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viernes, 25 de abril de 2025

ATILA – Reviure (1978)

 


Eduardo A. Niebla………….….Guitarra líder

Miguel A. Blasco…………..…..Guitarra rítmica

Benet Noghe….………………...Órgano, mellotrón, piano, moog, voz

Juan Punyet………………….....Batería y percusión


1ª Cara:

- Reviure

- Somni

2ª Cara:

- Atila

- Al Mati


Una de las mejores bandas que ha dado este país dentro de la propuesta progresiva del rock. Su existencia fue más bien breve, apenas 5 años fueron suficientes para sacar a la venta 3 álbumes, con divergencias en su calidad, pero con un pedigrí que nunca fue igualado. Se crea en Girona con una formación inicial basada en un trío, Eduardo Niebla a la guitarra, Francisco Ortega a los teclados y el gran Joan Punyet a la batería.

Comenzaron como una agrupación de rock duro psicodélico, para terminar siendo casi abanderados del space rock. Tras 2 años de vida, muchas horas de estudio y apenas sin actuaciones en directo deciden grabar su LP debut, pero los problemas crecen cuando las discográficas viendo su propuesta no les apoyan considerando que era un material inapropiado y poco interesante para el público. Visto lo visto, deciden auto producirse y la grabación se realizará del tirón en el estudio, con la incorporación de efectos que intentan inducirnos a creer que ha sido en directo, como la introducción de público gritando, aplausos, etc. Al ser una grabación financiada por ellos apenas se prensaron 1000 copias. Esto ha hecho que esos álbumes hoy en día alcancen precios astronómicos para los coleccionistas. Pero no sufráis que se editaron copias nuevamente en la década del 2000, fácilmente asequibles para cualquier interesado.

Cada concierto de ATILA era un espectáculo que ahora consideraríamos también visual, ya que combinaban la música con performances teatrales, plásticas y estéticas. Esta elaboración quedaba no solo patente en vivo, sino que también ponían mucho interés y cuidado en la construcción de los carteles publicitarios y promociones del grupo, así como en las portadas de las carpetas de los Lp’s. Se presentaron en sociedad en el festival de Jazz de Girona, enero de 1975. Realizaron esfuerzos para que sus conciertos fueran paquetes conceptuales de sonido e imagen. Para ello utilizaban todo tipo de elementos: globos aerostáticos, pompas de jabón, humo y efectos de diversa índole. Todo ello posiblemente debido a que se empaparon de experiencias en sus viajes por Europa. Se va a dejar notar y no solo en la forma de afrontar los encuentros públicos, su música adquiriría estructuras similares a las que se habían gestado principalmente en Alemania, Inglaterra y Francia. El krautrock germano principalmente y la magia de bandas como ELP y PINK FLOYD les impresionó en gran medida, inspiración que se muestra en Reviure de manera prácticamente continua.

Lo cierto es que este último disco es muy posible que sea el más completo y el mejor de todos. Es una amalgama de influencias del progresivo europeo realizado mayoritariamente en la primera parte de la década de los 70, en la que se observan maneras de ejecutar, desarrollos instrumentales y pinceladas que delatan esas tendencias, pero siempre bajo un prisma de personalidad propia del grupo que escribe su senda en solitario y los hace únicos. A diferencia de lo que suele ocurrir en la línea de vida de una banda, este cuarteto (en este trabajo son ya 4 músicos) evolucionan de menos a más, tal vez porque tampoco gozaron de más tiempo para adocenarse.

Reviure es un disco construido sobre 4 extensos pilares con un fondo conceptual cuyo protagonista es Atila, el Huno. Sinfonía que recorre su vida y los diferentes pasajes desde el nacimiento, hasta la muerte, pasando por los acontecimientos que marcaron la vida del bárbaro. El inicio musical de la esta pieza homónima nos introduce en un ambiente que nos mantiene en vilo, para entrar poco después en la melodía principal con un ritmo agitado donde el moog y guitarra pugnan y mantienen un pulso sincronizado. Los desarrollos instrumentales van sucediéndose bajo atmósferas de corte espacial con un estilo similar al de bandas alemanas (Grobschnitt y la aterciopelada guitarra )y un predominio del teclado. La manera de ejecutar la guitarra sugiere . La voz aparece con carga emocional, y lo hace en catalán de principio a fin. Los teclados y luego la guitarra trabajan las triadas en la última fase de la composición. Se producen escaladas ascendentes y descendentes que nos hacen disfrutar con sus desarrollos. Tras la escucha de este primer corte no deja dudas sobre la profesionalidad de los músicos al frente, tampoco sobre sus conocimientos musicales a la hora de realizar la producción, consiguiendo una grabación con un excelente sonido.

