"Geiss llegó al estudio y mientras esperaba a que llegara Jarre hizo reproducir lo que llevaban hecho hasta ese momento, cuando de pronto la cinta empezó a trabarse y se enrolló al inicio de la grabación. La cara de Geiss fue un poema, pues en unos minutos Jarre estaría allí para continuar con el trabajo. Geiss sacó con mucho cuidado la cinta del reproductor y la enderezó con mucho mimo, y, voilá, no se notó absolutamente nada. De hecho, su jefe no se enteró de esta anécdota hasta cuarenta años después, cuando Geiss se lo comentó entre risas."
"Para Harvest grabarían cuatro discos de notable calidad -y buena acogida crítica-, que ya incluían varios de los temas que se harían clásicos en su repertorio, estableciendo la base de su sonido con estructuras y orquestaciones progresivas sobre una fuerte base melódica. Fueron esas orquestaciones, por cierto, las que de algún modo cambiaron el destino de la banda.
A partir de su segundo disco Once Again (1970) se hicieron acompañar en directo de una orquesta, dirigida por Robert John Godfrey, lo cual disparó los costes de las giras hasta el punto de que, al cambiar de sello tras su cuarto disco, tuvieron que usar buena parte del dinero de adelanto para enjuagar deudas con EMI."
Detrás
de esta femme fatale de semblante sugerente nos vamos a topar
con otro de los proyectos que abordó Ry Russell, un
hombre hiperactivo cuyos días eran más largos de lo normal. Hace
poco ya hablé de su predecesor. No del disco si no del grupo que lo
precede, RUNNING MAN, donde ya quedó patente que Russell además de
líder, era un tipo inquieto que no hacía más que meterse en
historias. Después de un año, se evapora la banda y nace otra nueva
como por arte de magia con nuevos músicos, son MOUSE y de nuevo
Russell líder indiscutible.
Conjunto
inglés que practica un hard rock con psicodelia de por medio y
también buenas dosis de guitarrazos blues por parte de Ry. Tan
pronto como se identifican y con la buena mano de Russell para
venderse, firman por Sovereign, una subsidiaria de progresivo
que no llegará a funcionar durante mucho tiempo, pero que también
contuvo en su catálogo a bandas que luego se consolidarían como
Renaissance y Flash, entre otros.
Se
ponen manos a la obra y conciben rápidamente (cosa nada extraña) un
álbum que lanzarán solamente en U.K. ¿Las razones de porque solo
allí? Lo desconozco. Aquí Ry dirigirá a la orquesta sinfónica de
Londres en las partes seleccionadas dentro de las composiciones. La
producción al igual que con R.M. correrá también a cargo del
grupo, pero esta vez colaborará John Acock, tipo no
muy conocido, pero que posteriormente producirá álbumes de Steve
Hackett y Renaissance por ejemplo.
La
música de ratón vuelve a encontrarse fuera de los
estándares, y es muy similar al anteriormente grabado con R.M. en el
sentido de que no muestra una tendencia clara en el estilo, sino que
otra vez se trata de un trabajo desigual, muy ecléctico, más
todavía, pero con la diferencia de que está mejor producido aunque
con algo de austeridad igualmente. En algunos momentos siguen
pareciendo que hay cierta precipitación y precariedad, partes
demasiado largas y que no aportan, cierta anarquía y piezas que se
quedan algo cojas y con finales no determinados en ocasiones, que
suponen una desigualdad en la inspiración de los temas. Tal vez pudo
ser debido a causa de luchar contra el reloj para editar el redondo.
Ray no puede perder tiempo, está muy ocupado.
Da
la impresión de ser un compendio de ideas que han ido surgiendo
entre los músicos, aportando unos y otros música con personalidad y
siendo aceptada por el seno para después darle un desarrollo común
y por supuesto el toque de Russell. Así como R.M era más tendente a
la psicodelia progresiva con gran aportación de órgano y guitarra
ácida, Mouse está enfocado al progresivo pero más agresivo, a
través de riffs duros y con secuencias que bien pueden pasar por ser
blues rock de las características de gente como Cream o
Free. Pero la disparidad en sus creaciones es abismal,
absolutamente impredecible decir lo que nos vamos a encontrar, con
unos saltos entre corte y corte que son pura incógnita.
