stu Cook...........................Bajo y coros


1ª cara:

- I put a spell on you

- The working man

- Suzie Q

2ª cara:

- Ninety nine and a half

- Get down woman

- Porterville

- Gloomy

- Walk on the water


Cuando a finales de los 60 el rock estaba entrando en una nueva dimensión, más tecnificado y con una visión más amplia en la composición, en la costa oeste de EEUU el mundo hippie se había adueñado de gran parte del ambiente social, y también musical. Primaba lo natural, lo auténtico, lo puro y sobretodo el consumo de sustancias psicotrópicas, todo ello dirigido a situarse en contra de la sociedad vigente y sus estrictas normas, y el rock iba a participar ampliamente en esa cruzada. Unos y otros lo harán por formulas diferentes. Una de ellas es buscar las raices en todos los sentidos, y esta es la que adoptan los chicos de la Creedence.


Nacen en California en 1967, y llegarán a convertirse en poco tiempo en una de las bandas más populares e influyentes a nivel mundial. Corto periplo vital (1967-72), su música se basa en las raíces del movimiento, alteradas por otros elementos fundamentales como es el blues, y la música popular de su país. A ello hay que añadir también una parcela psicodélica, que está por todas partes en el momento en que surgen. De hecho su estilo se denomina como Roots Rock, traducido Rock de raíces.


Nada más comenzar su andadura, se les propone grabar un long play, pero para hacerlo debían cambiar su nombre (The Golliwogs) por otro más llamativo, como ninguno de los miembros comulgaba con él, no fue ningún impedimento, asi que se quedaron con el definitivo C.C.R.. En 1968 todos habían terminado el Servicio Militar , que en esa época no era profesional, y sí obligatorio. Por fin volvían a estar juntos sin obstáculos por el camino, abandonaron sus trabajos en pos del grupo y se embarcaron en un calendario de ensayos y conciertos por todos los clubes de la región. El epónimo Lp ganó la atención de la crítica musical en la bahía de San Francisco y Chicago, apoyando en las radio formulas con la versión Suzie Q original de Dale Hawkins en finales de los 50.



Las composiciones corrían a cargo de John Fogerty, el hermano más creativo, que manifestó que la participación en el festival de Woodstock en 1969 fue un desacierto debido a su inclusión a las 3.30 horas de la madrugada, cuando apenas había público. La actividad de la banda fue vertiginosa, en menos de 1 año habían grabado 3 discos de larga duración, algo inaudito entonces. De esta manera, estaban preparados en 1970 para comenzar una gira por Europa. La respuesta del viejo continente fue muy entusiasta y el éxito comercial en EEUU y el resto del mundo fue reflejo de la gran popularidad que obtenian. La leyenda estaba empezando a escribirse.

En su 5º redondo, Cosmo's Factory, John Fogerty se había interesado por otros instrumentos: Dobro, teclados y saxofón, también por el uso de armonías vocales más elaboradas y por trucos de grabación. Fue el vinilo más vendido por la banda. A partir de ahí comienzan las tensiones dentro de la agrupación. Demasiados conciertos, incesantes giras y entremedias las grabaciones de estudio. John Fogerty había tomado las riendas de los asuntos comerciales y artísticos y el resto no estaban de acuerdo con su labor. Querían mayor representación en las composiciones, pero John era testarudo y declaró que una participación democrática acabaría con el éxito de la banda. Un duro comentario que a la larga podría decirse que le daría la razón.

A partir de ahí, las cosas empezaron a empeorar. La música perdió el rumbo y su sonido propio fue eliminado, pero las diferencias personales habían abierto brechas irreconciliables y a pesar del éxito que todavía mantenían, Tom fue el primero en abandonar. John continuó acordando un trabajo democrático pasando a ser el guitarra rítmico en los temas de sus compañeros. Tras Mardi Gras, último álbum de 1972, se inició una gira a pesar de la pobre recepción del álbum. Terminada la gira se anunció la disolución.


A la Creedence se le reconocía instantáneamente, su peculiar sonido era único, y contando con la voz desgarrada de John Fogerty aún estaban más claras sus señas de identidad. En este primer disco con el que arranca la historia de la banda se forjan ya las características musicales que lo definirán practicamente hasta el final. Nada más oirlo observamos que desprende autenticidad, rebeldía y energía. Tiene una base de blues sobre la que trabajan elementos de country, también añaden tendencias del momento como era la psicodelia que estaba en pleno apogeo, pero ya en menor medida.

Todo se centra principalmente en las guitarras de los hermanos Fogerty. John se encargaba del peso de los solos, muy enérgicos a la hora de acentuar el blues con licks numerosos, vibratos e incluso se escuchan picks, sin dejar descansar las cuerdas las remueve sin cesar vigorosamente, perfecto para acompañar la voz desgañitada, resultando un binomio brutal, un chute de fuerza capaz de acelerar al personal en nada de tiempo. Tom también a la guitarra se ocupaba de llevar un patrón constante con la rítmica creando un muro típico de su sonido con rasgueos en batería. Todo el conjunto construía una fórmula firme y sin resquicios, sin aditivos, tal como se mostraban en público, sin arreglos apenas, sin recursos técnicos para adornar, rock de raíces sin más, consiguiendo cercanía y pureza ante sus fans.

Sin duda la estrella del álbum es Suzie Q, un tema realmente largo con un sonido muy mecánico en la guitarra, repitiendose como un mantra, hipnótica de principio a fin, conectamos con ella llevando el ritmo con el pie o la cabeza. En otras piezas Fogerty nos deleita a la guitarra con distorsiones y pasajes psicodélicos en boga, también aparecen guitarras acústicas , algún coro que otro, pero en menor medida, pero sobretodo es el ritmo potente que ofrecen el que llama la atención con una rítmica machacona, que semeja el rasgueo del banjo en alguna ocasion. En ciertos instantes se producen pasajes en los que la voz calla y deja paso a la instrumentación, que es llevada a extremos terminando en finales improvisados.

El disco termina con Walk on the water, una suite donde se nos entrega uno de los mejores trabajos a la guitarra, secundado con un bajo magnífico. Se trata de un montón de temas sólidos demostrando el potencial que hay en su gente. Un sonido directo al corazón que no esconde sorpresas con el que nos sumimos al escucharlo en los inmensos campos de cultivo de Norteamerica, con sus gentes y sus anhelos.



Seguramente para todos aquellos que disfrutan de la música fuera de las radiofórmulas habituales y populares, no estoy descubriendo nada. Esta es una banda de referencia para todo aquel que ame el Rock.








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