Michael Cassidy..........................Voz
principal y guitarra
Carl Bezzemer & David
Stout..........Piano
Barry Goldsman..........................Órgano
y sintetizadores
Carl Lange & Steve
Pinkston...........Bajo
Drew Lawrence..........................Batería,
percusión
Bob Conti.................................Congas
ETC.
1ª cara:
- World beyond the sky
- Questions, questions
- Bhagavad-Gita
- Seers on the truth
- You're not that body
2ª cara:
- A change of heart
- Swetadip
- Oh Govinda
- Time for going home
Esta obra que tratamos es una de
esas en la que se consigue reunir a todo un regimiento de músicos para la
ocasión, que casi siempre es idea y empeño de uno de ellos, que a base de empuje y motivación logra
cumplir con su sueño, plasmar sus composiciones a lo grande. Una congregación
de tal volumen, la mayoría de las veces, es artificial y como nos ha enseñado
la historia, su duración es muy limitada.
Aquí el iluminado de turno fue Michael
Cassidy, poco conocido en el panorama del momento, aunque hay que reconocer que
realizó un trabajo sobresaliente, pulcro, perfeccionista y lleno de
composiciones que brillan, más que nada, por toda la labor que encierran en lo que se
refiere a orquestación y arreglos, y también las constantes texturas que tejen
las voces con momentos fantásticos. Brillantes y abundantes intervenciones a
través de instrumentación de viento, son uno de los secretos que hace que la
formula resulte exitosa.
El disco gira en torno a la
temática espiritual, se podría decir que se trata de un álbum conceptual, con
letras trascendentales que siempre hacen referencia a la materia , ya que
Michael está totalmente imbuido de las creencias hinduistas, y es algo que nos
va a acompañar en todo el viaje.
La música resulta excelente, a
pesar de estar envuelta en una vorágine de instrumentos, orquesta de cámara y
arreglos de todo tipo, no resulta excesiva, aunque sí es cierto que goza de
pomposidad en muchas ocasiones. Se mezclan fases o episodios solemnes, sobrios
y grandilocuentes con otros íntimos, distendidos que incluso resultan muy
inocentes, como si de un cuento se tratase.
El sonido en muchas ocasiones y
debido a los arreglos completos de secciones de metal parece estar dentro de
los patrones del funk o el soul pisando de vez en cuando territorio de jazz,
pero siempre dentro de una aureola de sinfonía con fuegos de artificio en la
que proliferan violines, guitarras acústicas, flautas, etc.
No hay que olvidar que la banda
es americana y eso suele acarrear implícitamente en la mayoría de los casos de
este tipo una cierta accesibilidad en la escucha, una dosis de comercialidad y
corrección que en este lp no impide buena calidad de las composiciones, pero es
justo decir que se echa de menos algo de energía.
La música de GOLDEN AVATAR se puede asimilar a unos MOODY BLUES ya talluditos, o unos RENAISSANCE
en sus momento más líricos.