Anthony McPhee................Guitarras,
mellotrón, sintetizadores y artilugios electrónicos de todo tipo
Peter Cruikshank................Bajo
Clive
Brooks......................Batería
1ª cara:
- I love you Miss
Ogyny
- You had a lesson
- The ringmaster
-3744 James Road
2ª cara:
- Sad is the hunter
- S'Ones song
- Earth shanty
- Mr. Hooker, Sir John
Agrupación compuesta de 3
miembros de los cuales McPhee es el líder
absoluto, siendo como en otro ejemplos, el único que no varía dentro de las
diferentes formaciones. Es quien se encarga de escribir casi al 100% todas las
composiciones y también se ocupa de la producción, por lo tanto casi se puede
decir que los demás están bajo sus órdenes. Y es que además este trabajo, ya
avanzado dentro de la carrera del proyecto de las "marmotas" es una
especie de álbum "made in McPhee", es decir hecho a su medida, aunque
eso llegará todavía más explicito en el siguiente volumen.
Desde el primer momento McPhee
toma el mando y se presenta con una serie de guitarras desnudas y poco más, sin
ningún acompañamiento, salvo su defectuosa voz, alcanzando la recta final de la
canción con acústicas que dotan de algo más de cuerpo a un compuesto que no da
concesiones a la melodía armónica. Tras el primer mutis, nuevamente reaparece
la guitarra descarnada con riffs que se repiten con celeridad arropados por
acompañamiento de otras guitarras y haciendo acto de presencia el mellotrón
para sacarnos un poco de la monotonía de las cuerdas.
Tony grabará varias pistas de
guitarra en la conformación de la obra, creando una estructura enmarañada con
una atmósfera peliaguda y abrupta, exacerbada como consecuencia de la pírrica
producción. De ello resulta que el
sonido puro de la guitarra nos parece tenerlo delante de nuestras
narices en un ejercicio que podría haberse grabado en un rincón de la casa de
McPhee.
Llegamos a un mix de poco más de
un minuto sin pies ni cabeza que es clara improvisación a base de una batería
muy activa y una serie de sonidos marcianos provenientes de los sintetizadores
de todo tipo inventados o no que aglutinan en el estudio. Y para terminar el
lado A, una creación experimental improvisada a base de guitarras nuevamente
con riffs hipnóticos dentro de un ambiente hostil y lisérgico con una extraña
voz. Pulso de guitarra haciendo lo que le place bajo un constante latido de dos
notas que se alarga hasta el final.
Tras darle la vuelta al vinilo
nos encontramos con la composición más elaborada hasta el momento reforzado por
una instrumentación más rica en matices con una base rítmica pesada a la manera
de LED
ZEPPELIN. La guitarra muy hard
sigue marcando los tempos, distorsiona y usa efectos diversos en un nuevo
ejercicio marca de la casa probando todo tipo de formulas y caprichos.
Se anima a utilizar sonidos
espaciales de fondo sobre las guitarras que cubren el vacío y aborda el que
posiblemente es el corte más progresivo del disco, con profusión por el
mellotrón que se encarga de trenzar la melodía en una cadencia decreciente
junto a la acústica y el chelo.
El último corte es un homenaje a
John Lee Hooker, un blues clásico purista con la única intervención de la voz y
la guitarra en algo que de nuevo es fruto de la inspiración del momento a base
de arpegios entrecortados en un intento de llegar a lo más hondo del viejo
espíritu de Hooker, un hombre al que admira y con él que llegó a trabajar en
algún episodio de su vida.
Álbum directo y natural que
brota del blues anclado en la forma musical de un hombre que hace lo que le
gusta sin pensar demasiado en las formas y más en el fondo.
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