La
inicial Going out tonight comandada por el ritmo del
bajo se muestra como una composición accesible, la voz se muestra
perturbada, y con juegos de extraños efectos a la guitarra entramos
en una dinámica instrumental algo experimental en las cuerdas con
pedal que nos acompaña hasta el final. Pero más accesible se
muestra you don’t know, una pieza tranquila que parte
de unos acordes mayores de acústica con una melodía principal de
ascenso y descenso sencillo, ritmo lento y pesado y performance
intimo.
Electric
lady es una pieza más agitada pero también accesible que
bien podría haber supuesto un single de lanzamiento, nuevamente con
un juego de pedal de la guitarra de Ry, también se incluyen
percusiones variadas y vientos y su duración es muy corta. Sorprende
enseguida el tema All the fallen teen-angels
por ese ritmo adjudicado al reggae y que sirve para introducir un
punto y aparte en la obra. Podrían ser Police o un
versátil David Bowie los creadores de este corte,
animado, diferente y bastante novedoso.
De
nuevo la banda vuelve a desconcertarnos con Ashen besher,
que nos envía a las puertas del infierno con una atmósfera oscura y
una guitarra con ronquera que aulla durante dos minutos para cambiar
a uno de los momentos más inspirados de todo el disco. Introduce un
ritmo rápido con un riff muy acertado y que se va a repetir durante
todo el instante que nos mantiene en esa fase musical, un riff
adictivo que queda armado con una guitarra solista que introduce Ry
cargada de energía y acidez. Maravilloso groove que nos remueve por
dentro. Se detiene en seco y una guitarra acústica nos conduce hasta
el último surco de esa cara.
Al
otro lado encontramos We can make it, una de las
canciones con producción mejor elaborada. Tema pegadizo con un
estilo muy Rolling en su construcción, guitarra hard y
estribillo para aprenderse. También podría haber sido hit del
grupo. Una vez más el contraste se produce con East of the
sun, otra composición extraña en sus comienzos. La entrada
de los violines y contrabajos hacen más fantasmagórico el ambiente
y me recuerda poderosamente a “La caída de la casa Usher”
de Alan Parsons Project. El órgano giratorio hace de puente y surgen
entre subidas y bajadas de volumen, coros que a modo de firma ponen
final.
It’s
happening to me and you es un compendio de guitarras variadas
en estilo hard, protagonista absoluto, corto e inspirado en el sonido
blues de bandas del momento. Accedemos de nuevo a otra composición
con mucha variedad interna, Sunday, que lo hace
impredecible por el eclecticismo que respira a pesar de ser muy
breve. Finalmente Just come back de aire blues será
quien cierre el álbum. Los fraseos a la guitarra en su ejecución
son de naturaleza similar a los de McPhee en
Groundhogs. Corte muy completo en la instrumentación ofreciendo
arreglos y orquestación.
Si
eres partidario de Running Man, puedes hacerte con este
de Mouse. No son uno continuación del otro, son
dispares en su confección, pero si guardan una cierta relación en
cuanto a su esencia inacabada y su falta de concreción en el estilo.
"A lo largo de la gira americana escuchamos el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y poco más. El impacto que produjo desafiaba a todos los interesados; nadie creía que los Beatles pudieran superar aquello, o molestarse siquiera en intentarlo. Para mí, el Sgt. Pepper y el Pet Sounds de los Beach Boys redefinían la música del siglo XX: atmósfera, esencia, penumbra e idilio se combinaban de modos que uno iba redescubriendo una y otra vez. Ninguno de los dos álbumes planteaba a fondo cuestiones políticas o sociales, no eran tanto las ideas en sí mismo."
