domingo, 1 de octubre de 2023

TOE FAT - Toe fat (1970)

 


Lee Kerslake................Batería, percusión

Ken Hensley................Guitarra y teclados

Cliff Bennett................Voz y piano

John Glascock.............Bajo


1ª cara:

- That's my love for you

- Bad side of the moon

- Nobody

- The wherefors and the why's

- But I'm wrong

2ª cara:

- Just like me

- Just like all the rest

- I can`t believe

- Working nights

- You tried to take it all



Hablar de TOE FAT es hablar de los precursores de lo que posteriormente surgiría como URIAH HEEP , banda visitada ya aquí hace tiempo. Los cimientos de los Heep se encuentran incluidos, el batería Lee Kerslake y el guitarra y teclista Ken Hensley, ocuparían pronto posiciones en sus filas, en particular Hensley, que entra prácticamente desde el principio de los tiempos, ese mismo año 1970. La esencia del ritmo de la veterana banda subyace en algunos de los mejores cortes de este disco. Pero el artífice del cuarteto es sin embargo Cliff Bennett fundador de un combo con su nombre que apenas tendrá repercusión.

Toe Fat

Tras cerrar página se va a ocupar de escribir los temas, de ahí que después de escucharlo detenidamente se observe una amalgama de tendencias e influencias que no deja claro el camino que seguirán en el futuro, aunque este sería tan corto que da pie a poder saberlo. Tras otro Lp, el segundo, acabaría la brillante aventura de Toe Fat. Sus primeras ediciones están buscadas y se pagan buenas cantidades por ellas.

Uriah Heep



Nuevamente Cliff no ceja en el empeño y se reinventa en 1969 liderando a los Toe Fat. Ficharon por el sello progresivo de Tamla Motown, llamado Rare Earth, y lanzaron un año después este trabajo que fracasó comercialmente, pero sin embargo tuvo un considerable elogio de la crítica. Es decir, se estaban convirtiendo en un objeto underground de leyenda. Kerslake y Hensley, parte muy importante, abandonaron la nave tras este primer redondo dejando muy tocado el centro de gravedad de los Fat, que se repusieron aunque no del todo, para sucumbir poco tiempo después.

Kerslake formó parte al completo de este disco, pero no aparece en la fotografía de la contraportada, y en su lugar lo hace Alan Kendall, que sería su sustituto poco después. Algo incompresible y sin sentido. También os sonará a muchos el nombre de John Glascock por su participación durante una época con los míticos Jethro Tull. El grifo se cortó definitivamente con la grabación del segundo disco Toe Fat II. Su publicación volvió a obtener los mismos resultados que con el debut, escaso interés comercial y ventas muy reducidas. Este nuevo mazazo dio por finalizada la sociedad. Como anécdota decir que los torsos desnudos que aparecen a la izquierda en la portada fueron sustituidos en España por un corderito. Todos sabemos la censura que todavía existía en este país.


El disco ofrece muchas caras diferentes pero bajo el primas unificador del hard rock, que es un poco el pegamento de todas ellas. Un rock potente donde hay espacio para la guitarra de Ken Hensley y sus solos, que todavía se muestran faltos de elegancia y con una creatividad limitada, pero con una puesta enérgica e ilusionada. La voz de Cliff es firme, con garra, con tablas, expresiva y con un timbre que podríamos confundir con una voz negra. Los ritmos que genera Kerslake nos van a recordar con esas pausas a los que realizará más profusamente en los Uriah Heep, al igual que la guitarra de acompañamiento rotunda en sus riffs. También se echa de menos una producción más elaborada, ya que se puede decir que es escasa, pero es cierto, que por otro lado hace que la música sea más cruda y auténtica.

Las composiciones son de corte sencillo, riffs claros, melodías con estribillos definidos y con pocas aportaciones a espacios instrumentales, muy justos. Temas que no suelen pasar de los 4 minutos tramados sobre un hard rock clásico que ofrece elementos enriquecedores pertenecientes a otros aspectos del rock, psicodelia, progresivo, etc.

La pieza Bad side of the moon, que tocan en segundo lugar, tiene la autoría de un jovencísimo Elton John, cuya versión original por cosas del destino no llegó nunca a publicarse en un álbum, quedándose en la cara B de un single. Es aquí donde podemos apreciar la introducción de teclados, por primera y ,se puede decir, última vez, aportando un segmento progresivo a la obra, en escalas ascendentes y descendentes. Podemos reconocer buenos grooves en algunas de los cortes y psicodelia en las cuerdas de la guitarra. Nobody es un ejercicio curioso porque vamos a poder observar la realización de 2 solos de guitarra independientes, algo que no volverá a suceder en todo el set. La guitarra es capaz de crear atmósferas apabullantes a base de pedal, como en The wherefors and the why`s un recurso que se aprovechará en abundancia años más tarde, logrando dejar la guitarra bloqueada en largos e interminables delays.

