"El concierto en el Cheetah Club fue la ocasión en la que Syd decidió que su cabello con la permanente estaba demasiado rizado y tenía que alisárselo antes de salir a tocar. Envió a alguien a por un tubo de gel para el cabello, que luego se aplicó en grandes cantidades para solucionar el problema. Calzado con un extraordinario par de botas verdes atadas con cordones elásticos, pisó el escenario y una vez más desafinó su guitarra a lo largo de la primera canción. En un ataque de ira, Roger se hizo un corte en una mano al golpear con furia su bajo. Le habían dejado un bajo Vox con forma de pera al que le faltaba la protección de las cuerdas, por lo que siguió lastimándose la mano al tocar en esa parte del instrumento. Al fina del concierto hizo añicos el bajo. Su propietario, que parecía estar muy contento, recogió los trozos en una bolsa tranquilamente."("Dentro de Pink Floyd")
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
martes, 16 de septiembre de 2014
Los conciertos de unos pocos conocidos Pink Floyd
Año Cero: 1964
"El 64 será el año de los grandes grupos, del despertar de guitarristas como Eric Clapton o Jeff Beck, de la verdadera toma de conciencia de una generación joven que descubre que hay una cultura joven hecha por todos los jóvenes y que la cultura adulta se cae. También será el año del nacimiento de los clubs beats, de la explosión de las discotecas y de las modas que cambian todos los gustos vigentes. Aún no se había digerido el fenómeno de los Beatles como caballeros solitarios y allí estaba una tropa de retaguardia para dar sentido generacional al pistoletazo de salida dado por los muchachos de Brian Epstein. Todo sucedió tan deprisa que, hasta mediados de los 70 nadie se paró a considerar, con detalle, lo sucedido. Fueron diez años de locura presidido por este demoledor 64 que no dejó títere con cabeza, como si desde la música beat hasta la protest-song todos los protagonistas hubieran hecho un frente común para derribar el búnker de lo heredado."("1954-1984. 30 años de Rock")
domingo, 7 de septiembre de 2014
JETHRO TULL - STAND UP (1969)
Ian Anderson.............Flauta,
órgano, guitarra acústica, piano, mandolina, voz, etc.
Martin Barre..............Guitarra
eléctrica y flauta
Clive Bunker...............Batería
y percusiones
Glenn Cornick.............Bajo
1ª cara:
- A new day yesterday
- Jeffrey goes to
Leicester Square
- Bourée
- Back to the family
- Look into the sun
2ª cara:
- Nothing is easy
- Fat man
- We used to know
- Reasons for waiting
- For a thousand mothers
2º volumen lanzado por esta mítica
banda de extensísima trayectoria cuyo estilo creó escuela influenciando a gran
cantidad de agrupaciones de rock de todo tipo y que continúan hoy en día
trabajando. Después de tantos años al pie del cañón y diversos músicos que han
ocupado sus estancias me atrevo a decir que la formación que se recoge en este
álbum generaría los mejores trabajos de la banda y que nunca llegarían a ser
igualados en originalidad por otros posteriores.
Estoy de acuerdo en que éste no
es su mejor Lp, de hecho tenían que pulir todavía sus formas y crecer pero sí
que es cierto que se trata de un trabajo genuino, auténtico, realizado muy
artesanalmente sin apenas hacer uso de vatios de potencia para dar más
sensación de fuerza.
Es tal la calidad y dominio que
demuestran estos personajes, que sus temas caracterizados por una
instrumentación mayormente acústica donde la guitarra eléctrica apenas se va a
desatar son realmente exquisitos y dotados de unas melodías deliciosas. La
ambientación del disco está impregnada de ese folk inglés juglaresco que no
abandonarán ya y que aquí está especialmente presente. Estupendo "Fat
man", mi preferido. Una canción sencilla con unas percusiones y un aire
folk muy divertido.
El sonido de blues que arranca
de sus raíces es también muy remarcado observándose muy claramente en el primer
corte con el que arranca el álbum que parece ser diferente del resto, muy blues
y con una voz que no termina de ser la misma que luego escucharemos.
