Tony Banks: "Cuando empezamos a componer el material para Abacab, parecía que corríamos el riesgo de repetirnos. Si observas cómo eran los MoodyBlues editaron una serie de discos que seguían exactamente el mismo formato, y creo que inevitablemente eso acaba por debilitar. Parecía un buen momento para nosotros cambiar de dirección , hacer que nuestro proceso de composición y grabación fuera más racionalizado y sencillo. Así que nos deshicimos de los grandes estribillos y las panderetas y los solos de teclados y buscamos que todo fuera más afilado, algo que también intentamos reflejar en el diseño abstracto de la portada."
"Little Richard acababa de cumplir los 16 años cuando ganó en Macon un concurso de canciones rítmicas, al que iba unido un contrato para grabar un disco. Pero su sueño de una brillante carrera se desvaneció por el momento. Little Richard tuvo que regresar junto a sus padres y trabajar para ayudarlos a alimentar a sus trece hermanos. Tuvo que pedir limosna, vender hierbas medicinales, cantar y bailar. Entonces le vino la mente una idea decisiva: su propia composición Tutti frutti, que la adquiere un productor de Hollywood. Es invitado a participar en un nuevo concurso, lo gana e inicia su tan esperada carrera de éxitos.
Banda con una trayectoria tan
fugaz como desconocida dentro del mundo discográfico. Tanto que la poca
información que hay no profundiza ni siquiera para conocer qué instrumentos
interpretaba cada uno de los miembros. Sin embargo nos dejarían una joya para
descubrir que no pasará desapercibida para cualquier amante de del rock.
Un disco espléndido con algún
que otro tema tomado de prestado de nombres conocidos como NEIL YOUNG o ADRIAN
GURVITZ, confeccionarán una obra compuesta de buenos temas, incluidos en un
amplio espectro de estilos y tendencias, reflejadas y abordadas. Su sonido se
adentra en el garaje, la psicodelia o el freakbeat, con una pizca de progresivo,
pero con fuertes connotaciones del góspel, soul, blues y también pop, todo un
abanico de diversidad a través de temas construidos desde estructuras
sencillas, directas, de pocos minutos, sin extensiones en desarrollos instrumentales,
ni virtuosismo a demostrar. La voz se ajusta a todo tipo de material
mostrándose camaleónica y poniéndose a la altura de las circunstancias, donde
el objetivo es transmitir con gran fuerza con un matiz soul muy acentuado, todo aquello que inquieta al espíritu del
grupo.
Protagonista es el sonido
vibrante, giratorio y a veces opresivo del órgano hammond que se hace presente
desde un primer momento, bordeando el tenebrismo mostrado por otras formaciones
como WHALEFEATHERS, DAMNATION OF ADAM BLESSING, VANILLA FUDGE ó incluso FRAME. Por
encima se escuchan guitarras fuzz , distorsionadas y lisérgicas que apenas van
a abandonar ese estado, salvo para relajarse en los cortes más pop "Hold
me" ó "Only for you" dando paso a las acústicas y un ambiente
más pastoral. La inspiración de la música negra soul y gospel aparece plasmada
en canciones como "His eye is on the Sparrow" "Mr Soul" y
"Joshua".
Conforme avanzan los surcos por
la oscura superficie circular vamos forjándonos la idea de que estamos ante una
caja de sorpresas, donde cada track es una pequeña gema diferente de la
anterior pero igual de especial; un
disco elegante con momentos estupendos, un delicioso repertorio de nos deja
buen sabor de boca.
"Como tantos bluesmen, Hendrix es un curioso, apasionado por los nuevos descubrimientos en el dominio electro-acústico. Es uno de los primeros en utilizar el pedal wah-wah a petición de su fabricante. Este pedal ya había sido experimentado en Nashville por el guitarrista country Chet Atkins, al que Jimi Hendrix admiraba mucho, pero éste explora mucho más. Todos los sonidos que aparecen al azar de hallazgos técnicos en el estudio son utilizados por Hendrix, que va adquiriendo gradualmente en sus álbumes una gran maestría en el universo acústico.
Electric Ladyland marca la cima y quizás el final de su investigación. Es un disco que intentará sobrepasar repetidas veces sin conseguirlo realmente nunca."