GONG - Shamal (1975)

 

Mireille Bauer.................Xilófono, percusiones, marimba, glockenspiel, gong

Patrice Lemoine..............Pianos, órgano, minimoog

Didier Malherbe.............Saxofón, flauta, gong

Mike Howlett..................Bajo, voz

Pierre Moerlen...............Batería

Steve Hillage...................Guitarra

 

1ª cara:

- Wingful of eyes

- Chandra

- Bambooji

2ª cara:

- Cat in Clark's shoes

- Mandrake

- Shamal

Curiosa formación que nació con un estilo libre levantado sobre sonidos psicodélicos, espaciales, jazz, fusión, progresivo y comandado por su Coronel, Daevid Allen,  que tras dejar las filas de SOFT MACHINE, banda que compartiría con GONG, la escena Canterbury inmediatamente se puso a reclutar miembros para la nueva empresa donde el contará con la mayoría de las acciones. Allen es un músico australiano que no consiguió irrumpir en el Reino Unido que era su primer propósito, siéndole denegada la entrada. Tras el intento fallido, se quedó cerca, en tierras francesas, donde conoció a otros músicos franceses y alguno inglés con los que concibió la idea de GONG, un grupo con una identidad singular, rara, sorprendente e inesperada.

 

Tras unos años funcionando a buen rendimiento con Allen a la cabeza, la fama termina calando en el territorio de las músicas políticamente nada correctas. Las propiedades y el potencial del guitarrista son a menudo resaltadas y valoradas en la prensa del negocio musical, pero eso sí, GONG acaba siendo tildado de grupo extraño, espacial y disparatado, y no les falta muchas veces razón.

 

"Shamal" hace ya el séptimo álbum de los Anglo-franceses, y una de las cosas que más llama la atención, es que ya no se encuentra su fundador, por cierto, tristemente fallecido recientemente ni su hombre a los teclados Tim Blake. Han abandonado la nave para seguir haciendo otras cosas por su cuenta, aunque años más tarde Daevid volverá de nuevo a casa pero con desigual éxito. Un tipo simpático de aire alocado que no dejó nunca de soñar y hacer lo que más le gustaba, sin tener en cuenta modas ni costumbres.

 

Otra hecho que llama la atención en este LP es la producción que corre a cargo de un reputado músico, más aún en aquellos años, Nick Mason, batería de los todopoderosos PINK FLOYD,  nada menos. Teniendo en cuenta esos "aires canterburianos" que fluyen en su forma de hacer música, destaca la multidiversidad instrumental que se recoge en sus composiciones, que sin Allen se vuelven menos atolondradas y espaciales, pero sin lugar a dudas la pérdida de Tim Blake es la causa del cambio de sonido, internándose con más ahínco en la fusión y el jazz combinados con el progresivo. Melodías muy elaboradas con gran sentido del ritmo, mayormente gracias al abanico de percusiones. La complejidad sigue siendo característica y aunque Bauer canta, se puede decir que es más un disco instrumental.

 

El uso del xilófono es un elemento con bastante protagonismo para ser una banda de rock, les otorga una singularidad y los hace reconocibles forjando una identidad marca de la casa.  Los arreglos están llenos de matices, los contrastes y la diversidad es lo que mejor los define, donde seguir el eje de las composiciones se hace difícil por  los constantes cambios de ritmo e instrumentación. Es Steve Hillage con su guitarra quien sigue manteniendo un eco de nota espacial en la estructura, se muestra extraña y barroca. Todo el conjunto suena muy próximo a unos SOFT MACHINE de discos ya muy avanzados, o a una mezcla de CARAVAN con un FRANK ZAPPA de pasajes fusion.

Música introspectiva perfectamente interpretada, con cierta frialdad, donde tiene cabida también la improvisación, un recuerdo al tango argentino y ciertas atmósferas orientales.