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sábado, 11 de enero de 2025

MOUNTAIN – Nantucket sleghride (1971)

 


Leslie West…………..…….Voz, guitarra

Steve Knight…………..….Teclados

Felix Pappalardi….……..Bajo, voz

Corky Laing………..………Batería


1ª Cara:

- Don’t look around
- Taunta
- Nantucket sleghride
- You can’t take away
- Tired angels

2ª Cara:

- The animal trainer and the toad

- My lady

- Travelling in the dark

- The great train robbery


Esta obra es otra de esas que pasan desapercibidas en el ámbito del Rock, y que no debería, pero es tal la cantidad de material que hay de esa época que irremediablemente, y más aún, en los tiempos que corren, que todavía dificultan más su conocimiento, es muy normal que se queden flotando en el limbo para siempre. Hoy en día, con la falta de prensa de estos discos que empiezan a sumar el medio siglo y el hecho de que las nuevas generaciones ya no necesiten ni siquiera formato material para escuchar música, hace difícil la difusión de álbumes que pasaron sin pena ni gloria en la vorágine del momento.

Me topo con la banda LESLIE WEST MOUNTAIN, americanos del norte, en concreto de la metrópoli de Nueva York que se fundaron como trío en 1969, Norman Landsberg (teclados y bajo), Leslie West (Guitarra y voz) y Ken Janick (Batería), bien acogidos por parte del público de la zona. El productor Felix Pappalardi los apadrinará cuando los descubre, pero es que como también es músico entrará en el seno y colaborando grabarán su primer álbum. Trabajarán mucho el directo y gracias a eso obtienen un cierto éxito que les lleva a participar en el gran festival de Woodstock de 1969 pero ya en formación de cuarteto, aunque extrañamente nunca aparecerán en el álbum oficial del festival ni tampoco en la película temática que se realizó. La entrada en filas de Pappalardi, con su saber para la producción, supuso que el sonido cambiase sustancialmente, no solo hizo labor con el bajo, sino que también analizó la guitarra rítmica, el piano, la voz e incluso su vena para componer, con lo que el hard rock inicial, se dulcificaría en pos de más melodía con un aspecto más moderno.

El segundo LP ya se denominó con el nombre reducido a MOUNTAIN donde ya no aparecen Janick ni Landsberg, sino Steve Knight a las teclas y C. Laing a la batería. Seguramente es el disco más completo de su corta discografía con un hard rock próximo al realizado por CREAM, cuyo productor había sido casualmente Pappalardi. Titulado Nantucket Sleghride, es un álbum conceptual que gira en torno a la isla de Nantucket, ubicada en el océano Atlántico a unos 50 km de Massachusetts, EEUU donde muchos marinos vivían de la caza de las ballenas. En concreto la canción homónima está basada en la tragedia del barco ballenero Essex, que en 1820 fue embestido por un cachalote resultando muy dañado y provocando su hundimiento finalmente. La mayoría de la tripulación pudo salvarse en los botes, pero su destino es otra historia que os invito a que indaguéis.


El estilo musical desarrollado ha tenido fuerte influencia en otras bandas venideras de Rock, Bad Company, Humble Pie, Mott the Hoople, o Hard como Black Sabbath o Deep Purple, estos últimos coetáneos, pero que absorbieron ciertos elementos estilísticos, y es que se les asocia con el preludio del Heavy Metal y el Hard, aunque tal vez más por la guitarra de West y su asociación con Corky Laing, una sociedad fructífera que crecerá un año más tarde hasta el punto de grabar LP’s junto a Jack Bruce, ex-Cream, aprovechando una breve separación de Mountain (más bien un descanso), cuando Pappalardi se retira al estudio. Pero esa sociedad West-Laing no es la única , ya que Pappalardi – Laing también es otra sociedad construida sobre fuertes dosis de compenetración que se demuestran a lo largo de toda la obra. Estas uniones dentro del disco tienen como fruto la consecución de grooves impresionantes, uno de los elementos estelares que hacen posible su triunfo entre el público amante del hard.

