Joey Albretch…………..…….Voz principal y guitarra
Ingo Bischof…………...…….Teclados
Gerald Hartwig……..………...Bajo,voz y percusión
Reinhard Bopp…………....….Guitarra y voz
Ringo Funk…………........…...Batería
Tommy Goldschmidt……..…..Percusión
1ª Cara:
- The world is like a burning fire
- Sound in the air
- Rock’n’roll testament
- We gonna keep it together
2ª Cara:
- Thema in C
- The second string rambler
3ª Cara:
- Wild River
- Highway Seeker (Did nobody tell you)
4ª Cara:
- We give you everything you need
- Going down
- See you tomorrow in the sky
Al igual que EPITAPH, mencionado hace un par de semanas, KARTHAGO también es de esos grupos alemanes que no lo parecen. Clasificados en la onda Krautrock, por el mero hecho de ser germanos, escuchándolos nos consta que no tiene mucho sentido. Nacen oficialmente en los 60, pero no llegará su primer LP hasta 1971. Se caracterizaban por introducir una guitarra pesada y a la vez elementos del blues, rock y jazz con muchas inserciones de rock latino, más que nada las percusiones, muy abundantes y ritmos cálidos, que nos incitan rápidamente a compararlos con momentos de Carlos Santana, no por la guitarra, sino por la estructura de la composición.
Estamos ante uno de los discos en directo más importantes del rock alemán de los 70. Cuando se grabó la banda estaba ya en un alto grado de descomposición y dio lugar a convertirse en su testamento, meses después cuando acabó el proyecto. Fueron considerados como la mejor banda teutona de los años 70, tanto por la prensa nacional como por la extranjera. De hecho en el exterior contaban con un gran reconocimiento y un buen número de seguidores.
En 1974 solo quedaron 4 miembros de la agrupación inicial y consiguieron hacerse con los servicios de un bajista que había estado con una comunidad llamada JETHRO TULL, me refiero a Glenn Cornick, un buen refuerzo pero que no fue suficiente. La trayectoria errática que tuvieron durante el primer lustro no pasó inadvertida, y les precipitó a un final demasiado temprano. Finalmente no tuvieron opciones con discográficas de envergadura y terminaron fichando por Bacillus Records, una pequeña distribuidora donde también editarían los progresivos húngaros OMEGA. En 1978 firmarían su último cartucho, acabando definitivamente.
No ha empezado aún a sonar la música y alguien en el escenario se ríe y mantiene una conversación banal y en broma con gente del público, es así como se inicia la grabación, una muestra del buen rollo que se respira en el ambiente. Finalizada y sin dilaciones el ritmo funk entra directo con The world is like a burning fire, un corte que se reparten a partes iguales guitarra y teclados dialogando y respondiéndose el uno al otro. En la sección central donde se produce la parte instrumental más importante, la onda jazz se cuela y da un giro diferente a la composición que recupera el aire funk y blues nuevamente, atravesado este momento.
Estos saltos en los estilos serán una constante de aquí en adelante en muchas de sus composiciones, y es encomiable la facilidad que tienen para hilar unos con otros sin turbulencias. Un don nada sencillo que practican con asiduidad trasladándonos de líneas hard a ambientes cálidos, de entornos blues a atmósferas jazzys, de aires prog a pistas disco. Una variedad difícil de encontrar en un grupo alemán al que la crítica musical integra en el movimiento Krautrock. Nada más lejos, sus características no coinciden con el patrón de la mayoría de bandas asociadas a ese estilo, son una “rara avis” dentro del rock germano de la década.
Incluso la voz, que tiende a ser fría en el mundo progresivo teutón, es más bien lo contrario, enérgica y emocional llegando a ser desgarrada en algún arranque, mostrándose con altibajos de acuerdo a la temperatura de las letras cantadas, en unas tonalidades que asocio a bandas americanas coetáneas como KANSAS, STIX o JOURNEY, u otras incluidas en el pomp o el southern rock.
Con el público entregado desde el comienzo y tras un Rock’n’roll testament arrasador con una serie de riffs encadenados y solo de guitarra monumental al más puro estilo rock , desembocamos en otra órbita con un espíritu muy americano, We gonna keep it together. Una melodía viva y alegre muy jazzy, que da paso a coros, bongos y percusiones arropados por el hammond y una guitarra funky.
Thema in C, esta construida sobre una base que asienta más en el típico prog, con una estructura bastante más definida, pero con esa facilidad para incluir sonidos impropios, pertenecientes a otros ámbitos, es decir participación de bongos, percusiones, ritmos más cálidos e improvisaciones a los teclados, desconcertantes y que nunca sabes donde van a acabar, trasladándonos de escenario en escenario.
El ritmo latino es absoluto en The second string rambler, una canción para y por el funk y el disco, sumergida en el sonido cálido de representantes como SANTANA, y porque no decirlo, también retrata muy bien el ambiente en el que se mueve una banda nacional como era BARRABÁS, con un bagaje excepcional, y que tal vez no llegó a obtener la repercusión suficiente. Poco a poco la instrumentación va retirándose para dejar espacio solo a las percusiones y las voces que se recrean consiguiendo una atmósfera atípica en esas tierras teutonas. Dividida en dos partes muy diferenciadas, la segunda da inicio a una oscura en la que bajo y guitarra trabajan a todo trapo conduciendo al término de este largo track.
El comienzo del segundo vinilo, puesto que se trata de un doble, se inicia con Wild river, otro trabajo de miscelanea musical, southern rock, jazz, funk. Después Highway Seeker, otro extensísimo rock que no deja más espacio en la cara 3. Solidez compositiva en la que la variedad de estilos va a ser de nuevo un hecho. Estallidos de guitarra a lo JIMI HENDRIX con un movimiento firma del extraterrestre, y velocidad en los acordes propio de CREAM; Joey toca de manera incendiaria y desbocada con salvajes descargas improvisando, de manera que cuando ya se cansa de devaneos vuelve a la melodía principal y se cierra la jam tras más de 16 minutos.
El corte que arranca en la última cara, We give you everything you need, es otros de esos en los que confluyen todo tipo de estilos, destacando sobre todos los demás las percusiones latinas, coros y guitarra funky, de manera que no se sabe como derivará, y menos es directo donde la improvisación es otro elemento a tener en cuenta. En este caso coincidiendo con el preludio de lo que supone la finalización del concierto, los músicos hacen una batería individual de habilidades con su instrumento, uno detrás del otro, y es así como se van nombrando a cada uno de los músicos jaleados por la audiencia.
Acabado el concierto y a petición del público tocarán dos bises, Going down de FREDDY KING, en una versión muy personal y acertada con un piano eléctrico y una steel guitar fantásticos. Ya por último será con See you tomorrow in the sky, pieza trepidante y eléctrica de su cosecha, con la guitarra de Albretch encarnada nuevamente por el espíritu de Hendrix.
Epílogo en vivo de una atípica banda de Krautrock que supo ser original en su sonido con un conglomerado musical que pocos saben manejar tan acertadamente.
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