Música sin muchas
complicaciones. Desarrollos para nada enrevesados como encontraremos en su obra
más adelante donde los niveles de complejidad llegarán a ser elevados.
Resaltar el inmenso trabajo de
Anderson en los instrumentos que interpreta con atención especial en la flauta
que toca, muy contenido, y que juega un papel muy importante a lo largo de este
Lp. Su aportación en "Stand up" es esencial, erigiéndose en el líder
carismático que será de aquí en adelante, cargando con gran peso de la obra a
sus espaldas.
La seña de identidad que
caracterizará a este cuarteto está ya más que forjada; conteniendo los típicos cambios de ritmo tan
reconocibles en ellos. Sólo les falta más potencia, complejidad y rotundidad.
Pero eso llegará sin tardar mucho tiempo.
PUNTUACION: (De 1 a 10): 8,3
domingo, 27 de julio de 2014
MC DONALD AND GILES - McDonald and Giles (1970)
Ian
McDonald..............Órgano, piano, guitarra, saxo, flauta, clarinete, voces
Michael Giles................Batería,
percusiones y voz
Peter Giles....................Bajo
Steve Winwood.............Órgano
Michael
Blakesley..........Trombone
1ª cara:
- Suite in C including
Thurham Green, Here I am and others
- Flight of the Ibis
- Is she waiting?
- Tomorrow's people -
the children of today
2ª cara:
- Birdman
a) The inventor's dream
b) The workshop
c)
Whisbone ascension
d)
Birdman flies!
e)
Wings in the sunset
f)
Birdman - the reflection
Tras el sorprendente y rompedor
primer LP de KING CRIMSON que supuso un éxito rotundo en su debut nadie podía
presagiar que la formación se quebraría tan rápidamente; hasta tal punto que después
del segundo , Fripp y Sinfield serían
los únicos que mantendrían el tipo.
Uno de los miembros más
creativos que no tardó en abandonar la nave a las primeras de cambio fue el
multi instrumentista Ian McDonald, un hombre con una personalidad rotunda que
no se conformó y quiso continuar por su cuenta. Y no tardó nada en hacerlo
puesto que al año siguiente editó su primer trabajo en solitario escribiendo y
componiendo, acompañado de otro de los miembros que no tardaría en abandonar
las filas de KING CRIMSON, el batería Michael Giles.
Su escucha nos revela hasta qué
punto tuvo influencia su trabajo en K.C. puesto que muchos de los temas que
encontramos tienen una atmósfera y unos detalles que suponen que bien podrían
hallarse inmersos en "The 21Th Century...." o en "In the
wake...". Es decir , una vez fuera del supergrupo va a dar rienda suelta a
todas aquellas ideas que todavía tenía en la recámara y les va a dar forma en
un nuevo proyecto.
Es una obra muy ecléctica con
improvisaciones e incursiones jazzísticas en algunos pasajes; engloba cortes de carácter intimista donde la
sensibilidad y delicadeza del autor se pone de manifiesto; pero también hay
instrumentales con gran colorido, muchas variaciones, arreglos complejos y
brillantes a cargo de abundantes instrumentos de viento de todo tipo y por
supuesto también orquestación.
Michael Giles a la batería es
una garantía de buen sonido, trabajando con su particular estilo, que a mi
particularmente me parece muy interesante y es uno de mis predilectos. Se hace
acompañar en la base rítmica de su hermano Peter Giles con un bajo potente y
con mucha participación en la estructura de las canciones. Y nada que decir de
Winwood, un hombre prodigioso a las teclas que se ofreció a colaborar para esta
ocasión.
La joya del álbum es la segunda
cara que es ocupada por un sólo tema dividido en varias partes muy diferenciadas.
Un bloque conceptual que va pasando de momentos etéreos y sensibles a otros
donde surge una explosión de instrumentos que produce una maraña de
improvisaciones y sonidos de todo tipo para desembocar en un final a cargo de
un piano magnífico que va repitiendo unas frases y cada vez se van añadiendo
más y más instrumentos formando una atmósfera densa y que solo se detendrá en
la culminación del final.
Un gran trabajo con el que
disfrutaremos de la faceta creativa de McDonald y que remueve nuestro interior.
PUNTUACION: (De 1 a
10): 8
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