"Cinco días después, el 10 de julio, Brian fue enterrado a casi cuatro metros de profundidad en el cementerio de Cheltenham para impedir el asalto de posibles ladrones de cadáveres. Fue sepultado en un ataúd de bronce y plata, recién llegado de Estados Unidos y pagado por Bob Dylan.
Pero al entierro solo acudieron Charlie Watts y Bill Wyman. Keith Richards se negó, mientras que Mick Jagger y Marianne Faithfull estaban volando hacia Australia, donde Mick Jagger filmaría la película Ned Kelly; mientras Marianne Faithfull sería ingresada en un hospital de Sídney, victima de un shock por culpa de la heroína.
Es curioso que los más sentidos y dolidos pésames fueran los de Jimi Hendrix y JimMorrison, que no tardarían en morir, formando el club de los veintisiete años. Todos murieron a esa edad, como Janis Joplin y Amy Winehouse. Los Doors incluso escribieron Tightrope ride en su honor. Mick Jagger se acordó de Brian en Shine a light, la canción de Exile on main street que sirvió para el título del documental dirigido por Martin Scorsese."
(Julián Ruiz: El sargento Pepper nunca estuvo allí)
Dog..............................Guitarra
eléctrica y acústica
Stu
McDade.................Batería
John
Taylor..................Bajo
Derek
G. Miller............Teclados, mellotrón, piano
1ª
cara:
-
You are
-
Seasons
-
April '73
-
Song for Tavish
-
A prayer
2ª
cara:
-
Brotherly Love
-
Those were the days
-
Jenny
-
Title Track:
a)
Breach
b)
Ad infinitum
Este es uno de esos
discos, que pocos segundos después ponerlo, sabes no muy bien
porqué, pero te va a entrar a la primera y de tirón. Es una
sensación de seguridad profunda de la cual desconocemos su origen,
pero está ahí, es instintiva y nunca se equivoca, posiblemente
producto de años escuchando música del género. Y no es que One
contenga música fácil de digerir, comercial, ni nada parecido, pero
tiene "algo" que nos permite identificar que va a ser un
gran descubrimiento.
Formación
desconocida, de la cual prácticamente solo existe este registro,
tras este álbum no vería nada más la luz hasta 1994, donde
surgieron de pronto nuevamente, con casi todos los miembros no
originales (solo se mantuvo Miller), para volver a desaparecer otras
dos décadas. Procedían del Reino Unido (Sutherland) y de su
proyecto debut solo llegarían a imprimirse en aquel momento 1000
copias, cifra ridícula que aseguraba su anonimato, más todavía en
un momento en que el rock progresivo estaba en pleno clímax,
abarrotado de bandas. Para acabar de empeorar las cosas se
embarcaron en circuitos maltrechos y eventos estrafalarios de manera
que apenas fueron presentados a prensa ni medios populares. Después
llegaron los años 80 y con los drásticos giros de las corrientes
musicales el Circo dio por terminada la función.
No supieron abrirse
camino, algo que es difícil de entender escuchando su obra inicial,
músicos que muestran un saber estar y una veteranía a pesar de su
juventud, fuera de dudas. A eso hay que sumarle que contaron con una
producción de lujo, que vamos a poder apreciar a lo largo de toda
la escucha. En el apartado de ingeniero de sonido encontramos a John
Etchells, un experto en su terreno que trabajó con David
Gilmour, Dire Straits ó Spandau Ballet,
entre otros. Junto a él colaboró Ron Richards,
personaje de gran experiencia que produjo para estrellas como
Beatles, Gerry and the Pacemakers,
descubridor de The Hollies. Y para completar el
triplete, Tony Hymass a cargo de la conducción de los
arreglos, una maravilla, que tocó con músicos del calibre de Jack
Bruce y Jeff Beck.
