"Afinando en la dirección de que Genesis pudiera reproducir en A trick of the Tail un sonido similar al que había tenido en la etapa con Gabriel, sin menoscabo a esa labor de ir hilvanando unas letras aferradas a conceptos propios de la mitología o de los cuentos fantásticos. Banks y Rutherford se reservaban la carta de contar entre sus filas con Steve Hackett.
Pieza esencial para acomodar el timbre musical característico de Genesis (Chris Welch expresa el concepto de que éste acaricia cada nota), su importancia se hace especialmente reveladora a la hora de plasmar las melodías de 'Ripples' , 'Mad Man Moon' en su ecuador se desliza un horizonte musical que remite a la geografía hispana con una suerte de sonidos similares a las castañuelas y del percutir de una guitarra española y 'Entagled' mientras que 'Dance on a Volcano' parece el preámbulo del contenido musical expresado en el siguiente álbum de la banda, Whithering Wings (1976), más decantado en su matriz compositiva hacia las posibilidades que ofrece la combinación de sintetizadores, piano y melotrón ejecutados por Tony Banks."
"Los discos en 1970 son ya completos bienes de lujo para la sociedad, y la industria se pone en marcha para despertar la necesidad de comprar discos en la gente joven. La música, que pocos meses antes era un elemento revolucionario y de vanguardia, ha acabado simplemente siendo una cosa de interés negociante como cualquier otra manifestación normal y corriente.
Los empresarios discográficos, sentados en sus butacones viéndoselas venir, creerán a partir de ahora que ellos son quienes poseen en su mano la facultada de crear o finalizar un estilo musical. Pero seguirán estando muy equivocados, ya que el músico joven sigue siendo el que dicta las normas."
Una de las bandas más
representativas del rock progresivo español que contaba con una serie de héroes
de la escena catalana y que han trascendido como pioneros de este estilo en
nuestro país. Kitflus, Colomer, Suñe.....son
nombres que conocerán bien todos aquellos aficionados que hayan seguido de
cerca esta disciplina que tuvo su mejor momento tras el final de la dictadura.
Etapa que estaba por escribirse en un libro en blanco, mucha ilusión, ganas de
sacar a la luz todo aquello que se venía realizando a hurtadillas o mutilado
por la censura y pocos medios.El
álbum pese a que se realizó en directo, como indica su título, y que recoge
fragmentos de diversas giras por España, fue realizado terminando casi ya su
periplo musical. Los temas, de larga extensión, son inéditos y no aparecerán en
ninguna grabación de estudio.
Su estilo está muy definido,
bebe de las fuentes de la fusión entre rock y Jazz con tintes progresivos que
contienen semejanzas en la forma con otras formaciones anglosajonas de la época
de las que se sirvieron para aprender, tales como unos tardíos SOFT MACHINE y su Lp "Softs",
de la OBLIVION de Brian Auger o de RETURN TO FOREVER de Chick Corea.
Composiciones donde la guitarra y los teclados se llevan la mayor parte del
trabajo más espontáneo. Una obra donde la guitarra de Suñe se muestra vertiginosa, con una aceleración endemoniada donde
la percepción de las diferentes notas es imposible y donde los dedos se mueve
por el mástil como el rayo, creando unos desarrollos enmarañados, irrepetibles,
sin patrón reconocible en pura esencia de improvisación en muchas ocasiones. Su
discurso sirve para practicar el diálogo con los teclados de Kitflus que se apoyan en gran medida en
el piano eléctrico, pero que ofrece a lo largo de todo el disco un despliegue
de variedad con sus sintetizadores de actualidad.
La música gira en torno a las
conversaciones entre guitarra y teclados, contestándose el uno al otro bajo una
base sólida de ritmos elaborados y vivos para poder seguir la estela de los
desarrollos instrumentales de los protagonistas. Si estamos atentos escuchando,
podemos llegar a distinguir algunas frases dichas por los asistentes al evento
durante el silencio que se produce entre canción y canción. Es algo inesperado.