Nada más iniciarse nos ponen las pilas con Don’t look around, potente y dura donde la guitarra y la batería a base de aporrear timbales no cejan en su empeño comenzando la simbiosis, la voz de West se suma al evento arreciando rota e imprimiendo más dureza si cabe. Laing que es un obrero de la percusión y junto con el bajo de Pappalardi establecen una base rítmica digna de una enérgica máquina. Un torrente de fuerza que en tensión no es superado por ninguno de los siguientes cortes. A continuación nos sorprende la pieza escrita por Pappalardi (colabora en la mayoría, junto con su esposa Gail Collins) un remanso de paz que se recibe si cabe con más ganas, tras el primer huracán, se trata de Taunta, perfecto para desintoxicar con una duración muy corta, apenas un minuto de composición instrumental desarrollada por Knigth y su teclado.

Llega la estrella del festival, la homónima y clave conceptual Nantucket Sleghride, donde la melodía se hace más patente gracias al fuerte protagonismo de los teclados, muy interesantes en su ejecución con un sonido original, mientras la guitarra en arpegios se balancea. Llega un momento en que las guitarras con un aluvión de decibelios los envía a segundo plano reforzado por la ametralladora de la percusión. Se observan 2 partes diferenciadas en la composición, la primera muy melódica con los teclados al frente y la segunda dura por la respuesta de West y Laing. Una dualidad que se repite pero que deja otros detalles muy buenos entremedias, mostrándose como la pieza más completa y más dinámica del LP escrita por Pappalardi.

Otro magnifico corte es You can’t take away, un tema que en su entrada hace su aparición la cruda guitarra con un riff que se repite a lo largo de todo el tema y que canta West, protagonista absoluto en una composición con mucho aire de blues y del trio Cream, con arreglos de piano y coros por parte del resto de componentes y reforzada en el ritmo por una batería machacona. La cara A del vinilo acaba con Tired Angels otro track que huele mucho nuevamente a Cream (Wheels of fire) y con una estructura muy similar a la de Nantucket Sleghride, con 2 secciones diferentes. En la primera la opaca guitarra de West obtiene gran atención, con inclusión de solos, mientras en la otra el teclado hace su presencia relegando a la guitarra y regalándonos melodía celestial. Pappalardi la escribió en recuerdo del inigualable Jimi Hendrix, que hacía poco más de un año había fallecido. Mi pieza favorita.

En la otra cara del plástico arranca con The animal trainer and the toad, una pieza de fuerte sabor blues trabajando con Slide guitar y acompañada de un remarcable piano bar, una pieza con riff sencillos y de carácter alegre, ligera. My lady, presenta nuevamente una estructura suave cantada por Pappalardi con una ambientación muy folk y arropado con una pantalla de teclados y coros, donde West toca la guitarra comedida sin entrar en batallas ni agresiones acompañando la melodía.

Otra de las grandes composiciones para mi gusto que no podemos descartar es Travelling in the dark, que nada más comenzar nos transmite buen feeling y esperamos buenos momentos de ella. Posiblemente es el corte donde más clara queda esa relación mutua y dual entre los músicos, con unos grooves imponentes por parte de West-Laing y Pappalardi- Laing. Todos los músicos confluyen con gran aportación interpretativa creando un tema vibrante y brillante. El LP finaliza con The great train robbery de tintes muy análogos en la interpretación y construcción a “The animal trainer and the toad”, donde se despacha a gusto la slide guitar de West mientras se desgañita al micrófono. Aquí también encontramos el piano bar haciendo arreglos y al final se puede escuchar como el bajo de Pappalardi intenta sobresalir por encima de todo a modo de firma y cierre.