Su sonido es
profusamente épico con un tratamiento de teclados muy puro, ocupados
en llevar el peso de las composiciones, convirtiéndose en los
protagonistas de la gran dimensión que alcanzan los temas con el
mellotrón como instrumento estelar, causante de la grandilocuencia
que adquieren muchos instantes. Otro punto importantísimo son los
arreglos de cuerda a cargo de orquesta mayoritariamente de violín,
perfectos, cuidados, exquisitos, que te retrotraen a los realizados
por Alan Parsons en su "Project" y que
a veces se reenganchan a la línea instrumental principal. Sus
influencias no son claras, pero encuentro semejanzas con MANFRED
MANN EARTH BAND en la guitarra de Dog y su
interrelación con los teclados de Miller, unas veces
siguiéndole la frase del órgano, otras construyendo sus propios
desarrollos. En la construcción instrumental con el mellotrón
encuentro algunos coletazos de unos KING CRIMSON de
inicios, y en algunos temas la guitarra acústica ataca el tema
dentro de una performance en la línea de unos WHO de su disco
Tommy o en unión con Miller rescatan un sonido de
guitarra "Steve Hackett" propio de Nursery
Crime.
La mayoría de los
temas no son extensión estándar del progresivo, no se producen
grandes desarrollos instrumentales cargados de virtuosismo, pero
tienen un equilibrio conjunto que no dejan dudas sobre su brillantez.
Su trayectoria es ir de menos a más, concluyendo en importantes
finales épicos y explosivos elevados por la carga instrumental a
apoteósicos, de tal forma que nos queda la sensación de brevedad,
de que deberían haber seguido sacando más partido a la magnífica
melodía con la que han terminado la pieza.
Estilo
progresivo-sinfónico dentro de los cánones establecidos, siguiendo
la pauta escrita por los grandes, podría parecer que sería
suficiente para triunfar, tenían todos los ingredientes para
lograrlo. Delicadeza y potencia en una combinación difícil de
llevar a cabo donde es fundamental la profesionalidad y la
compenetración de todo el equipo.
Una sección
rítmica competitiva y solvente, su batería será quién se ocupe
de escribir las canciones mayormente con un tempo clásico de los
grandes progresivos. La guitarra de Dog se transforma viajando por la
psicodelia, entrando al espacio hard en Brotherly love
con unas guitarras en paralelo, surcando emociones con la acústica
en Jenny y flirteando detalles de Jazz y blues en
diversos momentos del disco, trabajando bendings y delays.
Los teclados de Miller son firmes, envolventes, inquietantes, usando
capas lineales crea ambientes abiertos, oxigenados llegando a ser
pomposos y épicos por el mellotrón, sobre los que se enroscan
espirales de arreglos de violín hasta el punto de producirse un
sellado que los hace indistinguibles unos de otros.
La voz estaba a
cargo de Paul Robson, solo se tenía que ocupar de eso,
y lo hacía con pericia cumpliendo con una gama de registros
suficientes como para superar la prueba con garantías, sin
aspavientos, con la expresividad suficiente , efectiva y con ayuda de
algún falsete para los agudos.
Como anécdota,
Title track, su pieza más extensa tiene una irrupción
que me recuerda tremendamente al inicio de Dark Side of the
moon, con ese avión que sobrevuela por encima de nuestras
cabezas para estrellarse finalmente, solo que aquí es versión
reducida.
Parecían tener el
horizonte muy claro, el estilo definido y un potencial creativo y una
proyección, que nunca sabremos hasta donde podía haber llegado, si
estos chicos hubiesen continuado al frente. Una lástima.
"Nunca traté conscientemente de ser uno de los mejores percursionistas y no lo quiero ser. Muchos chavales se acercan a mi y me dicen: "Hay un montón de baterías mejores que tú" o cosas parecidas.
Buddy Rich (Batería de jazz)
Pero disfruto tocando lo mejor que puedo, y esa es la razón por la que lo hago. No digo que sea mejor que Buddy Rich. Pero no toco lo que no me gusta. Soy un batería simple y directo, y no pretendo ser mejor de lo que soy"
Eddie
Jobson...................Teclados, sintetizadores, violín eléctrico
1ª
cara:
-
Out of the blue
-
Pyjamarama
-
The bogus man
-
Chance meeting
-
Both ends burning
2ª
cara:
-
If there is something
-
In every dream home a heartache
- Do the strand
Si en la última
reseña escribí sobre los trabajos en solitario de su guitarrista,
justo es hablar en este ocasión de la banda a la que perteneció y
con quien conocería por primera vez la miel del éxito. Aunque en
paralelo hizo sus pinitos, Manzanera en ningún momento
abandonó la disciplina de ROXY y contribuyó desde el primero
al último de los álbumes que sacaría la banda, disuelta en 1982.