"El caso es que el miércoles 16 de enero, a la llegada al aeropuerto de Narita, un oficial de aduanas tomó una de las maletas de Paul McCartney y la abrió. Por encima de la ropa había una bolsa de plástico con nada menos que 219 gramos de marihuana esperando al policía, como si este supiera lo que iba a encontrar.
Paul no hizo nada por detener el registro. Solo le dijo al agente que eso era normal en América y que no pasaba nada si era solo para uso personal. Por supuesto, el oficial no entendía inglés. Paul fue llevado inmediatamente al NCB (Narcotics Control Bureau). Protestó y alegó que todo era un error.
Nadie le creyó. Inmediatamente después se lo llevaron al Centro de Supervisión de Drogas. Unas diez horas más tarde, los conciertos de The Wings se habían suspendido. Paul pasó su primera noche allí, enfrascado en un curioso traje verde. La noticia se había propagado como el fuego. Doscientas fans japonesas se apostaron donde Paul pasó la noche."
(El Sargento Pepper nunca estuvo allí. Julián Ruiz)
Grandísima
banda que sin embargo siempre ha estado olvidada en el cajón de de
los malditos, no por causa de los amantes del estilo progresivo y
sinfónico que siempre lo han tenido como un referente y un grupo de
culto, más bien por el circo que rodea al negocio musical. Muchas
veces son ambiguas y poco claras las razones por las que ocurre esto,
una suerte de casualidades, situaciones e inacciones provocan que de
pronto un elenco que podría tener un éxito descomunal quede
rápidamente oculto en el armario ropero, y mucha gente se pregunte,
como diablos se ha podido llegar a eso……..nadie lo sabe con
certeza…..pero ocurre y más veces de lo que puedas creer.
Así
pues, FRUUP, es uno de esos extraños ejemplos. Su existencia apenas
acumula 5 años, de los cuales 2 pasan desapercibidos. Surgen como
tal en 1971. Vicent McCusker, oficialmente su fundador
partió de su Irlanda natal hacia Londres con la intención de dar a
conocer sus ideas musicales a gente que fuera receptiva para
llevarlos a cabo. Desencantado ante la nula respuesta, ni apoyo de
ningún tipo, regresó a Irlanda por necesidad y allí recluta a
músicos que aceptan tocar su material con cierta incertidumbre sobre
el resultado. La novel formación está compuesta por McCusker,
Farrelly, Foyey Stephen Houston, éste
último abandonó por razones religiosas sin llegar a grabar “Modern
masquerades, sustituyendo los teclados por John Mason.
Aunque
constan desde 1971, no sería hasta 1973 que grabarían el primero de
4 discos, pero que cuatro discos…...ninguno tiene desperdicio, y
eso que los grabaron en apenas 2 años ¡¡todos!! Cuando iban a
grabar el 5º Lp en 1976, todo se fue al traste, las ventas eran
bajas……¡bajas!….además de las turbulencias del mercado que
iban creciendo con el primigenio punk y la new wave. Fue suficiente
para que este proyecto que nada tenía que ver con lo que iba a pasar
fracasase, finalizando en la separación a finales de 1976. Esa falta
de publicidad motivó que no haya registros visuales de sus
actuaciones en directo, salvo grabaciones piratas que están
buscadísimas, siendo que conseguían congregar en sus conciertos a
miles de asistentes…….verlo para creerlo.
Considerado
el mejor grupo irlandés de prog o sinfónico, se le puede calificar
en muchos aspectos como delicado, profesional, clásico, solemne,
imaginativo, impredecible, virtuoso, elegante, distintivo,
sofisticado, con tendencia al romanticismo y la melancolía. Su
sonido se adentra en el progresivo de toda la vida, pero tiene una
idiosincrasia que lo hacen único. Lo asocio a otras formaciones en
esa línea, para mí THE ENID, PROCOL HARUM, GREENSLADE, GENTLE GIANT
e incluso ELO, son una familia con elementos comunes, como el gusto
por la melodía, la elegancia, solemnidad, cierto romanticismo y
sobre todo mucho, mucho virtuosismo e imaginación. Su influencia en
grupos de rock sinfónico y progresivo posteriores, me resulta más
marcada de lo que podría parecer, la guitarra de Vincent creo que ha
inspirado a muchos otros guitarristas en esta disciplina y no solo de
los 70 (Roine Stolt), sino también de los 80 (Gary Chandler). Y lo
mismo se podría decir de las estructuras de teclados.
