domingo, 26 de enero de 2025

SAD CAFÉ – Sad café (1980)

 


Paul Young…………..…….Voz, percusiones

Ashley Mulford……...….Guitarra principal, coros

Ian Wilson….……………...Guitarra eléctrica y acústica, coros, percusiones

John Stimpson……….……Bajo, coros

Vic Emerson………………..Piano, sintetizador

Dave Irving………………….Batería, coros, percusion

Lenni Zaksen……………...Saxofón, coros


1ª Cara:

- La-Di-Da
- Digital Daydream Blues
- What Am I Gonna do
- Keep it from the troops

2ª Cara:

- Love today

- Losin’ you

- Dreamin

- No favours no way

- I’m in love again


Surgiendo de las cenizas de 2 bandas, una MANDALABAND, conocida en los círculos del estilo sinfónico y progresivo donde tuvo su fieles seguidores, y de otra GYRO, poco, muy poco conocida...de hecho es difícil encontrar información, al menos buceando a poca profundidad, tal vez más abajo… y perdiendo tiempo se pueda dar con algún dato referente, porque desconozco hasta el estilo de su música. Por parte de Mandalaband se incorporaron los miembros Ashley Mulford, John Stimpson y Vic Emerson. De parte de Gyro serían Paul Young e Ian Wilson.


Nacida en Manchester en 1976 tomó su nombre de una novela corta del escritor Carson McCullers llamada Ballad of the Sad Café, ese mismo año lanzarían su debut tras conseguir un contrato con Chrysalis, pero extrañamente fue grabado pero nunca vería la luz porque fue archivado. Después de tal fiasco, no dudaron en mudarse a otra discográfica, RCA y en su nuevo debut no dudaron en incluir composiciones de su trabajo archivado. Ya con su 3º álbum se interesó por ellos Eric Stewart un personaje importante miembro de 10 CC, que produjo el disco y también el 4º es decir, el que tenemos entre manos y cuyo título es raramente a estas alturas el homónimo.


Paul Young que tenía mucho arte y carisma sobre el escenario consiguió una buena legión de fieles seguidores atraídos por sus actuaciones en directo de manera que a finales de la década de los 70 adquirieron cierto reconocimiento con una audiencia que seguía sus pasos. Respecto a su homónimo, parte de la prensa especializada manifestó que era “más de lo mismo”, pero claro, decir esto de una agrupación como está, donde convivían un compendio de 7 músicos de profesionalidad contrastada que se había reunido para hacer lo que más les gustaba, es mucho decir…. Se puede considerar hasta un piropo, dado el nivel de este trabajo que analizamos. Lanzaron los sencillos “La-Di-Da” y “I’m in love again”, primer y último cortes del acetato como cebo. El primero con un estribillo muy pegadizo y una melodía sencilla y fácil de seguir que enseguida atrapa al oyente y que llama a bailar en la pista, pero siempre con distinción compositiva. La segunda igualmente atrapa alimentando el sentimiento expresando sensualidad con una instrumentación superior trabajando una atmósfera romántica. Pero no os engañéis, esta carta de presentación mejora con lo que viene después.

La segunda mitad de los 70 fue un periodo agitado, se avecinaban vientos de cambio en lo musical, las tensiones provocadas por el crecimiento exacerbado de las ganancias en las discográficas, el derroche, y la inestabilidad social, generó situaciones inciertas que poco a poco causaron indignación en la gente joven y por ende en los nuevos valores musicales. La agonía de los dinosaurios y el renacimiento de la pureza del rock a través del punk pusieron patas arriba el panorama de la industria, de forma que lo que valía hoy, mañana estaba obsoleto, el punto de mira cambió de dirección buscando el color verde de los billetes, una vez más.

En esta situación muchos grupos terminaron por desaparecer, no consiguieron adaptarse. Era reinventarse o morir. Había que replantearse el trabajo futuro, y eso llevó al final a unos y con ello a la nueva creación de otras bandas. Esos músicos sin proyectos y sin tener una idea clara de que camino tomar, fundaban nuevos combos. Atrapados por la incertidumbre intentan integrarse siguiendo las tendencias y así surgen formaciones como Sad Café, donde encontramos una miscelánea, un crisol de estilos. Todavía se detectan ecos del pasado que no acaban de sacudirse, pero que transforman inteligentemente a través de la magnífica instrumentación conduciéndolos hacia lo que pide el público, además los instrumentos se modernizan tomando material de nueva generación, la vanguardia poco a poco se va imponiendo.