Lp que recoge un trocito de
historia con Jazz rock de altos vuelos, aunque con momentos donde baja el
listón, que incluye un sonido vaporoso en las ambientaciones creadas por los "sintes"y una guitarra de tonos agudos, ligera y
creativa. La falta de una estructura clara y una melodía posible de seguir
puede dar la sensación de desorden y hacernos perder la concentración y
abandonarnos en complejos barullos guitarreros.
Nada que envidiar con respecto a
otros grupos allende nuestras fronteras en la parcela de Jazz rock y la fusión.
"De la avalancha de cantantes que surgió a raíz del fenómeno Elvis, pocos destacaron con luz propia. Uno de estos pocos fue Buddy Holly, americano clásico, blanco, aspecto juvenil con gafas. Ni él ni sus canciones tenían la fuerza de Berry o Richard, pero con su grupo, los Crickets, supo sacarle partido a su sencillez y naturalidad. Su música se basaba en el ritmo, con una sólida base instrumental y, lo más importante, se consolidaron como grupo, con los guitarras, un bajo y una batería, prescindiendo del piano y el saxo. Fueron los pioneros, porque los grupos pop ingleses de los años sesenta copiaron su modelo. Buddy procedía de Texas y su proximidad con México dotó a su música de un tono que fue bautizado como tex-mex sound, es decir, un híbrido entre el country y el folk sureño y los ritmos del norte de México. Fue la gran esperanza blanca durante dos años, hasta su temprana muerte."
"A lo largo de diez años, de 1956 a 1966, los Beatles -no sólo llevaron una vida en común, sino incluso la misma vida- (Hunter Davis). Ya cuando se conocieron unos a otros y cuando se puso de moda actuar conjuntamente en Liverpool, cuando nacieron todas esas comunidades de músicos, también comenzó a hablarse de una gran comunidad beat. El beat constituía un pequeño imperio aparte. La jam session rompió con los moldes del club de jazz y se adueñó de la ciudad entera."
Adrian Gurvitz...............Guitarras,
teclados y voz
1ª cara:
- Paradise ballroom
- Human
- Every body needs
somebody
2ª cara:
- All is fair in love
- Down, down, down
- In the light of
night
- Caroline
Este es uno de esos inventos al
que le queda bien la etiqueta "Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo
como", y es que los hermanos Gurvitz, una vez más se sacan de la manga
otro proyecto "con gancho", esta vez junto al que fuera batería y
compositor de los MOODY BLUES
durante su etapa más interesante, Graeme Edge. Es curioso que el nombre de la
banda este exento del apellido Gurvitz y solo aparezca como la banda del
baterista. Adrian y Paul vuelven a la carga, y es que todo lo que tocan lo
convierten en oro.
En el caso que nos concierne hoy,
se asegurarán de que el resultado final no defraude, y para ello que mejor que
una producción de auténtico lujo con un despliegue de medios sin límite. Para
obtener mayores garantías reclutan un regimiento de músicos e ingenieros a su
servicio, incluido Paul Gurvitz que
colaborará y decidirá en las cuestiones necesarias, el objetivo realizar una
producción impecable y perfecta que envolverá las melodías otorgándoles una
brillantez y unos detalles claves para el éxito, que será dirigida
definitivamente por Graeme y Adrian.
Su esencia está contagiada de
influencias de la música disco en auge por aquel entonces, del funky y mayoritariamente
de las creaciones y desarrollos llevados a cabo por la ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA, que triunfa con sus sinfonías y sus
complejos arreglos transformándolos en los reyes de la escena rock acabando la
década.
