"El llamado rock alemán germinó de forma natural en las comunas en la que se reunían los artistas. La Kommune 1 de Berlín Oeste fue la primera que intentó aglutinar música y política, porque, en un país conquistado y dividido, la política era parte del pan de cada día.
Kraftwerk. Pura electrónica
Amon Düül. La Komuna
En septiembre de 1968 se celebró en Essen el Festival Internacional de Essen Song Tage,y en él ya actuaron grupos fundamentales como Tangeríne Dream y Amon Düül. Un año después nace el sello Ohr, el primer sello vanguardista del país y edita los discos de los Dream y también de Klaus Schulze, Guru Guru, Ash Ra Tempel y Embryo"
"La única persona de las liquid jams que conocía a Graham Nash era Mama Cass. Graham recibió su llamada a mediados del mes de julio. Le convenció con facilidad y sugería que parecía una buena idea refugiarse de sus problemas en casa de Mama. En tan solo 48 horas, Graham Nash era un nuevo vecino de Laurel Canyon.
Joni Mitchell y Mama Cass
¿Dónde se produjo la primera reacción mágica de las tres voces? Ninguno de ellos se pone de acuerdo. Crosby dice que en casa de Joni Mitchell. Steven, en casa de Mama Cass y Graham dice que tiene muchas dudas entre cuál de las dos casas.
John Sebastian
Al mismo tiempo en esos primeros días Nash y Mitchell quedaron enamorados Amour fou a primera vista. Pero, efectivamente, la primera canción en que armonizaron las tres voces fue una vez más la famosa You don't have to cry. Mama Cass y John Sebastian se quedaron hipnotizados por la belleza de la armonía y de cómo empastaban las tres voces. Milagroso."
(El sargento Pepper nunca estuvo allí. Julián Ruiz)
Ian
Wilson….……………...Guitarra eléctrica y acústica, coros,
percusiones
John
Stimpson……….……Bajo, coros
Vic
Emerson………………..Piano, sintetizador
Dave
Irving………………….Batería, coros, percusion
Lenni
Zaksen……………...Saxofón, coros
1ª
Cara:
-
La-Di-Da
-
Digital
Daydream Blues
-What
Am I Gonna do
- Keep
it from the troops
2ª
Cara:
-
Love today
-
Losin’ you
-
Dreamin
-
No favours no way
-
I’m in love again
Surgiendo
de las cenizas de 2 bandas, una MANDALABAND, conocida en los
círculos del estilo sinfónico y progresivo donde tuvo su fieles
seguidores, y de otra GYRO,
poco, muy poco conocida...de hecho es difícil encontrar información,
al menos buceando a poca profundidad, tal vez más abajo… y
perdiendo tiempo se pueda dar con algún dato referente, porque
desconozco hasta el estilo de su música. Por parte de Mandalaband
se incorporaron los miembros Ashley Mulford, John Stimpson y Vic
Emerson. De parte de Gyro serían Paul Young e Ian Wilson.
Nacida
en Manchester en 1976 tomó su nombre de una novela corta del
escritor Carson McCullers llamada Ballad of the Sad Café,
ese mismo año lanzarían su debut tras conseguir un contrato con
Chrysalis, pero extrañamente fue grabado pero nunca vería la luz
porque fue archivado. Después de tal fiasco, no dudaron en mudarse a
otra discográfica, RCA y en su nuevo debut no dudaron en incluir
composiciones de su trabajo archivado. Ya con su 3º álbum se
interesó por ellos Eric Stewart un personaje
importante miembro de 10 CC, que produjo el disco y también el 4º
es decir, el que tenemos entre manos y cuyo título es raramente a
estas alturas el homónimo.
Paul
Young que tenía mucho arte y carisma sobre el escenario consiguió
una buena legión de fieles seguidores atraídos por sus actuaciones
en directo de manera que a finales de la década de los 70
adquirieron cierto reconocimiento con una audiencia que seguía sus
pasos. Respecto a su homónimo, parte de la prensa especializada
manifestó que era “más de lo mismo”, pero claro, decir esto de
una agrupación como está, donde convivían un compendio de 7
músicos de profesionalidad contrastada que se había reunido para
hacer lo que más les gustaba, es mucho decir…. Se puede considerar
hasta un piropo, dado el nivel de este trabajo que analizamos.
Lanzaron los sencillos “La-Di-Da”y “I’m
in love again”, primer y último cortes del acetato
como cebo. El primero con un
estribillo muy pegadizo y una melodía sencilla y fácil de seguir
que enseguida atrapa al oyente y que llama a bailar en la pista, pero
siempre con distinción compositiva. La segunda igualmente atrapa
alimentando el sentimiento expresando sensualidad con una
instrumentación superior trabajando una atmósfera romántica. Pero
no os engañéis, esta carta de presentación mejora con lo que viene
después.