Una obra muy completa sin bajones que cualquier fan del hard o del progresivo debe tener en sus arcas. Disfrutaréis de las animaciones tanto en el exterior como en el interior de la funda, obra de la novia de Pappalardi, Gail Collins, si, también hizo sus pinitos en la pintura, y la verdad, no lo hacía mal.




sábado, 7 de diciembre de 2024

LONE STAR – Horizonte (1977)

 


Pere Gené…………..…….Voz, piano

Alex Sánchez………….….Guitarra eléctrica

Ricardo Acedo….………..Bajo

Luis Masdeu………..……Batería


1ª Cara:

- Introducción
- Quien no anda, no se mueve
- Papel social
- No será….?

2ª Cara:

- Horizonte

- Noria de feria

- Tiempo

- Introducción


Su creación data nada menos que de 1958, cuando todavía no íbamos ni en pañales, ni se sabía lo que era eso. Pere Gené líder indiscutible desde el primer momento retorna a Barcelona tras un año viviendo en las islas británicas justo en el momento de explosión del Rock and roll, algo que le marcó y le influenció de manera determinante a la hora de entender como trabajar el Rock.


Reunió a compañeros suyos del conservatorio del Liceo de Barcelona donde había estudiado piano y formaron rápidamente un combo. Se llamarían LONE STAR, como hizo años más tarde otra banda norteamericana que desconocía que ya se hubiera utilizado esa denominación. Como ocurría en aquel entonces iniciaron su andadura por salas de fiestas barcelonesas, discotecas y boites realizando mucho trabajo en directo, lo que les supuso gran aprendizaje y tablas. Solían tocar composiciones de Ray Charles, alguien desconocido en un país aislado como era España en ese momento.

Ya en 1962 por fin EMI pone su atención en ellos y firman un contrato con el que se vinculan a la discográfica con unas condiciones que más tarde lamentarán. Graban su primer EP en inglés, inaudito en la época en nuestro país. Más tarde harían adaptaciones de temas muy conocidos a nivel mundial. En 1966 consiguen grabar su primer LP, un disco con un 50% de versiones y otro de piezas propias. Aquí es cuando se darán cuenta en EMI del éxito que obtienen con las composiciones de su propia cosecha, concediéndoles a partir de aquí más libertad creativa.

Siempre basándose en esta década en el movimiento del rock clásico y el Rhythm and blues, también alternaron actuaciones como grupo de Jazz, un hecho casi único no solo en España, sino en cualquier lugar del planeta realizándolo de una forma natural. En la siguiente década de los 70, los vientos empiezan a soplar diferentes en todos los ámbitos. Se embarcan en una gira por CentroEuropa grabando Spring 70, un directo muy sorprendente, donde el sonido es más blues con tendencias progresivas y con una agresividad en la parte vocal de Pere fuera de lo común hasta entonces.

En 1972 se desvinculan de EMI, una separación muy dolorosa para la formación, puesto que se quedan sin recibir ni una mísera moneda por los derechos de los EP’s grabados, quedándose en bancarrota. No les queda otra que seguir adelante buscando donde poder grabar, para ello se asociaran en pequeñas discográficas independientes como Unic, Diplo y Phonic, en esta última es donde registrarían el álbum Horizonte. En Unic firmarán su mayor éxito, Adelante rock en vivo, directo obtenido de una sola toma y que se convertirá en el disco más vendido por ellos y el más mítico.


Reciben varios premios y son acreditados como el mejor grupo nacional, pero una vez más la mala suerte se cebará y el dueño del pequeño sello se fugará con el dinero conseguido y nuevamente sin compañía y sin cobrar royalties tienen que volver a empezar. Y tras unos cuantos éxitos ganados con discos como “Es largo el camino” y “Síguenos”, donde ya muestran la energía y la experiencia de una banda veterana y con un sonido más indicado a la década, llegamos al que nos concierne, Horizonte, grabado en 1977, en plena transición política española, una situación que sin duda queda muy reflejada en las letras del disco. Ansias de encontrar la libertad después de una largo periodo oscuro, reflejo de la sociedad trabajadora, incertidumbre por el futuro, desconfianza de la clase política, búsqueda de la identidad, necesidad de recuperar el tiempo perdido….Todo ello viene incluido a lo largo de los temas escritos.

