"El creciente tamaño de las giras de Genesis trajo poblemas adicionales. Siempre he odiado volar, y volábamos de manera habitual, lo que era aburrido. Cada vez dábamos más entrevistas y estos terribles encuentros con los fans antes de los conciertos. Phil decía, -no puedo tener este encuentro, porque tengo que cuidar mi voz-, pero salíamos allí y por supuesto la única persona que querían conocer era a Phil. A veces traíamos a Chester y Daryl para acompañarnos, pobres tíos, y no oíamos más que a la gente susurrando, ¿dónde está Phil, dónde está Phil? Te hacía sentir que sobrabas un poco ante tal demanda, incluso a pesar de que sabías que eras una parte integrante de todo esto."(Genesis: El libro de las revelaciones)
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
domingo, 6 de mayo de 2018
La apretada agenda de unos ídolos
Las raíces, la punta del Iceberg
"La música negra, el jazz y el blues, se expandió y se encontró con la de los blancos, el folk y el country, expresión de la música popular heredera de las raíces europeas de los emigrantes que llegaron a América a finales del siglo XIX y comienzos del XX. De esta forma el proceso comenzó a germinar.
También hemos de hablar de los jóvenes de la posguerra, los hijos de los que habían ido a combatir. Ellos buscaron un nuevo lenguaje, romper las barreras con sus padres, enfrentarse al nuevo mundo surgido tras la guerra, y el vehículo de ese cambio fue el rock and roll."(Jordi Sierra i Fabra: Historia del Rock)
lunes, 23 de abril de 2018
THE WIZARDS FROM KANSAS - The wizards from Kansas (1970)
John Paul Coffin.......................Guitarra
principal
Robert
Joseph Menadier..........Bajo
Marc Evan Caplan....................Batería
y percusiones
Robert Manson Crain...............Guitarra
y voz
Harold Earl
Pierce.....................Guitarra y voz
1ª cara:
- High Flying bird
- Hey mister
- 912 1/2 Mass
- Codine
2ª cara:
- Freedom speech
- Flyaway days
- Misty mountainside
- Country dawn
- She rides with witches
Debut visto y no visto de esta magnífica
banda con portada caleidoscópica que refleja el oscurantismo y la música
difícil de clasificar que encierra en los surcos de su interior. Una vez que el
disco se puso en funcionamiento la formación tuvo una disección irrecuperable y
desapareció del panorama musical.
Trabajo ecléctico construido
sobre nada menos que 3 guitarras, respondiendo a todo tipo de exigencias:
blues, psicodelia, jazz-fusión, garaje y rock. Las composiciones por tanto se
construyen a partir de una textura densa de guitarras arpegiadas, que unas
veces se presentan enmarañadas y otras con un sonido limpio y cristalino. El
resultado es una música sofisticada pero a la vez sencilla, realizada con
tacto, con sentimientos que surgen de las raíces de la tierra que pisan, dulce
y preciosista
Como si de un instrumento más se
tratase, las voces tiene una importancia fundamental. Las armonías vocales
arrolladoras y frescas, se expanden de tal forma que se convierten en un
elemento básico que confiere una identidad distintiva a las estructuras.
Álbum enhebrado sobre un
trasfondo country que se hace muy presente en ocasiones (Country dawn), pero
capaz de sorprendernos en el siguiente track, también incluye dosis de
improvisación (912 1/2 mass). Un trabajo realizado desde la humildad y el
compromiso sobre acordes acústicos, solos eléctricos y voces armoniosas.
Influencias de grupos de la costa
oeste, Neil Young y con cierto regusto a sonidos próximos a Caravan. Un disco
para desmenuzar y escuchar con atención, favorablemente por la noche cuando
nuestros sentidos están más alerta y son capaces de captar todos los matices.
martes, 17 de abril de 2018
La costa oeste : Jefferson Airplane
"Iban a ser uno de los grupos hippies más prototípicos, habían contratado para su segundo trabajo a una tal Grace Slick, vocalista que marcaría su imagen para la historia y acabaría siendo el perfecto icono de la mujer artista en los sesenta, para lo bueno y lo malo. Slick provenía de The Great Society (también escrita The Great! Society!, según el grado de entusiasmo), uno de tantos grupos ignotos que pululaban en ese caldo de cultivo que estaba emulsionando al rock ácido.
En Surrealistic Pillow, el álbum que lanzaron en febrero, aportó su voz de contralto a los dos temas más icónicos del Aeroplano: White rabbit, su particular aproximación del mundo de Lewis Carroll al de los hongos psicotrópicos, y Somebody to love."(Malas hierbas)
La juventud. Un nuevo mercado II
(El mundo de la música pop)
"El núcleo del movimiento beat de Liverpool, integrado por conjuntos, fans y simpatizantes, es cifrado por los autores de Beat in Liverpool en unos diez mil a veinte mil jóvenes.
