Larry Fast………….…..Sintetizadores moog (Modular, minimoog, micromoog, controlador de cinta, secuenciador DS2, programación, electrónica, arreglos, modulo Oberheim
1ª Cara:
- S-Scape
- Chateau
- Cybersports
- Classical gas
2ª Cara:
- Paradox:
a) Largo-New World Symphony
b) Icarus
- Sequence 14
Bajo el nombre de SYNERGY, se esconde su único integrante, un estadounidense procedente de New Jersey amante de la electrónica y la informática desde los más tiernos comienzos de las disciplinas. Larry Fast después de haberse formado en el área musical como pianista, descubre la música electrónica y además realiza cursos de informática, una asignatura que comenzaba a cobrar interés en esa época.
Pero no será hasta tener un cara a cara con el teclista Rick Wakeman, referente entonces, cuando por fin se decida a trabajar con autonomía y a hacer las cosas por su cuenta, corría el año 1975 y después de lograr un contrato discográfico es cuando se inicia su carrera en la música electrónica, que entonces está surgiendo con fuerza tras la aportación de gran cantidad de aparatos que aportan recursos a la causa. Sus comienzos fueron trabajando como músico de sesión y llegó a estar a las órdenes de Peter Gabriel e incluso con Yes en su álbum Tales from topographic oceans de 1973.
Bajo el nombre del proyecto Synergy, englobará en su trayectoria una serie de álbumes, Sequencer será el 2º que publique, un año antes había arrancado con Electronic realizations for Rock Orchestra, un buen debut. Sequencer va cobrando vida durante las sesiones de grabación de Recycled, correspondiente a la banda NEKTAR con quienes estuvo ayudando a registrar y arreglar, y que a la postre puede que fuera el último gran trabajo de la formación inglesa afincada en Alemania. Mientras los chicos de Nektar estaban enfrascados en la elaboración de sobregrabaciones, Larry aprovechaba en el estudio de a lado para ir creando ideas aprovechables en su nuevo disco.
La grabación ya en serio comenzó en otoño de 1975 usando una grabadora de 4 pistas, y acabando al año siguiente. Sintetizó nuevos sonidos con respecto a su debut, sobretodo de metales y cuerda, introdujo más efectos y ecos, paso de la monofonía a una duofonía rudimentaria, y como algo importante a reseñar, no volvería a utilizar el mellotrón, magnifico instrumento pero que quedaba ya relegado con la entrada de los nuevos juguetes de Moog.
El título del disco ilustra bastante bien lo que vamos a encontrar en su interior. El uso del secuenciador es un hecho abundante en las composiciones, y de hecho, la más extensa, Sequence 14 es fiel reflejo de ello, llevándolo hasta límites de saturación. La proliferación de sintetizadores de la familia Moog es patente, y es a través de ellos y las diferentes pistas como va conjugando y entrelazando melodías y pregrabados con un resultado vitalista y brillante. Juega constantemente con las ascensiones y descensos por la escala musical y las piezas son de sonido accesible, en ocasiones bordeando el prog con el que congeniaba y muy en línea con las muestras positivistas de Jean Michel Jarre, siempre en esa onda cálida del autor francés, incluso más accesibles.
S-Scape, pieza inspirada en THE WHO (posiblemente en Tommy o Quadrophenia) y Sergei Prokokiev, es ejemplo de esto último, corte de sonido alegre y desenvuelto con una melodía siempre dentro de parámetros armónicos que atraviesa el muro construido, algo muy constante en toda su obra, trabajando los sintetizadores ayudado de otros aparatos indiscutibles como oscilador y secuenciador. A continuación Chateau que nació al igual que S-Scape de una maqueta provisional que en principio se llamó Laserium ovni, fue un proyecto que se quedó en agua de borrajas. En este la variedad de sintetizadores moog es amplia y su melodía sigue siendo accesible y positiva de cara al espectador, muy similar en construcción al anterior.
Enseguida se aprecia en cybersports un toque clásico en su estructura, el sintetizador está adaptado a un sonido añejo, semeja el uso del clave que le dota de un aura vintage atravesando un fondo orquestal profuso en clave vitalista de nuevo. Me recuerda profundamente a una época de Tangerine Dream, allá por los 90, cuando ocupaba la plaza interina Paul Haslinger. Esta pieza surge de la inspiración que emana de los primeros juegos electrónicos en esos años, y concretamente del Pong, aquel mítico que reproducía una arcaica pista de tenis con un punto y 2 palotes que eran los jugadores. En el siguiente track, Classical gas que cierra la primera cara, se produce un despliegue de modelos moog de todos los colores, haciendo uso y abuso de ellos en una pieza interesante y colmatada cuyos ataques resultan familiares si has oído Brain salad Surgery de los ELP y en concreto Karn evil 9, un tema que versionea el original del guitarrista tejano Mason Williams.
La cara 2 es más compleja y se observan elementos más turbios y alejados de las armonías, con incursiones en regiones algo más ásperas que invitan a iniciar experimentación, pero sin llegar a tomarlo en serio. Solo encontramos un par de cortes, el primero Paradox, dividido a su vez también en dos partes, la primera Largo, con alusión a La sinfonía del nuevo mundo del compositor Checo Anton Dvorak, esplendido tema que Larry eleva al presente de los sintetizadores acertadamente. Icarus, que es la segunda sección continua con la sinfonía de Dvorak pero evolucionando y llevándola por derroteros creativos.
Guarda para el final la joya de la corona, posiblemente la mejor del álbum y también la más arriesgada. En Sequence 14 nos hace una introducción bajo una atmósfera sugerente, para pasar en un momento dado, a una región de sonidos más oscuros y tensionantes, alejándonos del positivismo que flotaba y que anima a amplíar los horizontes por explorar. La composición es más compleja y abierta, el abanico de sonoridades es mayor, con más incorporación de efectos variados y teclados más contrastantes, incluso se perciben percusiones intermitentes, cayendo en precipicios a través de secuenciadores y loops acelerados que nos arrastran como si se tratara de un remolino que terminará por devorarlo todo.
Indiscutible obra para todos los amantes de la electrónica de la época, que sin duda ha servido de referente a muchos músicos de los 80 en adelante.