Abandonado definitivamente hace ya unos años ese sonido del rock de los 60, con voces suaves, guitarras amables y esa ingenuidad típica de las bandas que nacían a la sombra de lo que se hacía en el extranjero, nos encontramos con un rock pesado y contemporáneo construido sobre estructuras de 4 compases clásicos del rock, muy cerca del hard rock con pinceladas progresivas, tal vez por encontrarse en un escenario especial entre el rock urbano que estaba surgiendo con bandas como ASFALTO, TOPO, LEÑO, etc y por el sur el auge del rock andaluz y de raiz de bandas como TRIANA, ALAMEDA, CAI, etc, hizo que unieran en cierta forma los estilos realizando un rock potente con gran proliferación de guitarra eléctrica con secciones duras y un gran trabajo instrumental. Si hubieran militado en una discográfica de calibre, posiblemente la producción hubiera sido más destacada. Pero es encomiable el duro esfuerzo realizado dentro del pequeño sello Phonic establecido en Barcelona, con una ingeniería muy correcta. También nos va a servir para descubrir a Alex Sánchez, un guitarrista que no ha tenido la repercusión que debería, y que nos deja con la boca abierta en más de una ocasión a lo largo del álbum.

Los tiempos que corren son demasiado importantes y como consecuencia van a plantear su primer álbum conceptual y también el último, dentro de su carrera. Quedando muy bien plasmadas las inquietudes que les sacuden van a escribir una obra, un tanto crítica y con un aire un tanto triste, reflejo de los sentimientos que se respiran en el aire de la sociedad de entonces. Arranca con una pieza titulada Introducción, y en efecto su primera estructura instrumental llena de misterio envuelta en un frio viento no deja duda sobre su papel, dibujando un paisaje de esperanza y unas notas de piano de Gené que son como dulces lágrimas. Tal vez una alegoría del Ying y el Yang. Al final del disco nuevamente aparece con el mismo título, tal vez, deberían haberlo cambiado por el de Coda, más acertado, el sonido el mismo, pero más corta y sin letra, colofón que cierra el círculo.

Tras ella, una hosca guitarra contundente, recia y machacona en su grave riff nos sumerge en Quien no anda, no se mueve, una pieza dura y oscura que nos invita a reflexionar sobre nuestro lugar en la sociedad. La ruda melodía incesante se repite a lo largo de toda la pieza donde todo gira en torno a esa guitarra, rota solo por un magnifico solo hard de Alex en la parte central, retornando nuevamente al runrun que se apaga con incorporación de una pregrabación de voces recogidas en algún punto de una ciudad, por cierto, en inglés, no fuera a ser que se oyese algo impropio para la censura todavía existente.

Llega algo de relajación en el sonido con Papel social, un corte breve que presenta una guitarra comedida construyendo la melodía, con una instrumentación suave que nuevamente se eleva con el solo central de Alex , incluye unos arreglos de piano eléctrico muy sencillos y desapercibidos, nuevamente con la temática de la sociedad y nuestro sitio en ella.

El cierre de la primera cara a cargo de No será…? Nos muestra la cara más abierta de la banda, con un tema pegadizo en su estribillo, suena rock urbano 100% en un alegato contra la injusticia y el egoísmo que sufren las clases bajas del país, una pieza más festiva y menos cerebral con grandes desarrollos de guitarra nuevamente por parte de Alex, que en este disco está hecho un hacha. Es muy posible que de esta fuente bebiese un inicial Joaquín Sabina, una pieza que podría ser de su factoría perfectamente.



