viernes, 20 de junio de 2025

FM – Black noise (1977)

 


Cameron Hawkins…………………………………..….Voz principal, piano, sintetizadores y bajo

Martin Deller……………………………………..……...Batería, percusión, sintetizadores

Nash the slash (Jeff Plewman)…………..……..Violín y mandolina eléctricos, voz, efectos y glockenspiel


1ª Cara:

- Phasors on the stun

- One o’clock tomorrow

- Hours

- Journey

- Dialing for Dharma

2ª Cara:

- Slaughter in robot village

- Aldebarán

- Black noise


Pequeña criatura de tres patas que surge en Toronto en 1976, en principio eran solo dos miembros, pero poco después y a regañadientes por parte de Nash the slash (apodo por el que se le conocerá ya de aquí en adelante durante toda su vida), se les unió el batería Martin Deller. No era el mejor momento para el bautizo de una banda de rock progresivo, pero bueno, era peor en el viejo continente, tal vez no se puede decir lo mismo al otro lado del mundo en el continente americano, y menos en Canadá. No confundir con la banda británica de mismo nombre que realiza hard rock.

Su rock progresivo siempre ha sido incluido dentro de la parcela del space rock y además sus letras están dominadas por la temática de la ciencia ficción, nada que objetar. La música muestra una abundancia absoluta de sintetizadores de nueva generación, pero no encontraremos ninguna guitarra, lo más parecido será el bajo. Después de escucharlo un par de veces me convenzo de que hay que catalogarlo dentro ya de la segunda generación del progresivo, lo que se dio en llamar neoprogresivo donde sus cabezas visibles siempre han sido sociedades como Marillion ó IQ. La manera de trabajar los teclados y estos mismos en sí son pertenecientes ya a esa era, el hammond queda ya como representación del genuino movimiento en su nacimiento, y aquí en Black noise eso ha desaparecido por completo, con incorporación de nuevos sonidos.

La primera aparición de FM fue en la TV de Ontario que grabó una actuación en estudio para el programa Night Musical Concert, media hora sin cortes donde presentaron 3 temas que más adelante estarían incluidos en este álbum. En la emisión también hubo espacio para incluir una biografía del grupo aunque no tuvo mucho sentido esa aportación. Su verdadera presentación pública tuvo lugar en 1976 en la galería de arte A Space (como anillo al dedo) de Toronto, poco después de la emisión televisiva. Al año siguiente se incorpora el batería y se cierra el círculo. Al poco tiempo contactan con CBC para poder registrar su primer trabajo. Lo llevan a cabo, pero cual es la sorpresa, que CBC decide vender el álbum solo por correo, nada de tiendas, anunciando su disponibilidad durante varios programas de radio. Solo se imprimirían 500 copias, que fueron suficientes. La portada no corresponde con la incluida aquí, ya que esta no es la original, se trata de una que se utilizó para siguientes reediciones una vez salieron del sello CBC.


Nash the Slash que ya le había costado admitir la inclusión de batería en la música, no soportó de nuevo otro revés con la distribución de Black Noise, y decidió marcharse en busca de su espacio, era un tipo que abogaba más por la vanguardia, y no era suficiente para él. Su puesto sería cubierto por Ben Mink, FM seguía adelante, los álbumes fueron apareciendo tras obtener un buen contrato con Visa Records (EEUU) y Passport records (Canadá). Llegado 1983 Ben abandonó y lo que son ironías de la vida, Nash the Slash propuso una gira con FM uniéndose a la banda nuevamente y llegando a publicar en 1985 nuevo disco. Ya en el siglo XXI, concretamente en 2015 publicarán con el nombre de FM nuevo trabajo, 28 años después, donde solo queda Cameron Hawkins de la formación primigenia.


El disco es una obra bastante solida, con un sonido original que me recuerda enormemente a bandas que surgen a finales de los ochenta y principios de los noventa en la disciplina del neo-progresivo. Si a esto le sumamos temas en los que se incluye la voz, con ese timbre, no puedo más que pensar en una agrupación belga del cual tengo un CD, puesto que entonces era imposible conseguirlo en vinilo, no fabricaban, y cuya duración fue muy corta tal vez 4 ó 5 años, se llamaban NOW y con una calidad excelsa. El álbum se titula Spheres.


En Black noise vamos a encontrar composiciones cantadas y otras simplemente son instrumentales, pero la verdad es que todas mantienen un buen nivel musical. Obviamente los sintetizadores se apoderan de ellos, con gran ejecución y mucha versatilidad a la hora de incluir efectos y nuevos sonidos. Muy variado para nada cansa, y además apuestan por otros instrumentos menos escuchados como violín eléctrico y una mandolina eléctrica también. Cierto es que en alguna ocasión echaremos de menos el uso de guitarra, pero se las componen para imitarla de alguna manera. Y por otro lado también se echa de menos algo más de producción, aunque para nada desmerece siendo el debut y sobretodo contundencia en el sonido, un poco más de cuerpo en la atmósfera espacial que se crea y en la contribución de instrumentos como el bajo. Martin a la batería hace más que un correcto trabajo, es sobresaliente y ganan mucho las canciones con sus aportaciones.


