Vincent McCusker……...….Guitarra líder, voz
John Mason……………….…..Teclados, voz,
Peter Farrelly….….….…....Bajo, voz principal
Martin Foye…………………...Batería, percusión y voz
1ª Cara:
- Misty morning way
- Masquerading with dawn
- Gormenghast
2ª Cara:
- Mistery might
- Why
- Janet planet
- Sheba’s song
Grandísima banda que sin embargo siempre ha estado olvidada en el cajón de de los malditos, no por causa de los amantes del estilo progresivo y sinfónico que siempre lo han tenido como un referente y un grupo de culto, más bien por el circo que rodea al negocio musical. Muchas veces son ambiguas y poco claras las razones por las que ocurre esto, una suerte de casualidades, situaciones e inacciones provocan que de pronto un elenco que podría tener un éxito descomunal quede rápidamente oculto en el armario ropero, y mucha gente se pregunte, como diablos se ha podido llegar a eso……..nadie lo sabe con certeza…..pero ocurre y más veces de lo que puedas creer.
Así pues, FRUUP, es uno de esos extraños ejemplos. Su existencia apenas acumula 5 años, de los cuales 2 pasan desapercibidos. Surgen como tal en 1971. Vicent McCusker, oficialmente su fundador partió de su Irlanda natal hacia Londres con la intención de dar a conocer sus ideas musicales a gente que fuera receptiva para llevarlos a cabo. Desencantado ante la nula respuesta, ni apoyo de ningún tipo, regresó a Irlanda por necesidad y allí recluta a músicos que aceptan tocar su material con cierta incertidumbre sobre el resultado. La novel formación está compuesta por McCusker, Farrelly, Foye y Stephen Houston, éste último abandonó por razones religiosas sin llegar a grabar “Modern masquerades, sustituyendo los teclados por John Mason.
Aunque constan desde 1971, no sería hasta 1973 que grabarían el primero de 4 discos, pero que cuatro discos…...ninguno tiene desperdicio, y eso que los grabaron en apenas 2 años ¡¡todos!! Cuando iban a grabar el 5º Lp en 1976, todo se fue al traste, las ventas eran bajas……¡bajas!….además de las turbulencias del mercado que iban creciendo con el primigenio punk y la new wave. Fue suficiente para que este proyecto que nada tenía que ver con lo que iba a pasar fracasase, finalizando en la separación a finales de 1976. Esa falta de publicidad motivó que no haya registros visuales de sus actuaciones en directo, salvo grabaciones piratas que están buscadísimas, siendo que conseguían congregar en sus conciertos a miles de asistentes…….verlo para creerlo.
Considerado el mejor grupo irlandés de prog o sinfónico, se le puede calificar en muchos aspectos como delicado, profesional, clásico, solemne, imaginativo, impredecible, virtuoso, elegante, distintivo, sofisticado, con tendencia al romanticismo y la melancolía. Su sonido se adentra en el progresivo de toda la vida, pero tiene una idiosincrasia que lo hacen único. Lo asocio a otras formaciones en esa línea, para mí THE ENID, PROCOL HARUM, GREENSLADE, GENTLE GIANT e incluso ELO, son una familia con elementos comunes, como el gusto por la melodía, la elegancia, solemnidad, cierto romanticismo y sobre todo mucho, mucho virtuosismo e imaginación. Su influencia en grupos de rock sinfónico y progresivo posteriores, me resulta más marcada de lo que podría parecer, la guitarra de Vincent creo que ha inspirado a muchos otros guitarristas en esta disciplina y no solo de los 70 (Roine Stolt), sino también de los 80 (Gary Chandler). Y lo mismo se podría decir de las estructuras de teclados.
Composiciones intrincadas en la elaboración, plenas de cambios de ritmo drásticos, aportando gran cantidad de arreglos y elementos propios como la orquestación en la línea principal de la estructura melódica. Se crean así constantes paletas de color armónicas dentro de un mismo tema haciendo que sea fresco, dinámico y acogedor a la vez que complicado en la ejecución de los paisajes dibujados. No es fácil aceptar su música en una primera escucha, tienes que prestar atención en las siguientes escuchas para poco a poco ir detectando pequeños matices y detalles que se escapan en escuchas superficiales. Tenemos que ponernos el mono de trabajo y ahondar en sus propuestas. Son piezas en las que abundan muchas intervenciones instrumentales, con largos espacios para su desarrollo, la voz aparece pero no es una parte esencial, los coros y voces de los componentes aportan también belleza al conjunto.