Ya con más flema comienzan la cara B con un corte donde el trabajo del bajo es patente en la creación de los compases, nueva crítica social en la letra desgañitándose una vez más Gené, que parece que se vaya a romper en cualquier momento alguna cuerda vocal. El título que da nombre al LP nos ofrece otro estribillo pegadizo acompañado de un concienzudo solo de guitarra. Después Noria de Feria nos hace una descripción de la vida cotidiana con un conjunto musical pesado a cargo del bajo y una guitarra vibrante. Es la pieza más larga y por tanto está dividida en una primera parte grave y otra donde cambia radicalmente el ritmo con un sonido más anárquico y un trabajo de guitarra hard y de rock and blues. El ambiente es más dinámico y más ligero terminando sin silenciar y enlazando con el 3º tema Tiempo, donde por fin Gené se luce a las teclas con un magnifico y sugerente solo de piano eléctrico tras el primer movimiento cantado, volcado hacia estructuras más jazzys en su definición, dando luego paso a unos arreglos combinados con el eterno solo de Alex para volver al inicio donde el autor pide algo que hoy en día todavía sigue vigente, incluso más…………...tiempo.



Finaliza con la 2º parte de introducción, un instrumental que es continuación del inicial, una forma de decir que el trabajo está hecho, la denuncia social se ha llevado a cabo y hay que cerrar el círculo. Un gran álbum reflejo de los tiempos políticos y musicales de la escena llevado a cabo siempre con clase para esta banda que siempre dio el do de pecho a pesar de los tropecientos cambios de personal que sufrió a lo largo de su vida.





domingo, 27 de octubre de 2024

REG KING – Reg King (1971)

 


Reg King……………...…….Guitarra rítmica, voz, piano y teclados

Brian Godding……..…….Guitarra solista

Mick Evans……..………...Bajo

Roger Powell…..…..…...Batería

Colaboraciones destacadas………………..Ian Whiteman, Marc Charig, Elton Dean, Mick Taylor, Brian Auger, Nick Jones, Peter Dale


1ª Cara:

- Must be something else around

- You go have yourself a good time

- That ain’t living

- In my dreams

- Little boy


2ª Cara:

- 10.000 miles

- Down the drain

- Savannah

- Gone away


Antes de publicar en solitario este álbum, Reggie estuvo al frente de ACTION, un grupo de la órbita ‘mod’, de hecho el preferido de los mods, menos pop que sus contemporáneos THE WHO o SMALL FACES, pero siempre clandestinos, lo que los hacía más atractivos, a pesar de contar con un numeroso público. Seguramente debido a esto nunca llegaron a las listas de éxitos, siempre desconocidos hasta el resurgimiento del estilo mod en los años 80 y 90.

Reggie King había dejado la escuela en Hamstead (Londres) a los 16 años y tras realizar trabajos sencillos, decidió unirse a Roger Powell, Alan King y Mick Evans junto a la cantante Sandra Barry, para forma THE BOYS, que practicaban beat. El amor al Soul provocó que dieran un giro musical y formaron ACTION, tocando versiones en un principio. Pero en 1965 consiguen un contrato discográfico con Parlophone, donde realizaron una serie de sencillos, en los que destacaba la voz de Reggie muy acorde a los cantantes de soul americano que tanto gustaban a éste.

Ya en 1967, los sonidos limpios de soul quedaban obsoletos y King que había quedado impresionado con “Pet sounds” de BEACH BOYS, comenzó a interesarse por la psicodelia, y la influencia de THE BYRDS, fue básica. El problema es que no consiguieron grabar un álbum completo con Parlophone por dificultades dentro del sello, que se mantenía a duras penas. Además de esto, después de un lamentable concierto en el club Blue Lagoon, que acabó con multa por desperfectos, Reg abandonó la banda.

