sábado, 12 de febrero de 2022

KROKODIL- An invisible world revealed (1971)

 


Walty Anselmo......................Guitarra, sitar,bajo, voz

Terry Stevens..............Bajo, guitarra, mellotrón, voz

Mojo Weideli...........................Flauta, harmónica y voz

Düde Dürts..............Batería,  percusión y voz

 

1ª cara:

- Lady of attraction

- With little miss Trimmings

- Odissey in Om

2ª cara:

- Green fly

- Looking at time

- Last doors

 

Junto con BRAINTICKET, posiblemente las bandas procedentes de Suiza que más han trascendido allende fronteras, cuando se habla en términos de krautrock , aunque también hay que tener muy en cuenta a otras formaciones como AGAMEMNON o PYRANHA que sin ser tan conocidos como los primeros hicieron trabajos muy interesantes, sin llegar a pasar del primer Lp, pero que merece la pena conocer. Con el terreno copado por la corriente ingente de kraut alemán, era muy difícil que un país pequeño como Suiza,  pudiera sacar la cabeza y destacar en una carrera atestada por lograr la fama, este es uno de esos pocos casos.

 


Como muchos otros grupos empezaron más centrados en realizar un rock con los ojos puestos en el blues, con raíces más profundamente unidas al rock, pero incluyendo elementos, matices y toques que le añadían una singularidad y una puerta abierta a otros terrenos (como la psicodelia). Con una reducción importante de personal, su tercer disco, el mismo del que hablamos, tornaría definitivamente hacia el progresivo más incisivamente y en su caso concreto al krautrock por tener origen más Teutón que británico,  por aquello de la proximidad y su influencia, suponiendo un punto de inflexión en su perspectiva. Los componentes que salieron no estaban tan de acuerdo en continuar por la senda escogida y lo mejor era emigrar ante la firme decisión de sus fundadores.

 


No obstante la afinidad con el blues rock en "An invisible......." no se pierde, simplemente hay una mayor participación, cobrando fuerza otros factores derivados del progresivo. El sonido es exótico (las percusiones están muy cuidadas), heterogéneo y conserva una química que les hace especiales, capaces de pasar drásticamente de momentos bucólicos con flauta y guitarras acústicas a fases crudas mediante transiciones confusas y extrañas, donde la guitarra se endurece y construye riffs mecánicos, desprovistos de alma, característicos del kraut. Los temas varían mucho unos de otros, el abanico es amplio, dando a entender la facilidad que se les otorgaba entonces para experimentar y crear con cierto grado de libertad. Eran otros tiempos......cuanto bien nos vendría ahora esa apuesta de la industria por proyectos de diverso calibre, que lejos queda aquello. Vivimos en un mundo donde la comunicación ha alcanzado cotas de expansión que nadie soñaba, pero eso no significa que haya más libertad de movimiento.

 


Las composiciones dentro de las líneas del progresivo se sostienen sobre pilares básicos como son el mellotrón, instrumento que aparece con mucha frecuencia, una guitarra eléctrica líder demoledora y enraizada en el blues,  que muestra su poderío hasta el punto de convertir su sonido a Stone en Odisea in Om.  Un mullido cuerpo de guitarras acústicas y la harmónica son otros importantes atributos para tener en cuenta. La harmónica, normalmente poco mencionada, suele servir de apoyo en instantes breves, pero aquí su papel es más que testimonial, adquiriendo preponderancia en muchas ocasiones, la cual unida a la guitarra blues le da un cierto aire sureño que bien puede recordar a MOTT THE HOOPLE, ALLMAN BROTHERS BAND ó FREE (last doors).

 


La voz generalmente está atravesada por filtros de manera que es difícil encontrarla al natural, mostrándose muy artificial a lo largo del disco, aunque en Green fly se muestra real, su propietario no sea quien es dentro del cuarteto, pero es una calamidad, desentona a más no poder. Lo mejor de todo los coros que generan armonías.

Odissey in Om, resume posiblemente lo que da de sí la banda dentro de este álbum. Una pieza extensa y completa que muestra todas sus facetas y atraviesa por todas las etapas posibles, incluso vamos a encontrar el influjo de la música oriental a través de un fragmento con sitar, algo muy común a finales de los 60, donde tantos grupos se apoyaron en ella estimulados por la filosofía oriental que conocieron y aceptaron.





domingo, 6 de febrero de 2022

El triángulo amoroso

 "El ataque de Eric en Toronto era otra de las escaramuzas amorosas que Pattie constantemente rechazaba. Además, siempre advertía a Clapton que estaba muy enamorada de George. De todas formas, Pattie decidió arriesgarse. El paso hacia el gran Triángulo amoroso lo dio pocas semanas más tarde. Exactamente, el 14 de diciembre, cuando por aquellos días Eric Clapton y George Harrison se habían convertido simplemente en dos guitarristas de acompañamiento en la gira del matrimonio norteamericano compuesto por los formidables Delaney and Bonnie.


 

Ambos tenían que tocar en Liverpool, por lo que para George era algo especial. Para disimular, Pattie se llevó a su hermana pequeña, Paula, de tan solo diecisiete años. Tras el concierto en el Empire, Eric se quedó perplejo de la proposición de George. En un aparte, le sugirió que él se acostara con su mujer, Pattie, y que él se quedaba con la hermana, Paula, que le ponía muy cachondo. Eric le dijo que sí, pero, al final, George se rajó.

 

Todos menos la pobrecita Paula se quedaron con las ganas. Eric, al final, tuvo la delicadeza de pasar la noche con la maravillosa teenager. Fue solo el comienzo. A los pocos días, Paula se instalaba en Hurtwood, la mansión de Eric."