Empieza con Phasors on stun, arranque relámpago que nos engancha a la primera, es la pieza perfecta para colocar en las emisoras de radio, tiene un estribillo con el que te quedas en la cabeza y además hasta tiene un ritmo que se puede llevar con los pies. Un cristalino sintetizador muy espacial da pie a un producto muy comercial que hará las delicias de los amantes del softrock con introducción de teclados muy armónicos. Tras el accesible inicio, continua con one o’clock tomorrow donde un teclado vibrante nos introduce en una obra más trabajada y con más dinamismo, más prog que space donde un teclado hace la función de guitarra en una primera fase hasta adentrarse en el grueso donde canta Hawkins y conduce hasta unos maravillosos coros que ponen punto y final.

Con Hours comienzan los instrumentales, éste en concreto está protagonizado sobre todo por Nash the Slash y su violín eléctrico, acompañado por el piano y el moog de Hawkins que crean una melodía resolutiva con un sonido y una estructura que bien podría ser propiedad de los chicos de Kansas.

Sin respiro se pone en marcha Journey, que irrumpe con una entrada digna de los Deep Purple durante unos segundo para deshacerse en un corte accesible donde queda patente que Hawkins tiene limitaciones con la voz. No obstante el hombre trabaja y deja el pabellón cubierto. Se mueve en un rango de registros en los cuales cuando se acerca a la frontera de graves o agudos que tolera, sufre para mantenerse firme. Este es uno de esos momentos que recuerdan a NOW. El ritmo es rápido y nos regalan un vertiginoso solo de moog a mitad de camino, retorna a la melodía principal con la voz y termina de manera tajante.

Dialing for Dharma es otra pieza instrumental, aunque más elaborada que Hours, donde nuevamente el violín eléctrico genera la melodía principal y el sinte acompaña. Ambos parecen trabajar sobre una base pregrabada y con un cierto aire más que space diría…...arabesco.


Al otro lado del acetato nos recibe lo que parece un desfile de robots con Slaughter in robot village en su arranque, y la verdad que el ambiente no resulta atractivo. Da paso a un desarrollo instrumental intenso donde la batería marca el cambio y el violín tiene protagonismo en la primera parte, después el ARP entra en juego haciendo su parte para recuperar de nuevo el terreno Nash the Slash. Es aquí finalizando donde por fin podemos apreciar el bajo en todo su esplendor.

Y para el final en mi opinión dejan los dos mejores cortes de todo el disco. Primero Aldebarán (Aldeberán error de impresión en la funda) una obra ambiciosa y más dimensionada con una melodía atractiva inicial cantada con las limitaciones de Hawkins, pero las melodías diversas van surgiendo una detrás de otra con la aparición de un nuevo teclado y los paisajes se suceden uno tras otro retornando a la melodía inicial. La atmósfera que flota esta cargada de nostalgia.

La última composición es la homónima Black Noise y además es la más extensas de todas, ocupando 10 minutos. Unos tambores tribales nos ponen en guardia y nos van sumergiendo en una atmósfera extraña y cósmica hacia lo desconocido. Es solo un espejismo, puesto que enseguida retornamos a patrones intensos de rock. Hawkins canta y aplica efectos de eco, de nuevo estamos ante otro tema ambicioso. Un sinte hace un extenso solo agudo y el sonido se endurece. Cambiamos de escenario y la tranquilidad llega de la mano del violín que suena lejano manejado bajo una tenue atmósfera espacial. En la 3ª y última fase entramos en otro movimiento, el teclado suena solo con rápidas percusiones elevándonos en las escalas hasta alcanzar la lanzadera en la que el bajo domina en una melodía épica, es hora de partir…..climax.

Lograrían el disco de oro según la categoría canadiense y en 1987 llegaron a obtener platino.








viernes, 13 de junio de 2025

Un toque humano


"Curiosamente, por mucha flexibilidad que tenga el sintetizador a la hora de crear o recrear sonidos, la paleta de la orquesta sinfónica sigue siendo mucho mayor. Los matices de los instrumentos acústicos tradicionales han supuesto un verdadero quebradero de cabeza para los músicos contemporáneos. Una flauta o un violín tienen miles de matices que no apreciamos si no es con una escucha atenta. La diferencia está en lo que se llama el "toque humano". Una flauta suena distinta dependiendo de quién sea el ejecutante. Un sintetizador suena igual independientemente del músico. La flauta traslada la emoción humana a través de las ondas. El sintetizador aún no es capaz de ello. No quiere esto decir que algún día no sea posible. De hecho, cada vez es más difícil distinguir la máquina del instrumento real, pero aún nadie ha sido capaz de crear un solo de violín a lo Paganini con una máquina"