Intentaría continuar como productor y vocalista de sesión, pero nunca consiguió sobresalir con su trabajo. Su álbum se vendería muy mal, cayendo un el olvido. Reg se proclamó compositor, arreglista y productor para su obra en solitario. Y desde luego escuchándolo puedes dar fe de que su producción fue un desastre, no hace falta ser un experto en música para darse cuenta.

A pesar de haberse rodeado de grandes músicos del momento que colaborarán, más unos que otros, en todas las canciones el resultado no fue nada brillante. A King la producción le quedó como el culo, sin más. La grabación ya muestra muchas carencias, la ambientación es extraña y oclusiva provista de un sonido áspero que permanece hasta el final. La energía no está bien focalizada y se producen altibajos en el volumen en la entrada en acción de los instrumentos, algo que avisa de una producción defectuosa. Existe cacofonía y confusión cuando los instrumentos funcionan al completo y algunos finales son precipitados acabando de manera brusca o sin bajar la intensidad de volumen de forma correcta. Leyendo los créditos de la contraportada descubro que entre el colectivo de ingenieros que participaron en la grabación hay un tal “Eddie Offord”, casi nada. Seguro que no recordará esa labor con mucho interés, ni quiera hablar de ella, como si nunca hubiera existido.

Si nos centramos exclusivamente en el aspecto compositivo y musical del disco, hay que decir que todos los cortes están escritos por Reg y Peter Dale. La versatilidad es patente, mucha variedad, las influencias que recibe a lo largo de su carrera aparecen dibujadas en sus temas. Rock de raíz, soul, música negra, percusiones, riffs explosivos, swing, distorsión, estilo británico de los 60 con gran aderezo de su pasado mod, y mucho, mucho arrojo y sentimiento.

La fuerza del músico se observa en sus entradas con la guitarra rítmica que forja la estructura temporal de la composición sonando en muchos casos, más potente incluso que la guitarra solista, algo extraño, que tal vez podemos asociar a la también inaudita producción del mismo. A pesar de su grabación sorprende gratamente la autenticidad musical y la frescura que derrochan las piezas que se van sucediendo. Estamos ante un conjunto de buenas composiciones. Los arreglos mayoritariamente son realizados por el piano, pero también encontramos los instrumentos de viento. Su función unas veces más acertadas que otras, puesto que en algún caso los arreglos de piano son ocultados por instrumentos que enciman. También se observan guitarras desafinadas (That ain’t living ,Down the drain) que discurren paralelas por otro universo lo mejor de todo es su voz racial y emocional cercana a la de Rod Stewart de FACES.

Cuando llegamos a Savannah, descubrimos que sin duda es su mejor corte, y además el más largo, con casi 12 minutos nada menos, pero también es donde se aprecia muy bien su fracasada producción con un batiburrillo instrumental hacia el final donde no hay quien se aclare, un coctail de buena música pero donde no somos capaces de descubrir los sabores. Nada más empezar con una calma en la guitarra que precede a la tempestad, King empieza a generar un riff rítmico que ya no abandonará y que sustenta todo el bloque. Energía en estado puro que va “in crescendo” sumando instrumentos y decibelios. Es el momento en el que Brian Auger se luce al órgano siguiendo la endiablada guitarra o haciendo solos con enormes barridos, algo que gusta mucho a Brian. Una pieza machacona que atraviesa varias fases donde el riff cada vez es más incendiario llegando a un tope sónico en el que reina la indefinición y la cacofonía. Los solos de la guitarra de Godding se suceden entre secciones, al igual que las intervenciones del órgano. Podríamos calificar Savannah como el transcurso de una tormenta. Una introducción dura, la fase de descarga y un final donde poco a poco va amainando con una lluvia que acaba por cesar.

La coda como dice su título Gone away, nos lleva lejos, una maravilla protagonizada por el órgano con una cadencia descendente y una performance que bien podría pertenecer a PROCOL HARUM, y con similitud a títulos como “Homburg” ó “pilgrim progress”. Su estilo esta alejado de la fuerza empleada en piezas como “Savannah”, mostrando el lado más soñador y sensible de Reggie.

