"El cocktail más curioso es el de Sun Ra en Space is the place. Su autor era un veterano músico de jazz de casi sesenta primaveras, que afirmaba haber sido teletransportado en los años treinta a Saturno, donde le revelaron que él era oriundo del planeta gaseoso y pertenecía a una raza de ángeles. Desde entonces abandonó su nombre de nacimiento, adoptó una referencia al dios egipcio del sol y se dedicó a propagar una mitociencia basada en complejas ecuaciones que nunca explicó con claridad, de las que decía extraer el contenido de su música"
Grupo
Norteamericano, concretamente de Tennessee, poco, muy poco conocido en los círculos
del rock progresivo y del que es muy difícil obtener información para conocer
algo de su corta existencia. Editaron "Ship
of labor" un álbum que prometía y desaparecieron sin casi dejar
rastro.
Estos
muchachos tuvieron comienzos musicales muy diversos, algunos procedían de
bandas de garage (THE GENTRYS) donde tocaron durante la década dorada, otros
tras su paso por aquí, recalaron en formaciones de distinta índole. Pat Taylor, fallecido ya, estuvo en otra
agrupación progresiva JAGUAR, de la
que tampoco se sabe mucho. David Beaver continuó pero en solitario, conformando
su propio equipo y dio lugar a unos cuantos LP's. El batería Joel Williams recaló en BLACK OAK, la semilla de lo que se
terminaría llamando BLACK OAK ARKANSAS.
Pero centrémonos
en el disco que construyeron juntos en EDGEWOOD,
un trabajo sublime y único, hasta allí llegó el buen hacer de estos chicos.
Tuvo que ser difícil para ellos siendo de esa ciudad, y en un momento delicado
con los problemas raciales a flor de piel, publicar un disco con esa portada
alusiva a tiempos de esclavitud y más tratándose del tráfico negrero. Aún con
todo así lo eligieron, tal vez un desafío.
Confeccionado
bajo un patrón de idiosincrasia muy americana (voz principal cuidada, juego de
voces, búsqueda de la melodía....) se podría decir que su fórmula es
inteligente. Música elegante, eficaz, bien interpretada y muy agradable.Arranca posiblemente con el tema más
equilibrado musicalmente, un ejemplo de progresivo clásico con unos teclados
vistosos y unos arreglos interesantes en los que aparece el grand piano dándole
el toque perfecto. Un temazo, en mi opinión, el mejor de todos. Después
echaremos de menos ese piano mágico, no volverá a aparecer.
Los teclados
en forma de piano eléctrico, hammond y algún otro son los que se harán dueños
de la situación. La comunión entre estos y las guitarras alcanza cotas de
perfección. Nada está por encima de nadie. Existe una buena compenetración con
unas guitarras que unas veces son rítmicas otras toman la delantera y otras
realizan punteos y arpegios de gran belleza tras los teclados o en los
arreglos. No hay que olvidarse de la base rítmica que también nos demuestra su
calidad.
Un
componente fundamental que supone un porcentaje alto del éxito es la voz. Voz
melodiosa y modulada, con abanico de registros, al estilo de D. Byron (URIAH HEEP) . Otros componentes le
acompañan haciendo los coros , creando unos juegos de voces deliciosos que nos
recuerdan a buenos momentos de YES ó KANSAS.
Música
brillante y fresca, un álbum maduro en su única puesta en escena que en algunos
pasajes recuerda a los teclados de EMERSON pero con un entramado al estilo de
sus compatriotas KANSAS. Lástima que eligieran como despedida la pieza más
floja del bloque, un corte insulso con un teclado simplón donde solo se salva
la voz.