Los gastos no son pocos y no se
escatima, llegando a grabar partes orquestales en un estudio al otro lado del
charco. Pero lo que es innegable es que a lo largo de toda la obra la
producción es desbordante, virtuosa y elemento esencial, ya que las
composiciones son más bien patrones sencillos y accesibles que se escuchan fácilmente
y que se quedarían cojas de no ser por todo lo que les rodea. Temas bonitos que
nadan en acordes y notas agradables lejos de intentar cualquier experimento o
disonancia evitando el riesgo y la apuesta, siempre dentro de la corrección que
en algunos episodios se torna en sonido romántico exagerado y ñoño (Caroline/In the night of the light).
Aún con todo la apuesta no deja de ser un disco que está más cerca de la
mediocridad que del despunte como genialidad y que salva el tipo por la
magnificencia de la aureola que lo recubre. Disco de rock sinfónico sin más
donde la pretensión es conseguir vender un proyecto que guste al mayor número
posible de oyentes.
Debo romper una lanza en favor
del carismático Adrian Gurvitz porque como hombre cumplidor que es, su guitarra
está a un nivel aceptable y con ella los temas ganan contribuyendo a conceder
más frescura y garra ante melodías demasiado planas.
Disco atractivo pero artificial ,
que deja indiferente al consumidor más radical o exigente que busque más
profundidad, sorpresa e innovación.
"Cuando presenté esa parte al final del solo entendía que no tendría voz, así que cuando Pete se puso a cantar encima (6,6,6) pensé: 'Oh mierda, ya vuelve a hacerlo, está cantando en mi mejor parte', pero he de decir que esta vez solo necesité diez segundos para pensar 'esto suena fantástico, es muy potente', aunque yo no lo hubiera planeado. Eso me enseñó otra lección; por muchos que puedas llegar a un clímax con un solo de teclado, si tienes una voz o incluso una guitarra para redondearlo, el efecto alcanza otro nivel".
"En enero de 2002, yo estaba de vacaciones con mi familia en la isla caribeña de Mustique. A principios de cada año tiene lugar un picnic en la playa para recaudar fondos para la escuela local. Durante la fiesta, de repente, noté un enérgico para de manos que me agarraban de los hombros, y luego del cuello enfrente de mí vi los ojos de Nettie abiertos de par en par...
Se trataba de Roger. Al verme allí, vino por la espalda y me cogíó desprevenido. Sólo nos habíamos visto un par de veces en los últimos quince años, aproximadamente. A menudo me había preguntado a mí mismo qué atmósfera se respiraría si nos encontráramos de nuevo y cómo afrontaría tal encuentro. Menuda pérdida de tiempo fue hacerme tantos planteamientos.
Roger y yo empezamos a hablar, seguimos haciéndolo durante buena parte de esa tarde, y nos encontramos un par de veces más durante las vacaciones. Después de aceptar que todo lo sucedido ya era agua pasada, era genial hacer las paces con uno de mis amigos más antiguos. Me deshice de una buena cantidad de equipaje emocional en la aduana de Mustique."
Antes de que P. Bardens entrase
a formar parte de la banda progresiva
CAMEL donde obtendría el reconocimiento mundial, su vida dentro del rock ya tenía frutos, y entre ellos sus álbumes en
solitario, unos trabajos que no vaticinaban claramente la evolución del músico
hacia terrenos sinfónico-progresivos. Álbumes muy enraizados en el blues,
fuente de inspiración para muchos entonces, con la que construirá jams variadas
bendecidas por la improvisación y la búsqueda de tierras poco exploradas.
Hombre de apariencia tranquila y
parco en palabras, con un cerebro incandescente se estrenará con "The
Answer", la respuesta a sus inquietudes, un compendio de ideas de muy
diversa índole que llevaba hacía tiempo en su maleta y que estaba esperando a
plasmar en papel o vinilo. Un disco espontáneo y fresco que no se sujeta a
cánones realizado con toda libertad, pues él mismo será quien lo produzca de
manera sobria y eficaz, siempre bajo el prisma de la música blues, pero con
elementos sorprendentes como las percusiones de origen latino, que recuerdan a SANTANA en momentos intensos, ritmos
tribales que se incluyen en torbellinos musicales. Y para conseguirlo quien
mejor que un guitarrista virtuoso y formado como Peter Green de los FLEETWOOD MAC, una inestimable ayuda en
estado de gracia que va a dar mucho juego en el colectivo, y de qué manera.