                                                           (Historia del Neo Rock progresivo. Christian Aguilera) 




DIRECTO VERSUS ESTUDIO


 "La grabación de estudio, liberada de representaciones posteriores, ya no tiene por qué reflejar  la interpretación en directo, sino que se erige en obra de arte autónoma, con fin en sí misma. La Psicodelia anima la experimentación, busca el cambio de la realidad del oyente, al que se le exige un nuevo esfuerzo de escucha. 

Esta autovaloración del músico pop y su obra (inseparable de la de su audiencia, en el fondo), prepara y adelanta la que impulsará el rock progresivo en años venideros.

 

Brian Wilson    D.E.P.

No lo hace menos su inédita relación con la industria: si Beatles o Brian Wilson son capaces de definir los términos de su obra, protegiéndola y asegurando su independencia creativa, el camino está libre para otros. La siguiente hornada de la Psicodelia tomará nota. En apenas unos meses, Pink Floyd rebajará su porcentaje de royalties con EMI....a cambio de tiempo ilimitado de estudio."

                                                                (Rock en progresión. Eduardo G. Salueña) 




sábado, 7 de junio de 2025

LYNYRD SKYNYRD – Nuthin’ fancy (1975)

 


Ronnie Van Zant………….Voz

Allen Collins……….......Guitarra rítmica y solo

Ed King…...…………..…..Guitarra rítmica y solo

Gary Rossington…..…….Guitarra rítmica y solo

Billy Powell………………..Teclados

Leon Wilkeson…………...Bajo

Artimus Pyle……………….Batería


1ª Cara:

- Saturday night special

- Cheatin’ woman

- Railroad song

- I’m a country boy

2ª Cara:

- On the hunt

- Am I losin

- Made in the shade

- Whiskey Rock-a-roller


Llevo mucho tiempo con discos de esta banda en mi colección y ya es hora de hablar de este baluarte del rock sureño americano, que podemos incluir junto a otros grandes por méritos conseguidos en muy breve espacio de tiempo (1973-1977).

Inusual formación ésta, que se componía de 7 miembros sin que ningún instrumento de viento se halle entre sus habilidades. Su singularidad reside en la existencia de 3 guitarras nada menos, y cualquiera de ellos podía ocupar la parte rítmica o realizar desarrollos únicos. Alguno se preguntará como hacían para no superponerse o cruzarse indebidamente entre las melodías…...pues no señor, no ocurría. La coordinación, el silencio a su tiempo y el saber de sus autores Collins, Rossington y King es muy preciso, nos encontramos ante unos músicos con tablas, que van a crear un entramado de guitarras original y que posiblemente suponga la magia que tiene su música junto a su capacidad compositiva, para generar un sonido inigualable que los distinguirá de muchas otras bandas de esa estirpe y que más adelante tendrá mucha influencia. No es justo decir que fueran el alma del septeto, pero si una parte fundamental.

Su simiente surgiría allá por el año 1964 en EEUU obviamente, pero concretamente en Jacksonville, Florida. Fundadores se pueden considerar a Van Zant, Rossington y Larry Junstrom, bajista que apenas perteneció, uniendo fuerzas tras coincidir en un partido de beisbol. Más tarde se les uniría Allen Collins, todos ellos aún adolescentes ensayaban tras salir del colegio allí donde podían encontrar un espacio útil. Realizaban versiones de los Rolling, Yardbirds o Beatles, que entonces eran las sagradas escrituras. Terminarán llamándose The one percent. Los conciertos que realizaban eran flojos y la audiencia no quedaba contenta, era necesario perfeccionar la técnica. Van Zant decide ante la situación dejar los estudios para centrarse en perfeccionar e intensificar los ensayos. Los demás, tras la decisión de Van Zant le van a seguir e igualmente aparcan los estudios con 16 años, se está forjando el núcleo de LYNYRD SKYNYRD.



La estrambótica denominación proviene de la deformación del nombre Leonard Skinner, un profesor de gimnasia que tenían Collins y Rossington y que los suspendía en su asignatura por el simple hecho de llevar el pelo largo………. muy justo el hombre. Pero para evitar posibles represalias por su parte cambiaron todas las vocales por una “Y”, quedando un apelativo difícil de leer y pronunciar.

