Kevin Ayers...............Guitarra,
Bajo y voz
Mike Ratledge...........Piano, órgano
Hugh Hopper.............Bajo
Mike Ratledge...........Piano, órgano
Hugh Hopper.............Bajo
Robert Wyatt.............Batería
y voz
1ª cara:
- Hope for happiness
- Joy of a toy
- Hope for happiness
(reprise)
- Why am I so short
- So book if at all
- A certain kind
2ª cara:
- Save yourself
- Priscilla
- Lullabye letter
- We did it again
- Plus belle Qu'une
poubelle
- Why are we sleeping?
La irrupción de SOFT MACHINE en
el mundo del rock va a suponer algo similar a lo que supuso la de PINK FLOYD. Cada
uno en su parcela va a presentar una innovación, un estilo, una identidad que
hasta entonces era inexistente. Dentro de lo que se llamó "Escena
Canterbury" SOFT MACHINE va a convertirse en el faro, la luz a seguir, la
banda con unas características concretas que abre brecha y que muchas otras
imitarán o adoptarán sus ideas. Grupos como CARAVAN, HATFIELD & THE NORTH,
MATCHING MOLE, GONG, NATIONAL HEALTH, etc. van a formar parte de la "Escena
Canterbury" con un sonido que recoge unas propiedades que todos ellos de
alguna manera cumplen en todo o parte y que está en primer plano de la
vanguardia.
Esta facción que convive
perfectamente con el underground, el progresivo y el jazz- fusión, precisamente
está cimentado en estos rasgos, pero además hay que sumarle grandes dosis de
experimentación e improvisación, y en SOFT MACHINE también encontraremos
proximidad con la psicodelia, un aspecto muy proclive a los devaneos e impulsos
creativos y a la búsqueda de sensaciones interiores.
Centrándonos en el disco a comentar
hay que decir que se trata del debut de esta extraordinaria banda y que sienta
cátedra con una música que rompe moldes. Sonido enrevesado, complejo, no
conseguimos hacernos con ninguna melodía, influenciado por la psicodelia
presente del momento, iluminado, a base
de grandes improvisaciones, exploración y aperturismo y tonalidades inusuales,
donde la voz no es lo que más cuenta. Tracks construidos mayoritariamente a
base de jams de fusión con rock, excepcionalmente instrumental y muy creativo,
destacando por encima de todos Mike Ratledge en las teclas. Un hombre inquebrantable
en su imagen, serio, inmutable, que gozaba de una formación musical académica
intachable y que demostraba con creces su capacidad innata para generar todo
tipo de composiciones. Otro peso pesado era la batería de Robert Wyatt,
esculpiendo ritmos de gran diversidad, siempre inquieto y creador, revistiendo
y reforzando los complicados temas insuflando aire fresco a los enmarañadas
disertaciones. Nadie que disfrute de este instrumento debe perderse este álbum.
Formación mítica que alberga una
serie de obras que no son fáciles de digerir, su escucha supone un esfuerzo de
concentración, siendo la única forma de saborear y discernir los matices y
entresijos de las intrincadas composiciones.
Lp estructurado en múltiples
secciones pero integradas de tal manera que no hay silencios, sino que se van
enlazando unas con otras, pero siempre existen momentos abruptos de ruptura que
dan lugar al inicio inesperado de otra pieza.
Pura innovación y explosión de libertad
en aquel año, con un sonido que no deja inalterable a nadie y que despierta en
el oyente sensaciones diversas.