"Steve Marriott me hizo bajar de las nubes. El era un músico importante, mucho más que yo. Y sabía lo que decía. Steve veía claro que en muy poco tiempo las cosas iban a cambiar. Estábamos ya en otoño del 68. Yo le dije lo que pensaba y que tal vez dejara a Herd. Y él me confesó que iba a dejar pronto a Small Faces. Esto creó una corriente aún más fuerte entre ambos, aunque no llegamos a comprometernos en firme. Simplemente, era un proyecto.
Marriott y Frampton
Los dos sabíamos que podíamos echar mano el uno del otro cuando nos decidiéramos. Lo definitivo fue cuando hablé con Howard y con Blaikley sobre nuestro momento y lo que íbamos a hacer en el futuro. Fue aterrador. Ellos pensaban únicamente en el presente, en el hit que tienes en listas y en tener preparado y a punto el siguiente para que no parara el carro."
"Oxygène vendería cerca de 100.000 ejemplares, aunque cuenta la leyenda quemuchas copias se devolvían a las tiendas, pues los oyentes oían ruidos blancos que pensaban que eran defectos del álbum cuando en realidad formaban parte de la naturaleza de la grabación, pero, obviamente, no estaban acostumbrados a ellos.
Al poco tiempo, Jean Michel y Dreyfuss un día paseando por la Avenida de los Campos Elíseos, vieron salir de una tienda de discos a Elton John con nada menos que diez copias de Oxygène. Inmediatamente, Dreyfuss se giro a Jean-Michel y le dijo: "Ahora sí que estoy convencido de que va a ser un éxito total".
Hablar
de esta banda es hablar de Ry Russell, su miembro más
reconocido, un músico con un gran bagaje dentro del “business
rock”. Un tipo con una actividad electrizante y que entre
colaboración y colaboración sacó tiempo para realizar álbumes de
su propia cosecha, como es este homónimo Running man.
Proliferó mucho su trabajo dentro de la pequeña pantalla
componiendo una gran variedad de piezas para todo tipo de paquetes
televisivos, publicidad, series, telefilmes, documentales…...Además
de esto también participó el la creación de bandas sonoras para el
cine, en especial de la saga de James Bond. Pero no perdía ni un
segundo y también tuvo espacio para publicar en solitario una serie
de álbumes de jazz experimental, más adelante formó parte de MOUSE
una banda con la que también llegó a componer un disco de rock
progresivo, lo mismo que con RUNNING MAN.
Y
todo esto antes de 1974, Sin duda un incansable músico de sesión,
productor y compositor que sacó tiempo para participar trabajando
con combinados de Jazz rock del momento, ROCK WORKSHOP (cuyo
trabajo ya ha sido comentado en el blog), NUCLEUS,
CHRIS SPEDDING, y con otras celebridades del Rock, David
Bowie, Jack Bruce, Cat Stevens, Van Morrison, por nombrar a unos
cuantos, pero el etcétera es largo. En cuanto a su trayectoria en
décadas posteriores, hay que decir, que en ningún momento ha dejado
de tener algo entre manos, con proyectos que abarcan hasta el 2020
por lo menos, sino más.
Pero
retornando a lo que nos ocupa aquí, que es su álbum con RUNNING
MAN, poco se puede decir al respecto, fue un disco maldito que no
tuvo repercusión, en gran medida a que su venta fue muy mal
planificada, y si a eso le sumamos que el grupo no tuvo tampoco una
difusión apropiada, pues no se puede esperar nada bueno. Tampoco
ayuda mucho el hecho de que se trate de un álbum con poco atractivo
y difícil accesibilidad, lo que con el paso del tiempo lo ha
convertido en un objeto de culto entre aquellos amantes del género.
Algún
tipo de información que recale en la agrupación es más que difícil
de encontrar, buceando a distintas profundidades en la web, apenas he
podido dar con un párrafo que haga referencia a ellos. Se formaron
como tal en 1971, su debut y única obra fue un año siguiente y poco
después desaparecen con la misma rapidez con la que aparecieron. Y
eso es todo.
El
disco, tras una escucha inicial, deja patente que es un trabajo muy
artesanal desde el punto de vista de grabación y producción,
muestra alguna carencia en la grabación, con ciertas
descompensaciones y la labor de los arreglos y los elementos que
ayuden a construir mejor las composiciones son prácticamente
inexistentes, esto le dota de autenticidad y creación sin filtros,
pero por otra parte se observa rudeza y falta de ideas a la hora de
enlazar partes o terminar con una coda atractiva. Sin duda es una
obra que se gestó con cierta rapidez y no se pulió, mostrando una
música ecléctica, variada y con aparentes influencias del momento.
Una
primera cara con temas más elaborados donde sus composiciones gozan
de secciones dentro de las mismas y otra donde surge más la vena
expresiva e improvisadora y diferencias entre unos y otros muy
drásticas. Se inicia con Higher and higher una larga
pieza partiendo con un piano y una voz que nos evoca
irremediablemente a un Gary Brooker en su salsa, con
una forma de atacar el piano y hacer triadas cosecha del líder de
PROCOL HARUM, pero esto no dura mucho, y tras una entrada paulatina
de instrumentos se produce un giro radical, desaparece la lírica y
se torna dura con apoyo de vientos crimsonianos de la era In
the wake y Lizard.
