sábado, 4 de mayo de 2024

JULIAN JAY SAVARIN - Waiters on the dance (1971)

 


John Dover........................Bajo

Roger Odell.......................Batería

Lady Jo Meek....................Voz

Julian Jay Savarin..............Teclados, arreglos e historia

Nigel Jenkins.....................Guitarra y flauta


1ª cara:

- Child of the night 1 & 2

- Stranger

- The dead of Alda

2ª cara:

- Dance of the golden flamingoes

- Cycles

- Soldiers of time


Un año después de su lanzamiento inicial, volvieron a la carga con este nuevo LP en la línea del anterior. Basado en la novela escrita por Julian, hace que estemos ante un disco conceptual de carácter dramático. Una novela de ciencia ficción con tintes oscuros y acontecimientos nada positivos, que arrastran a la humanidad a paisajes e historias apocalípticas. En esta ocasión el músico dominicano no contó con el mismo personal del álbum anterior. De la voz femenina se ocuparía Lady Jo Meek, hermana de Anna integrada en la banda CATAPILLA. Una voz más cercana a la de Annie Haslam pero sin llegar a sus agudos, ni su profundo fondo. Este sería el álbum perteneciente al segundo libro de una trilogía; el tercer libro llegó más adelante pero no llegó nunca a completarse con una banda sonora.


El vinilo arranca con teclados graves, mareas de teclado que fluyen en olas y olas, que por sus características interpretativas estaría considerado como un progresivo muy crudo, naciente, dentro de lo que se llamó proto-progresivo, sin embargo por las fechas, el estilo ya estaba en plena adolescencia o juventud. El órgano se muestra espeso, pesado, omnipresente, llegando a fases en que estaría dentro del 'Sacro', la guitarra ruge distorsionada y áspera y son los pilares de todas las composiciones en constante conversación, todo un discurso psicodélico . Esa sonoridad oscura se contrapone a la dulzura de la flauta y a la voz de Lady Jo que enarbolan la parte positiva del álbum.

La tensión musical va en aumento, el mellotrón también hace su aparición y momentos orquestales de cuerda nos sorprenden gratamente en algunas partes de los temas, la ambientación es realmente dramática, sobre todo cuando la guitarra se muestra especialmente dura y afilada. El bajo se muestra en una onda ELOY, y es entonces cuando más me recuerda a sus primeros discos, Inside, Floating, los más primitivos y psicodélicos de los alemanes. Pero en otras ocasiones escuchando a Lady Jo me viene a la cabeza sin embargo unos iniciales CURVED AIR, con un timbre similar al de Sonja.



En Cycles, la guitarra cambia, incluso podemos hacer lectura de sus arpegios y acordes, baja su potencia y nos sorprenden con una pieza corta de brillante jazz acompañando a la par el órgano. El sonido es categórico y épico y se producen unas secuencias análogas a las que realizaban en FOCUS, Jan Akkerman y Thijs Van Leer.


Se cierra este corto álbum de apenas media hora con Soldiers of time, un corte en el que Lady Jo nos hace una presentación y un cierre algo descorazonadores, pero con una música menos oscura que las anteriores y con una melodía que me resulta familiar, pero no acierto porqué. Sencillo final que nos deja negros nubarrones en el horizonte.

Para los que son amantes del progresivo clásico a base de hammond y mellotrón resultará un álbum a la par delicioso y breve, se hace demasiado corto. Excelente banda sonora para una lectura que nos sumerja en mundos fuera de lo común, tal como el músico-escritor deseaba.






sábado, 27 de abril de 2024

La gran manzana. 2ª parte

 


RICHIE HAVENS - CONNECTIONS (1980)

Richie fue la primera persona en abrir el mítico concierto al aire libre en Woodstock. No estaba previsto que fuera así, pero por circunstancias tuvo que hacerlo. Improvisó y el tema creado más tarde lo grabaría en estudio.





NEKTAR  - LIVE IN NEW YORK  (1977)

Este sería el primero de 2 conciertos celebrados en NY, por la banda de rock progresivo alemana, aunque formada por integrantes ingleses afincados en la ciudad teutona. Estuvieron mucho tiempo desaparecidos pero en este momento están en activo de nuevo.





RAY GOMEZ  - VOLUME  (1980)

Sorprendentemente este hombre a la edad de 15 años se dejó caer por España, y estuvo un tiempo formando parte del grupo instrumental por excelencia de los años 60, "Los Pekenikes". Allí demostraría a esa edad temprana su condición de guitarra.





GLORIA GAYNOR  - PARK AVENUE SOUND  (1978)

Por aquella época Gloria, éxito tras éxito se convirtió en la dueña de todas las pistas de baile, durante al menos 20 años.  Su música traspasó fronteras y Europa se rindió a sus pies.




 



 




Indigestión jurásica


 "Había nacido la era de los grandes dinosaurios en Inglaterra, ya fuera en el terreno del hard blues y el heavy rock (Led Zeppelin, Deep Purple, Uriah heep, Free....) como en el del progresivo (junto a los citados al inicio cabría añadir a Pink Floyd, Camel, Traffic, Gentle Giant o Curved air). Todo se hacía a un nivel mastodóntico. Las canciones, los discos, las giras, todo parecía obedecer a un cuanto más grande, mejor. Un ecosistema ideal para que los grupos de prog dieran lo mejor de sí mismos, porque si algo no cuadra con las orquestaciones clásicas, las suites de veinte minutos y los triples discos en directo es un presupuesto ajustado o una actitud timorata.

