"Durante la II guerra mundial y le periodo de postguerra, muchos negros abandonaron las granjas y plantaciones de los estados meridionales para emigrar a las zonas industriales del Norte. En su migración no olvidaron llevarse el blues, pero éste cambiaba a medida que cambiaba su nuevo ambiente. Olvidaron el blues amargo de las amplias tierras del delta. El ritmo de vida de las nuevas ciudades exigía una nueva expresividad musical. La música se hizo más agresiva. El blues urbano sustituyó al blues solitario. La interpretación histórica de la música considera al rock'n'roll como una evolución del city blues, el blues urbano que existía antes de la migración del blues".
Brad Stephenson..........Bajo,
guitarra acústica y voces
Mark
Richards.............Batería y percusión
Michael Ponczek..........Órgano
y sintetizadores
1ª cara:
- Intrepid traveller
- Space travellers
- Every man
- Atlanteas
2ª cara:
- The spirit of the
music
- Long dancer
- The dimension man
- E'Mocean
Banda Norteamericana alejada de
la tónica general, de tópicos que rondaban en los círculos progresivos del país
en aquellos años, es decir alejada de la música country, pomp ó sinfónico. Su
sonido está influenciado profundamente por bandas del mundo anglosajón, de
renombre y muy especialmente hay que recalcar las connotaciones hacia YES. El
estilo de Anderson, Wakeman, etc. va a planear de forma continua a lo largo de
todo el disco, siendo sin duda la clave de su esencia, pero también se
sentirían atraídos por la obra de maestros del calibre de KING CRIMSON
("The dimension man"), FOCUS, STARCASTLE, compañeros de fatigas ó GENTLE
GIANT, y en concreto en esa habilidad para retorcer los temas, llevándolos
adelante con prolongadas variaciones que dificultan el seguimiento de la
melodía.
Sus composiciones sumergidas en
el YES de la época del "Tales...." , "Relayer" se destacan
por un profuso empleo del mellotrón dentro de desarrollos de larga
instrumentalización donde la creatividad está a flor de piel demostrando el
gran talento de estos señores para realizar temas de variaciones y giros
inacabables que producen un efecto de riqueza musical y virtuosismo digno de
envidia.
Melodías complejas que
atraviesan por diversas etapas pero siempre manteniendo la tensión y la
intensidad, elevándonos a estados épicos, románticos o rimbombantes en un caso,
para adentrarnos en terrenos hard pasando de puntillas incluso por estados de
fusion o jazz para no volver más allí.
Los arreglos son interminables,
no parece haber límites. Las percusiones también son elementos que se perciben
con mucha frecuencia, todo ello hace que el ambiente carezca de vacío, la
música está muy elaborada, densa y se asemeja a un bloque compacto, potente,
cargado de imaginación y a un ritmo vivo. Se alejan de la sencillez y el eclecticismo
se apodera de cada uno de los surcos del vinilo, tan pronto nos ofrecen
pequeños oasis donde descansar, como nos
muestran cabalgatas a lo largo de todas las octavas con abundantes teclados y
sintetizadores que inundan nuestros oídos.
Un producto apto para el
consumo, que hay que probar en alguna ocasión.
"Un elemento surgido dentro de la nueva corriente será el light show, que transformará los conciertos pop en un "espectáculo total". Los nuevos lugares para conciertos, especialmente el Fillmore de San Francisco, pionero de este estilo, ofrecerán un espacio comunal, sin sillas, donde la gente se sienta en el suelo, se tumba o baila en libertad, mientras en el escenario se intenta crear una fantasía. luces de colores, proyecciones de diapositivas, gelatinas que se derriten ante un foco para producir efectos nebulosos, sonido terriblemente elevado y olores de incienso se unen para convertir cada concierto en una ceremonia, para evocar viajes a través del ácido"
Alan Parsons...............Guitarra
eléctrica y acústica, teclados
David Paton.................Bajo,
guitarra acústica y voces
Ian Bairnson................Guitarra
eléctrica
Stuart
Tosh..................Batería y percusiones
1ª cara:
- I robot
- I wouldn't want to
be like you
- Some other time
- Breakdown
- Don't let it show
2ª cara:
- The voice
- Nucleus
- Day after day (the
show must go on)
- Total eclipse
- Genesis CH.1 V.32
Alan Parsons tuvo su
reconocimiento mundial en 1972 al ser el ingeniero de uno de los álbumes más
vendido en la historia de la música rock, se trataba nada más y nada menos que
de "The dark side of the moon" de PINK FLOYD. El éxito cosechado hizo
que su caché ascendiera vertiginosamente y le llovieran las ofertas de trabajo.
No obstante este muchacho una vez adquirida gran experiencia colaborando en la
elaboración de diversos trabajos para grupos, quiso ir más allá fundando su
propia banda en la que participaría componiendo, tocando, produciendo y ejerciendo
de ingeniero, por supuesto, y el resultado fue la consecución de un estilo
propio espléndido, plagado de éxitos a escala mundial. Hay que remarcar que
tiene mucho mérito nacer entre la apatía general por el rock sinfónico a
mediados de los 70, y lograr de alguna forma reinventar el producto no siendo
un seguidor del estilo, al menos en los patrones establecidos, ofreciendo un
innovador pop-rock sinfónico accesible y cosechando triunfo tras triunfo.
Este 2º LP "I robot",
es un compendio de canciones de gran factura que encierra la esencia de lo que
representaba y representaría el grupo durante unos años, no supera su magistral
obra de despegue, "Historias de misterio e imaginación" con la que se
bautizó, pero la diferencia es ínfima. Alan demuestra tener la cabeza fría y
muy bien amueblada, con su buen hacer, su magnífico oído y su sentido
desarrollado para saber lo que le gusta a la gente, consigue una serie de temas
de rock sinfónico que engancha raudo al oyente. Un hombre perfeccionista cuya
característica se refleja en sus creaciones donde no deja ningún cabo suelto
estableciendo una música aséptica, pura y controlada. Sonido con un espectro
amplio que puede ir del romanticismo sinfónico, pasando por una suite
pretenciosa, para alcanzar el extremo, instrumentales que juguetean con la
electrónica.
Melodías preciosistas, arreglos
vistosos sin escatimar en medios, corales y orquestas de la mejor familia
arrasando, que infunden a los entramados de un aura épica y grandilocuente en
contraposición al lirismo de las guitarras acústicas. Los compositores son unos
genios inventando riffs y bucles con los teclados, series sencillas que nos
hipnotizan sobre las que se van añadiendo nuevos desarrollos y arreglos,
consiguiendo el objetivo de mantener atento al público. Un lugar predilecto
dentro del engranaje lo ocupa el bajo que siempre es un referente dotando a la
estructura de una tensión eficaz que encaja como un guante.
Uno de sus secretos es la
combinación Alan Parsons - Eric Woolfson (amigo de Alan , hombre autodidacta),
un combo funcionando a pleno rendimiento, una pareja que conecta, que se
entiende, con ideas similares y objetivo común.
Álbum conceptual cuya 1ª cara es
la parte positiva, optimista. El otro lado es la oscuridad, la incertidumbre,
el miedo a las máquinas. Rock sinfónico políticamente correcto. Por si alguien
no los conoce, ya tarda en ir a escucharlos, no le defraudarán.