La
segunda mitad de los 70 fue un periodo agitado, se avecinaban vientos
de cambio en lo musical, las tensiones provocadas por el crecimiento
exacerbado de las ganancias en las discográficas, el derroche, y la
inestabilidad social, generó situaciones inciertas que poco a poco
causaron indignación en la gente joven y por ende en los nuevos
valores musicales. La agonía de los dinosaurios y el renacimiento de
la pureza del rock a través del punk pusieron patas arriba el
panorama de la industria, de forma que lo que valía hoy, mañana
estaba obsoleto, el punto de mira cambió de dirección buscando el
color verde de los billetes, una vez más.
En
esta situación muchos grupos terminaron por desaparecer, no
consiguieron adaptarse. Era reinventarse o morir. Había que
replantearse el trabajo futuro, y eso llevó al final a unos y con
ello a la nueva creación de otras bandas. Esos músicos sin
proyectos y sin tener una idea clara de que camino tomar, fundaban
nuevos combos. Atrapados por la incertidumbre intentan integrarse
siguiendo las tendencias y así surgen formaciones como Sad Café,
donde encontramos una miscelánea, un crisol de estilos. Todavía se
detectan ecos del pasado que no acaban de sacudirse, pero que
transforman inteligentemente a través de la magnífica
instrumentación conduciéndolos hacia lo que pide el público,
además los instrumentos se modernizan tomando material de nueva
generación, la vanguardia poco a poco se va imponiendo.
Definir
su estilo no es fácil pero lo que más se le acerca tal vez es el
llamado “Soft Rock” que abanderaron también otros en esa época.
Pero no se les puede encorsetar fácilmente. Ya que escuchando
el disco se descubren dosis de varios estilos: Disco, pop, prog, soul
incluso me atrevería a decir hard. De lo que no cabe duda es la
valía de estos compositores con mayúsculas, la creación de su
melodías complejas en su textura y sin embargo fáciles de asimilar
con gusto comercial y una brillantez y precisión difíciles de
superar. Son capaces de dejarnos perplejos con las combinaciones de
diversidad instrumental plagadas de arreglos infinitos y ninguno
igual que viajan constantemente por dentro de los temas. Las melodías
surgen ricas en matices que sumadas a las voces de Paul en solitario
y el resto a través de coros parecen actuar como un instrumento más.
Todos saben cantar en mayor o menor medida y dotan de frescura y
sensibilidad la mayoría de piezas. La diversidad de instrumentos que
participan en la elaboración de las creaciones es enorme, una
explosión para los sentidos.
“Dreamin”
es un corte que podría pertenecer sin complejos al 90125
de YES , con unos juegos de voces que recuerdan tremendamente
a aquellas, y una guitarra hermana de la de Trevor Rabin, pero
para eso faltaban unos pocos años. Keep
it from the troops,
es
una pieza muy elaborada con grandes cambios de ritmo y tal vez con el
sonido más duro de todas, reflejándose destellos de prog en ella.
Las guitarras que aparecen en Losin’
you,
parecen estar influenciadas por bandas coetáneas como BOSTON,
imprimendo una cierta dureza a la melodía.
Otros
cortes a tener muy en cuenta sonWhat
Am I Gonna doy
No
favours no way,
donde
se aprecian bastantes inclusiones de instrumentos de viento en los
arreglos y voces de soul.
El
grueso de la obra tiene una temática única, las relaciones amorosas
con todas sus situaciones y sus entresijos: Desavenencias,
sinsabores, sueños, pesadillas, incompatibilidades, el micromundo
que se genera entre dos personas que nadie es capaz de conocer hasta
el fondo. Parece ser una materia que les daba juego y que
consideraban importante y todo ello visto desde diferentes
perspectivas.
Para
disfrutar de él, dejarse llevar y que el sentimiento vuele….., no
lo analicéis….simplemente escuchad…
"En la pared del dormitorio de Karen había tres postales victorianas en blanco y negro donde aparecían tres actrices escasamente vestidas. Una de ellas era la tristemente célebre Lily Langtry, amante del príncipe Eduardo, más tarde rey Eduardo VII.
Una tarde soleada en el Karen estaba en el trabajo, garabateé una letra inspirada en aquellas imágenes e hice una maqueta de pictures of Lily. Mi canción pretendía ser un comentario irónico sobre la frivolidad sexual en el mundo del espectáculo, especialmente en la música pop, un mundo de imágenes de postal para alimentar las fantasías de chicos y chicas. Pictures of Lily acabó siendo, como es bien sabido, acerca de un chaval rescatado de su creciente frustración sexual por medio de unas postales guarras que le entrega su padre para que pueda masturbarse".
