La primera vez en palabras de Brian Epstein

"El ambiente estaba enrarecido, húmedo y todo estaba en una penumbra. De inmediato me arrepentí de haber entrado allí. El ruido era insoportable y de los altavoces resonaban ante todo canciones norteamericanas. Pero entonces aparecieron The Beatles.

 

Era la primera vez que los veía. Su apariencia no era muy cuidada y parecían algo sucios. Mientras tocaban, iban fumando, comiendo, hablaban entre sí y hacían como si se pelearan. Por añadidura, actuaban de espaldas al público,  a algunos de los espectadores les gritaban algo y continuamente se reían de sus propios chistes. Pero era evidente que allí reinaba una enorme excitación. Poseían una potente fuerza de atracción. Quede fascinado."

                                                                        (El mundo de la música pop)

KAYAK - See see the sun (1976)

Ton Scherpenzeel.........Teclados, piano y clarinete

Pim Koopman..................Batería, percusiones y voz

Cees van Leeuwen...........Bajo y harmónica

Johan Slager.....................Guitarras y voz

Max Werner.....................Mellotrón, percusión y voz

1ª cara:

- Reason for it all

- Lyrics

- Mouldy wood

- Lovely luna

2ª cara:

 - Hope for a life

- Ballet of the cripple

- Forever is a lonely thought

- Mammoth

- See see the sun

Forjado en los países bajos y concretamente en Holanda bajo la rica escena progresiva desatada allí, estos novatos debutarán con este álbum con mucho acierto y buenas perspectivas. Liderados por un magnifico músico y compositor de estudios clásicos, Scherpenzeel, le acompañaran en la andadura otros compañeros del conservatorio. Eso significa que desde el comienzo las composiciones van a ser trabajadas con esmero, cuidando los detalles, buscando la perfección con algo de pretenciosidad e intentando construir desarrollos y texturas interesantes para el oído de un aficionado al sinfónico y progresivo.

"See see the sun" es un producto en el que se busca el equilibrio entre progresivo y sinfónico, consiguiendo hacerlo muy igualado. Necesitan obtener un sonido melódico y las texturas vocales que ofrecen a lo largo de toda la película contribuyen a ello de una manera esencial, entremezcladas con los paisajes sonoros elaborados en busca de expansión instrumental que den la fuerza y el cuerpo para arropar los juegos de voz. El uso del mellotrón es un recurso muy utilizado al que se le saca partido.

Es increíble el poder de seducción de bandas como YES y enorme la escuela creada que ha cristalizado en muchos grupos de vida paralela y de décadas posteriores, KAYAK desde el arranque de las primeras notas y acordes dejan patente la enorme, aplastante diría yo, similitud con el sonido del YES de "Close to the edge" con una guitarra calcada a la de Steve Howe y no digamos nada el bajo, que parece estar en manos del mismísimo Squire, que obtiene un protagonismo análogo con ese sonido característico contundente y cortante que en ocasiones parece realizar más trabajo que la guitarra de Slager.

Ton Scherpenzeel peso pesado en el núcleo del quinteto sin embargo anda por otros derroteros y parece decantarse por el gusto de los teclados, las atmosferas y los ambientes creados en GENESIS, una labor fantástica conformada por Tony Banks que cautiva a Tom y le lleva a la necesidad de cultivar ese tipo de conglomerados.

Sin embargo el impronunciable Scherpenzeel, más adelante cuando las cosas se ponen feas, abandonará la formación por un largo periodo de tiempo, hará sus pinitos en solitario y aprovechando la ocasión se sumará a las huestes de sus amigos de CAMEL, que también sufren profundas transformaciones, intentando encontrar de nuevo el rumbo correcto.  

Otro punto fuerte del disco son las armonías vocales que se desarrollan con mucha asiduidad, apareciendo en casi todos los cortes, algo primordial a lo que se le da importancia donde se preservan los detalles dotando a los temas de ligereza y melodiosidad en contraposición a la complejidad instrumental que no llega a niveles farragosos ni a cargas pesadas. 

El último de los grandes

"Una noche, durante la cena, acordamos con Douglas que si daba con algún nombre para el álbum que nos gustara, haríamos una donación para la obra de caridad que él eligiera. Meditó un tiempo y sugirió The Division Bell. Lo que nos irritó de verdad era que se trataba de una frase que ya estaba en las letras del disco: realmente deberíamos haberlas leído con más atención. 

          Armados por fin con un título definitivo, Storm Thorgerson se presentó con una gran variedad de ideas sobre el diseño; al final acordamos el concepto de un para de cabezas que al juntarse formaban una sola en una especia de ilusión visual. Storm es famoso pro insistir en hacer las cosas de la manera más auténtica posible, en vez de utilizar trucos, por lo que las cabezas (que finalmente se construyeron, después de varios intentos, 
tanto en piedra como en metal) se instalaron en un campo apropiado en algún lugar cerca de Ely."
                             
                                                              (Dentro de Pink Floyd)  
 

Idolos de la juventud en los 50

"Todo fenómeno necesita una imagen, y Elvis fue la del rock and roll: guapo, diferente, con una voz única, blanco, muy americano y buen hijo. La combinación perfecta. No tenía rival. Antes que el mismo Elvis, el más famoso fue Fats Domino, que ya tenía 17 discos de oro en su haber. Pero, como indica su nombre, Fats era obeso, poco agraciado y negro.

Chuck Berry y Little Richard, los grandes pilares, también eran negros. Jerry Lee Lewis, Carl Perkins o Gene Vincent sí eran blancos, pero sin la garra de Elvis salvo el primero, aunque no tuviera su voz. Hay que insistir en que el racismo era intenso en los años cincuenta, y lo siguió siendo hasta que en los años sesenta comenzó la verdadera lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos.

                                                     (Historia del Rock. Sierra i Fabra)