domingo, 28 de julio de 2024

EBERHARD SCHOENER – Trance-formation (1977)

 


- Hansi Ströer…………………………...Bajo
- Tölzer Knabenchor…………………....Coros
- Monjes del monasterio de Sama..…....Coros
- Eberhard Schoener…………………...Teclados
- Andy Summers……………………….Guitarra
- Raimund Elleder……………………...Teclados
- Orquesta de la Ópera de Cámara de Munich
- Nippi Noya……………………………………....Percussion
- Mary Gregoriy…………………………………....Voz


1ª Cara:

- Falling in trance

- Shape of things to come


2ª Cara:

- Frame of mind

- Signs of emotion

- Trance-formation


Este señor de nombre difícil de pronunciar, resulta que es todo un monstruo de la música. Una eminencia, un hombre polifacético que apenas es conocido, solo en círculos muy concretos. Músico, compositor, arreglista y nada menos que director. De origen alemán, en sus comienzos estudio violín clásico y llegó a ser Director de música de cámara y ópera, uno de los primeros en lanzarse a la exploración del sintetizador moog en Europa. Por supuesto, como era teutón la esfera Kosmische le caló en sus años de juventud y no tardó en explorar la nueva era introspectiva, el electro pop y el ambient, que tanto desarrollaría en el terreno cinematográfico.


Ha colaborado con gran cantidad de músicos de Rock, John Lord, The Police y también como no, con Tangerine Dream, sus paisanos, mediante un arreglo orquestal en su álbum de 1982, White Eagle. Ha compuesto numerosas bandas sonoras para películas, vídeos y también televisión, y ha ganado infinidad de premios a lo largo de su larga carrera. De arte, creatividad y en medios cinematográficos. Su amplio abanico de colaboraciones lo señala como una persona receptora y abierta a cualquier tipo de música, siempre que sea de calidad.

No se cómo fue a parar este disco a mis manos…..bueno sí lo se en realidad. Youtube, que es muy listo y aplica los algoritmos con tino, colocó este álbum en la bandeja de posibilidades y es así como me atrapó un extraño cóctel de música electrónica y cantos gregorianos, cuya combinación es digna de ser escuchada. Esta fusión me trae a la mente aquel grupo que tuvo mucha repercusión en los 90, se llamaban ENIGMA, y realizaban algo parecido, mucho más comercial, pero con una cierta similitud. Trance-Formation, sería la cara oculta de aquellos Enigma, como el hermano raro de la familia.

Leyendo los títulos de los cortes que contiene el disco, se puede afirmar que es una especie de viaje introspectivo, trascendental, como queramos decirlo, dividido en 5 partes que representan diferentes fases o estados; herencia kosmische musik.

Comienza con un secuenciador muy krautrock que ya desde principio nos atrae, luego va generando atmósfera con sintes, y luego se incorporan los primeros fragmentos de Canto eclesiástico, rotos tras unos instantes por la guitarra ácida, es más, chirriante conducida por unos rasgueos potentes y secos de Andy Summers, uno de sus colaboradores, que por aquel entonces se apuntaba a un bombardero, con el que trabaría buena amistad, de forma que seguirían en contacto, es así como Eberhard acabaría poniendo su grano de arena en THE POLICE.

De principio a fin el sonido de la música es inquietante, un ambiente oscuro, asfixiante, que se hace más crudo en ocasiones . El secuenciador tras el primer corte, no se reproducirá hasta muy avanzado el Lp, dejando paso en Shape of things to come, a un muro de sintetizadores que trabajan al ritmo de un “loop grave” que marca el paso como si se tratara de un mantra, creando una atmósfera fría, envuelta en las singularidades generadas por el moog, polymoog y los osciladores. Con la nueva incursión de las voces y la música, la mente tiende a divagar y crear escenarios de su imaginación….cielos plomizos, cargados, que permiten discernir un sol tibio y difuminado, mientras las nubes pasan a gran velocidad debido al viento gélido que sopla en las alturas.


Con Frame of mind se inicia el lado B, y un vez oídos los primeros segundos, tenemos la sensación de que el humor a cambiado, al menos en parte, dejando entrever un sentimiento de esperanza, no todo está perdido. Los niños a través de los cantos espirituales, con sus voces imbuidas de inocencia, parecen mostrar una rendija de certidumbre, como el rayo de luz que entra a través del rosetón de la catedral, iluminando y calentando la estancia oscura y espectral del magno edificio.

La guitarra de Summers, también es diferente, desparecen por completo las descargas ácidas apareciendo una sonoridad relajante y sintetizada, unos punteos suaves, en un estilo cuya identidad recuerda mucho a los primeros álbumes de MIKE OLDFIELD…...“Tubullar bells” “Hergest ridge”, y a su forma de tocar el instrumento. Sobre ella siempre un órgano sólido que se muestra por primera vez en la obra.

De nuevo vuelven las negras nubes para quedarse, el misterio y la noche caen en la última de las piezas, Trance-formation, una extensa composición con la que acabará dando nombre al Lp. Un encadenado de extraños sonidos, que no auguran nada bueno, nos conduce a un ambiente sofocante una vez más, identificándose lo que parece un fantasmal viento cargado de susurros y aullidos sofocados en constante movimiento. La entrada de la orquesta de cámara además de inesperada es apabullante con una breve aportación que todavía hace el ambiente más sórdido, un pasaje que parece un viaje al infierno, acaba con un escabroso barrido orquestal. El caos y la desgracia se han instalado, las disonancias terminan para comenzar de nuevo el secuenciador que aparecía en Falling in trance, la guitarra se contagia de el ambiente y se muestra otra vez hiriente y destructiva en unos desarrollos muy salvajes. Los instrumentos en general se desbordan contagiados del caos, creando una mezcla de improvisación que revoca en un órgano cuya brutal disonancia trae el final……..después…….. sonido de silencio.






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