A continuación llega Somni haciendo gala de los sonidos espaciales en su preámbulo y conduciendo la nueva y extensa pieza hacia una disertación del sintetizador con unas características y una forma de atacar las teclas que resuenan a krautrock y más en concreto a páginas escritas por KROKODIL ó AGITATION FREE, célebre agrupación alemana de los 70 que no estuvo nunca en primera fila, pero cuya herencia es notable. Tras unos minutos al libre albedrío jazzystico, dejará paso en una inflexión de la partitura a una guitarra ácida también en modo jazzy, para retornar nuevamente al sinte y sus devaneos espaciales, todo ello bajo una rítmica adictiva y original.

Atila es la pieza que hace resumen de la vida del bárbaro que llegó hasta las mismas puertas de Roma. Nada más empezar oímos la tos de alguno de los miembros, que debe tener la gripe por lo menos. Después llega una serie dinámica de instrumentales que van mutando a través de diferencias en los efectos y en el tono del moog. Son transformaciones muy rápidas de apenas 1 ó 2 minutos, construyendo un tema dispar sin una línea de conducción, posiblemente el más progresivo y krautrock de todos en su estructuración. Pieza llena de energía, densa y enchufada con una guitarra rítmica ácida y dura y una solista que alcanza paroxismos en base jazz en un estilo muy Akkerman de FOCUS, una batería entusiasta, y unos teclados sencillos que van saltando por encima de todo. Pequeños instantes de improvisación dentro de una pieza muy compleja que se encuentra en desestabilización continua, con incorporación constante de instrumentos, arreglos y efectos.


La última gran sinfonía, la de menos minutaje, es la que muestra más sensibilidad, con un prólogo inmerso en nostalgia. Se trata de Al Mati, y es donde más intervención a la voz se puede escuchar por parte de Benet, si es que se puede decir, porque ya no vuelve en todo el transcurso. Una vez más se producen saltos en la rítmica con incursiones breves pero intensas en otros mundos, para retornar. La guitarra se mueve a velocidad de vértigo a lo largo de las 6 cuerdas, haciendo un solo sintetizado que apenas puede seguir el bajo. Una pieza muy festiva en su puesta en escena y la más accesible de todas.

Cuatro excelentes canciones que dejan el listón muy alto dentro del progresivo español y porque no también mundial. Y es que los mejores no son solo los que más público congregan, también los hay en el anonimato, sin que se les haya dado apenas oportunidades, o porque no han sabido, o porque no han querido, o porque no les han dejado. Muchas historias que se perderán en el viento como lagrimas en la lluvia…...spoiler, ja,ja.





domingo, 24 de noviembre de 2024

BARRABÁS – ¡Soltad a Barrabás! (1974)

 


J. Luis Tejada………….…….Voz principal

Enrique Morales…………….Guitarra eléctrica y acústica y coros

Miguel Morales……………..Bajo, guitarra acústica y coros

Tito Duarte…………...……..Saxofón, flauta y percusiones

Joao Vidal………………..….Teclados

J. María Moll…………....…..Batería

The Waters…………………..Coros


1ª Cara:

- Hi-Jack
- Mad love
- Funky Baby
- Lady love

2ª Cara:

- Susie Wong

- Humanity

- Tell me the thing

- Fly Away

- Concert


Si nos dicen que una banda triunfa en EEUU en los años 70, llegando a las primeras posiciones de las listas de música negra con un sonido denominado como “afrobeat” o “música mestiza” , manejando estilo funky y precediendo a la música disco que triunfará en la segunda parte de la década, lo último que nos vendría a la imaginación es que fueran españoles…….pues si señores, eran españoles. Es el grupo que ostenta el galardón de ser el combo español más vendido en EEUU, Canadá y Alemania.


Fue tal la cuota de éxito que obtuvieron en tierras yankees, que para que no descubrieran que se trataba de personas de raza blanca, no aparecían nunca en las portadas y contraportadas del álbum o de sus singles. Y es que estaban convencidos de que una música así tenía que ser realizada por personal de raza negra. Je, y lo que son las cosas!, aquí en nuestro país, al escucharlos cantando en inglés, pensábamos todo lo contrario, que se trataba de alguno de tantos grupos de origen estadounidense, pre-fiebre del sábado noche. Si es que ya lo dice el refrán: “Nadie es profeta en su tierra”

Era su 3º disco y debido al acierto conseguido ya con su segundo, se marcharon a grabar a los Angeles, nada menos que a los estudios joliwudienses de Metro Goldwyn Mayer, saldría su obra un año después en 1974 y el efecto fue inmediato llegando al n.º 1 en ventas, pero la versión internacional del título sería “Release Barrabas”. Es posible que muchos de vosotros abráis los ojos con incredulidad pensando que como pudo ser posible aquello, siendo que España por norma general nunca obtuvo repercusión mediática en lo musical, salvo pequeñas excepciones………. yo también me lo pregunto. Pero no hay nada como reunir a un conjunto de personas con mucho talento para que se obren milagros.