                                                                (El Sargento Pepper nunca estuvo allí. Julián Ruiz) 





DEFORMACION ESPACIOTEMPORAL

 


GROUNDHOGS - Split (1971)

La banda basaba su sonido en el blues rock de la época, pero con un sello muy partícular de su líder y guitarra Tony McPhee, poco conocido, pero sin embargo fue quién participó en proyectos junto a figuras que luego serán encumbradas,  como Eric Clapton ó John Mayall.






THE KINKS - Misfits (1978)

Para entonces el grupo llevaba a sus espaldas 15 discos. Había terminado mal con RCA, su discográfica. Ahora con Arista quería hacer un buen inicio, pero este disco tiene visiones opuestas en la crítica musical, siendo muy bueno para unos y un error para otros.


 




STEELEYE SPAN - All around my hat (1975)

Esta formación realizaba folk rock y con este disco obtuvo su puesto más alto en el ranking musical, además de conseguir un disco de oro. En esta época fue muy frecuente verlos de teloneros de Jethro Tull.



 



ALAN PARSONS PROJECT - Pyramid (1978)

El diseño de la carpeta corrió a cargo de Hipgnosis, viejos conocidos de Alan, que ya trabajaban para Pink Floyd hacía tiempo. No se puede considerar un álbum conceptual, aunque sí en la letra.






JEAN MICHEL JARRE - Zoolook (1984)

En este trabajo se incluye material de su trabajo anterior, de 1983, y que sin embargo no trascendió. Se trató de un proyecto que se le solicitó,  "Musique pour supermarché", del cual se eliminaron todos los masters ante notario, y solo Jean Michel se quedó con una copia del álbum.


sábado, 29 de enero de 2022

FIELDS - Fields (1971)

 


Graham Field......................Órgano, piano, piano eléctrico

Andrew McCulloch..............Batería y percusión

Alan Barry...........................Bajo, guitarra, mellotrón, voz

 

1ª cara:

- A friend of mine

- When the sun still shines

- Not so good

- Three minstrels

-Slow Susan

2ª cara:

- Over and over again

- Feeling free

- Fair-haired lady

- A place to lay my head

- The eagle

 

Esta es una de esas ocasiones en que surge de repente una reunión, graban, le dan nombre y desaparecen de la misma manera en que empezó, sin saber. Los aquí reunidos habían finiquitado los proyectos en los que se encontraban, Graham Field rompió peras con su banda de toda la vida, RARE BIRD, Andrew McCulloch dejaba la superbanda tormentosa KING CRIMSON por desavenencias y Alan Barry se dejó caer por allí, quién había trabajado con personal de buena reputación y conocido por todos: los hermanos Peter y Michael Giles, Greg Lake,  unidos también en algún momento al reinado de FRIPP y con el loco de Arthur Brown nada menos.

 


Nada les ataba y se pusieron de acuerdo, les pareció interesante la creación del trío, y es que el talento potencial que encerraba el triplete no era desdeñable. Field, a los teclados, venía de haber recibido excelentes críticas con los dos primeros álbumes de Rare Bird, se encargó de la mayoría de las composiciones y asumió el papel de líder, no es de extrañar que el grupo terminase denominándose "FIELDS", plural de su apellido. Eso lo decía todo. Era de esperar que la música anduviese por sendas afines a su estilo. Y si a eso le sumábamos el buen hacer a la batería de McCulloch y la destreza de Alan Barry con guitarras y bajo, la apuesta parecía ganadora.

 


Eligieron una preciosa portada para revestir su trabajo, y es que la música también entra por los ojos, de eso no hay duda. Pero bajo mi opinión las expectativas no estuvieron a la altura de lo esperado y detrás de ese águila se esconden más sombras que luces en el aspecto musical. La calidad de las composiciones queda por debajo del nivel que todos suponíamos íbamos a encontrar, no hayamos la frescura del Graham Field del Sympathy, y claramente el peso del disco recae sobre sus espaldas y su creatividad, que aun así demuestra que es un hombre talentoso y con melodías sencillas sabe mantener el pabellón a flote. Un álbum que con el tiempo y el coleccionismo tal vez está sobrevalorado.

 

El inicio es prometedor con "A friend of mine" que nos traslada a los mejores momentos de un power trío de las características de ELP, con un tema de corte clásico, con unos desarrollos fundamentales de cuño sinfónico en la línea de J. Sebastian Bach, con buena contribución a las percusiones de McCulloch. Tras este comienzo alentador, la música va decayendo algo, se vuelve más sencilla, sin riesgo, con evoluciones a las teclas pero sin mucha profundidad. Los temas se van volviendo tranquilos y con melodías carentes de energía, llegando a estado que son más pop que rock.  Hay que reconocer de todas formas que Graham Field es un tipo con clase  y goza de un estilo propio, inconfundible al piano eléctrico. De vez en cuando nos vamos a topar con destellos de calidad que hacen resurgir la atención plena (over and over again), donde vuelven las fuerzas, y el progresivo busca abrir hueco, pero no será hasta The eagle, que volveremos a vibrar con el grupo al completo, tema bien construido tanto por la guitarra como por el teclado, con unas notas de mellotrón emulando a los grandes compositores de la música culta.

 

Si alguien espera encontrar grandes desarrollos a los teclados que se olvide, los cortes rondan los 3 minutos la mayoría,  aún así salvan los muebles con aires de romanticismo y melodías agradables, dejándose llevar por su inteligente sensibilidad. Pero la sensación que me dejan es la de que podrían haber hecho un esfuerzo mayor creando piezas con más cuerpo.












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