"Hoy ya un grupo clásico, en palabras de Robert Fripp, King Crimson tiene vida propia y siempre ha sido una entidad que ha existido más allá de cualquiera de sus miembros. Según él, el rey Carmesí es un espíritu, una forma de hacer y de estar en el mundo que se encarna en distinto s cuerpos a través de los tiempos. En este sentido, Fripp incluso dice que estar en King Crimson es extremadamente incómodo porque la banda nunca ofrece estabilidad ni paz, sino un continuo desafío con mucho de imprevisible."
(King Crimson: Crónica de un Malestar: Alejandro Díaz)