Definir su estilo no es fácil pero lo que más se le acerca tal vez es el llamado “Soft Rock” que abanderaron también otros en esa época. Pero no se les puede encorsetar fácilmente. Ya que escuchando el disco se descubren dosis de varios estilos: Disco, pop, prog, soul incluso me atrevería a decir hard. De lo que no cabe duda es la valía de estos compositores con mayúsculas, la creación de su melodías complejas en su textura y sin embargo fáciles de asimilar con gusto comercial y una brillantez y precisión difíciles de superar. Son capaces de dejarnos perplejos con las combinaciones de diversidad instrumental plagadas de arreglos infinitos y ninguno igual que viajan constantemente por dentro de los temas. Las melodías surgen ricas en matices que sumadas a las voces de Paul en solitario y el resto a través de coros parecen actuar como un instrumento más. Todos saben cantar en mayor o menor medida y dotan de frescura y sensibilidad la mayoría de piezas. La diversidad de instrumentos que participan en la elaboración de las creaciones es enorme, una explosión para los sentidos.

Dreamin” es un corte que podría pertenecer sin complejos al 90125 de YES , con unos juegos de voces que recuerdan tremendamente a aquellas, y una guitarra hermana de la de Trevor Rabin, pero para eso faltaban unos pocos años. Keep it from the troops, es una pieza muy elaborada con grandes cambios de ritmo y tal vez con el sonido más duro de todas, reflejándose destellos de prog en ella. Las guitarras que aparecen en Losin’ you, parecen estar influenciadas por bandas coetáneas como BOSTON, imprimendo una cierta dureza a la melodía.

Otros cortes a tener muy en cuenta son What Am I Gonna do y No favours no way, donde se aprecian bastantes inclusiones de instrumentos de viento en los arreglos y voces de soul.

El grueso de la obra tiene una temática única, las relaciones amorosas con todas sus situaciones y sus entresijos: Desavenencias, sinsabores, sueños, pesadillas, incompatibilidades, el micromundo que se genera entre dos personas que nadie es capaz de conocer hasta el fondo. Parece ser una materia que les daba juego y que consideraban importante y todo ello visto desde diferentes perspectivas.

Para disfrutar de él, dejarse llevar y que el sentimiento vuele….., no lo analicéis….simplemente escuchad…







sábado, 18 de enero de 2025

Las fotos del Karen

Lily Langtry



 "En la pared del dormitorio de Karen había tres postales victorianas en blanco y negro donde aparecían tres actrices escasamente vestidas. Una de ellas era la tristemente célebre Lily Langtry, amante del príncipe Eduardo, más tarde rey Eduardo VII.

 

Una tarde soleada en el Karen estaba en el trabajo, garabateé una letra inspirada en aquellas imágenes e hice una maqueta de pictures of Lily. Mi canción pretendía ser un comentario irónico sobre la frivolidad sexual en el mundo del espectáculo, especialmente en la música pop, un mundo de imágenes de postal para alimentar las fantasías de chicos y chicas. Pictures of Lily acabó siendo, como es bien sabido, acerca de un chaval rescatado de su creciente frustración sexual por medio de unas postales guarras que le entrega su padre para que pueda masturbarse".

                                                                         (Who I am. Peter Townshend) 






Que vienen los griegos!



"Aún sin nombre definido, se cree que fue idea de Vangelis que el grupo se trasladara a Londres, tanto por el hervidero musical que era la capital británica en aquel momento como por el hecho de escapar de la dictadura recién instaurada en Grecia. No sin tener que dejar atrás a Koulouris para que cumpliera el servicio militar. Pero la banda no tenía los permisos en regla para trabajar en el Reino Unido así que tuvieron que quedarse en parís, donde fichan por Mercury Records y son finalmente bautizados por el productor Lou Reizner, que toma el nombre del título de una canción de Dick Campbell. Al poco lanzan su primer sencillo, Rain and tears, una relectura del Canon en Re Mayor de Pachelbel, que supuso un enorme éxito, y que incluirían en su primer elepé., End of the World (1968), un trabajo de pop psicodélico no muy lejano a Procol Harum o los Moody Blues."