La persona clave en todo esto fue Fernando Arbex, ex-Brincos y ex-Alacrán, que cuando decidió terminar su trabajo de músico, paso a la sombra como un profesional de la producción realmente dotado. Un tipo atento siempre a las vanguardias, ya en ALACRÁN, como músico había practicado con bases latinas popularizadas por SANTANA, además de como productor dentro del grupo. Por desgracia no hubo apoyos de ningún tipo de las discográficas españolas y sin actuaciones en directo desistieron con un único LP en su carrera.

Arbex no se rindió y siguió buscando la manera de poder llevar a cabo su proyecto. Comenzó a buscar músicos afines a sus ideas reclutando a Tito Duarte (Cubano), los hermanos Morales (filipinos) y Joao Vidal (portugués) un combinado exótico, que unidos a J.L. Tejada y J. María Moll terminarían cuajando en los fantásticos BARRABÁS, a quienes se consideran los precursores del sonido disco en Europa, vendiendo como decía en sus contraportadas, música caliente. Fernando colaboraría en la composición, pero con la producción como objetivo principal.

El padre de Tito Duarte era el director internacional del sello RCA, eso facilitaría el contacto de la formación con la discográfica de manera inmediata. El camino está allanado y se ponen a trabajar sin dilación grabando un primer disco homónimo que ya muestra la senda a seguir donde las criticas serán favorables. Con su segundo, “Power” estallan y la popularidad empieza a crecer con un álbum muy completo. Sus vidas se ven salpicadas de nuevas sensaciones, el punto culminante de sus carreras fue cuando se les ofreció ser teloneros de sus satánicas Majestades y lo rechazaron porque era preciso mudarse a los EEUU. Se votó y se decidió seguir cerca de las familias. A partir de entonces la decisión fue un lastre y se crearon tensiones, como consecuencia a finales de la década se separaron, aunque poco después en 1981 se reunieron para grabar un nuevo álbum, Piel de Barrabás, de cierta calidad, no obstante el paisaje musical estaba cambiando y la repercusión fue mucho menor, apostando por otro tipo de formaciones, solo en Europa mantuvo un buen nivel de ventas.

Para cuando grabaron este ¡Soltad a Barrabás! Las cosas no podían irles mejor y todavía estaban lejos las discrepancias y malos rollos. La música que se incluye realmente esta llena de talento compositivo y en cuanto a la producción, Fernando realizó un magnífico trabajo que queda patente desde el primer momento de la escucha. Se inicia con Hi-Jack, que serviría como presentación del LP a través de su venta en single, posiblemente el tema más accesible para captar adeptos, que desde un primer momento nos muestra un conjunto de percusiones , algo que no desaparecerá ya, un bajo juguetón que tendrá un papel preponderante a la hora de marcar el tempo y el ritmo y coros, muchos y variados tanto de ellos como de el trío femenino que participa. La música se impregna de sensualidad, calidez y ritmo, cantando en un inglés mejorable y con unos estribillos a base de coros. En las zonas centrales entran los instrumentos a realizar solos, variados en su ejecución y muy bien elegidos, sin excesos y más bien cortos en el tiempo dejando un regusto que sabe a poco, un acierto para mantener el interés en la escucha.


Con el segundo corte Mad love, en el inicio por un momento el bajo nos engaña y parece que vaya a sonar “Papa was a rolling stone” de TEMPTATIONS, pero no, su base es muy negra, se produce un dialogo de declaración y réplica entre voz y coros femeninos, la guitarra suena muy funky y nos regala en la parte central un fantástico solo. Funky baby, como indica el título, nos ofrece de entrada una guitarra funky con un fraseo que ejecuta repetidamente, los coros masculinos y femeninos se suceden en los estribillos y nos trasladan hasta el final, en un tema muy corto incluyendo armónica en la melodía. En el siguiente y último de la primera cara, la batería se presenta marcando el pulso a golpe de platillo y después con la entrada del teclado y la guitarra acústica se genera una dinámica que crea el armazón principal de la canción. Lady love, contiene un sinuoso teclado maravilloso y melancólico. Es la primera aparición de flauta en los arreglos, hay cierto aire de ambientación brasileña en su espíritu, luego hacia el final se entra en otra sección en la que el bajo acelera el tempo terminando la pieza.


