Buscando fórmulas novedosas que permitieran rizar el rizo de la música pop, los americanos anduvieron probando grupos y grupos capaces de arrebatar a los Beatles la cabecera del mundo musical. Su más disparatada idea consistió en meter en una computadora miles de fichas de jóvenes músicos para que ésta declarase quiénes deberían formar el grupo ideal, el mejor. El resultado de tan estúpido juego fue bautizado con el nombre de Monkees (los monos).
Se les convirtió en protagonistas de una disparatada serie televisiva y se les dio un apoyo publicitario desmesurado. El resultado fue un éxito notable, aunque efímero; consiguieron tres números 1 en dos años y en año y medio obtuvieron diez discos de oro. "I'm believer" (compuesta por un músico de estudio llamado Neil Diamond) "Last train to Clarksville" y "A little bit me, a little be you" fueron sus mayores éxitos. Pero el grupo fabricado artificialmente no aguantó demasiado, ya que cada miembro quiso buscar pronto la fama individual, cosa que no llegó a ninguno.
(1954-1984. 30 años de Rock)