Su andadura musical tuvo un trágico final ya que sufrió un accidente cayendo por una escaleras que le provocó una lesión por la que fue operado con cirugía neural. Esto sucedió al poco de haberse unido a la banda BB BLUNDER. Moriría a los 65 años, pero a causa de un cáncer. Un hombre que tal vez nunca supo encontrar su sitio y que atormentado se quedó a medio camino.







viernes, 27 de septiembre de 2024

KARTHAGO – Live at the Roxy (1976)

 


Joey Albretch…………..…….Voz principal y guitarra

Ingo Bischof…………...…….Teclados

Gerald Hartwig……..………...Bajo,voz y percusión

Reinhard Bopp…………....….Guitarra y voz

Ringo Funk…………........…...Batería

Tommy Goldschmidt……..…..Percusión


1ª Cara:

- The world is like a burning fire

- Sound in the air

- Rock’n’roll testament

- We gonna keep it together


2ª Cara:

- Thema in C

- The second string rambler


3ª Cara:

- Wild River

- Highway Seeker (Did nobody tell you)


4ª Cara:

- We give you everything you need

- Going down

- See you tomorrow in the sky


Al igual que EPITAPH, mencionado hace un par de semanas, KARTHAGO también es de esos grupos alemanes que no lo parecen. Clasificados en la onda Krautrock, por el mero hecho de ser germanos, escuchándolos nos consta que no tiene mucho sentido. Nacen oficialmente en los 60, pero no llegará su primer LP hasta 1971. Se caracterizaban por introducir una guitarra pesada y a la vez elementos del blues, rock y jazz con muchas inserciones de rock latino, más que nada las percusiones, muy abundantes y ritmos cálidos, que nos incitan rápidamente a compararlos con momentos de Carlos Santana, no por la guitarra, sino por la estructura de la composición.

Estamos ante uno de los discos en directo más importantes del rock alemán de los 70. Cuando se grabó la banda estaba ya en un alto grado de descomposición y dio lugar a convertirse en su testamento, meses después cuando acabó el proyecto. Fueron considerados como la mejor banda teutona de los años 70, tanto por la prensa nacional como por la extranjera. De hecho en el exterior contaban con un gran reconocimiento y un buen número de seguidores.


En 1974 solo quedaron 4 miembros de la agrupación inicial y consiguieron hacerse con los servicios de un bajista que había estado con una comunidad llamada JETHRO TULL, me refiero a Glenn Cornick, un buen refuerzo pero que no fue suficiente. La trayectoria errática que tuvieron durante el primer lustro no pasó inadvertida, y les precipitó a un final demasiado temprano. Finalmente no tuvieron opciones con discográficas de envergadura y terminaron fichando por Bacillus Records, una pequeña distribuidora donde también editarían los progresivos húngaros OMEGA. En 1978 firmarían su último cartucho, acabando definitivamente.

No ha empezado aún a sonar la música y alguien en el escenario se ríe y mantiene una conversación banal y en broma con gente del público, es así como se inicia la grabación, una muestra del buen rollo que se respira en el ambiente. Finalizada y sin dilaciones el ritmo funk entra directo con The world is like a burning fire, un corte que se reparten a partes iguales guitarra y teclados dialogando y respondiéndose el uno al otro. En la sección central donde se produce la parte instrumental más importante, la onda jazz se cuela y da un giro diferente a la composición que recupera el aire funk y blues nuevamente, atravesado este momento.

Estos saltos en los estilos serán una constante de aquí en adelante en muchas de sus composiciones, y es encomiable la facilidad que tienen para hilar unos con otros sin turbulencias. Un don nada sencillo que practican con asiduidad trasladándonos de líneas hard a ambientes cálidos, de entornos blues a atmósferas jazzys, de aires prog a pistas disco. Una variedad difícil de encontrar en un grupo alemán al que la crítica musical integra en el movimiento Krautrock. Nada más lejos, sus características no coinciden con el patrón de la mayoría de bandas asociadas a ese estilo, son una “rara avis” dentro del rock germano de la década.