Al otro lado del plástico nos espera Susie Wong, el primero de los cortes que arranca con unos coros femeninos muy al estilo, guitarra funky con protagonismo encargada del solo instrumental, una composición muy obsesiva que gira en torno a una frase de la guitarra. Un tema engañoso es Humanity, que comienza con una voz cálida y muy suave pero se torna más agitada. Es la pieza más dura del disco de hecho. Muy vanguardista incluye saxo en su melodía con un toque de Jazz, las percusiones resuenan potentes bajo el órgano y la guitarra se muestra fuerte, aunque no da tiempo a más. Tell me the thing es un tema muy ligero y cálido con gran introducción de travesera. Fly away lleva un gran trabajo instrumental en el que el tempo va de la mano del bajo y el órgano omnipresente flota durante toda la composición, la guitarra nos regala un magnífico solo en la parte central y otro al final, muy cortos, dentro de una estructura algo más compleja que de costumbre. Y ya para cerrar este excelente disco nos ofrece como coda Concert, para mí una de las mejores. El órgano se muestra presente nuevamente a lo largo de toda la pieza, una veces ambiental en muro sonoro y otras haciendo un fraseo a modo de guiño repetidamente, luego la flauta nos concede un interesante solo en la parte central y final dejándonos con ganas de más.


Barrabás es una banda que independientemente del gusto del oyente es atractiva e interesante porque algo que tiene Calidad y talento no puede pasar desapercibido para ningún amante de la música y yo soy de los que reniega de la música disco. Así que si alguna vez lo tenéis a mano, pensadlo y no lo dejéis pasar, no os defraudará.





viernes, 8 de noviembre de 2024

FRANK ZAPPA – Apostrophe (1974)

 


Frank Zappa……………………......…….Guitarras, bajo, voz, arreglista y productor

Colaboraciones destacadas………….Jean Luc Ponty, Ian Underwood, Bruce Fowler, Jack Bruce, Sal Marquez Jim Gordon, Aynsley Dunbar, Tina Turner and the Ikettes

1ª Cara:

- Don't Eat The Yellow Snow
- Nanook Rubs It
- St. Alfonzo's Pancake Breakfast
- Father O'Blivion
- Cosmik Debris

2ª Cara:

- Excentrifugal forz

- Apostrophe’

- Uncle Remus

- Stink-foot


Este tío es “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”, hace de todo y además un elemento tan inquieto es imposible que guarde mucho tiempo una misma formación. Su discografía en solitario demuestra el aluvión de gente con la que llegó a trabajar. Nace en Baltimore (EEUU), siendo el mayor de 4 hermanos, constantemente cambiaba de domicilio debido al trabajo de su padre, sintió la llamada del arte pronto, y enseguida se decantó por tocar la batería en la escuela secundaria. Amante del Rythm’n’blues de los 50 y de autores como Edgar Varese con quien se obsesionó bastante, Igor Stravinsky y Anton Weberz. Fue siempre muy crítico con la religión, el establishment político, y la corriente musical generalista, además de defensor de la libertad de expresión.

En el instituto llegó a conocer y hacerse amigo de Don Van que adoptó el nombre de “Captain Beefheart”, unidos por el interés en el Rock and blues, influyéndose mutuamente a lo largo de sus carreras. Entró como batería de THE BLACKOUTS, que contaban en sus filas con miembros de los futuros MOTHERS. Su interés como arreglista y compositor creció y en los últimos años de escuela, componía, arreglaba y dirigía piezas de avantgarde.

Acabado el instituto, ingresó en la Universidad, pero duró poco. Realizó conciertos, grabó bandas sonoras y compuso y produjo para otros músicos. Trabajó poco tiempo como guitarra en un power trío, actuando en bares y locales, y ya en 1965 le invitaron a unirse a una banda que cambiaría su nombre a MOTHERS OF INVENTION, donde tocar la guitarra y ser vocalista, algo que nunca había considerado. El productor Tom Wilson decidió ocuparse de ellos y al año siguiente lanzaron su álbum de debut “Freak out!. Su éxito comercial fue sobretodo en Europa y eso supuso que pudo ser independiente durante su trayectoria.

Lo que viene después, todos los que nos interesamos por el rock, sabemos en mayor o menor medida lo que ocurrió. Comenzó una carrera meteórica que no se detendría a no ser por la muerte temprana que le llegó, fue en 1993 debido a un cáncer de próstata. Músico abrumador, de los que cuando naces rompen el molde, incomparable, no ha habido nadie como él. Con un físico reconocible entre cientos, fue Prolífico, provocador, innovador, inclasificable, virtuoso, bizarro, sarcástico, irónico, humorístico, excéntrico, exhibicionista, experimental y no se cuantas cosas más se podrían decir de este monstruo del Rock.

Su discografía amplia y compleja, es diferente según la época abarcando todos los géneros y se ha convertido en un espejo en el que mirarse para muchos músicos posteriores. Reconozco que no consigo hacerme a su música, demasiado densa y concentrada, me cuesta asimilarla mucho y no soy capaz de valorarla en su juicio justo, demasiada información en tan corto periodo de tiempo. Siempre se me ha resistido, y no he escuchado su discografía en gran número. Por eso he elegido este disco para comentar, un disco accesible que recomiendo tanto a los amantes de Zappa como a los que sean simplemente amantes del buen Rock.

