Jill
Saward.....................Flauta, voz y sintetizadores
Colin Dawson..................Guitarra
Dave Cowell...................Bajo,
harmónica
David Bell......................Batería
Sten
Land......................Guitarra, sintetizadores, percusión
1ª cara:
- Fanfairy Suite For 1,000
Trampits - Pt. One
- Sonata in Z
- Have I left the gas
on?
2ª cara:
- Ok boys, now 's our
big chance
- Skeleton in armour
-When my momma's not
at home
- Don't be silly,
Jimmy
-Talk to the man in
the sky
- Fanfairy Suite For 1,000
Trampits - Pt. Two
Fugaz existencia la de esta banda inglesa, lástima porque
parecían prometer a base de un estilo progresivo donde se atrevían con todo. Su
testimonio se caracteriza por su dinamismo, eclecticismo y su torrente musical,
una vorágine imprevisible, capaces de llevarte de un extremo a otro constantemente
subidos en un frenético ritmo de batería.
La voz es uno de sus baluartes, una voz fémina de gran
personalidad, brava, potente, desgarrada en ocasiones, capaz de adaptarse a las
circunstancias del terreno, incluyendo variedad de registros y jugando un
puesto preponderante en toda la obra.
Composiciones construidas con contrastes como denominador
común, dando varios giros de orientación drásticos en un mismo tema que le
aportan frescura y sorpresa. La guitarra es otro elemento destacado protagonista
y conductor, cargada de buena dosis de blues, infunde rebeldía. Aguda y un poco
ácida combina un rock endurecido con pasajes de trasfondo jazzie y alguna incursión pop. Música enérgica y condensada que nos
lleva en volandas a todo tren.
Llegados hasta aquí podemos deducir que las melodías son muy
complejas y a su vez sólidas. Se puede decir que están a la altura de unos GENTLE GIANT en su enredo, pero más
cercanas a JETHRO TULL (Talk to the man in the sky) en su
esencia y performance juglaresco. Otras formaciones comparables serían BABE RUTH ó COLOSSEUM, incluso hay pasajes que recuerdan a coletillas y
variaciones muy frecuentes en el progresivo italiano.
Temas enmarañados pero coloristas y versátiles donde no
dilucidamos un hilo conductor, un patrón que nos atrape. Arreglos profusos y
elaborados con instrumentación de viento en su mayoría y gran uso de la flauta
travesera con solos virtuosos. Los teclados tienen una participación
fundamental en la creación de un sonido compacto de fondo, pero cediendo las
riendas de tiro a la guitarra.
Disco muy completo y vibrante que no defraudará a ningún
amante del progresivo.