domingo, 26 de noviembre de 2023

CHRIS EVANS Y DAVID HANSELMANN - Stonehenge(1980)

 


Chris Evans...................PPG Wave computer, Arp 2600, Vocoder 2000, Sintetizador con circuito secuencial,....

David Hanselmann........Voz

-Colaboraciones-

Jürgen Schroeder.........Guitarras

Roy Louis......................Guitarra sintetizada y eléctrica

Reinhard Besser............Guitarra sintetizada y eléctrica

Tissy Thiers...................Bajo

Dicky Tarrach................Batería y percusión


1ª cara:

- Sunrise-Stonehenge Theme

- Salisbury plain

- The stones of Avebury

- Earth magic

- Silbury hill

2ª cara:

- Genesis

- Glastonbury, temple of the stars

- Cadbury castle, king Arthur's Camelot

- Epilogue- Stonehenge Theme


En la década de los 70 y más concretamente en su segundo lustro hubo un interés elevado por asuntos que encierran misterio como los casos de avistamiento OVNI y aspectos relacionados con ello, culturas arcaicas con elementos extraños que podían conectar con estas supuestas civilizaciones extraterrestres (Erik von Daniken, escribió numerosos libros sobre ello y estuvo en el candelero), las famosas líneas de Nazca, las ruinas de Machu Pichu, las pirámides y sus enigmas, los monumentos megalíticos como el de Stonehenge, los moais de la isla de Pascua, el poder psíquico de la mente, las abducciones, lo paranormal.....pudiendo enumerar muchas más cuestiones. Quedó reflejado en libros, en el cine y también en la música se trataron algunos de estos asuntos.

Este es uno de esos casos, abordando la temática del misterio que rodean las piedras del conjunto de Stonehenge, el músico, compositor y productor Chris Evans compuso un álbum conceptual dividido en títulos que nos trasladan a la zona del punto crítico y sus alrededores. No será la única ocasión en que este monumento megalítico haya servido de inspiración, HAWKWIND en 1984, poco después, dejará volar sus notas psicodélicas y espaciales, le servirá de escenario para realizar un concierto en vivo en el que la gente se confunde con las enormes rocas, una de las pocas veces que se permitirá pisar su suelo, hoy en día es un territorio protegido donde solo se puede acceder con ciertos permisos.



Chris Evans había trabajado para otros, también realizó música para publicidad, colaboró en la creación de bandas sonoras de films, e incluso en eventos como el mundial de futbol, inglés de nacimiento afincado en Alemania coincidió con un estadounidense de origen, David Hanselmann, que se labró una buena reputación sobretodo en la escena kraut-prog, hombre polifacético que se embarcó en proyectos de diversa índole, pero sin formar parte de ninguna banda. Aquí ofrecerá su voz, pero es curioso que aunque aparece en el título principal, en los créditos ni siquiera se le nombra. El mérito es de Chris Evans, pero sería justo que al menos se reconociera la labor vocal de Hanselmann, los colaboradores y sus instrumentos se mencionan. El disco ganó el premio al álbum conceptual en el festival de Jazz de Montreaux, un segundo disco pondría punto final al dúo.


D. Hanselmann
En la línea de "Ancient of gods" de PAUL FISHMAN, el disco entronca en intencionalidad y estructura pero sin el oscurantismo y épica del primero. Una introducción de teclados con secuenciadores nos invita a entrar en el mundo mágico, inicio muy electrónico, nos topamos con unas guitarras acústicas arropadas por capas de teclados acolchados desembocando en uno de sus mejores temas, Sunrise, emocionante y lleno de vitalidad con una voz espléndida convertida en la protagonista de la pieza en una atmósfera muy positiva. La batería de teclados es muy abundante, las nuevas tecnologías son aprovechadas y la variación es constante, sonando de muy distintas maneras, el tecno está en su punto más alto y eso no pasa desapercibido para nadie. Ambientes despejados y sonidos espaciales son tónica mientras Hanselmann pone un torrente de voz que se acomoda a todas las texturas en un juego en el que conviven los arpegios acústicos elementos más cálidos con sonidos fríos de los sintetizadores. Música que sin ser pretenciosa, ni virtuosa especialmente, consigue ser singular rodeándose de un aura de originalidad que se pierde en los últimos temas, cortes que le sobran, pasando a un estado casi ¿hard? en una propuesta 'disco' que parece material de relleno, bajando el nivel de calidad de otras composiciones.

Chris Evans

Obra curiosa y ecléctica que goza de buenos momentos en el que es posible encontrar ritos iniciáticos, cantos místicos y cierta experimentación electrónica (ARP, VCS3, SONY 80) consiguiendo propagar un delgado hilo de misterio pero solo en instantes puntuales, careciendo de la fuerza dramática suficiente para trasladarnos la fascinación del embrujado lugar.








domingo, 19 de noviembre de 2023

Parecidos Razonables: Biff - Edgar

 


BIFF ROSE

COMEDIANTE Y CANTAUTOR ESTADOUNIDENSE (1937 - )






EDGAR FROESE

MIEMBRO FUNDADOR DEL GRUPO DE MÚSICA ELECTRÓNICA TANGERINE DREAM (1944 -2015)



George Muere en casa de Paul


"George Harrison, en diciembre de 1980, tras el asesinato de John Lennon, creyó que también él estaba condenado a morir violentamente. Así que se encerró en su mansión de Friar Park. Se gastó fortunas en seguridad en toda la enorme casa y jardines adyacente. Incluso cambiaba de número de teléfono cada semana e hizo que le diseñaran una serie de alarmas extravagantes.


