domingo, 10 de octubre de 2021

VANGELIS - Spiral (1977)

 


Vangelis.....................Teclados, multi-instrumentos, arreglos, producción, diseño

 

1ª cara:

- Spiral

- Ballad

- Dervish D

2ª cara:

- To the unknown man

- 3 + 3

 

Hombre que ha paseado a lo largo y ancho del planeta su nombre abanderando la música electrónica, defendiendo los colores de su bandera, la griega.  Todavía en activo tiene un extenso currículum en su haber, bastante desconocido para la mayoría de la gente, que lo recuerda sobre todo por poner banda sonora a muchas películas que han sido de dominio público. El séptimo arte le ha dado muchas alegrías, apasionantes films han sido elevados a peldaños superiores dentro de la industria, gracias a su espléndida dotación para crear las ambientaciones precisas que visten imágenes, de tal forma que quedan en la memoria de los espectadores esos momentos culminantes en las que se produce una comunión perfecta entre sonido e imagen. Su popularidad llegó a lo más alto en los primeros años ochenta, cuando se encargó de engalanar obras del calibre de "Carros de fuego" y "Blade Runner" ganando premios de la academia de los Oscar por su magnífica labor.

 


No es la primera vez que su nombre aparece aquí, ya surgió al hablar del grupo APHRODITE'S CHILD, donde despuntó ya junto a otro grande de las tierras helenas y también conocido como DEMI ROUSSOS. Demostró que su talento con la composición y su aptitud con las teclas era importante, y si seguía adelante podía realizar una brillante carrera, y así fue. Después de abandonar la banda que le vio nacer, continuó su carrera en solitario encargándose de todo el trabajo de los instrumentos, inclinándose por la música ambiental y electrónica llevada a cabo con sus teclados. En mi opinión es uno de los músicos que mejor ha sabido trasladar a las partituras su vida interior, sus pensamientos, sus preferencias y algo muy valorado, sus raíces. Se trata de una persona muy unida a su tierra, amante de su país, su clima,  sus valores, algo que va a plasmar de alguna manera en sus composiciones, obras preferentemente volcadas hacia la electrónica pero siempre con un toque cercano, humano y con detalles de elementos de la vida que él conoce o ha conocido, nunca olvida su raigambre dejándolo patente en innumerables ocasiones. Incluso cuando aborda trabajos inspirados en otras culturas, intenta impregnar su música de forma que las tradiciones, las costumbres de aquellos lugares queden reconocidas, una forma de mostrar su respeto ante otros universos.

 


Los primeros años y trabajos bajo su apodo son realizados sobre esa perspectiva, una mezcla de sonido popular y electrónico, pero llega el día en que deja su querida tierra mediterránea y se embarca para desplazarse al centro neurálgico del rock en Europa por aquel entonces, Londres. Allí conocerá a gran cantidad de gente de todo tipo, pero en más propensión del mundo de la industria musical, eso supondrá influencias y aprendizajes para el bonachón de Vangelis. De hecho comienza una nueva etapa, ya que su siguiente long play "Heaven and hell" aunque sigue manteniendo ese aire campero, se vuelve más técnico y en consecuencia más frío, una tendencia que sigue acrecentándose con "Albedo 0.39" donde su disposición a nuevos teclados y sintetizadores y su interés por las nuevas tecnologías al alcance es ya un hecho. La electrónica está entrando en su cabeza y en su corazón.

 


Y llegamos a "Spiral", el álbum clave de esta crónica que supondrá la obra más electrónica del autor griego sin lugar a dudas, y que ya nunca repetirá con esa actitud, porque el buen músico se caracteriza por su heterogeneidad, es decir, no suele repetirse en la composición y su estilo, o al menos eso ha intentado siempre, aunque cada vez lo tiene más difícil, logrando un extenso abanico multicolor a lo largo de su trayectoria. Abraza definitivamente las nuevas posibilidades de elementos como los secuenciadores, osciladores, sintetizadores digitales y más cachivaches, con ellos va a labrar un disco que se acerca a la ciencia-ficción, con un uso intensivo de electrónica. Me atrevo a decir que su concepción estuvo influenciada por el trabajo de JEAN MICHEL JARRE en su ópera prima, y en particular con el uso de los secuenciadores, pero eso es de mi cosecha, opinión personal. Hasta el diseño de la portada está realizada por Vangelis, que no puede ser más explícita en su idea cubriendo una obra conceptual inspirada en el filósofo Tao, explorando la naturaleza del universo en movimiento espiral.

 


Despega los pies del suelo nada más iniciarse con el homónimo tema Spiral, construido sobre un arpegio de 3 notas que se repite secuenciado durante gran parte de la duración de la pieza con tonos épicos que le dotan de trascendencia con cadencias ascendentes y descendentes haciendo efecto de espiral. La interacción de gran cantidad de teclados secuenciador y osciladores que presenta, sorprende al no ser usual ese sonido tan compacto y artificial  en sus discos. El tema tiene peso, cuerpo, ritmo y un desarrollo futurista que lo convierte en una pieza apreciable de principio a fin. El ambiente calmado y recogedor regresa de la mano de Ballad, pone de nuevo los pies en el suelo incorporando voces (las suyas) tratadas por filtros con reverberación incluida, a modo de canto de ballena, algo que no había sucedido hasta ahora, sin letra, simplemente una sucesión onomatopéyica sin traducción posible. Vuelven las características atmósferas cristalinas, delicadas, tenues, algodonosas, marca de la casa, que parece que se deshacen como torbellinos de humo combinadas con interludios épicos, apabullantes regidos por una armónica sintetizada. Nuevamente nos sobresaltamos con el inicio de Dervish-D, no nos tiene acostumbrados este señor a la violencia en el arranque, o al menos no tan pronto. Melodía de tintes orientales parecen escucharse en profundo, cimentado sobre una base compositiva rock y un secuenciador que nos acompaña prolongadamente. En una concepción muy similar a Spiral, me recuerda en cierto sentido a "Choronzon" del Lp Exit de TANGERINE DREAM, con un sonido más inteligible alejado de la experimentación, que le confiere rotundidad y compactación.

 


La cara B está ocupada por dos temas solamente de cierta duración, el primero To the unknown man es un corte que recuerda mucho a su Lp antecesor Albedo 0.39, donde podría encajar, una pieza sensible de atmósferas a las que nos tiene acostumbrados, alfombradas por teclados suaves y lineales que parecen desvanecerse, pero con una secuencia en primera línea grave y pulsante. Nuevamente hace acto de presencia la esencia épica, trascendentalista, acrecentada cuando entran las baterías de marcha militar en juego conduciéndonos al nirvana, repitiendo la melodía hasta que se produce un giro de fase donde la batería arranca y los tambores callan, con un estupendo final. El álbum se cierra con 3 + 3 donde recurre de nuevo al secuenciador en un loop vertiginoso que le adjudica un ánimo mecánico. Los teclados ambientales fluyen en diversas capas arropando la melodía y en una segunda mitad se hace muy sintetizada con especial protagonismo del yamaha que acompaña en toda la obra, con ecos y reverberaciones como efectos destacados y aparecen también secciones de metales y timbales que proporcionan una sensación épica categórica.

 Sublime trabajo que raya a un nivel que en mi opinión no volverá a obtener más que en contadas ocasiones, con un carácter electrónico que no se repetirá ya hasta el punto al que llegó aquí.

 



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