Recuerdo que le
compré este disco a Miguel allá por 1989, un colega que tenía una
pequeña, muy pequeña tienda en Residencial Paraíso, una especie de
urbanización de altos bloques en el centro de Zaragoza. Duró poco
la historia, vendía demasiado barato, era una buena persona y en los
negocios no se pueden tener muchos escrúpulos si quieres salir
adelante. Pero sirvió para abrirme la puerta a un mundo desconocido
de grupos, ya que en aquella época, sin internet, la información
sobre la música de los 60 y 70, era ROLLINGS, BEATLES....y poco más.
Este disco contiene
el testimonio en vivo de la banda, el único que se publicó, al
menos durante su vigencia como grupo, luego aparecieron
posteriormente otros más completos. Es una recopilación de temas
extraídos de distintas actuaciones en conciertos de giras celebradas
entre 1973 y 75 coincidiendo con sus inicios y sus 2 primeros
álbumes, tal vez su mejor época. También contiene algún corte que
nunca fue incluido en Long play, pero sí apareció como single, como
es el caso de Pyjamarama, que como se puede
apreciar, es una de las piezas más agradecidas por el público,
con enfervorizados aplausos. El sonido de la grabación es algo
deficitario, pero tengo que decir que ROXY MUSIC,
personalmente, es de esos grupos que me gustan más en vivo que en
estudio. No es el único caso, me ocurre con otros, y no sé
exactamente por qué, pero parecen dar más de sí en concierto que
con la producción que hay detrás del disco. No se sí os pasa a
vosotros algo parecido.
Se formaron en 1971,
en Londres, en un ambiente abarrotado de bandas de blues rock y
progresivo, que era lo que más abundaba en la esfera underground en
ese momento. Pero contaban con Brian Eno, un tipo
singular que iba a tener una trascendencia vital en su seno, a la
hora de conformar la personalidad del proyecto. Su visión de los
teclados y los ambientes creados con ellos iba un poco más allá,
comulgando con la naciente electrónica que surgía en Alemania,
inclinándose por la innovación y la experimentación. Sus ansias de
exploración hicieron que apenas dos años después de comenzar,
dejase la formación para iniciar una carrera meteórica en solitario
dentro de la experimentación con sintetizadores, creando gran
cantidad de trabajos inéditos y colaborando con otros músicos
siempre dentro de la vanguardia musical.
La salida de Eno
fue cubierta con gran acierto por Eddie Jobson, un
joven que además de aportar gran profesionalidad a las teclas
incorporaría al sonido de la banda, el violín eléctrico, un
elemento poco corriente entonces, que ya había utilizado con
brillantez en CURVED AIR , conocido combo de progresivo
al que perteneció durante una temporada. Hay que reconocer que la
partida de Brian Eno supuso una gran pérdida, y
aunque supieron encajar el golpe con un nuevo trabajo brillante, el
concepto musical se resintió, perdiendo gran parte del aspecto
experimental que fluía en pos de un sonido más abierto hacia el
poprock. Es entonces cuando queda definitivamente consolidado el
liderazgo de Brian Ferry, que alguna vez luchaba por
imponerse sobre el de Eno.
Ferry, Mackay y
Eno habían estudiado juntos Bellas Artes en prominentes escuelas
británicas durante los años 60, de ahí proviene la fuerza de las
portadas de los Lp's, y de sus presentaciones en vivo. Centrados en
el concepto común de la mujer como modelo, siempre cargado de
sensualidad y fatalidad, quedará reflejado en el diseño de todas
las carpetas, y Ferry escribirá una serie de letras
dirigidas siempre a mostrar esos aspectos, envueltos en sueños de
bellezas inalcanzables, mujeres integrantes de revistas de moda,
fascinantes y de aire pérfido.