Metidos de lleno en busca de su personalidad musical llegaron a ser teloneros de Allman Joys, liderado como podéis suponer por los hermanos Duane y Greg Allman, pero la experiencia no terminó muy bien al no ocurrírseles otra cosa que tocar material de los Allman, quienes acabarían enfadados, pidiendo con vehemencia que compusieran material propio. Para poder avanzar así tenía que ser y a finales de 1968 presentarán su primer single grabado con material inédito. No hacen dinero, y las arcas no están boyantes, flojos de fondos en 1970 en una gira que vienen realizando como teloneros de Strawberry alarm clock, están ansiosos por registrar material nuevo. Tendrán que acudir a la familia para obtener algo de dinero que les permita entrar en un estudio de Alabama. La situación es ambigua y eso se traduce en salida de miembros que no ven horizonte y la correspondiente entrada de nuevos valores.

Las discográficas y emisoras de radio siguen dándoles la espalda a pesar de presentar maquetas de material original, pero no cejan en el empeño y continúan haciendo actuaciones en vivo en diferentes ciudades, hasta que en Atlanta Al Kooper músico y productor los vio una noche y se interesó. Kooper se hace cargo de ellos y comienza a tratar de darles forma, eso supuso que nuevamente dentro del seno hubiera salidas y entradas de músicos, pero la financiación está asegurada y por fin después de mejorar y pulir estilo será en 1973 cuando definitivamente aparecerá su álbum debut en el estado de Georgia.

Tras el estreno y su siguiente Second Helping de 1974, grabarán el que nos atañe, Nunthin’ Fancy. Será al año siguiente; el tremendo éxito logrado con sweet home Alabama de su anterior es tal que se enfrascan en una gira agotadora. La discográfica quiere aprovechar el buen momento y les presiona para que rápidamente entren a los estudios en busca de su tercer redondo. Sin alternativa se ponen manos a la obra partiendo de que solo tienen sólido el tema Saturday night special que no se ha incluido en el álbum anterior. El resto de canciones se compondrán durante el periodo de trabajo. Realmente están entonados y el material es magnífico, llegarán por fin a entrar en el top 10 del Billboard 200, alcanzando la novena posición y lograrán disco de oro.

El disco nos ofrece calidad y no se puede decir que haya tema malo, aunque alguno baje algo el listón. Nada más empezar nos abruman con la entrada de Saturday night special, un maremágnum de guitarras que nos alerta de un maravilloso sunami. Todo un temazo relleno de buenos riffs en la parte rítmica en concordancia con el bajo que lo hace muy potente, un estribillo atractivo con una batería acertada que le otorga marcialidad y unos solos estupendos que van surgiendo en el entramado y que caracterizan en esta banda por su expresividad y sus tiempos estirando las cuerdas. Y que decir de Van Zant un tipo que no fue a Operación Triunfo pero que sabe adaptarse en todo momento a las particularidades de la composición con una voz que transmite sentimiento. Tras este directo al cerebro encontramos algo de calma en Cheatin’ woman con mucho peso en el teclado de Billy, que no me extrañaría que fuera su compositor. Los fraseos del sintetizador y órgano recuerdan a pasajes de sus excelentes paisanos Grand Funk Railroad, Van Zant con su capacidad camaleónica se adapta perfectamente a la situación y finaliza con un solo de guitarra cuya autoría desconozco.

El aire sureño se renueva con Railroad song devolviéndonos a tierras americanas con una pieza sencilla construida sobre un juego de cuerdas en armonía, el espíritu vaquero se acrecienta con Van Zant y su voz del ferrocarril, sonido alegre, simpático que no parece terminar de arrancar cuando pone fin precisamente sobre los viejos raíles. Para cerrar nos ofrecen I’m a country boy, donde nuevamente un riff rítmico marca toda la composición con un bonito groove a mitad de camino que sirve de descansillo volviendo al riff inicial y con coros de los compañeros de Van Zant arropándole.

Damos la vuelta al acetato y la sesión sigue con On the hunt, un corte que para mí es de lo mejor en su elaboración, más trabajado, muy similar al Saturday…..y que incluye ese elemento que lo hace tan característico de esta formación, el piano incisivo y martilleante que se deja escuchar. Además las guitarras están especialmente inspiradas en sus solos y en sus entradas y salidas con un muestrario muy dinámico. Su siguiente Am I losin’ es una canción que nuevamente nos insufla aires sureños, pieza que se aleja de la electricidad y que Van Zant canta con cariño poniendo mucho sentimiento en la expresión, balada preciosa que incluye coros y juegos de guitarra exquisitos.


Nos transportamos a la América profunda de los años 30 para escuchar Made in the shade, una pieza auténtica casi cantada a capela con instrumentos tradicionales como la mandolina, la armónica, el cajón y la ¿tuba?…...un punto y aparte añejo que le otorga autenticidad y significado a sus orígenes. Supongo que les resultaría divertida su grabación. Para acabar definitivamente escriben Whiskey Rock-a-roller, bastante accesible, muy guitarrero, con la voz de Van Zant como principal componente y con una estructura clásica dentro del rock, tal vez se trate de una pieza para disfrutar en directo sin más ambición que la de ser simpática y animada. Escuchamos el piano típico que termina……….. al fondo del bar.