                                                                  (Rock Progresivo. Eloy Pérez Ladaga)   







sábado, 11 de enero de 2025

MOUNTAIN – Nantucket sleghride (1971)

 


Leslie West…………..…….Voz, guitarra

Steve Knight…………..….Teclados

Felix Pappalardi….……..Bajo, voz

Corky Laing………..………Batería


1ª Cara:

- Don’t look around
- Taunta
- Nantucket sleghride
- You can’t take away
- Tired angels

2ª Cara:

- The animal trainer and the toad

- My lady

- Travelling in the dark

- The great train robbery


Esta obra es otra de esas que pasan desapercibidas en el ámbito del Rock, y que no debería, pero es tal la cantidad de material que hay de esa época que irremediablemente, y más aún, en los tiempos que corren, que todavía dificultan más su conocimiento, es muy normal que se queden flotando en el limbo para siempre. Hoy en día, con la falta de prensa de estos discos que empiezan a sumar el medio siglo y el hecho de que las nuevas generaciones ya no necesiten ni siquiera formato material para escuchar música, hace difícil la difusión de álbumes que pasaron sin pena ni gloria en la vorágine del momento.

Me topo con la banda LESLIE WEST MOUNTAIN, americanos del norte, en concreto de la metrópoli de Nueva York que se fundaron como trío en 1969, Norman Landsberg (teclados y bajo), Leslie West (Guitarra y voz) y Ken Janick (Batería), bien acogidos por parte del público de la zona. El productor Felix Pappalardi los apadrinará cuando los descubre, pero es que como también es músico entrará en el seno y colaborando grabarán su primer álbum. Trabajarán mucho el directo y gracias a eso obtienen un cierto éxito que les lleva a participar en el gran festival de Woodstock de 1969 pero ya en formación de cuarteto, aunque extrañamente nunca aparecerán en el álbum oficial del festival ni tampoco en la película temática que se realizó. La entrada en filas de Pappalardi, con su saber para la producción, supuso que el sonido cambiase sustancialmente, no solo hizo labor con el bajo, sino que también analizó la guitarra rítmica, el piano, la voz e incluso su vena para componer, con lo que el hard rock inicial, se dulcificaría en pos de más melodía con un aspecto más moderno.

El segundo LP ya se denominó con el nombre reducido a MOUNTAIN donde ya no aparecen Janick ni Landsberg, sino Steve Knight a las teclas y C. Laing a la batería. Seguramente es el disco más completo de su corta discografía con un hard rock próximo al realizado por CREAM, cuyo productor había sido casualmente Pappalardi. Titulado Nantucket Sleghride, es un álbum conceptual que gira en torno a la isla de Nantucket, ubicada en el océano Atlántico a unos 50 km de Massachusetts, EEUU donde muchos marinos vivían de la caza de las ballenas. En concreto la canción homónima está basada en la tragedia del barco ballenero Essex, que en 1820 fue embestido por un cachalote resultando muy dañado y provocando su hundimiento finalmente. La mayoría de la tripulación pudo salvarse en los botes, pero su destino es otra historia que os invito a que indaguéis.


El estilo musical desarrollado ha tenido fuerte influencia en otras bandas venideras de Rock, Bad Company, Humble Pie, Mott the Hoople, o Hard como Black Sabbath o Deep Purple, estos últimos coetáneos, pero que absorbieron ciertos elementos estilísticos, y es que se les asocia con el preludio del Heavy Metal y el Hard, aunque tal vez más por la guitarra de West y su asociación con Corky Laing, una sociedad fructífera que crecerá un año más tarde hasta el punto de grabar LP’s junto a Jack Bruce, ex-Cream, aprovechando una breve separación de Mountain (más bien un descanso), cuando Pappalardi se retira al estudio. Pero esa sociedad West-Laing no es la única , ya que Pappalardi – Laing también es otra sociedad construida sobre fuertes dosis de compenetración que se demuestran a lo largo de toda la obra. Estas uniones dentro del disco tienen como fruto la consecución de grooves impresionantes, uno de los elementos estelares que hacen posible su triunfo entre el público amante del hard.

