"La industria tomó una vez más la delantera con el festival de Woodstock, y Joan Baez y Joni Mitchell ya no bastaban para defender la no violencia. Woodstock constituyó uno de los claros ejemplos de manipulación ideológica operada por la industria que sacó encima uno de sus mayores éxitos comerciales.
La explotación del festival sería sistematizada en el futuro en todos los países, e incluso esta manipulación creciente llegó hasta la prensa, que publicaba tras el festival de la isla de Wight unas declaraciones del jefe de policía local, Douglas Osmond, que decían: <La música pop me gusta bastante. La inmensa mayoría de los asistentes eran jóvenes muy razonables y decentes>".
(1954-1984. 30 años de Rock)
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