Para ser un disco que tuvieron que fabricar partiendo de cero realmente esta integrado por muchas perlas, lo que nos da una idea del estado magnífico en el que se encontraban….y de la gran banda que eran…...y eso que lo llamaron Nuthin’ fancy, traducido….nada lujoso….je, ya ves.






sábado, 31 de mayo de 2025

Los intríngulis de la vida de los músicos


 "Geiss llegó al estudio y mientras esperaba a que llegara Jarre hizo reproducir lo que llevaban hecho hasta ese momento, cuando de pronto la cinta empezó a trabarse y se enrolló al inicio de la grabación. La cara de Geiss fue un poema, pues en unos minutos Jarre estaría allí para continuar con el trabajo. Geiss sacó con mucho cuidado la cinta del reproductor y la enderezó con mucho mimo, y, voilá, no se notó absolutamente nada. De hecho, su jefe no se enteró de esta anécdota hasta cuarenta años después, cuando Geiss se lo comentó entre risas."

                                                                                       (Jean Michel Jarre. The watcher) 






BJH




 "Para Harvest grabarían cuatro discos de notable calidad -y buena acogida crítica-, que ya incluían varios de los temas que se harían clásicos en su repertorio, estableciendo la base de su sonido con estructuras y orquestaciones  progresivas sobre una fuerte base melódica. Fueron esas orquestaciones, por cierto, las que de algún modo cambiaron  el destino de la banda.

 

A partir de su segundo disco Once Again (1970) se hicieron acompañar en directo de una orquesta, dirigida por Robert John Godfrey, lo cual disparó los costes de las giras hasta el punto de que, al cambiar de sello tras su cuarto disco, tuvieron que usar buena parte del dinero de adelanto para enjuagar deudas con EMI."

                                                                 (Rock Progresivo. Eloy Pérez Ladaga) 





viernes, 23 de mayo de 2025

MOUSE – Lady killer (1973)

 


Ry Russell…………….Guitarra

Alan Greed………....Teclados y voz principal

Jeff Watts…...……..Bajo

Alan Rushton….…….Batería y percusión


1ª Cara:

- Going out tonight

- You don’t know

- Electric lady

- All the fallen teen-angels

- Ashen besher

2ª Cara:

- We can make it

- East of the sun

- It’s happening to me and you

- Sunday

- Just came back


Detrás de esta femme fatale de semblante sugerente nos vamos a topar con otro de los proyectos que abordó Ry Russell, un hombre hiperactivo cuyos días eran más largos de lo normal. Hace poco ya hablé de su predecesor. No del disco si no del grupo que lo precede, RUNNING MAN, donde ya quedó patente que Russell además de líder, era un tipo inquieto que no hacía más que meterse en historias. Después de un año, se evapora la banda y nace otra nueva como por arte de magia con nuevos músicos, son MOUSE y de nuevo Russell líder indiscutible.


Conjunto inglés que practica un hard rock con psicodelia de por medio y también buenas dosis de guitarrazos blues por parte de Ry. Tan pronto como se identifican y con la buena mano de Russell para venderse, firman por Sovereign, una subsidiaria de progresivo que no llegará a funcionar durante mucho tiempo, pero que también contuvo en su catálogo a bandas que luego se consolidarían como Renaissance y Flash, entre otros.

Se ponen manos a la obra y conciben rápidamente (cosa nada extraña) un álbum que lanzarán solamente en U.K. ¿Las razones de porque solo allí? Lo desconozco. Aquí Ry dirigirá a la orquesta sinfónica de Londres en las partes seleccionadas dentro de las composiciones. La producción al igual que con R.M. correrá también a cargo del grupo, pero esta vez colaborará John Acock, tipo no muy conocido, pero que posteriormente producirá álbumes de Steve Hackett y Renaissance por ejemplo.

La música de ratón vuelve a encontrarse fuera de los estándares, y es muy similar al anteriormente grabado con R.M. en el sentido de que no muestra una tendencia clara en el estilo, sino que otra vez se trata de un trabajo desigual, muy ecléctico, más todavía, pero con la diferencia de que está mejor producido aunque con algo de austeridad igualmente. En algunos momentos siguen pareciendo que hay cierta precipitación y precariedad, partes demasiado largas y que no aportan, cierta anarquía y piezas que se quedan algo cojas y con finales no determinados en ocasiones, que suponen una desigualdad en la inspiración de los temas. Tal vez pudo ser debido a causa de luchar contra el reloj para editar el redondo. Ray no puede perder tiempo, está muy ocupado.