En 1976 se abre un
largo paréntesis de 3 años, hasta que vuelven a reunirse de nuevo
para grabar un nuevo álbum de estudio. Todos sus miembros
aprovecharían ese lapsus para publicar sus obras en solitario.
Musicalmente ya han perdido gran parte de su personal sonido y se
encuentran enfocados en crear canciones más comerciales pero con
glamur y cierto prestigio instrumental, triunfando todavía con
algunos de sus temas, hasta llegar a 1982 donde pondrán fin a la
aventura, pero con buen gusto. Tal vez no se les ha reconocido todo
lo que se debería. Su influencia ha sido extensa, muy reconocida en
el mundo del punk rock, y en estilos que fueron apareciendo a finales
de década, como fue el tecno pop, new romantics, el
synth pop o la new wave......
La voz de Ferry
fue determinante, entre irónica, frágil e inestable o transgresora,
causó sensación desde un primer momento, con ciertos tintes
próximos al mago Bowie. Atraerá a los soldados destinados a
derrocar el establishment con el punk por bandera. Sin embargo
se podían descubrir otros matices en su voz, como la sensualidad, la
elegancia, el efectismo, la teatralidad, una nueva forma de tratar
los textos que removió algunos cimientos del rock, sobretodo dentro
del progresivo que era la esfera donde más se habían involucrado
desde el principio, aunque también fueron seguidos por público de
otros círculos como el glam o el disco.
Profesaron un rock
progresivo que se salía de las líneas generales. Una voz diferente,
unos teclados vanguardistas, saxo, oboe, violín eléctrico junto a
la fiel guitarra de Manzanera que había nacido de las raíces del
blues, pero que camaleónica era versátil y adaptable a las nuevas
situaciones que iban surgiendo, capaz de estallar cuando es
necesario. Como ya dije, una guitarra nunca bien ponderada, tal vez
por su participación junto a dos estrellas, Ferry y Eno, que siempre
eclipsaron el trabajo de los demás. El bajo en esta ocasión es
mayoritariamente tocado por John Wetton, un ilustre que deja su
inestimable huella de la que podemos deleitarnos en esta grabación
en directo.
Los temas extensos
en general gozan de largas fases instrumentales , con cadencias
rotundas, descendentes y compases de 4 tiempos inherentes al rock. El
saxo le confiere un aire anárquico y desenfadado con líneas que
nublan la melodía de las composiciones a base de cadenas tensas en
una función parecida a la que realizaba en muchas ocasiones Jackson
con los VDGG. A eso hay que añadir que Ferry saca la vena gamberra,
y la anarquía se reboza de exageración vocal, haciendo que la
música resulte impredecible en su definición. Tomará buena cuenta
de ello David Byrne en sus escarceos con TALKING HEADS,
que asumirá el papel de Ferry, así como otros grupos punk y new
wave, estableciendo un cariz que crea escuela, donde la voz obtiene
un papel provocador y reivindicativo, pasando a un segundo plano su
interés melódico.
Ritmos y sonidos de
teclado innovadores, con una performance que resalta frescura,
remozan toda esa intensidad de saxo y voz comentada, volcados hacia
la experimentación en un primer momento en la era ENO, se
salen de los marcos establecidos en el progresivo acercándose a
otras disciplinas y jugando en los bordes. Su originalidad ejerce
una tremenda influencia, cuentan con la saturación de atmósferas
cargadas amenazadoras, con un sonido oscuro que recoge y refleja las
tristes historias de Ferry.
En síntesis su
puesta en escena se puede definir como una amalgama de
experimentación, sonidos modernos enfrentados con otros clásicos,
integrada la aportación de violín y oboe, eso sí electrificado
(clasicismo modernizado) y con feedback, resultando un combinado que
aporta nuevas vías de exploración y catálisis: Un puente entre lo
antiguo y lo moderno en el rock.