La producción es un factor fundamental en la grabación de Modern Masquerades, corre a cargo del ilustrado Ian McDonald, conocido también en el mundo del prog por haber sido pieza clave en el corazón de KING CRIMSON en su primera época. Abanderados del movimiento y venerados como pocos. La contribución de Ian es elogiable, construyendo unos ambientes, arreglos y un sonido personalísimo con un gusto exquisito, se nota que es un hombre sensible, ya lo demostró con Fripp y los suyos. El disco está plagado de atmósferas tenues, cristalinas y etéreas que parece que se van a esfumar con solo tocarlas.
Es un disco que mantiene la calidad de sus predecesores sin bajar el nivel en ningún momento. Inspirado en la novela Gormenghast, es la narración fantástica de un reino aislado a causa de los accidentes geográficos que lo hacen inexpugnable. Las composiciones se mueven en una amalgama donde conviven jazz, folk, rock sinfónico, prog clásico y alguna gotita de hard, todo ello combinado sin asperezas con un gusto excepcional. Es el único con John Mason a los teclados, quien demuestra estar perfectamente acoplado al resto. El piano es un instrumento fundamental en la obra y sobre todo a la hora de los arreglos, desarrollados con elegancia y buen criterio. Será el protagonista en Why, uno de los cortes que ofrece en la 2ª cara con una duración breve respecto al resto. Aquí solo encontramos a Farrelly cantando en compañía del piano una melodía minimalista, sensible e intimista, tiene carga emocional y queda demostrado en la ejecución del piano con un contraste de modulación constante del volumen queriendo transmitir sensibilidad a la letra.
La primera composición es Misty morning way donde escuchamos el piano eléctrico que nos acompañará en muchas ocasiones generando ese ambiente cálido, cristalino y sutil, guitarra melancólica y movimientos que nos dirigen a espacios de jazz, entrando y saliendo en una melodía llena de armonías donde a veces la rítmica parece trabajar el shuffle con magnífico swing. Debido al buen nivel vocal de los miembros, los coros son recurrentes dentro de una melodía enmarañada con teclado clásico que acaba en un final apoteósico. Después de este momento trascendente, llega Masquerading with dawn, mucho más alegre en su concepción con estupendos arreglos de piano y coros suaves, el teclado mantiene el tempo con una ejecución de pulsiones tensas que alimentan la viveza de la composición, nuevamente compleja en su estructura, en una segunda fase la atmósfera se vuelve épica con unos acordes de la guitarra poderosos y retumbantes que nos conducen a la coda final.
Una nueva intro de carácter melancólico a cargo de la voz de Farrelly supone el inicio de Gormengasht, la ciudad imposible que da título a esta pieza con una atmósfera en la que se sentiría a gusto Dave Greenslade, sensible y nítida, evoluciona en una construcción con descensos y aceleraciones en una versión más sinfónica que progresiva de aire “cameliano” en la que por primera vez hace acto de presencia un saxo. De nuevo muchos cambios de ritmo y largos desarrollos instrumentales lleno de arreglos y matices conforman el cuerpo.
La cara opuesta ofrece más eclecticismo en sus composiciones. Arranca con Mistery might similar a las anteriores, lo hace con potencia obteniendo una instrumentación saturada muy prog que nos contagia de energía. Descendemos sobre momentos tranquilos que se revierten para entrar en una cabalgata que nace de la caja de la batería, una composición de bajadas y subidas pronunciadas en el tempo con aportaciones en cascada del teclado, un bajo que lanza fuegos artificiales, riqueza en percusiones y una vertiginosa guitarra con pedal en lo que es un extenso instante instrumental que muestra el nivel de los músicos y que muere sin más como cierre.
Why, ya comentada, viene a refrescar el ambiente demostrando la capacidad compositiva. Tras él, otro tema festivo y animado, Janet Planet, cuya concepción recuerda a la narración de un cuento, simpático, vitalista, sencillo en la elaboración y con un final muy solemne a cargo de la trompeta. El álbum se cierra con Sheba’s song, un track de corte clásico en su disposición y con un aire a las composiciones de Greenslade, donde la guitarra lleva el tempo y el piano eléctrico o ¿farfisa? se incorpora en un movimiento de jazz con el bajo muy marcado construyendo otra vez un ambiente tenue y cristalino con altibajos suavizado con coros y una voz delicada en una orquestación que me retrotrae al sonido de The Enid, alcanzando el climax a través del fraseo de la limpia guitarra. Una maravilla.