Da la impresión de ser un compendio de ideas que han ido surgiendo entre los músicos, aportando unos y otros música con personalidad y siendo aceptada por el seno para después darle un desarrollo común y por supuesto el toque de Russell. Así como R.M era más tendente a la psicodelia progresiva con gran aportación de órgano y guitarra ácida, Mouse está enfocado al progresivo pero más agresivo, a través de riffs duros y con secuencias que bien pueden pasar por ser blues rock de las características de gente como Cream o Free. Pero la disparidad en sus creaciones es abismal, absolutamente impredecible decir lo que nos vamos a encontrar, con unos saltos entre corte y corte que son pura incógnita.

La inicial Going out tonight comandada por el ritmo del bajo se muestra como una composición accesible, la voz se muestra perturbada, y con juegos de extraños efectos a la guitarra entramos en una dinámica instrumental algo experimental en las cuerdas con pedal que nos acompaña hasta el final. Pero más accesible se muestra you don’t know, una pieza tranquila que parte de unos acordes mayores de acústica con una melodía principal de ascenso y descenso sencillo, ritmo lento y pesado y performance intimo.



Electric lady es una pieza más agitada pero también accesible que bien podría haber supuesto un single de lanzamiento, nuevamente con un juego de pedal de la guitarra de Ry, también se incluyen percusiones variadas y vientos y su duración es muy corta. Sorprende enseguida el tema All the fallen teen-angels por ese ritmo adjudicado al reggae y que sirve para introducir un punto y aparte en la obra. Podrían ser Police o un versátil David Bowie los creadores de este corte, animado, diferente y bastante novedoso.



De nuevo la banda vuelve a desconcertarnos con Ashen besher, que nos envía a las puertas del infierno con una atmósfera oscura y una guitarra con ronquera que aulla durante dos minutos para cambiar a uno de los momentos más inspirados de todo el disco. Introduce un ritmo rápido con un riff muy acertado y que se va a repetir durante todo el instante que nos mantiene en esa fase musical, un riff adictivo que queda armado con una guitarra solista que introduce Ry cargada de energía y acidez. Maravilloso groove que nos remueve por dentro. Se detiene en seco y una guitarra acústica nos conduce hasta el último surco de esa cara.

Al otro lado encontramos We can make it, una de las canciones con producción mejor elaborada. Tema pegadizo con un estilo muy Rolling en su construcción, guitarra hard y estribillo para aprenderse. También podría haber sido hit del grupo. Una vez más el contraste se produce con East of the sun, otra composición extraña en sus comienzos. La entrada de los violines y contrabajos hacen más fantasmagórico el ambiente y me recuerda poderosamente a “La caída de la casa Usher” de Alan Parsons Project. El órgano giratorio hace de puente y surgen entre subidas y bajadas de volumen, coros que a modo de firma ponen final.


It’s happening to me and you es un compendio de guitarras variadas en estilo hard, protagonista absoluto, corto e inspirado en el sonido blues de bandas del momento. Accedemos de nuevo a otra composición con mucha variedad interna, Sunday, que lo hace impredecible por el eclecticismo que respira a pesar de ser muy breve. Finalmente Just come back de aire blues será quien cierre el álbum. Los fraseos a la guitarra en su ejecución son de naturaleza similar a los de McPhee en Groundhogs. Corte muy completo en la instrumentación ofreciendo arreglos y orquestación.



Si eres partidario de Running Man, puedes hacerte con este de Mouse. No son uno continuación del otro, son dispares en su confección, pero si guardan una cierta relación en cuanto a su esencia inacabada y su falta de concreción en el estilo.







sábado, 17 de mayo de 2025

Nuevos aires





 "A lo largo de la gira americana escuchamos el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y poco más. El impacto que produjo desafiaba a todos los interesados; nadie creía que los Beatles pudieran superar aquello, o molestarse siquiera en intentarlo. Para mí, el Sgt. Pepper y el Pet Sounds de los Beach Boys redefinían la música del siglo XX: atmósfera, esencia, penumbra e idilio se combinaban de modos que uno iba redescubriendo una y otra vez. Ninguno de los dos álbumes planteaba a fondo cuestiones políticas o sociales, no eran tanto las ideas en sí mismo."

                                                                            (Who I am. Pete Townshend) 







Incidente en Narita (Japón)

 "El caso es que el miércoles 16 de enero, a la llegada al aeropuerto de Narita, un oficial de aduanas tomó una de las maletas de Paul McCartney y la abrió. Por encima de la ropa había una bolsa de plástico con nada menos que 219 gramos de marihuana esperando al policía, como si este supiera lo que iba a encontrar.



Paul no hizo nada por detener el registro. Solo le dijo al agente que eso era normal en América y que no pasaba nada si era solo para uso personal. Por supuesto, el oficial no entendía inglés. Paul fue llevado inmediatamente al NCB (Narcotics Control Bureau). Protestó y alegó que todo era un error.