No contento todavía, contrató a sus hermanos Harry y Peter como responsables de su seguridad. Y, pese a todo, el 30 de diciembre de 1999, un loco llamado Michael Abram, de treinta y seis años, se coló en Friar Park y le atacó con un cuchillo de cocina. Olivia, su mujer, fue testigo del ataque: George recibió varias heridas muy considerables en el echo e ingresó en un hospital bastante consternado y deprimido.


 

Un año después, en 2001, George Harrison creyó que había vencido al cáncer de pulmón. El guitarrista, que había sido un fumador empedernido, de tres cajetillas de tabaco rubio inglés cada día, respiraba tranquilo hasta que, en una revisión rutinaria, le detectaron que el cáncer se le había traspaasado nada menos que al cerebro, con dos tumores. Pocas semanas después el guitarrista de los Beatles apenas podía andar unos pasos. Era la primavera de 2001.

         (El Sargento Pepper nunca estuvo allí)                                                      Julián Ruiz











domingo, 12 de noviembre de 2023

RARE EARTH - Get ready (1969)

 


John Parrish...............Bajo, trombone y voz

Peter Rivera...............Batería, coros

Rod Richards..............Guitarra, coros

Kenny James..............Pianos, órgano, coros

Gilbert Bridges...........Saxo, pandereta, coros


1ª cara:

- Magic key

- Tobacco road

- Feelin' alright

- In bed

- Train to nowhere

2ª cara:

- Get ready



De aire algo chicano y vestidos para la ocasión bajo la "Swinging london" de rigor, se presenta el grupo en la portada como una más de la época. Cuando las carpetas diseñadas de los 70 todavía estaban por llegar, lo normal era la foto al completo de la formación sin más. Este es uno de esos discos fundamentales, pero que no es fácil de descubrir, a no ser que alguien te ponga en antecedentes o San Youtube te ilumine, pero nuestro interés va en aumento cuando te dicen que un lado es ocupado por un sola suite de 21 minutos nada menos, y que en single vendió el millón de ejemplares........eso son palabras mayores.


El quinteto en cuestión, procedente de la industrial Detroit, debutaría nada más y nada menos que con el sello Motown, discográfica orientada a impulsar la carrera de bandas negras o de color que mostrasen una calidad y una proyección lo suficientemente alta para ser reclutados, siempre bajo premisas de sonido soul, funk, blues, Rythm'n' Blues, gospel, es decir, todo aquello afín al "black power" que tantos problemas arrastraba por la segregación racial, un movimiento convulso todavía en los años 60 que se encendió más si cabe tras la muerte de su carismático líder Martin L. King en los primeros años de la década. ¿Un grupo de blancos haciendo música negra? Con intención de agradar a todos, la Motown acuñó para los muchachos de RARE EARTH una variante de la misma Motown que se denominó con el mismo nombre de la banda. Anteriormente ya habían publicado un álbum con otra compañía que pasó totalmente desapercibido, y ahora en la Motown, daban a luz Get ready con la etiqueta de primer Lp de la banda, hasta el punto de que debido a la repercusión nadie volvió a nombrar ese primer vestigio de su existencia, pasando a ser considerado oficialmente la presentación de RARE EARTH.


La verdad es que el hecho de que fueran admitidos por la Motown tiene lógica porque su música está impregnada de sentimiento y alma donde se refleja la esencia y tradición negra. El ritmo remarcado define la pauta sólidamente, la voz se eleva limpia, clara, profunda de excelente vocalización y obtiene respuesta en forma de coros que interpelan, adquiriendo una atmósfera soul que se acrecienta con la aportación de los metales. La característica que los aleja del patrón general soul del momento es la guitarra hiriente y psicodélica que rompe con la armonía, pura distorsión que me recuerda mucho en su interpretación y sonido a la del "in a gadda da vida" de los IRON BUTTERFLY, absolutamente corrosiva soltando ácido por el mástil, rasgando los temas internamente. Por supuesto el órgano trabaja en la misma dirección y los ramalazos psicodélicos están a la orden del día, un hammond giratorio con gran peso dentro de las composiciones tanto en solos como en acompañamiento. Otro elemento destacable es la batería que se inclina por una llamativa "caja", unos potentes platillos de chaston y un bombo que no ceja. Es difícil imaginarse la música al completo y su catalogación, puesto que podemos encontrar Rock, soul, jazz, blues, psicodelia, todo ello dentro del mismo envase.


Su rápida incorporación a Motown conllevó que no tuvieran apenas piezas suficientes como para poder prensar un long play. Su plantel contaba con los primeros 5 cortes incluidos en la cara 1. Pero había que llenar toda la cara 2. La solución fue adaptar un tema de apenas 3 minutos, propiedad de THE TEMPATIONS, convirtiéndolo en una superproducción de 21 minutos alucinante, no tiene desperdicio ni nos alienta al aburrimiento, vibrante de principio a fin parece que se grabó en directo, pero no es así, meticulosamente fueron introducidos gritos y aplausos en momentos específicos al milímetro dando el pego y proporcionándole un aire de naturalidad y realismo. Comienza con una introducción a base de saxo y órgano que emboca en el tema principal sonando durante unos minutos hasta apagarse para dar paso a la intervención de cada uno de los músicos que siguiendo la inercia de la melodía y el vivo ritmo nos van a deleitar con 'solos' de cada uno de sus instrumentos, por este orden: bajo - órgano - guitarra - saxo - batería, la cual cierra una actuación en sí fantástica.


Ejercicio que quedará para la posteridad catalogado casi de himno y que una vez ejecutada la suite no volverá a sonar nunca igual en cada una de sus repeticiones, algo comprensible teniendo en cuenta que se trataba de una exhibición musical por instrumento partiendo de la creatividad, inspiración y arte del músico en cada momento. Como apuesta alguna saga de estos libros que aparecen en todos los departamentos de librerías y grandes almacenes, "100 discos que debes oír antes de morir".





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