"Aún sin nombre definido, se cree que fue idea de Vangelis que el grupo se trasladara a Londres, tanto por el hervidero musical que era la capital británica en aquel momento como por el hecho de escapar de la dictadura recién instaurada en Grecia. No sin tener que dejar atrás a Koulouris para que cumpliera el servicio militar. Pero la banda no tenía los permisos en regla para trabajar en el Reino Unido así que tuvieron que quedarse en parís, donde fichan por Mercury Records y son finalmente bautizados por el productor Lou Reizner, que toma el nombre del título de una canción de Dick Campbell. Al poco lanzan su primer sencillo, Rain and tears, una relectura del Canon en Re Mayor de Pachelbel, que supuso un enorme éxito, y que incluirían en su primer elepé., End of the World (1968), un trabajo de pop psicodélico no muy lejano a Procol Harum o los Moody Blues."
-
Don’t
look around
- Taunta
-Nantucket
sleghride
- You
can’t take away
- Tired
angels
2ª
Cara:
-
The animal trainer and the toad
-
My lady
-
Travelling in the dark
-
The great train robbery
Esta
obra es otra de esas que pasan desapercibidas en el ámbito del Rock,
y que no debería, pero es tal la cantidad de material que hay de esa
época que irremediablemente, y más aún, en los tiempos que corren,
que todavía dificultan más su conocimiento, es muy normal que se
queden flotando en el limbo para siempre. Hoy en día, con la falta
de prensa de estos discos que empiezan a sumar el medio siglo y el
hecho de que las nuevas generaciones ya no necesiten ni siquiera
formato material para escuchar música, hace difícil la difusión de
álbumes que pasaron sin pena ni gloria en la vorágine del momento.
Me
topo con la banda LESLIE WEST MOUNTAIN, americanos del norte,
en concreto de la metrópoli de Nueva York que se fundaron como trío
en 1969, Norman Landsberg (teclados y bajo), Leslie West
(Guitarra y voz) y Ken Janick (Batería), bien acogidos
por parte del público de la zona. El productor Felix
Pappalardi los apadrinará cuando los descubre, pero es que
como también es músico entrará en el seno y colaborando grabarán
su primer álbum. Trabajarán mucho el directo y gracias a eso
obtienen un cierto éxito que les lleva a participar en el gran
festival de Woodstock de 1969 pero ya en formación de cuarteto,
aunque extrañamente nunca aparecerán en el álbum oficial del
festival ni tampoco en la película temática que se realizó. La
entrada en filas de Pappalardi, con su saber para la producción,
supuso que el sonido cambiase sustancialmente, no solo hizo labor con
el bajo, sino que también analizó la guitarra rítmica, el piano,
la voz e incluso su vena para componer, con lo que el hard rock
inicial, se dulcificaría en pos de más melodía con un aspecto más
moderno.
El
segundo LP ya se denominó con el nombre reducido a MOUNTAIN donde ya
no aparecen Janick ni Landsberg, sino Steve Knight
a las teclas y C. Laing a la batería. Seguramente es el disco
más completo de su corta discografía con un hard rock próximo al
realizado por CREAM, cuyo productor había sido casualmente
Pappalardi. Titulado Nantucket Sleghride, es un álbum
conceptual que gira en torno a la isla de Nantucket, ubicada en el
océano Atlántico a unos 50 km de Massachusetts, EEUU donde muchos
marinos vivían de la caza de las ballenas. En concreto la canción
homónima está basada en la tragedia del barco ballenero Essex, que
en 1820 fue embestido por un cachalote resultando muy dañado y
provocando su hundimiento finalmente. La mayoría de la tripulación
pudo salvarse en los botes, pero su destino es otra historia que os
invito a que indaguéis.
El
estilo musical desarrollado ha tenido fuerte influencia en otras
bandas venideras de Rock, Bad Company, Humble
Pie, Mott the Hoople, o Hard como Black
Sabbath o Deep Purple, estos últimos
coetáneos, pero que absorbieron ciertos elementos estilísticos, y
es que se les asocia con el preludio del Heavy Metal y el Hard,
aunque tal vez más por la guitarra de West y su asociación
con Corky Laing, una sociedad fructífera que crecerá un año
más tarde hasta el punto de grabar LP’s junto a Jack Bruce,
ex-Cream, aprovechando una breve separación de Mountain (más
bien un descanso), cuando Pappalardi se retira al estudio.