 

Nadie le creyó. Inmediatamente después se lo llevaron al Centro de Supervisión de Drogas. Unas diez horas más tarde, los conciertos de The Wings se habían suspendido. Paul pasó su primera noche allí, enfrascado en un curioso traje verde. La noticia se había propagado como el fuego. Doscientas fans japonesas se apostaron donde Paul pasó la noche."

                                                (El Sargento Pepper nunca estuvo allí. Julián Ruiz) 





domingo, 11 de mayo de 2025

FRUUPP – Modern masquerades (1975)

 


Vincent McCusker……...….Guitarra líder, voz

John Mason……………….…..Teclados, voz,

Peter Farrelly….….….…....Bajo, voz principal

Martin Foye…………………...Batería, percusión y voz


1ª Cara:

- Misty morning way

- Masquerading with dawn

- Gormenghast

2ª Cara:

- Mistery might

- Why

- Janet planet

- Sheba’s song


Grandísima banda que sin embargo siempre ha estado olvidada en el cajón de de los malditos, no por causa de los amantes del estilo progresivo y sinfónico que siempre lo han tenido como un referente y un grupo de culto, más bien por el circo que rodea al negocio musical. Muchas veces son ambiguas y poco claras las razones por las que ocurre esto, una suerte de casualidades, situaciones e inacciones provocan que de pronto un elenco que podría tener un éxito descomunal quede rápidamente oculto en el armario ropero, y mucha gente se pregunte, como diablos se ha podido llegar a eso……..nadie lo sabe con certeza…..pero ocurre y más veces de lo que puedas creer.

Así pues, FRUUP, es uno de esos extraños ejemplos. Su existencia apenas acumula 5 años, de los cuales 2 pasan desapercibidos. Surgen como tal en 1971. Vicent McCusker, oficialmente su fundador partió de su Irlanda natal hacia Londres con la intención de dar a conocer sus ideas musicales a gente que fuera receptiva para llevarlos a cabo. Desencantado ante la nula respuesta, ni apoyo de ningún tipo, regresó a Irlanda por necesidad y allí recluta a músicos que aceptan tocar su material con cierta incertidumbre sobre el resultado. La novel formación está compuesta por McCusker, Farrelly, Foye y Stephen Houston, éste último abandonó por razones religiosas sin llegar a grabar “Modern masquerades, sustituyendo los teclados por John Mason.

Aunque constan desde 1971, no sería hasta 1973 que grabarían el primero de 4 discos, pero que cuatro discos…...ninguno tiene desperdicio, y eso que los grabaron en apenas 2 años ¡¡todos!! Cuando iban a grabar el 5º Lp en 1976, todo se fue al traste, las ventas eran bajas……¡bajas!….además de las turbulencias del mercado que iban creciendo con el primigenio punk y la new wave. Fue suficiente para que este proyecto que nada tenía que ver con lo que iba a pasar fracasase, finalizando en la separación a finales de 1976. Esa falta de publicidad motivó que no haya registros visuales de sus actuaciones en directo, salvo grabaciones piratas que están buscadísimas, siendo que conseguían congregar en sus conciertos a miles de asistentes…….verlo para creerlo.

Considerado el mejor grupo irlandés de prog o sinfónico, se le puede calificar en muchos aspectos como delicado, profesional, clásico, solemne, imaginativo, impredecible, virtuoso, elegante, distintivo, sofisticado, con tendencia al romanticismo y la melancolía. Su sonido se adentra en el progresivo de toda la vida, pero tiene una idiosincrasia que lo hacen único. Lo asocio a otras formaciones en esa línea, para mí THE ENID, PROCOL HARUM, GREENSLADE, GENTLE GIANT e incluso ELO, son una familia con elementos comunes, como el gusto por la melodía, la elegancia, solemnidad, cierto romanticismo y sobre todo mucho, mucho virtuosismo e imaginación. Su influencia en grupos de rock sinfónico y progresivo posteriores, me resulta más marcada de lo que podría parecer, la guitarra de Vincent creo que ha inspirado a muchos otros guitarristas en esta disciplina y no solo de los 70 (Roine Stolt), sino también de los 80 (Gary Chandler). Y lo mismo se podría decir de las estructuras de teclados.

Composiciones intrincadas en la elaboración, plenas de cambios de ritmo drásticos, aportando gran cantidad de arreglos y elementos propios como la orquestación en la línea principal de la estructura melódica. Se crean así constantes paletas de color armónicas dentro de un mismo tema haciendo que sea fresco, dinámico y acogedor a la vez que complicado en la ejecución de los paisajes dibujados. No es fácil aceptar su música en una primera escucha, tienes que prestar atención en las siguientes escuchas para poco a poco ir detectando pequeños matices y detalles que se escapan en escuchas superficiales. Tenemos que ponernos el mono de trabajo y ahondar en sus propuestas. Son piezas en las que abundan muchas intervenciones instrumentales, con largos espacios para su desarrollo, la voz aparece pero no es una parte esencial, los coros y voces de los componentes aportan también belleza al conjunto.

