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domingo, 21 de abril de 2024

ANTARES - Sea of tranquillity (1979)

 


Lorenz Shulze..................Batería, efectos, guitarra

Marco Tessitore..............Teclados y voz

Ennio Barone..................Bajo y voz

Joseph Kali......................Guitarras


1ª cara:

- The leaving

- My girl friend

- Apollo 11

2ª cara:

- Galaxy

- Running on the meteors

- The return


Estamos ante uno de esos casos que suceden en condiciones desfavorables y que desembocan en un final rápido e indoloro. A estos chicos se les ocurrió publicar su primer trabajo en un año horrible para el progresivo, pero si a eso le sumamos que no destaca por originalidad, o un nivel de calidad que pueda sacarlo de la mediocridad, y llamar la atención de algún medio capaz de darle una merecida difusión, el resultado suele ser un ingreso en el mercado que pasa absolutamente inadvertido. En aquel momento la atención se había desviado a las nuevas tendencias que surgían del hartazgo juvenil, precisamente contra toda la corriente anterior. El panorama estaba saturado de progresivo setentero y lo que abanderaba ANTARES no era sino más de lo mismo.



Además su fabricación fue de pocas copias, con lo que su aparición y divulgación en las tiendas tuvo que ser meramente anecdótica, quedando como un producto que con los años, se ha ido convirtiendo en una especie extraña deseada por los coleccionistas. Sacarlo de su contexto es la única manera de valorar este álbum, una vez desaparecida toda aquella situación.


Siendo italianos, país donde el rock sinfónico y progresivo dio lugar a una ingente cantidad de bandas, es llamativo que fuera grabado en unos estudios de Noruega, en Oslo concretamente. Viendo la contraportada donde aparecen los músicos en el estudio, invita a pensar que fue en verano cuando se llevó a cabo la operación. La razón de aquella ubicación me es desconocida, pero hay que añadir que la concepción de las composiciones se realizó en Alemania.

Tras cumplirse 10 años del alunizaje del famoso Apollo 11, la primera nave tripulada que llegaba a posarse en nuestro único satélite, fue el motivo que sedujo a la banda para realizar un álbum conceptual con la idea de hacerle un pequeño homenaje.

Con la entrada de su primer tema las sensaciones no son buenas. Suena con un ritmo muy popero de la época, sonido comercial del momento, y cantando en un inglés bastante lamentable. La tonadilla no augura nada bueno, los temores de encontrarnos ante una "cagada progresiva" son reales. Con la escucha de los comienzos de la siguiente canción, My girl friend, las sensaciones mejoran y empezamos a reconocer una composición que se asemeja más a lo que se entiende por rock progresivo. Bella melodía de teclado adornada con guitarra acústica que le va con un guante a las teclas. Después podemos escuchar punteos de guitarra española magníficos y la confianza en el disco se convierte en esperanza.

Trabajan con material de última generación, sintetizadores Korg y Roland y guitarra Gibson con gran cantidad de pastillas. Sin embargo tengo la impresión de que no se han hecho con ellos, y no consiguen sacar el máximo partido de toda la maquinaria. En el corte Apollo 11, uno de los mejores del álbum, para crear una atmósfera espacial que ahonde en el oyente, utilizan efectos con el oscilador, pero resultan más bien tímidos intentos, quedándose en la intención. Suerte que es una gran composición y su creador sabe transmitir muy bien a través de un piano intimista, el asombro que debió producir en los astronautas la maravillosa visión del planeta tierra, nunca visto desde allí.



Dándole la vuelta al vinilo nos encontramos con Galaxy, otro tema donde predominan las guitarras acústicas y el punteo de la española, una fórmula que funciona con éxito y que vuelven a trabajar, acompañados de voces filtradas que dan un toque extraño. La pieza más elaborada posiblemente sea Running on the meteors, con algunos momentos jazzies en los teclados y nuevamente tímidos efectos. Y así llegamos a The return, el último segmento de esta pequeña historia, donde vuelven a las andadas, guitarra funky, ritmo popero e inglés horrible, poco que saborear. No es lo mejor que podían haber ofrecido al final, nos dejan con un mal sabor de boca. Alguien les podría haber explicado que según los estudios, las personas solemos recordar mejor siempre el inicio y el final de una colección.



El estilo de esta banda con aires de space se puede decir que estaría dentro de la órbita de formaciones como ELOY, PINK FLOYD, pero muy lejos de su grandeza. Más cercanos a lo que ofrecían BLOQUE ó TRIANA en nuestro país. Sonidos muy épicos en ocasiones, intimistas y teñidos de una melancolía que flota en el ambiente, aunque lejos del sonido de las clásicas formaciones italianas, más fríos y cercanos al sonido teutón, con una producción muy sencilla. Un vinilo de corta duración que ha creado espectación con el paso de los años por su singularidad y su dificultad para encontrar, pero que no esconde nada que no conozcamos ya.


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