Composiciones
intrincadas en la elaboración, plenas de cambios de ritmo drásticos,
aportando gran cantidad de arreglos y elementos propios como la
orquestación en la línea principal de la estructura melódica. Se
crean así constantes paletas de color armónicas dentro de un mismo
tema haciendo que sea fresco, dinámico y acogedor a la vez que
complicado en la ejecución de los paisajes dibujados. No es fácil
aceptar su música en una primera escucha, tienes que prestar
atención en las siguientes escuchas para poco a poco ir detectando
pequeños matices y detalles que se escapan en escuchas
superficiales. Tenemos que ponernos el mono de trabajo y ahondar en
sus propuestas. Son piezas en las que abundan muchas intervenciones
instrumentales, con largos espacios para su desarrollo, la voz
aparece pero no es una parte esencial, los coros y voces de los
componentes aportan también belleza al conjunto.
La
producción es un factor fundamental en la grabación de Modern
Masquerades, corre a cargo del ilustrado Ian McDonald, conocido
también en el mundo del prog por haber sido pieza clave en el
corazón de KING CRIMSON en
su primera época. Abanderados del movimiento y venerados como
pocos. La contribución de Ian es elogiable, construyendo unos
ambientes, arreglos y un sonido personalísimo con un gusto
exquisito, se nota que es un hombre sensible, ya lo demostró con
Fripp y los suyos. El disco está plagado de atmósferas tenues,
cristalinas y etéreas que parece que se van a esfumar con solo
tocarlas.
Es
un disco que mantiene la calidad de sus predecesores sin bajar el
nivel en ningún momento. Inspirado en la novela Gormenghast,
es la narración fantástica de un reino aislado a causa de los
accidentes geográficos que lo hacen inexpugnable. Las composiciones
se mueven en una amalgama donde conviven jazz, folk, rock sinfónico,
prog clásico y alguna gotita de hard, todo ello combinado sin
asperezas con un gusto excepcional. Es el único con John Mason
a los teclados, quien demuestra estar perfectamente acoplado al
resto. El piano es un instrumento fundamental en la obra y sobre todo
a la hora de los arreglos, desarrollados con elegancia y buen
criterio. Será el protagonista en Why, uno de los
cortes que ofrece en la 2ª cara con una duración breve respecto al
resto. Aquí solo encontramos a Farrelly cantando en compañía del
piano una melodía minimalista, sensible e intimista, tiene carga
emocional y queda demostrado en la ejecución del piano con un
contraste de modulación constante del volumen queriendo transmitir
sensibilidad a la letra.
La
primera composición es Misty morning way donde
escuchamos el piano eléctrico que nos acompañará en muchas
ocasiones generando ese ambiente cálido, cristalino y sutil,
guitarra melancólica y movimientos que nos dirigen a espacios de
jazz, entrando y saliendo en una melodía llena de armonías donde a
veces la rítmica parece trabajar el shuffle con magnífico swing.
Debido al buen nivel vocal de los miembros, los coros son recurrentes
dentro de una melodía enmarañada con teclado clásico que acaba en
un final apoteósico. Después de este momento trascendente, llega
Masquerading with dawn, mucho más alegre en su
concepción con estupendos arreglos de piano y coros suaves, el
teclado mantiene el tempo con una ejecución de pulsiones tensas que
alimentan la viveza de la composición, nuevamente compleja en su
estructura, en una segunda fase la atmósfera se vuelve épica con
unos acordes de la guitarra poderosos y retumbantes que nos conducen
a la coda final.