La mayoría de estos adolescentes procede de familias de la baja clase media. El equipo de un conjunto beat, para el que los padres han de ofrecer generalmente una fianza, cuesta de 2000 a 3000 euros. Casi todos los conjuntos trabajan de forma semi
-profesional. El grupo the Hideaways, por ejemplo estaba formado por cinco miembros de 17 a 18 años de edad, tres de los cuales estaban sujetos a un contrato de trabajo formal. Debían actuar cinco veces por semana, por lo cual cobraban alrededor de 60 euros. Con este sueldo tenían que pagar a su empresario, el transporte, los instrumentos, el conductor, etc."
martes, 10 de abril de 2018
LED ZEPPELIN - Presence (1976)
Jimmy Page.................Guitarra
eléctrica
John Paul Jones...........Bajo
John Paul Jones...........Bajo
John Bonham..............Batería
y percusiones
Robert
Plant................Armónica y voz
1ª cara:
- Achilles last stand
- For your life
- Royal Orleans
2ª cara:
- Nobody's fault but mine
- Candy store rock
- Hots on for nowhere
- Tea for one
Poco nuevo se puede decir de
este pedazo de banda que ha dado tanto que hablar durante y después de su
existencia. Intentaré dar una visión personal y diferente de un álbum que
supuso un punto de inflexión en la carrera de este magistral cuarteto. No es el
mejor que tienen, la mayoría están en un estadio superior, sin embargo no
podemos dejarlo arrinconado porque sería injusto.
Siempre se le ha considerado
residual en su discografía, salió a la calle cuando la banda cruzaba por una
situación delicada. Venían cansados de una larga gira, su último trabajo,
"Physical Graffiti" ,había levantado ampollas y expectación
simultáneamente. La crítica no lo recibió con el entusiasmo que se esperaba,
muchos cambios respecto a sus reliquias anteriores, mal encajados por sus acérrimos.
A esto hay que sumarle que la formación estaba en crisis, Plant y Page tienen
sus diferencias que cada vez se hacen más profundas y encima los excesos en la vida
del grupo son más intensos de forma que la cohesión se resquebraja y el éxito
se les apodera.
Y en medio de todo esto surge un
nuevo disco de los "Zeppelin", llamado "Presence", con una
portada que no inspira ninguna confianza en el contenido, y teniendo en cuenta
que hay cierto resquemor en lo que puedan ofrecer, la prensa vuelve a la carga
convirtiéndolo en resultado de "falta de concentración y entusiasmo de la
banda".
Sin embargo, a mi desde luego me
sorprendió gratamente, la música alberga aspectos interesantes y destacables,
pero por encima de todo está la batería de Bonham, que es indicado para todos
los que disfruten de ese instrumento, sin duda magistral.
Un disco con el que intentan
retornar a sus raíces, tal vez como respuesta a los malos resultados obtenidos
recientemente. Construido sobre Guitarra-bajo-batería-voz, no vamos a encontrar
nada más, sin adornos, sin experimentos, directo. Una lista de temas de rock
visceral, riffs de guitarra agresivos y pegadizos con los que Page teje un
paisaje sólido que confiere dinamismo a la dureza y contundencia de los
cortes. Robert Plant se mantiene en
forma y cumple con creces, incluso retoma la armónica. Pero por encima de todo
la batería es espléndida, enriquecedora, brutal, tremenda la contundencia con
la que construye ritmos y las embestidas que lleva a cabo. La variedad de
percusiones que introduce, con afluencia de silencios y ritmos entrecortados
hace que las composiciones ganen atractivo.
En conjunto un álbum que resulta
apetecible, que nos recuerda a sus primeros Lp's (adjunta hasta un blues de
factura "made in Zeppelin"), con luces y sombras y que nos pone las
pilas. Pero no todo es positivo, sino no hubiera sido tan devaluado. La
duración de muchos de los temas es excesiva. Hay fragmentos que se repiten una
y otra vez produciendo cansancio y desidia alargándolos más allá de los 10
minutos. Falta concreción, no son temas redondos. También se echa de menos más ímpetu
en la guitarra de Page que carece de compromiso en muchas ocasiones, como si
fuera bastante con cumplir el expediente.
Estos señores a pesar de todo
son unos maestros y con pulcritud, veteranía e inteligencia son capaces de
salir adelante y sorprendernos con un álbum de transición.
lunes, 2 de abril de 2018
Los chicos de la playa también quieren jugar
"Lo influyente y duradero de Pet Sounds es que supuso la apertura de puertas a la investigación de estudio por parte de las bandas consagradas. Sin ir más lejos, el famoso Sgt. Pepper (1967) de los Beatles, con el cual se disputa el puesto en los sondeos al mejor disco de la historia (sobre todo los americanos), fue ideado como un intento desesperado de igualarlo o, a lo peor, superarlo, si hacemos caso a su manager y quinto integrante George Martin.
Porque los Beatles quedaron maravillados al oírlo. Sir Paul McCartney lo declara su disco favoríto, y a su melódica gema coral "God only knows" su canción predilecta de todas las que ha escuchado y, lo que es más, compuesto. Asegura que, tras su salida, ya "nadie está educado musicalmente si no ha escuchado eses álbum" y, previsor, compró copias en su momento para sus dos hijos."(Malas hierbas)
Las figuras del museo de Cera
"Necesitábamos la máxima cantidad de oscuridad de cara a las proyecciones, lo que nos llevó a crear lo que era fundamentalmente una enorme caja negra. Tenemos una ventaja muy específica sobre la mayoría de bandas que salen de gira: la total incapacidad por nuestra parte de bailar como Michael Jackson o Chuck Berry; prenderle fuego a nuestro cabello o tocar la guitarra con los dientes significa que el público no necesita constantemente un monitor de vídeo para mostrar lo que estamos haciendo sobre el escenario.
A veces, la gente me pregunta por qué no hacemos que toquen directamente los ordenadores. Normalmente, suelo responder: -No, no podemos, se mueven demasiado...-."(Dentro de Pink Floyd)
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