La producción es un factor fundamental en la grabación de Modern Masquerades, corre a cargo del ilustrado Ian McDonald, conocido también en el mundo del prog por haber sido pieza clave en el corazón de KING CRIMSON en su primera época. Abanderados del movimiento y venerados como pocos. La contribución de Ian es elogiable, construyendo unos ambientes, arreglos y un sonido personalísimo con un gusto exquisito, se nota que es un hombre sensible, ya lo demostró con Fripp y los suyos. El disco está plagado de atmósferas tenues, cristalinas y etéreas que parece que se van a esfumar con solo tocarlas.

Es un disco que mantiene la calidad de sus predecesores sin bajar el nivel en ningún momento. Inspirado en la novela Gormenghast, es la narración fantástica de un reino aislado a causa de los accidentes geográficos que lo hacen inexpugnable. Las composiciones se mueven en una amalgama donde conviven jazz, folk, rock sinfónico, prog clásico y alguna gotita de hard, todo ello combinado sin asperezas con un gusto excepcional. Es el único con John Mason a los teclados, quien demuestra estar perfectamente acoplado al resto. El piano es un instrumento fundamental en la obra y sobre todo a la hora de los arreglos, desarrollados con elegancia y buen criterio. Será el protagonista en Why, uno de los cortes que ofrece en la 2ª cara con una duración breve respecto al resto. Aquí solo encontramos a Farrelly cantando en compañía del piano una melodía minimalista, sensible e intimista, tiene carga emocional y queda demostrado en la ejecución del piano con un contraste de modulación constante del volumen queriendo transmitir sensibilidad a la letra.

La primera composición es Misty morning way donde escuchamos el piano eléctrico que nos acompañará en muchas ocasiones generando ese ambiente cálido, cristalino y sutil, guitarra melancólica y movimientos que nos dirigen a espacios de jazz, entrando y saliendo en una melodía llena de armonías donde a veces la rítmica parece trabajar el shuffle con magnífico swing. Debido al buen nivel vocal de los miembros, los coros son recurrentes dentro de una melodía enmarañada con teclado clásico que acaba en un final apoteósico. Después de este momento trascendente, llega Masquerading with dawn, mucho más alegre en su concepción con estupendos arreglos de piano y coros suaves, el teclado mantiene el tempo con una ejecución de pulsiones tensas que alimentan la viveza de la composición, nuevamente compleja en su estructura, en una segunda fase la atmósfera se vuelve épica con unos acordes de la guitarra poderosos y retumbantes que nos conducen a la coda final.

Una nueva intro de carácter melancólico a cargo de la voz de Farrelly supone el inicio de Gormengasht, la ciudad imposible que da título a esta pieza con una atmósfera en la que se sentiría a gusto Dave Greenslade, sensible y nítida, evoluciona en una construcción con descensos y aceleraciones en una versión más sinfónica que progresiva de aire “cameliano” en la que por primera vez hace acto de presencia un saxo. De nuevo muchos cambios de ritmo y largos desarrollos instrumentales lleno de arreglos y matices conforman el cuerpo.

La cara opuesta ofrece más eclecticismo en sus composiciones. Arranca con Mistery might similar a las anteriores, lo hace con potencia obteniendo una instrumentación saturada muy prog que nos contagia de energía. Descendemos sobre momentos tranquilos que se revierten para entrar en una cabalgata que nace de la caja de la batería, una composición de bajadas y subidas pronunciadas en el tempo con aportaciones en cascada del teclado, un bajo que lanza fuegos artificiales, riqueza en percusiones y una vertiginosa guitarra con pedal en lo que es un extenso instante instrumental que muestra el nivel de los músicos y que muere sin más como cierre.

Why, ya comentada, viene a refrescar el ambiente demostrando la capacidad compositiva. Tras él, otro tema festivo y animado, Janet Planet, cuya concepción recuerda a la narración de un cuento, simpático, vitalista, sencillo en la elaboración y con un final muy solemne a cargo de la trompeta. El álbum se cierra con Sheba’s song, un track de corte clásico en su disposición y con un aire a las composiciones de Greenslade, donde la guitarra lleva el tempo y el piano eléctrico o ¿farfisa? se incorpora en un movimiento de jazz con el bajo muy marcado construyendo otra vez un ambiente tenue y cristalino con altibajos suavizado con coros y una voz delicada en una orquestación que me retrotrae al sonido de The Enid, alcanzando el climax a través del fraseo de la limpia guitarra. Una maravilla.






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