Se trata del 6º álbum en solitario y el 18º de toda su producción. Está compuesto mayoritariamente por él, producido y arreglado (Salvo el primero, todos los demás fueron producidos por él). Llegó hasta el 10º puesto en las listas de éxitos comerciales, la mejor posición obtenida nunca y que se convirtió en disco de oro dos años después. Su resultado fue la mezcla de grabaciones recientes y otras de archivo. La primera cara del álbum fue grabada al mismo tiempo y con la misma banda que el que fue su antecesor “Over nite sensation”. Los cortes de la 2ª cara son sesiones de 1972 con sobregrabaciones de 1973.

En cuanto al aspecto musical del álbum no es fácil explicar con palabras el perímetro en el que se mueve, ya que aborda todo tipo de estilos, y lo hace meteóricamente, ya que pasa de un ritmo a otro en cuestión de nada y las fronteras no son discernibles. La velocidad y le virtuosismo es algo que van unidos de la mano y nunca puedes afianzarte en la escucha de un fragmento porque los cambios son numerosos e inesperados. El comienzo se lleva a cabo con unas ráfagas de viento, un vendaval en toda regla que nos pone alerta del “vendaval” que se nos viene encima, y que por otra parte es normal viniendo de Zappa.

Cuando acaba la ventisca, entra un pieza corta Don't Eat The Yellow Snow “ en la que el bajo y la batería establecen un ritmo sugerente, aparecen coros, la voz de Zappa y una serie de metales que conceden un aire muy soul, pero sin tiempo pasa al siguiente, Nanook Rubs It” un tema también bastante vertiginoso, histriónico con burla y humor, algo común, una tónica en su forma de entender la música. Música densa, cargada donde no da tiempo a percibir todos los matices que van pasando sin cesar con un montón de arreglos, produciendo un rock concentrado. La guitarra trabaja con notas de escala altísima en las partes de los solos, que resultan ser como una cuchilla afilada moviéndose a una velocidad endiablada, dignos del Heavy Rock, mientras el tipo nos adereza con una retahíla parlanchina llena de efectos guturales. “ St. Alfonzo's Pancake Breakfast” es otra pieza que se mueve en los mismo cánones que la anterior, muy corta y simpática, una especie de anuncio del pancake.” Father O'Blivion” acelerada, sin respiro con percusiones finales muy latinas desembocando en el último corte de la primera cara “Cosmik Debris”, otra composición con ritmo y piano eléctrico sugerentes a los que se une la voz del genio en los mismos términos, se mueve entre el soul y el blues con introducción de cuñas que nos sacan de la ensoñación. De fondo nos acompaña un xilófono y la guitarra plena de ácido.

Cuando le damos la vuelta al vinilo, la atmósfera cambia, y es que como he dicho ya, no son composiciones que correspondan al mismo periodo de grabación que las de la cara 1. Nos vamos a encontrar con tracks de más duración y con una estructura en su ejecución más propia del Rock al que estamos acostumbrados fuera de la órbita Zappa.

El sonido es mas serio, dejando apartado la vena ocurrente bastante más apartada. Arranca con la rápida “Excentrifugal Forz”, un excelente entrante de ritmo adictivo que desemboca sin tiempo en la pieza clave del este álbum y que se llama igual “Apostrophe”, composición completa, muy rockera donde por primera vez encontramos riffs de guitarra que se repiten, hasta ahora inédito. Aires hard y progresivos es lo que más transmite incluyendo un largo desarrollo instrumental con solo de guitarra mostrando diferentes matices en las cuerdas en un monólogo extenso, bajo la acidez del bajo de Jack Bruce que no se esconde y que demuestra porque es un bajista de categoría. “Uncle Remus”, tal vez es el track más prescindible y el que menos aporta, para acabar con Stink-foot” otro largo pasaje lleno de buena música en la que el bajo establece un riffs atractivo que se pasea hasta el final y sobre el que van sucediéndose arreglos blues del piano, una guitarra lejana soltando zarpazos ácidos y una sección rítmica también atractiva. Conforme se acerca al final se van acelerando todos los instrumentos y surgen coros de voces con unos cánticos muy africanos que ponen el punto final al disco.