Un álbum básicamente
instrumental que cuenta con voces y sobre todo coros, contiene una primera cara
donde la guitarra de Peter arrecia con un sonido parejo al de BLIND FAITH y a la guitarra de Míster
Eric Clapton en concreto. Son los punteos de este instrumento los que envuelven
el grueso de la música con dominio absoluto, pasando el bastón de mando en la
misma medida al órgano que se muestra ácido y psicodélico contestando en un
dialogo a la guitarra de Green. El resultado de las creaciones de Bardens
comporta una serie de fundamentos que unidos a la rítmica se encuentran en la
órbita de las primeras aventuras de TRAFFIC,
cuando Dave Mason pertenecía a esa agrupación.
La segunda cara sigue con la
alianza Green-Bardens como componente fuerte del conglomerado, abusando del
pedal expulsando quejidos encendidos y abundantes, mientras el órgano corrosivo
produce atmosferas psicodélicas sólidas, que sumado a las percusiones
ancestrales y las voces mantra que entran en bucle producen efectos místicos e
hipnotizantes donde quedamos enredados, provisto de momentos musicales
crecientes (Homage to the god of light )
la sensación de desorden crece y las improvisaciones se alargan por parte del
teclado en compañía de la guitarra en una aceleración rítmica que no tiene
retorno.
Un disco que gustará por igual a
fans del blues y del progresivo, pero abierto a cualquier seguidor del rock con
oídos abiertos a experiencias diferentes.
"Hasta un 80% de nuestro público había consistido en adolescentes formales con acné. De repente tuvimos este single de éxito y empezaron a venir las chicas. (Follow you, follow me)
Conseguimos toda una nueva base de fans. El single había sido una especie de descarte del álbum -de hecho casi no lo sacamos porque pensábamos que era un poco descafeinado- pero gracias a su naturaleza aligeró un poco las cosas porque de otro modo existía el peligro de desaparecer como les ocurrió a Yes al mirarse el ombligo.
Siempre fuimos muy serios en lo que hacíamos, pero por otra parte tampoco nos tomábamos demasiado en serio. Y de hecho no nos mirábamos demasiado el ombligo. Era más la impresión que daba la música del grupo."
"El mayor de los excesos es 'Sister Ray', sin bajo y con los teclados conectados a la distorsión de los amplificadores de guitarra. La mencionamos cuando hablábamos de los catorce minutos de ruido machacón de The Seeds. bueno, esta dura diecisiete minutos y fue grabada en una sola toma, ya que a la banda le parecía magnífico incluir cualquier error imaginable.
La letra también está ampliamente improvisada, y refleja el fondo del pozo de la decadencia, una orgía explícita de marineros y dragqueens en la que no falta el caballo, el sexo oral y un tiro en la cabeza de alguien que no detiene la fiesta.
En términos musicales, se compone de tres acordes repetidos hasta el infinito, con un creciente nivel de distorsión. Se dice que el productor Tom Wilson no pudo soportarlo, salió de la sala y mandó que lo avisaran cuando acabaran con aquello. Algo divertidísimo de tocar, bailar o más bien convulsionar, pero que para muchos oyentes supera lo que podemos calificar de "bueno".
Este es uno de esos discos con música
negra hecha por blancos, y nada menos que desde Long Island, New York city , el
imperio del hombre blanco. Se creó la banda, parieron este magnífico e
incomprensiblemente solitario álbum y desaparecieron con la misma velocidad con
que habían llegado. Y desde luego es una lástima porque oído su maduro trabajo,
cuesta pensar como pudo acabar todo de un modo tan abrupto. Desconozco las
razones.
Se trata de una obra, bastante
redonda que recoge temas propios yversiones de autores como James
Brown (It's a man's world), Otis
Redding (Hard to handle) o Ben E.
