"Apenas estando unos meses en el GRM (Groupe de Recherches Musicales), recibe su primer encargo musical: realizar una composición para la Casa de la Cultura de Reims. El resultado es el tema Happiness is a Sad Song, una auténtica rareza de cinco minutos que explota al máximo lo aprendido en el GRM, totalmente experimental y sin atisbo de melodía. Sonidos de todo tipo, no solo mecánicos, sino también sonidos humanos, palabras, gemidos y todo tipo de ruidos que parecen estar sacados de una psicofonía. Este tema permaneció oficialmente inédito hasta 2011, cuando fue publicado en el recopilatorio Essential & rarities, reapareciendo en el recopilatorio de 2018, Panet Jarre.
Tal como se ha comentado anteriormente, Schaeffer insistía en sus enseñanzas que los sonidos no debían provenir directamente del clásico "do-re-mi", sino que debían provenir de cualquier objeto que tuviesen a mano."
Proyecto que alcanzaría los 3 años como mucho, y por donde desfilarían nombres importantes del Rock a finales de los 60. Su sonido ha servido para influenciar a bandas de rock duro que llegarían una década despúes.
KLAATU - HOPE(1977)
El principal motivo por el que se pudo conocer a esta banda, sería por ser considerada en los círculos de la prensa musical, como el grupo de tapadillo de los laureados Beatles. Algo totalmente falso.
SANTANA - CARAVANSERAI(1972)
Aquí Santana, rompía con la línea trazada en sus 3 álbumes anteriores, la mayoría de los temas serían instrumentales, pero no rompería solo con la línea, también con varios miembros de la formación.
UTOPÍA - RA(1977)
Tod Rundgren volcó muchos esfuerzos en mostrar en vivo su último disco realizado con su banda laboratorio, llevando una pirámide de 22 metros de altura con una esfinge. Sin embargo el álbum alcanzó puestos muy lejos de lo pretendido.
Chris Evans...................PPG
Wave computer, Arp 2600, Vocoder 2000, Sintetizador con circuito
secuencial,....
David
Hanselmann........Voz
-Colaboraciones-
Jürgen
Schroeder.........Guitarras
Roy
Louis......................Guitarra sintetizada y eléctrica
Reinhard
Besser............Guitarra sintetizada y eléctrica
Tissy
Thiers...................Bajo
Dicky
Tarrach................Batería y percusión
1ª
cara:
-
Sunrise-Stonehenge
Theme
-
Salisbury plain
-
The stones of Avebury
-
Earth magic
-
Silbury hill
2ª
cara:
-
Genesis
-
Glastonbury, temple of the stars
-
Cadbury castle, king Arthur's Camelot
-
Epilogue- Stonehenge Theme
En la década de los
70 y más concretamente en su segundo lustro hubo un interés elevado
por asuntos que encierran misterio como los casos de avistamiento
OVNI y aspectos relacionados con ello, culturas arcaicas con
elementos extraños que podían conectar con estas supuestas
civilizaciones extraterrestres (Erik von Daniken, escribió numerosos
libros sobre ello y estuvo en el candelero), las famosas líneas de
Nazca, las ruinas de Machu Pichu, las pirámides y sus enigmas, los
monumentos megalíticos como el de Stonehenge, los moais de la isla
de Pascua, el poder psíquico de la mente, las abducciones, lo
paranormal.....pudiendo enumerar muchas más cuestiones. Quedó
reflejado en libros, en el cine y también en la música se trataron
algunos de estos asuntos.
Este es uno de esos
casos, abordando la temática del misterio que rodean las piedras del
conjunto de Stonehenge, el músico, compositor y productor Chris
Evans compuso un álbum conceptual dividido en títulos que nos
trasladan a la zona del punto crítico y sus alrededores. No será la
única ocasión en que este monumento megalítico haya servido de
inspiración, HAWKWIND en 1984, poco después, dejará volar
sus notas psicodélicas y espaciales, le servirá de escenario para
realizar un concierto en vivo en el que la gente se confunde con las
enormes rocas, una de las pocas veces que se permitirá pisar su
suelo, hoy en día es un territorio protegido donde solo se puede
acceder con ciertos permisos.
Chris Evans
había trabajado para otros, también realizó música para
publicidad, colaboró en la creación de bandas sonoras de films, e
incluso en eventos como el mundial de futbol, inglés de nacimiento
afincado en Alemania coincidió con un estadounidense de origen,
David Hanselmann, que se labró una buena reputación
sobretodo en la escena kraut-prog, hombre polifacético que se
embarcó en proyectos de diversa índole, pero sin formar parte de
ninguna banda. Aquí ofrecerá su voz, pero es curioso que aunque
aparece en el título principal, en los créditos ni siquiera se le
nombra. El mérito es de Chris Evans, pero sería justo que al menos
se reconociera la labor vocal de Hanselmann, los colaboradores y sus
instrumentos se mencionan. El disco ganó el premio al álbum
conceptual en el festival de Jazz de Montreaux, un segundo disco
pondría punto final al dúo.
D. Hanselmann
En la línea de
"Ancient of gods" de PAUL FISHMAN, el
disco entronca en intencionalidad y estructura pero sin el
oscurantismo y épica del primero. Una introducción de teclados con
secuenciadores nos invita a entrar en el mundo mágico, inicio muy
electrónico, nos topamos con unas guitarras acústicas arropadas
por capas de teclados acolchados desembocando en uno de sus mejores
temas, Sunrise, emocionante y lleno de vitalidad con una voz
espléndida convertida en la protagonista de la pieza en una
atmósfera muy positiva. La batería de teclados es muy abundante,
las nuevas tecnologías son aprovechadas y la variación es
constante, sonando de muy distintas maneras, el tecno está en su
punto más alto y eso no pasa desapercibido para nadie. Ambientes
despejados y sonidos espaciales son tónica mientras Hanselmann pone
un torrente de voz que se acomoda a todas las texturas en un juego en
el que conviven los arpegios acústicos elementos más cálidos con
sonidos fríos de los sintetizadores. Música que sin ser
pretenciosa, ni virtuosa especialmente, consigue ser singular
rodeándose de un aura de originalidad que se pierde en los últimos
temas, cortes que le sobran, pasando a un estado casi ¿hard? en una
propuesta 'disco' que parece material de relleno, bajando el nivel de
calidad de otras composiciones.
Chris Evans
Obra curiosa y
ecléctica que goza de buenos momentos en el que es posible encontrar
ritos iniciáticos, cantos místicos y cierta experimentación
electrónica (ARP, VCS3, SONY 80) consiguiendo propagar un
delgado hilo de misterio pero solo en instantes puntuales, careciendo
de la fuerza dramática suficiente para trasladarnos la fascinación
del embrujado lugar.