Un personaje tremendo, con material infinito e insondable donde hay que tener narices para llevar a cabo prospecciones, nunca se le sacó tanto jugo a seis cuerdas.





domingo, 12 de noviembre de 2023

RARE EARTH - Get ready (1969)

 


John Parrish...............Bajo, trombone y voz

Peter Rivera...............Batería, coros

Rod Richards..............Guitarra, coros

Kenny James..............Pianos, órgano, coros

Gilbert Bridges...........Saxo, pandereta, coros


1ª cara:

- Magic key

- Tobacco road

- Feelin' alright

- In bed

- Train to nowhere

2ª cara:

- Get ready



De aire algo chicano y vestidos para la ocasión bajo la "Swinging london" de rigor, se presenta el grupo en la portada como una más de la época. Cuando las carpetas diseñadas de los 70 todavía estaban por llegar, lo normal era la foto al completo de la formación sin más. Este es uno de esos discos fundamentales, pero que no es fácil de descubrir, a no ser que alguien te ponga en antecedentes o San Youtube te ilumine, pero nuestro interés va en aumento cuando te dicen que un lado es ocupado por un sola suite de 21 minutos nada menos, y que en single vendió el millón de ejemplares........eso son palabras mayores.


El quinteto en cuestión, procedente de la industrial Detroit, debutaría nada más y nada menos que con el sello Motown, discográfica orientada a impulsar la carrera de bandas negras o de color que mostrasen una calidad y una proyección lo suficientemente alta para ser reclutados, siempre bajo premisas de sonido soul, funk, blues, Rythm'n' Blues, gospel, es decir, todo aquello afín al "black power" que tantos problemas arrastraba por la segregación racial, un movimiento convulso todavía en los años 60 que se encendió más si cabe tras la muerte de su carismático líder Martin L. King en los primeros años de la década. ¿Un grupo de blancos haciendo música negra? Con intención de agradar a todos, la Motown acuñó para los muchachos de RARE EARTH una variante de la misma Motown que se denominó con el mismo nombre de la banda. Anteriormente ya habían publicado un álbum con otra compañía que pasó totalmente desapercibido, y ahora en la Motown, daban a luz Get ready con la etiqueta de primer Lp de la banda, hasta el punto de que debido a la repercusión nadie volvió a nombrar ese primer vestigio de su existencia, pasando a ser considerado oficialmente la presentación de RARE EARTH.


La verdad es que el hecho de que fueran admitidos por la Motown tiene lógica porque su música está impregnada de sentimiento y alma donde se refleja la esencia y tradición negra. El ritmo remarcado define la pauta sólidamente, la voz se eleva limpia, clara, profunda de excelente vocalización y obtiene respuesta en forma de coros que interpelan, adquiriendo una atmósfera soul que se acrecienta con la aportación de los metales. La característica que los aleja del patrón general soul del momento es la guitarra hiriente y psicodélica que rompe con la armonía, pura distorsión que me recuerda mucho en su interpretación y sonido a la del "in a gadda da vida" de los IRON BUTTERFLY, absolutamente corrosiva soltando ácido por el mástil, rasgando los temas internamente. Por supuesto el órgano trabaja en la misma dirección y los ramalazos psicodélicos están a la orden del día, un hammond giratorio con gran peso dentro de las composiciones tanto en solos como en acompañamiento. Otro elemento destacable es la batería que se inclina por una llamativa "caja", unos potentes platillos de chaston y un bombo que no ceja. Es difícil imaginarse la música al completo y su catalogación, puesto que podemos encontrar Rock, soul, jazz, blues, psicodelia, todo ello dentro del mismo envase.


Su rápida incorporación a Motown conllevó que no tuvieran apenas piezas suficientes como para poder prensar un long play. Su plantel contaba con los primeros 5 cortes incluidos en la cara 1. Pero había que llenar toda la cara 2. La solución fue adaptar un tema de apenas 3 minutos, propiedad de THE TEMPATIONS, convirtiéndolo en una superproducción de 21 minutos alucinante, no tiene desperdicio ni nos alienta al aburrimiento, vibrante de principio a fin parece que se grabó en directo, pero no es así, meticulosamente fueron introducidos gritos y aplausos en momentos específicos al milímetro dando el pego y proporcionándole un aire de naturalidad y realismo. Comienza con una introducción a base de saxo y órgano que emboca en el tema principal sonando durante unos minutos hasta apagarse para dar paso a la intervención de cada uno de los músicos que siguiendo la inercia de la melodía y el vivo ritmo nos van a deleitar con 'solos' de cada uno de sus instrumentos, por este orden: bajo - órgano - guitarra - saxo - batería, la cual cierra una actuación en sí fantástica.