Pero esa sociedad West-Laing no es la única , ya que
Pappalardi – Laing también es otra sociedad
construida sobre fuertes dosis de compenetración que se demuestran a
lo largo de toda la obra. Estas uniones dentro del disco tienen como
fruto la consecución de grooves impresionantes, uno de los
elementos estelares que hacen posible su triunfo entre el público
amante del hard.
Nada
más iniciarse nos ponen las pilas con Don’t
look around,
potente
y dura donde la guitarra y la batería a base de aporrear timbales no
cejan en su empeño comenzando la simbiosis, la voz de West se suma
al evento arreciando rota e imprimiendo más dureza si cabe. Laing
que es un obrero de la percusión y junto con el bajo de Pappalardi
establecen una base rítmica digna de una enérgica máquina. Un
torrente de fuerza que en tensión no es superado por ninguno de los
siguientes cortes. A continuación nos sorprende la pieza escrita por
Pappalardi (colabora en la mayoría, junto con su esposa Gail
Collins)
un remanso de paz que se recibe si cabe con más ganas, tras el
primer huracán, se trata de Taunta,
perfecto para desintoxicar con una duración muy corta, apenas un
minuto de composición instrumental desarrollada por Knigth y su
teclado.
Llega
la estrella del festival, la homónima y clave conceptual Nantucket
Sleghride,
donde la melodía se hace más patente gracias al fuerte protagonismo
de los teclados, muy interesantes en su ejecución con un sonido
original, mientras la guitarra en arpegios se balancea. Llega un
momento en que las guitarras con un aluvión de decibelios los envía
a segundo plano reforzado por la ametralladora de la percusión. Se
observan 2 partes diferenciadas en la composición, la primera muy
melódica con los teclados al frente y la segunda dura por la
respuesta de West y Laing. Una dualidad que se repite pero que deja
otros detalles muy buenos entremedias, mostrándose como la pieza más
completa y más dinámica del LP escrita por Pappalardi.
Otro
magnifico corte es You
can’t take away,
un
tema que en su entrada hace su aparición la cruda guitarra con un
riff que se repite a lo largo de todo el tema y que canta West,
protagonista absoluto en una composición con mucho aire de blues y
del trio Cream,
con
arreglos de piano y coros por parte del resto de componentes y
reforzada en el ritmo por una batería machacona. La cara A del
vinilo acaba con Tired
Angels
otro track que huele mucho nuevamente a Cream (Wheels
of fire)
y con una estructura muy similar a la de Nantucket Sleghride, con 2
secciones diferentes. En la primera la opaca guitarra de West obtiene
gran atención, con inclusión de solos, mientras en la otra el
teclado hace su presencia relegando a la guitarra y regalándonos
melodía celestial. Pappalardi la escribió en recuerdo del
inigualable Jimi
Hendrix,
que hacía poco más de un año había fallecido. Mi pieza favorita.
En
la otra cara del plástico arranca con The
animal trainer and the toad,
una
pieza de fuerte sabor blues trabajando con Slide guitar y acompañada
de un remarcable piano bar, una pieza con riff sencillos y de
carácter alegre, ligera. My
lady,
presenta
nuevamente una estructura suave cantada por Pappalardi con una
ambientación muy folk y arropado con una pantalla de teclados y
coros, donde West toca la guitarra comedida sin entrar en batallas ni
agresiones acompañando la melodía.
Otra
de las grandes composiciones para mi gusto que no podemos descartar
es Travelling
in the dark,
que
nada más comenzar nos transmite buen feeling y esperamos buenos
momentos de ella. Posiblemente es el corte donde más clara queda esa
relación mutua y dual entre los músicos, con unos grooves
imponentes por parte de West-Laing
y Pappalardi-
Laing.
Todos los músicos confluyen con gran aportación interpretativa
creando un tema vibrante y brillante. El LP finaliza con The
great train robberyde
tintes muy análogos en la interpretación y construcción a “The
animal trainer and the toad”,
donde
se despacha a gusto la slide guitar de West mientras se desgañita al
micrófono. Aquí también encontramos el piano bar haciendo arreglos
y al final se puede escuchar como el bajo de Pappalardi intenta
sobresalir por encima de todo a modo de firma y cierre.
Una
obra muy completa sin bajones que cualquier fan del hard o del
progresivo debe tener en sus arcas. Disfrutaréis de las animaciones
tanto en el exterior como en el interior de la funda, obra de la
novia de Pappalardi, Gail Collins, si, también hizo sus
pinitos en la pintura, y la verdad, no lo hacía mal.