lunes, 9 de junio de 2014

Ian Anderson se confiesa.......

"Inicialmente Jethro Tull, cuando empezó, era una banda de blues como Fleetwood Mac, como John Mayall, etc. Con el paso del tiempo hemos tocado folk. Particularmente, a mí no me gusta el Folk (¿?), no tengo discos de folk, ni ningún interés específico en el folk; simplemente, para mí el folk es una herencia genética, es una respuesta emocional, que se lleva dentro, que está ahí y que yo uso en la misma medida que uso otras influencias que en ningún momento me he planteado como una línea a seguir; simplemente, me límito a componer y puede haber tanto de folk como de jazz, para mí no es una limitación: lo que sale, sale"
                                                                            ("Jethro Tull". Javier de Juan)

La necesidad agudiza el ingenio

"Todo era de aficionados, a la buena de Dios. Las cajas de los altavoces las hicimos nosotros, porque no nos podíamos permitir unos nuevos y le pedí la máquina de coser a la madre de A. Phillips para hacer lonas que los cubrían. El padre de Anthony estaba asombrado de ver a un hombre usando una máquina de coser e hizo el típico comentario de que algún día yo haría muy feliz a alguna mujer".
                                                         ("Genesis. El libro de las revelaciones") 

La vida oculta de Syd.Barrett....

"Syd vivía en un piso en Cromwell Road, que Peter Jenner recuerda como -el piso desastroso donde Syd flipaba con los ácidos- Nunca llegamos a entrar, tan sólo recogíamos a Syd para ir a los ensayos o los conciertos, y no nos relacionábamos con los demás habitantes. Había el rumor que decía que allí nunca debías aceptar una bebida, ni siquiera un vaso de agua, a menos que te la sirvieras tú mismo, porque todo estaba adulterado con alguna droga. No era un mundo que los demás frecuentáramos. En ese momento, Roger, Rick y yo seguíamos siendo leales a la cultura estudiantil de la cerveza y alguna que otra bebida alcohólica. Éramos mucho más conscientes de los efectos del estilo de vida de Syd durante nuestras actuaciones."
                                                                                        ("Dentro de Pink Floyd") 

lunes, 2 de junio de 2014

THE DOORS - The soft parade (1969)

Jim Morrison..................Voz
John Densmore...............Batería
Robby Krieger.................Guitarra y voz
Ray Manzarek.................Órgano, teclados y voz

1ª cara:
- Tell all the people
- Touch me
- Shaman's blues
- Do it
2ª cara:
- Wild child
- Runnin' blue
- Wishful sinful
- Soft parade

Todo el mundo interesado en el rock, se ha topado alguna vez en su vida con THE DOORS. La fama y trascendencia de esta banda se extiende a todo el mundo. Liderados por el carismático y enigmático Jim Morrison dejarán una huella imborrable que va a perdurar en el tiempo hasta hoy. En gran medida debido a la muerte de su deseado líder que cayó como un jarro de agua fría en sus seguidores. Un muerte repentina cuando el grupo estaba en la cumbre, envuelta en misterio, de la cual no llegarían a sobreponerse el resto de compañeros y un mazazo descomunal para los fans.

Este álbum resulta atípico dentro de la discografía debido a su sonido diferente al resto de las obras de estos Americanos.  Algo que indica que se trata de un Lp distinto es la cantidad de músicos invitados a la grabación. Vamos a encontrar instrumentos como el banjo, el saxo, la trompeta, conga, mandolina, trombón, violines...etc.  Es decir se alejan de su vena inspiradora, el blues, pero sin abandonarlo, abriendo un paréntesis al adentrarse en terrenos hasta entonces no conocidos en sus composiciones.

Lo primero que llama la atención al escucharlo es la gran cantidad de metales y orquestación que se escuchan no sólo en los  arreglos sino también formando parte de la melodía. De hecho hasta el 3º tema no vamos a ser conscientes de que la guitarra de Krieger también participa.

La variedad de temas, muy diferentes unos de otros lo convierten en un álbum muy ecléctico, que sin duda no le perjudica, todo lo contrario lo hace atractivo ya que además la calidad de las composiciones es elevada con un Manzarek bastante inspirado y la guitarra de Krieger que adquiere más protagonismo y vigor que en los anteriores trabajos. Cortes directos y refrescantes mezclados para contrarrestar con otros más tortuosos. Morrison como siempre aporta su dominante voz plena de fuerza y sensualidad.

La guinda de este singular redondo es el tema que le pone título. Su duración es superior a los 8 minutos y su estructura pasa por momentos cambiantes. Se inicia con un discurso que parece repetirnos una orden que  obliga a Jim a terminar gritando porque su imaginario interlocutor o interlocutores no entienden. Luego el teclado de Manzarek entra poco a poco desembocando en unos pasajes donde la voz y la música nos transmiten instantes festivos y divertidos. Esto se detendrá en seco dando un marcado giro y rompiendo a una fase más agresiva donde se incorpora un ritmo de batería y bajo que invita a seguirlo. El órgano de Manzarek se hace más evidente y psicodélico y la voz de Morrison cada vez se va haciendo más y más dura, arreciando, hasta terminar en un caos .

Un disco inédito que pasaría desapercibido y con el cual la crítica no tuvo mucha consideración. Sin embargo creo que hay que romper una lanza por él y recuperarlo como un producto realmente interesante para los amantes del progresivo.

PUNTUACION: (De 1 a 10): 8,3


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