Ejercicio que quedará para la posteridad catalogado casi de himno y que una vez ejecutada la suite no volverá a sonar nunca igual en cada una de sus repeticiones, algo comprensible teniendo en cuenta que se trataba de una exhibición musical por instrumento partiendo de la creatividad, inspiración y arte del músico en cada momento. Como apuesta alguna saga de estos libros que aparecen en todos los departamentos de librerías y grandes almacenes, "100 discos que debes oír antes de morir".





viernes, 17 de marzo de 2023

BECKETT - Beckett (1974)

 


Terry Wilson - Slesser......Voz principal

Keith Fisher......................Batería

Tim Hinkley......................Teclados

Ian Murray........................Bajo

Robert Barton...................Guitarra

Kenny Mountain...............Guitarra, teclados, voz


1ª cara:

- Once upon a time......the end

- Rolling thunder

- Rainclouds

- Life's shadow

- New dawn chorus

2ª cara:

- A rainbow's gold

- Don't tell me I wasn't listening

- Green grass green

- My lady

- True life story


La breve historia de estos muchachos comienza en Newcastle allá por el año 1970, pero no será hasta 4 años más tarde cuando todas sus fuerzas se reunirán en un único homónimo, que lanzan tras unas profundas transformaciones en el seno de la formación. De hecho su cantante original, Rob Turner, mucho antes muere en un accidente de coche y es reemplazado por Terry Wilson, que ya aparece en los créditos, lo que quiere decir que la grabación ya se llevó a cabo con él formando parte del grueso.

El hecho de convertirse en teloneros de UFO, supuso labrarse una reputación importante a base de actuaciones en directo. Pero tras firmar con una importante compañía financiera, Islands publishing, comenzaron a producirse muchos cambios dentro del grupo con entrada y salida de miembros, esto causó una inestabilidad y una falta de solidez que desembocó en la desaparición como banda, a pesar de contar con personas de peso como el ex-GOBLIN, Ian Murray al bajo o el mismo Terry Wilson. Pero ahí no acaba la cosa, la producción fue dirigida nada menos que por Roger Chapman de FAMILY , un personaje que es toda una institución en el mundo del rock, realizará una labor de gran calibre, que se debe reconocer como todo un acierto.

Considerados como un grupo perteneciente a la facción progresiva principalmente, se mueve por diferentes estadios, pudiendo encontrarlos en círculos de pomp, sinfónicos, pero también abordando material hard, blues, e incluso se adivinan algunas líneas de teclado haciendo algunos escarceos jazzísticos. Pero el aire general que se respira es sinfónico - progresivo, en gran medida como consecuencia de los prodigiosos arreglos, que Chapman va a ir incluyendo en los temas. Arreglos que engrandecen la música del grupo generando un cuerpo denso instrumentalmente, gracias a las orquestaciones de cuerda cuya presencia es tal, que pasan a un primer plano con contundencia en cortes como Rainclouds y Life's Shadow, dotándolas de una musicalidad de gran belleza, puro rock sinfónico del clásico, recordando poderosamente a los entramados creados por Jeff Lynne en la exitosa E.L.O.


Hay una división en el disco entre caras, la primera sumergida completamente en un rock volcado a las maravillas de la ingeniería de Chapman, los arreglos de cuerda buscando la melodía reforzada por sinfonías, ante las que sucumben las guitarras eléctricas que se contienen apareciendo poco y con efectos, tal vez para no dilapidar esa comunión musical, ese ambiente de cámara, y que en su lugar son sustituidas por las acústicas que se adaptan mucho mejor a ese paisaje, una delicia para los amantes de este tipo de sinfónico en el que se transmite una atmósfera de solemnidad y trascendencia.

Sin embargo cuando le damos la vuelta al acetato, los arreglos se relegan y su entrada en escena se hace más reducida, a cambio el sonido crece en fuerza con la guitarra eléctrica que sube su volumen y endurece la música; la sección rítmica acelera y se hace vital con una potencia no escuchada hasta el momento. Arranca con A rainbow's gold una pieza concreta y directa que bien puede servir como anzuelo, donde la guitarra es enérgica. Se empiezan e escuchar coros que se repetirán a lo largo de esta cara y la voz de Terry por primera vez la vamos a apreciar mucho más comprometida y arriesgada adaptándose a la velocidad que se impone. El sonido podría declararse hasta pomp, en la onda de STRONGBOW o RANDY PIE.

En los tracks siguientes no se vuelven a acercar tan claramente a esas sensaciones, pero es cierto que el ritmo se aviva más, descubriendose interesantes riffs de guitarra, solos, e incursiones de teclados con unas características muy jazzys, los efectos de voz se incrementan, y en las guitarras surgen en forma de delays y ecos. Las canciones se reducen en tiempo con una dirección más definida, pero siempre bien surtidas de arreglos de pianos picados y camara de cuerda, aunque no tan profuso y sustancial como en su primer lado.