Una
nueva intro de carácter melancólico a cargo de la voz de Farrelly
supone el inicio de Gormengasht, la ciudad imposible
que da título a esta pieza con una atmósfera en la que se sentiría
a gusto Dave Greenslade, sensible y nítida, evoluciona
en una construcción con descensos y aceleraciones en una versión
más sinfónica que progresiva de aire “cameliano” en la
que por primera vez hace acto de presencia un saxo. De nuevo muchos
cambios de ritmo y largos desarrollos instrumentales lleno de
arreglos y matices conforman el cuerpo.
La
cara opuesta ofrece más eclecticismo en sus composiciones. Arranca
con Mistery might similar a las anteriores, lo hace con
potencia obteniendo una instrumentación saturada muy prog que nos
contagia de energía. Descendemos sobre momentos tranquilos que se
revierten para entrar en una cabalgata que nace de la caja de la
batería, una composición de bajadas y subidas pronunciadas en el
tempo con aportaciones en cascada del teclado, un bajo que lanza
fuegos artificiales, riqueza en percusiones y una vertiginosa
guitarra con pedal en lo que es un extenso instante instrumental que
muestra el nivel de los músicos y que muere sin más como cierre.
Why,
ya comentada, viene a refrescar el ambiente demostrando la capacidad
compositiva. Tras él, otro tema festivo y animado, Janet
Planet, cuya concepción recuerda a la narración de un
cuento, simpático, vitalista, sencillo en la elaboración y con un
final muy solemne a cargo de la trompeta. El álbum se cierra con
Sheba’s song, un track de corte clásico en su
disposición y con un aire a las composiciones de Greenslade, donde
la guitarra lleva el tempo y el piano eléctrico o ¿farfisa? se
incorpora en un movimiento de jazz con el bajo muy marcado
construyendo otra vez un ambiente tenue y cristalino con altibajos
suavizado con coros y una voz delicada en una orquestación que me
retrotrae al sonido de The Enid, alcanzando el climax a través del
fraseo de la limpia guitarra. Una maravilla.
"The Byrds incluyen en su tercer lp una composición de Gene Clark, junto a Roger McGuinn y David Crosby, Eight miles high, que atestigua la temprana infiltración psicodélica en el folk rock.
La Rickenbacker de 12 cuerdas de Roger McGuinn se aventura más allá de los clásicos arpegios de álbumes anteriores: sus intervenciones solitas rompen en Eight miles high la centralidad tonal y el estricto lenguaje pentatónico del R&B. En no pocas ocasiones, McGuinn se atreve con disonancias y líneas atonales, especialmente en la doble sección de solo, dispuesta central y finalmente, con el apoyo de una guitarra rítmica que evoca el trauma de un vuelo, mediante acordes entrecortados y resoluciones en staccato."
Don Brewer, Grand Funk Railroad: "Salimos a escena y empezamos a tocar, y hacia la mitad del concierto el público estaba ya volviéndose loco. Cuando tocamos "Inside looking out" las vallas estaban a punto de estallar. Al mismo tiempo, entre bastidores, Peter Grant, de casi dos metros de altura y 130 kilos de peso, tenía una trifulca con el menudo Terry Knight, de unos 1.70 metros, que le replicaba: "No, no van a bajar del escenario".
J. Page / M. Farner
Al parecer, Peter agarró a Terry por el cuello y mirándole fijamente a la cara le dijo: "Baja a tu puto grupo del escenario ahora mismo". Pero como Terry se negó, nos desconectaron, simplemente apagaron la corriente. Después de que volviera la luz, Terry salió al escenario e hizo una especie de anuncio de que Led Zeppelin no quería que los Grand Funk volvieran al escenario, lo que los enfureció aún más.
Dos días después tocamos en el Cleveland public Hall, y ese fue el último concierto que hicimos juntos, el fin de la gira con Led Zeppelin"