"El público estaba generalmente drogado en nuestros conciertos, pero también los músicos, managers y los ejecutivos discográficos. En 1973-74 todavía se tenía la idea de que el músico era "la voz divina". Aunque la realidad demostraba lo contrario. En los sesenta la música rock podía cambiar el mundo, en los setenta y los ochenta la cuestión económica primaba en el mundo del espectáculo: el dinero cambió la música. Una gran parte de culpa de la pérdida de la inocencia en la música tuvo relación con el profesionalismo y el enorme crecimiento de la industria musical. En los setenta las actuaciones de rock se transformaron en enormes conciertos multitudinarios en los que el público se convirtió más en espectador que en partícipe".(Robert Fripp & King Crimson: Musica de alto riesgo)
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
martes, 1 de marzo de 2016
La pérdida de la inocencia
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