Buen disco a descubrir por todos los aficionados al rock progresivo y sinfónico, que conforme lo vamos escuchando una y otra vez, vamos encontrando matices y detalles excelentes de esta banda extinguida a las primeras de cambio.




sábado, 28 de enero de 2023

ROCKWORKSHOP - The very last time (1971)

 


Ray Russell........................Guitarra

Daryl Runswick..................Bajo

Bob Downes......................Saxo tenor, flauta

Alan Rushton....................Batería

Tony Roberts.....................Saxo tenor, flauta

Derek Wadsworth.............Trombón

Phil Wainman....................Percusiones


1ª cara:

- Living Reason

- Street war part 1

- Street war part 2

- Going home

- What's mine is mine

-Weeping wood mandalas

2ª cara:

- Forgotten how to live

- Ligth is light

- I think, it's........

- Ella banta dum bundy

- Very last time


El nombre del grupo es acertado, se puede decir que "Taller de rock" encierra con bastante exactitud el espíritu y la atmósfera, que se respira en la banda. Música diversa que se mueve en parámetros similares, pero con aspectos y matices heterogéneos que la convierten en una mezcla difícil de descifrar. Composiciones muy puras y de raíz profunda que muestran la verdadera cara del grupo, sin aditivos, sensaciones internas convertidas en ritmos, dejan entrever que son producto de la inspiración y que fluyen directas, a veces, sin un final premeditado terminan de forma abrupta, sin esperar la cadencia que recomienda el método musical. El mensaje es: 'somos un grupo de músicos que hacemos lo que nos apetece, lo que surge cuando estamos juntos, sin descartes, sin filtros.

Ray Russell es líder en el seno de la formación, guitarra que tras salir del proyecto entrará a formar parte de MOUSE con quienes publicaría un gran disco, Lady killer, del que espero poder hablar más adelante. Compositor y productor que además realizaría la banda sonora de gran cantidad de programas de TV. Antes de The very last time, ya había abandonado filas Alex Harvey, que colaboró casi anecdóticamente en el primero de los 2 únicos Lp's lanzados por el grupo, para fundar la ALEX HARVEY BAND donde alcanzará mayores cotas de reconocimiento. Con respecto al resto de miembros es importante decir que simultáneamente realizaron trabajos con JACK BRUCE o KEEF HARTLEY, por destacar algunos.


Los chicos del taller fueron considerados siempre dentro de la órbita de bandas como BLOOD, SWEAT AND TEARS y CHICAGO TRANSIT AUTHORITY. El sello discográfico de los primeros intentó ficharlos, pero el combo se negó a estar a su servicio, no querían caer en la tentación de convertir su sonido en algo más comercial, tal vez por ese afán de independencia no llegaron a triunfar como era debido y su vida terminó siendo corta.

El álbum es un cocktail de ideas diferentes encauzadas a través del soul y el jazz principalmente, con una importancia notable para los instrumentos de viento que trabajan tanto en estribillos y melodía como en los arreglos, junto a un intenso piano que colabora con acciones ligadas a metodología del blues y a veces con incisivos picados que coinciden con la onda y el ambiente de SPIRIT OF JOHN MORGAN. La línea del bajo tiene el mando, el poder de generar el ritmo al que se van a sumar el resto, todo un motor diesel que bombea sin prisa pero sin pausa, marcando un tiempo acrecentado por la batería. La voz, se muestra desgarrada, negra es su performance, está compuesta por un dúo que trabaja alternando, una masculina y la otra femenina, en un diálogo constante de replica y contestación que lo hace ágil y atractivo. La guitarra de Ray es una caja de sorpresas, mostrando todo tipo de registros, trabajando distintas disciplinas, funky en forgotten how to live, jazz en I think it's.... , hard en Ella banta dum bundy, blues y psicodelia en Street war......todo un repertorio que nos da una idea bastante fiel de la gran capacidad del guitarrista.

Los metales suplantan en cierta forma a los teclados (el órgano se llega a dejar escuchar en un corte ocasionalmente), a la hora de hacer cobertura en las melodías de las jams, composiciones muy libres, con gran aportación de inspiración e improvisación atacando todo tipo de disciplinas, blues, rock, jazz, soul, pinceladas de progresivo (light is light) siempre desde una óptica free en la que los instrumentos se acoplan, se mimetizan sobre la estela descrita por el líder del momento, sabiendo cómo se empieza pero casi nunca como se acaba, los temas surgen, se extienden, se reconstruyen, giran, en una evolución casi constante en la que se respira la libertad y la creatividad a la que no se pone límite.

El último corte es el que da título al álbum, es el más elaborado sin duda, con más melodía que cualquiera de los demás, concretiza la música con una estructura clara. La que más producción comprende, con efectos que no hallaríamos más atrás. Es una pieza trabajada de principio a fin que deja patente la labor en estudio más preparada de todas. Su atmósfera es accesible desde el inicio, soul entremezclado con un progresivo más marcado que en otras ocasiones.

Pone punto final a la grabación lo que parece un bebe de pocos meses que llora, podríamos entenderlo como la consolidación de la "criatura", pero en realidad supuso su muerte como proyecto musical.




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