 



En cualquier caso y paralelamente a la corriente que podríamos llamar generalista, esto es, todas aquellas bandas adscritas al progresivo de raíz clásica aún cada una con sus particularidades, dos fenómenos aledaños merecen mención aparte en cuanto a Gran Bretaña: la escena de Canterbury, por un lado, y el folk-prog por otro."

                                                        (Rock Progresivo: Eloy Pérez Ladaga) 

 





domingo, 21 de abril de 2024

ANTARES - Sea of tranquillity (1979)

 


Lorenz Shulze..................Batería, efectos, guitarra

Marco Tessitore..............Teclados y voz

Ennio Barone..................Bajo y voz

Joseph Kali......................Guitarras


1ª cara:

- The leaving

- My girl friend

- Apollo 11

2ª cara:

- Galaxy

- Running on the meteors

- The return


Estamos ante uno de esos casos que suceden en condiciones desfavorables y que desembocan en un final rápido e indoloro. A estos chicos se les ocurrió publicar su primer trabajo en un año horrible para el progresivo, pero si a eso le sumamos que no destaca por originalidad, o un nivel de calidad que pueda sacarlo de la mediocridad, y llamar la atención de algún medio capaz de darle una merecida difusión, el resultado suele ser un ingreso en el mercado que pasa absolutamente inadvertido. En aquel momento la atención se había desviado a las nuevas tendencias que surgían del hartazgo juvenil, precisamente contra toda la corriente anterior. El panorama estaba saturado de progresivo setentero y lo que abanderaba ANTARES no era sino más de lo mismo.



Además su fabricación fue de pocas copias, con lo que su aparición y divulgación en las tiendas tuvo que ser meramente anecdótica, quedando como un producto que con los años, se ha ido convirtiendo en una especie extraña deseada por los coleccionistas. Sacarlo de su contexto es la única manera de valorar este álbum, una vez desaparecida toda aquella situación.


Siendo italianos, país donde el rock sinfónico y progresivo dio lugar a una ingente cantidad de bandas, es llamativo que fuera grabado en unos estudios de Noruega, en Oslo concretamente. Viendo la contraportada donde aparecen los músicos en el estudio, invita a pensar que fue en verano cuando se llevó a cabo la operación. La razón de aquella ubicación me es desconocida, pero hay que añadir que la concepción de las composiciones se realizó en Alemania.

Tras cumplirse 10 años del alunizaje del famoso Apollo 11, la primera nave tripulada que llegaba a posarse en nuestro único satélite, fue el motivo que sedujo a la banda para realizar un álbum conceptual con la idea de hacerle un pequeño homenaje.

Con la entrada de su primer tema las sensaciones no son buenas. Suena con un ritmo muy popero de la época, sonido comercial del momento, y cantando en un inglés bastante lamentable. La tonadilla no augura nada bueno, los temores de encontrarnos ante una "cagada progresiva" son reales. Con la escucha de los comienzos de la siguiente canción, My girl friend, las sensaciones mejoran y empezamos a reconocer una composición que se asemeja más a lo que se entiende por rock progresivo. Bella melodía de teclado adornada con guitarra acústica que le va con un guante a las teclas. Después podemos escuchar punteos de guitarra española magníficos y la confianza en el disco se convierte en esperanza.

Trabajan con material de última generación, sintetizadores Korg y Roland y guitarra Gibson con gran cantidad de pastillas. Sin embargo tengo la impresión de que no se han hecho con ellos, y no consiguen sacar el máximo partido de toda la maquinaria. En el corte Apollo 11, uno de los mejores del álbum, para crear una atmósfera espacial que ahonde en el oyente, utilizan efectos con el oscilador, pero resultan más bien tímidos intentos, quedándose en la intención. Suerte que es una gran composición y su creador sabe transmitir muy bien a través de un piano intimista, el asombro que debió producir en los astronautas la maravillosa visión del planeta tierra, nunca visto desde allí.



Dándole la vuelta al vinilo nos encontramos con Galaxy, otro tema donde predominan las guitarras acústicas y el punteo de la española, una fórmula que funciona con éxito y que vuelven a trabajar, acompañados de voces filtradas que dan un toque extraño. La pieza más elaborada posiblemente sea Running on the meteors, con algunos momentos jazzies en los teclados y nuevamente tímidos efectos. Y así llegamos a The return, el último segmento de esta pequeña historia, donde vuelven a las andadas, guitarra funky, ritmo popero e inglés horrible, poco que saborear. No es lo mejor que podían haber ofrecido al final, nos dejan con un mal sabor de boca. Alguien les podría haber explicado que según los estudios, las personas solemos recordar mejor siempre el inicio y el final de una colección.



El estilo de esta banda con aires de space se puede decir que estaría dentro de la órbita de formaciones como ELOY, PINK FLOYD, pero muy lejos de su grandeza. Más cercanos a lo que ofrecían BLOQUE ó TRIANA en nuestro país. Sonidos muy épicos en ocasiones, intimistas y teñidos de una melancolía que flota en el ambiente, aunque lejos del sonido de las clásicas formaciones italianas, más fríos y cercanos al sonido teutón, con una producción muy sencilla. Un vinilo de corta duración que ha creado espectación con el paso de los años por su singularidad y su dificultad para encontrar, pero que no esconde nada que no conozcamos ya.


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