"Richard Goldstein dijo: 'El rock es subversivo, no porque parezca autorizar el sexo, la droga y otras emociones fáciles, sino porque anima a la gente a juzgar por su cuenta los tabúes de la sociedad'. Yo mismo escribí a finales de los años sesenta o primeros setenta que si Jesucristo volviera al mundo, predicaría con una guitarra eléctrica".(Historia del Rock)
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
lunes, 11 de marzo de 2019
La era dorada del Rock and Roll
Mile Davis
"Miles es imprevisible y ha logrado incluso autodestruir su mito del hombre de la trompeta. Su filosofía se basa en algo que aún conserva en su mente de su niñez. "Mi primer recuerdo cuando era crío es el de un hombre blanco persiguiéndome gritando: ¡Sucio negro! Mi padre quiso ser músico pero mi abuelo no quería que fuera un payaso al servicio de los blancos".(1954-1984: 30 años de Rock)
domingo, 3 de marzo de 2019
IRON BUTTERFLY - In-a-gadda-da-vida (1968)
Lee Dorman................Bajo
Ron Bushy...................Batería
Erik
Brann...................Guitarra
Doug Ingle...................Voz
principal y teclados
1ª cara:
- Most anything you
want
- Flowers and beads
- My mirage
- Termination
- Are you happy?
2ª cara:
- In-a-gadda-da-vida
Este es uno de esos casos de
"una banda-un disco", aclamados en el mundo entero por
"In-a-gadda-da-vida" , álbum muy inspirado, redondo, y sobretodo
rompedor para la época, no será superado ya por sus creadores, y todo lo que
realizarán después está a niveles más bajos de calidad. Estuvo en primera
posición del Top Ten durante un año entero, vendieron copias como nunca había
ocurrido y obtuvieron galardones a mansalva. Y eso fue debido sobretodo a la
extensa suite, novedad absoluta en aquel instante, que ocupaba toda la segunda
cara y que daba título al disco.
Es considerado un hito dentro
del rock psicodélico, representante máximo del estilo y un auténtico bombazo en
el año 1968 en plena era hippie con la psicodelia en su punto más álgido dentro
de la escena rock. Cuenta la leyenda que en una de las típicas fiestas hippies
del momento en las que las sustancias ácidas estaban por todas partes, se
encontraban los miembros del grupo bastante colgados, un periodista que andaba
por allí consiguió sonsacar a alguno de ellos que pretendían publicar su
segundo trabajo. Le preguntó como pensaban llamarlo, y con dificultades por
culpa de los efectos de las sustancias, uno de ellos, apenas pudo vocalizar el
nombre de tal forma que lo que en teoría iba a llamarse "In the garden of Eden", terminaría siendo "In a gadda da vida" en un
lenguaje casi ininteligible.
Pero, dejando aparte la anécdota
y centrándonos en lo musical es cierto que el álbum destaca sobremanera gracias
al tema estrella, que va a girar en su largo recorrido sobre uno de los riffs
más conocidos y acertados del rock, que nos machaca una y otra vez con el
propósito de hacernos entrar en sintonía, estirándose hasta llegar a una fase
de libre improvisación en la que primero nos invade el órgano lacerante, inquietante,
agudo, pesado, expulsando andanadas de saturación, destacando los guiños que
sorprenden con cierta atmósfera arabesca que se escucha en un par de ocasiones.
tras unos minutos termina apagándose bruscamente para dar paso a la guitarra de
Brann que también comienza un periodo de improvisación, descargando ráfagas de
ácido y distorsión que alcanza su máxima expresión cuando el guitarrista rasga
el mástil arrastrando la púa, mientras suena el órgano de fondo, y es que JIMI HENDRIX, no pasaba inadvertido para
nadie. Luego la batería hará lo propio olvidándose de la caja y centrándose en
un sólo de timbales, no muy complicado, para lo que eran capaces de hacer otros
baterías.
Terminado el set de batería, se produce una segunda parte del tema
entrando en una dinámica vibrante a cargo del bajo que conducirá tras escarceos
al riff y frase inicial de la extensa composición para cerrar el círculo con un
último esfuerzo corrosivo. Suite que no deja indiferente a nadie y tal vez es
su espíritu innovador la clave de su éxito. Un aluvión de sensaciones, un
descenso a los infiernos , un viaje generado por las sustancias psicotrópicas,
una experiencia delirante repleta de misticismo y ambientes oníricos. Una obra
descarnada que nos sacude.
Debemos tener en cuenta también que
la primera cara estaba ocupada por 5 tracks de los que no debemos olvidarnos,
aunque sea "In a gadda" quien se lleve todos los laureles. Copados
por la distorsión y dureza de las guitarras las canciones iniciales están
influidas por los patrones vigentes en el pop rock británico de finales de
década. Muestran un órgano predominante e incisivo sobre las guitarras que
cargan con fuerza, creando unas atmósferas pesadas que contienen juegos vocales
que le dan un punto de ligereza dentro de una sensación psicodélica que lo
invade todo.
De obligada escucha para todos
los amantes del rock, aunque en mi opinión está sobredimensionado su valor.
lunes, 25 de febrero de 2019
La dimensión del Duque Blanco
"A juicio de todos los estudiosos y analistas de la obra de Genesis, 1972 fue un año clave para la formación británica. Tony Stratton-Smith había fortalecido una relación profesional al otro lado del Atlántico dispuesta para que sus auténticos 'protegidos' a los que el mismo ha´bia bautizado se decidieran a realizar una gira americana.
Con motivo de aquel tour salió a relucir hasta qué punto la influencia de David Bowie sobre Peter Gabriel le había ganado. A tal efecto, Gabriel propuso que el circuito que estaban consensuando con promotores del país -Ed Goodgold, a petición de Stratton, se involucraría en el mismo- tuvieran presente el paso del "El Duque blanco" por determinadas plazas, como Detroit, Chicago, Cleveland o Filadelfia. A otro nivel, Gabriel se abasteció de esa moda glam de la que había sido su embajador, en gran medida, Bowie en la escena británica de principios de los setenta."(Historia del Rock Sinfónico)
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