Incluso la voz, que tiende a ser fría en el mundo progresivo teutón, es más bien lo contrario, enérgica y emocional llegando a ser desgarrada en algún arranque, mostrándose con altibajos de acuerdo a la temperatura de las letras cantadas, en unas tonalidades que asocio a bandas americanas coetáneas como KANSAS, STIX o JOURNEY, u otras incluidas en el pomp o el southern rock.

Con el público entregado desde el comienzo y tras un Rock’n’roll testament arrasador con una serie de riffs encadenados y solo de guitarra monumental al más puro estilo rock , desembocamos en otra órbita con un espíritu muy americano, We gonna keep it together. Una melodía viva y alegre muy jazzy, que da paso a coros, bongos y percusiones arropados por el hammond y una guitarra funky.

Thema in C, esta construida sobre una base que asienta más en el típico prog, con una estructura bastante más definida, pero con esa facilidad para incluir sonidos impropios, pertenecientes a otros ámbitos, es decir participación de bongos, percusiones, ritmos más cálidos e improvisaciones a los teclados, desconcertantes y que nunca sabes donde van a acabar, trasladándonos de escenario en escenario.

El ritmo latino es absoluto en The second string rambler, una canción para y por el funk y el disco, sumergida en el sonido cálido de representantes como SANTANA, y porque no decirlo, también retrata muy bien el ambiente en el que se mueve una banda nacional como era BARRABÁS, con un bagaje excepcional, y que tal vez no llegó a obtener la repercusión suficiente. Poco a poco la instrumentación va retirándose para dejar espacio solo a las percusiones y las voces que se recrean consiguiendo una atmósfera atípica en esas tierras teutonas. Dividida en dos partes muy diferenciadas, la segunda da inicio a una oscura en la que bajo y guitarra trabajan a todo trapo conduciendo al término de este largo track.

El comienzo del segundo vinilo, puesto que se trata de un doble, se inicia con Wild river, otro trabajo de miscelanea musical, southern rock, jazz, funk. Después Highway Seeker, otro extensísimo rock que no deja más espacio en la cara 3. Solidez compositiva en la que la variedad de estilos va a ser de nuevo un hecho. Estallidos de guitarra a lo JIMI HENDRIX con un movimiento firma del extraterrestre, y velocidad en los acordes propio de CREAM; Joey toca de manera incendiaria y desbocada con salvajes descargas improvisando, de manera que cuando ya se cansa de devaneos vuelve a la melodía principal y se cierra la jam tras más de 16 minutos.


El corte que arranca en la última cara, We give you everything you need, es otros de esos en los que confluyen todo tipo de estilos, destacando sobre todos los demás las percusiones latinas, coros y guitarra funky, de manera que no se sabe como derivará, y menos es directo donde la improvisación es otro elemento a tener en cuenta. En este caso coincidiendo con el preludio de lo que supone la finalización del concierto, los músicos hacen una batería individual de habilidades con su instrumento, uno detrás del otro, y es así como se van nombrando a cada uno de los músicos jaleados por la audiencia.


R.I.P ingo Bischof

Acabado el concierto y a petición del público tocarán dos bises, Going down de FREDDY KING, en una versión muy personal y acertada con un piano eléctrico y una steel guitar fantásticos. Ya por último será con See you tomorrow in the sky, pieza trepidante y eléctrica de su cosecha, con la guitarra de Albretch encarnada nuevamente por el espíritu de Hendrix.

Epílogo en vivo de una atípica banda de Krautrock que supo ser original en su sonido con un conglomerado musical que pocos saben manejar tan acertadamente.







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