"Curiosamente, por mucha flexibilidad que tenga el sintetizador a la hora de crear o recrear sonidos, la paleta de la orquesta sinfónica sigue siendo mucho mayor. Los matices de los instrumentos acústicos tradicionales han supuesto un verdadero quebradero de cabeza para los músicos contemporáneos. Una flauta o un violín tienen miles de matices que no apreciamos si no es con una escucha atenta. La diferencia está en lo que se llama el "toque humano". Una flauta suena distinta dependiendo de quién sea el ejecutante. Un sintetizador suena igual independientemente del músico. La flauta traslada la emoción humana a través de las ondas. El sintetizador aún no es capaz de ello. No quiere esto decir que algún día no sea posible. De hecho, cada vez es más difícil distinguir la máquina del instrumento real, pero aún nadie ha sido capaz de crear un solo de violín a lo Paganini con una máquina"
(Historia del Neo Rock progresivo. Christian Aguilera)