King (I who have nothing) y es que la conexión con el soul es muy fuerte.
Su estilo se establece tocando varios palos, blues, psicodelia, soul, rock ,
¿sureño?, todo metido en una coctelera y agitado obtendremos temas con un
fuerte sabor a soul, rock con garra, guitarras algo ácidas, algo blueseras e
intensas y mucho, mucho sentimiento acrecentado sobretodo gracias a la
extraordinaria voz de su líder con apellido exótico, Sandy Pantaleo que demuestra tener unas propiedades vocales
especiales y muy acertadas para la música de color, potente, con una fuerza
arrebatadora, profunda, visceral y desgañitada, reuniendo todo lo necesario
para cumplir con la misión, y ante todo es auténtica, nada de diseños y prototipos
de fabrica.
El grupo funciona como un reloj
suizo, y la compenetración asusta, una joya sin desperdicio de principio a fin.
Calidad brutal que emana vitalidad y grandes dosis de energía, un torpedo
directo a la parte del cerebro que rige las emociones, una descarga de genuino
rock a la cabeza y a los pies por igual. Todo es producto de la entrega del líder,
ya comentado y del virtuosismo llevado a cabo en los instrumentos con una
depurada técnica y alma a raudales, sacándoles el máximo partido con un
ingrediente fundamental, que es el gran sentido del ritmo que reside en sus
componentes, yo diría incluso sentido exacerbado. Desarrollos a base de solos
producidos por una guitarra prodigiosa con riffs contagiosos y elevados con un
enfervorizado bajo tras de sí que mantiene el pulso rítmico, los teclados que
colaboran más preocupados en establecer pautas de ritmo (por ejemplo, ráfagas
entrecortadas maravillosas y a contratiempo en "Reflection") que en
lucimiento personal, sin olvidar la batería que proporciona un extra en la
creación rítmica, haciendo todo tipo de giros y redobles.
Es difícil compararlos con
alguien, pero su sonido se acercaría a unos RARE EARTH y su "Get ready" pero más electrificados. Es
una delicia que no debéis dejar pasar, contiene algunos temas que son
verdaderos chutes de adrenalina, directos a la vena. Un álbum que te toca la
fibra y te llega hondo.
"Richard Goldstein dijo: 'El rock es subversivo, no porque parezca autorizar el sexo, la droga y otras emociones fáciles, sino porque anima a la gente a juzgar por su cuenta los tabúes de la sociedad'. Yo mismo escribí a finales de los años sesenta o primeros setenta que si Jesucristo volviera al mundo, predicaría con una guitarra eléctrica".
"Miles es imprevisible y ha logrado incluso autodestruir su mito del hombre de la trompeta. Su filosofía se basa en algo que aún conserva en su mente de su niñez. "Mi primer recuerdo cuando era crío es el de un hombre blanco persiguiéndome gritando: ¡Sucio negro! Mi padre quiso ser músico pero mi abuelo no quería que fuera un payaso al servicio de los blancos".
Doug Ingle...................Voz
principal y teclados
1ª cara:
- Most anything you
want
- Flowers and beads
- My mirage
- Termination
- Are you happy?
2ª cara:
- In-a-gadda-da-vida
Este es uno de esos casos de
"una banda-un disco", aclamados en el mundo entero por
"In-a-gadda-da-vida" , álbum muy inspirado, redondo, y sobretodo
rompedor para la época, no será superado ya por sus creadores, y todo lo que
realizarán después está a niveles más bajos de calidad. Estuvo en primera
posición del Top Ten durante un año entero, vendieron copias como nunca había
ocurrido y obtuvieron galardones a mansalva. Y eso fue debido sobretodo a la
extensa suite, novedad absoluta en aquel instante, que ocupaba toda la segunda
cara y que daba título al disco.