Queda
muy claro desde el principio que el bajo lleva el tiempo y la batuta,
pero no solo a partir de aquí, sino en toda la obra. La tensión que
le ejerce a las composiciones es fundamental, en este primer track
sus desarrollos son libres y se podría decir de semi-improvisación
siguiendo a la batería en unos escarceos de guitarra muy a lo Frank
Zappa.
La voz de Ry
es dura, esforzada y resquebrajada. En la misma línea será el
siguiente Hope place,
con atmósfera blues y jazz , el saxo, el bajo y la guitarra generan
desarrollos imprevisibles, siempre marcando la dirección las cuerdas
del bajo de Watts
que va saltando las octavas a su antojo en un paroxismo que termina
encarrilando las frases de la introducción del tema, complejidad a
discreción que acaba sin continuidad.
Para
tomar respiro tras una extensa y compleja pieza difícil de digerir
surge Nicholas,
que resulta ser un remanso de paz que descansa en una melodía de
piano inicial envuelta con una cadencia descendente y que trabaja
solo sobre 3 acordes, pero suficiente para resarcirnos y alimentar el
espíritu, un caramelo que se hace corto. Guitarra cálida y voces
amistosas.
Da
carpetazo a este lado del vinilo Another,
otro extenso corte, aunque de lo más trabajado que vamos a encontrar
con 2 fases bien diferenciadas. El órgano se encarga de comenzar
dando una ambientación progresiva en cadencia descendente llevando
la composición en un remolino, donde la guitarra de pedal crea un
sonido próximo a los primeros tiempos de BARCLAY JAMES HARVEST. El
paso a la fase 2, es drástica con el bajo que una ve más marca
diferencias y nos embarcan en un soniquete de piano y caja con alarde
de bajo haciendo melodía que pronto desemboca en un juego de
improvisaciones disonantes a cargo de las 4 cuerdas, que más bien
parece ser un ejercicio de alargamiento en vistas de hacer la
composición más extensa.
Melancolía
e intimismo dan paso a la segunda cara con Find
yourself,
cuya batería parece introducirnos en el mundo de los WHO, incluso
diría que la voz de Ry se acerca a la de Daltrey. Breve pieza que da
paso a Look and
turn,
muy ácida en su concepción con un groove enérgico y una guitarra
emulando a grandes de la escena coetánea como Eric
Clapton
y con uno de los mejores solos de Ry en el disco.
Pieza
corta que nuevamente se acerca a la BARCLAY JAMES HARVEST de inicios,
titulada If you
like,
con una voz que parece que se va a romper, transición para alcanzar,
la que tal vez sea el corte más atractivo y uno de los más
extensos, hablo de Spirit,
atractiva
desde un primer momento al captarnos instantáneamente con ese
maravilloso groove
de la base rítmica, la guitarra se muestra más que arisca y ácida
siendo la primera en aparecer, también con la voz desbocada, más
tarde lo hará el saxo ácido y exasperante trabajando ambos en un
estilo libre e improvisado. Será el bajo el que ponga orden en esta
jauría de sonido estableciendo un limitado patrón, llegando a un
“summun” que poco a poco bajará de revoluciones para terminar.
Children
es un tema cortísimo y delicado a base de piano y guitarra a lo
Townshend
, interludio suave para arrancar con la pieza homónima del álbum y
más largo de todos, el espíritu de WHO vuelve a rondar. Running
man, un
tema pesado con un riff de carácter progresivo que se repite hasta
la saciedad aderezado finalmente por el órgano y por las voces de
fondo que campan sin control hasta que aparece la de Ry para unirse
al riff con los coros. Sin final previsto acaba en silencio,
nuevamente no han pactado ningún cierre.
No
es un álbum imprescindible ni mucho menos, y de hecho solo acérrimos
de estilos similares gustaran de estos sonidos, muy muy olvidados, de
coleccionista.
"Pocos meses después, Steven Stills se sentía asfixiado por le trabajo que llevaba en el grupo. Lo tenía que tocar todo. Las guitarras, el bajo, los teclados, el piano. Todo salvo la batería, que era cosa de su amigo Dallas Taylor. Así que, algo angustiado, Stills necesitaba otro guitarrista que le pudiera socorrer en las grabaciones y en le directo. Ni Crosby ni Nash estaban muy de acuerdo con ello.
Pero, nuevamente, Stills les terminó por engatusar.
Primero contactó con George Harrison, que se quedó estupefacto de que se lo pidiera. Luego, con el mismísimo Jimi Hendrix, que no tenía grupo y era muy amigo de Stills. También con Steve Winwood, de Traffic. Pero, finalmente, era Neil Young, es decir, su compañero en Buffalo Springfield, el que quería Steven desde un principio. Young se convirtió en el personaje de un nuevo grupo, un cuarteto. Así empezó Crosby, Stills, Nash and Young"
(El Sargento Pepper nunca estuvo allí: Julián Ruiz)