Nada más iniciarse nos ponen las pilas con Don’t look around, potente y dura donde la guitarra y la batería a base de aporrear timbales no cejan en su empeño comenzando la simbiosis, la voz de West se suma al evento arreciando rota e imprimiendo más dureza si cabe. Laing que es un obrero de la percusión y junto con el bajo de Pappalardi establecen una base rítmica digna de una enérgica máquina. Un torrente de fuerza que en tensión no es superado por ninguno de los siguientes cortes. A continuación nos sorprende la pieza escrita por Pappalardi (colabora en la mayoría, junto con su esposa Gail Collins) un remanso de paz que se recibe si cabe con más ganas, tras el primer huracán, se trata de Taunta, perfecto para desintoxicar con una duración muy corta, apenas un minuto de composición instrumental desarrollada por Knigth y su teclado.

Llega la estrella del festival, la homónima y clave conceptual Nantucket Sleghride, donde la melodía se hace más patente gracias al fuerte protagonismo de los teclados, muy interesantes en su ejecución con un sonido original, mientras la guitarra en arpegios se balancea. Llega un momento en que las guitarras con un aluvión de decibelios los envía a segundo plano reforzado por la ametralladora de la percusión. Se observan 2 partes diferenciadas en la composición, la primera muy melódica con los teclados al frente y la segunda dura por la respuesta de West y Laing. Una dualidad que se repite pero que deja otros detalles muy buenos entremedias, mostrándose como la pieza más completa y más dinámica del LP escrita por Pappalardi.

Otro magnifico corte es You can’t take away, un tema que en su entrada hace su aparición la cruda guitarra con un riff que se repite a lo largo de todo el tema y que canta West, protagonista absoluto en una composición con mucho aire de blues y del trio Cream, con arreglos de piano y coros por parte del resto de componentes y reforzada en el ritmo por una batería machacona. La cara A del vinilo acaba con Tired Angels otro track que huele mucho nuevamente a Cream (Wheels of fire) y con una estructura muy similar a la de Nantucket Sleghride, con 2 secciones diferentes. En la primera la opaca guitarra de West obtiene gran atención, con inclusión de solos, mientras en la otra el teclado hace su presencia relegando a la guitarra y regalándonos melodía celestial. Pappalardi la escribió en recuerdo del inigualable Jimi Hendrix, que hacía poco más de un año había fallecido. Mi pieza favorita.

En la otra cara del plástico arranca con The animal trainer and the toad, una pieza de fuerte sabor blues trabajando con Slide guitar y acompañada de un remarcable piano bar, una pieza con riff sencillos y de carácter alegre, ligera. My lady, presenta nuevamente una estructura suave cantada por Pappalardi con una ambientación muy folk y arropado con una pantalla de teclados y coros, donde West toca la guitarra comedida sin entrar en batallas ni agresiones acompañando la melodía.

Otra de las grandes composiciones para mi gusto que no podemos descartar es Travelling in the dark, que nada más comenzar nos transmite buen feeling y esperamos buenos momentos de ella. Posiblemente es el corte donde más clara queda esa relación mutua y dual entre los músicos, con unos grooves imponentes por parte de West-Laing y Pappalardi- Laing. Todos los músicos confluyen con gran aportación interpretativa creando un tema vibrante y brillante. El LP finaliza con The great train robbery de tintes muy análogos en la interpretación y construcción a “The animal trainer and the toad”, donde se despacha a gusto la slide guitar de West mientras se desgañita al micrófono. Aquí también encontramos el piano bar haciendo arreglos y al final se puede escuchar como el bajo de Pappalardi intenta sobresalir por encima de todo a modo de firma y cierre.

Una obra muy completa sin bajones que cualquier fan del hard o del progresivo debe tener en sus arcas. Disfrutaréis de las animaciones tanto en el exterior como en el interior de la funda, obra de la novia de Pappalardi, Gail Collins, si, también hizo sus pinitos en la pintura, y la verdad, no lo hacía mal.




Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...