Es considerado un hito dentro
del rock psicodélico, representante máximo del estilo y un auténtico bombazo en
el año 1968 en plena era hippie con la psicodelia en su punto más álgido dentro
de la escena rock. Cuenta la leyenda que en una de las típicas fiestas hippies
del momento en las que las sustancias ácidas estaban por todas partes, se
encontraban los miembros del grupo bastante colgados, un periodista que andaba
por allí consiguió sonsacar a alguno de ellos que pretendían publicar su
segundo trabajo. Le preguntó como pensaban llamarlo, y con dificultades por
culpa de los efectos de las sustancias, uno de ellos, apenas pudo vocalizar el
nombre de tal forma que lo que en teoría iba a llamarse "In the garden of Eden", terminaría siendo "In a gadda da vida" en un
lenguaje casi ininteligible.
Pero, dejando aparte la anécdota
y centrándonos en lo musical es cierto que el álbum destaca sobremanera gracias
al tema estrella, que va a girar en su largo recorrido sobre uno de los riffs
más conocidos y acertados del rock, que nos machaca una y otra vez con el
propósito de hacernos entrar en sintonía, estirándose hasta llegar a una fase
de libre improvisación en la que primero nos invade el órgano lacerante, inquietante,
agudo, pesado, expulsando andanadas de saturación, destacando los guiños que
sorprenden con cierta atmósfera arabesca que se escucha en un par de ocasiones.
tras unos minutos termina apagándose bruscamente para dar paso a la guitarra de
Brann que también comienza un periodo de improvisación, descargando ráfagas de
ácido y distorsión que alcanza su máxima expresión cuando el guitarrista rasga
el mástil arrastrando la púa, mientras suena el órgano de fondo, y es que JIMI HENDRIX, no pasaba inadvertido para
nadie. Luego la batería hará lo propio olvidándose de la caja y centrándose en
un sólo de timbales, no muy complicado, para lo que eran capaces de hacer otros
baterías.
Terminado el set de batería, se produce una segunda parte del tema
entrando en una dinámica vibrante a cargo del bajo que conducirá tras escarceos
al riff y frase inicial de la extensa composición para cerrar el círculo con un
último esfuerzo corrosivo. Suite que no deja indiferente a nadie y tal vez es
su espíritu innovador la clave de su éxito. Un aluvión de sensaciones, un
descenso a los infiernos , un viaje generado por las sustancias psicotrópicas,
una experiencia delirante repleta de misticismo y ambientes oníricos. Una obra
descarnada que nos sacude.
Debemos tener en cuenta también que
la primera cara estaba ocupada por 5 tracks de los que no debemos olvidarnos,
aunque sea "In a gadda" quien se lleve todos los laureles. Copados
por la distorsión y dureza de las guitarras las canciones iniciales están
influidas por los patrones vigentes en el pop rock británico de finales de
década. Muestran un órgano predominante e incisivo sobre las guitarras que
cargan con fuerza, creando unas atmósferas pesadas que contienen juegos vocales
que le dan un punto de ligereza dentro de una sensación psicodélica que lo
invade todo.
De obligada escucha para todos
los amantes del rock, aunque en mi opinión está sobredimensionado su valor.
"A juicio de todos los estudiosos y analistas de la obra de Genesis, 1972 fue un año clave para la formación británica. Tony Stratton-Smith había fortalecido una relación profesional al otro lado del Atlántico dispuesta para que sus auténticos 'protegidos' a los que el mismo ha´bia bautizado se decidieran a realizar una gira americana.
Con motivo de aquel tour salió a relucir hasta qué punto la influencia de David Bowie sobre Peter Gabriel le había ganado. A tal efecto, Gabriel propuso que el circuito que estaban consensuando con promotores del país -Ed Goodgold, a petición de Stratton, se involucraría en el mismo- tuvieran presente el paso del "El Duque blanco" por determinadas plazas, como Detroit, Chicago,Cleveland o Filadelfia. A otro nivel, Gabriel se abasteció de esa moda glam de la que había sido su embajador, en gran medida, Bowie en la escena británica de principios de los setenta."