Anna Meek..................Voz
Dave Taylor..................Bajo
Graham Wilson............Guitarra
Robert Calvert.............Saxofón
Malcom Frith...............Batería
Thiery Reinhart............Clarinete y flauta
Hugh Eaglestone..........Saxofón
1ª cara:
- Naked dead
- Tumbleweed
- Promises
2ª cara:
- Embryonic fusion
Este es el primer Lp de una banda inglesa que se desenvolvió desde el primer momento en las sombras y por tanto su entrada en las listas fue prácticamente anecdótica. A pesar de tratarse de un combo original y con personalidad, tras un segundo vinilo más suavizado, etéreo y espacial que el inicial darían por terminada su existencia, ya que las cifras no cuadraban con los resultados.
Era inusual que fueran 7 miembros los que constituyeran todo el bloque y más aún teniendo en cuenta que 3 de ellos se encargaban de la sección de viento, al incluir 2 saxos y un clarinete y la no inclusión oficial de un teclista. La creación musical corría por igual a cargo de todos ellos, donde los metales no solo suponían una parte fundamental del invento, sino que adquirían el protagonismo de las melodías en gran parte de la obra.
Desarrollaban un rock progresivo primigenio con una producción tosca en la que venía a suavizar y refrescar mucho todo el ambiente, la puesta en escena de los saxos. Todavía llevaban en las venas algo de la psicodelia americana, quedando reflejado en la voz y expresión de Anna y la guitarra distorsionada y wah wah bañada en ácido. De los arreglos se encargará el departamento de metales, y también a la hora de sustituir a los teclados en la producción de texturas de fondo que dirigen la melodía.
No confundir a Robert Calvert al frente del saxo, que tras la desbandada terminaría recalando unos años después en la agrupación de Daevid Allen, GONG, con el Robert Calvert que perteneció a la nueva apuesta de HAWKWIND en la segunda mitad de los 70.
Este homónimo disco desde el primer momento deja claro cuáles son sus pasos a seguir. El dúo rítmico bajo-batería construye una base sólida donde la sección de viento y la guitarra circulan realizando todo tipo de piruetas. Las composiciones más extensas están hilvanadas por desarrollos de jazz experimental instrumental donde el libre albedrío da fruto en forma de inspiración e improvisación. Cuando esto sucede su sonido se acerca en gran medida a temas de una banda de culto BLACK WIDOW, injustamente olvidada, pero también tiene analogía con la filosofía de KING CRIMSON.
Mención especial para la voz de Anna Meek, que la primera vez que se escucha sorprende a propios y extraños. Esencialmente habría que definirla sobretodo como extravagante, alterada, inestable, espontánea, que se comporta de manera imprevisible, obteniendo registros imposibles, en ocasiones usándola como si de un instrumento más se tratara u ofreciendo pasajes guturales, pero poseída por un espíritu libre, que recuerda a voces de la psicodelia de los 60 por su expresividad.
La segunda cara del plástico se completa con una larga suite de algo más de 24 minutos que en algunos momentos se hace algo pesada de seguir ya que cuenta con algunos fragmentos de exploración algo asfixiantes. Dividida en varias etapas en los que el cambio que dan de una a otra resulta en algún caso algo forzado. La melodía es propiedad una vez más de la triada de viento, pasando el testigo en algún momento a la guitarra de Wilson atacando con crudeza unos solos extensos que llegan a endurecerse y que están cargados también de experimentación sobre una base rítmica frenética. Anna se despacha a gusto en su tónica, excentricidades y libres ejercicios de cuerdas vocales, como si la música no fuera con ella.
Un disco de duración extensa que recoge atmósferas hippies y caóticas , de sonido crudo, que podría considerarse dentro del saco del proto-progresivo.