En su lado B , vamos a toparnos con juegos de voces, toques singulares de flauta y armónica en Just like all the rest, experimentación a la guitarra en una pieza de ambiente extraño, como es I can`t believe, un cocktail de bajo y batería de alta graduación (Working nights) y ráfagas de rock'n'roll al más puro estilo recogidas en You tried to take it all.




sábado, 23 de septiembre de 2023

Otros mundos....pero están en este.

 

GRAEME EDGE BAND - KICK OFF YOUR MUDDY BOOTS (1975)

El principal promotor de la idea del grupo sería Graham Edge, batería de los Moody Blues, se gestó tras un descanso de estos a mediados de los 70, con el resultado de 2 discos, en el primero participó el también batería Ginger Baker.





ASIA - ASTRA (1985)

Nacieron de las cenizas de bandas emblemáticas de los 70, este sería su 3ª entrega de una trilogía que marcó un cuarteto que no repitiría. El nivel bajó considerablemente respecto a su debut.





ALVIN LEE - RX5 (1982)

El prestigioso guitarrista de la banda TEN YEARS AFTER que tantos años de gloria obtuvo durante los 70 principalmente siguió realizando trabajos en solitario.





BAKER GURVITZ ARMY - ELYSIAN ENCOUNTER (1975)

Otro engendro creado de la nada para realizar 3 magníficos álbumes, Baker a las baquetas y Adrian Gurvitz, a la guitarra, que no se perdía una reunión por aquella época, ah.... y si por si fuera poco, su hermano Paul al bajo.








1968: Revolutions


 "El día del examen, los allí congregados son conducidos a una sala con unas tijeras, cinta adhesiva, una grabadora y un micrófono, y les dicen que tienen cuatro horas para realizar un tema con los objetos allí presentes.

 



Les permiten escoger un instrumento de percusión. Jean-Michel escoge la caja china. El resultado de aquellas cuatro horas fue un tema de un minuto de duración compuesto por unas cien ediciones, procesando el sonido de la percusión, acelerándolo, ralentizándolo, dándole la vuelta, etcétera; un poco como hacía con The Dustbins. El resultado agradó a los examinadores, ganándose así una plaza en el GRM en enero de 1968".

                                                                                        (Jean Michel Jarre: The watcher)





sábado, 16 de septiembre de 2023

GILA - Free electric sound (1971)

 


Daniel Alluno.................Batería, percusión

Fritz Scheyhing..............Organo, mellotron, piano, efectos electrónicos

Conny Veidt..................Guitarra eléctrica y acústica, voz

Walter Wiederkehr.......Bajo


1ª cara:

- Agression

- Kommunikation

2ª cara:

- Kollaps

- Kontact

- Kollektivitat

- Individualitat



Procedentes de Stuttgart, con apenas 3 años de existencia, llegaron a convertirse en un referente de la facción kraut más experimental y underground, creando una corriente de gran influencia en otras bandas dentro del género. Nacen como formación estable en 1969, tras este disco debut y su secuela que nada tiene que ver con su despegue terminarán su corto viaje en 1973. Muchos años después lanzaron dos discos más, un refrito en forma de conciertos, pero nada nuevo que aportar. Lo mismo que con su biografía, algo muy escueto que encontrar en la red, es difícil obtener material fresco.


Así pues, este álbum con el que se bautizan, es experimental y ambicioso, constituyendo un emblemático ejemplo de la sección más oscura dentro del Krautrock. Es decir rock con gran libertad en su creación, sin patrones claros pero determinante, imperecedero, fuera de modas, comprometido, visceral y sobretodo expresivo. Generando una música cuya intención es hacer que se agudicen nuestros sentidos. Sentir su mensaje, sumergirse en las oscuras atmósferas que nos presentan sin apenas interludios y conectar con la pureza de su esencia. Y vaya si lo consiguen con esta muestra de carácter conceptual, en la que profundizan trabajando en los términos de la individualidad y la sociedad. Los problemas de la juventud alemana vuelven a salir a la luz.


Vorágine instrumental conducida en primer término por la guitarra. Sin dilación nos envuelve en una turbulencia sónica, (Agressive) un instrumental contundente con un título muy adecuado, construido sobre un riff marcado fuertemente, un torbellino de sensaciones que muere en un remanso de la naturaleza, un manantial que nos aleja de la pesadilla y nos devuelve al entorno natural para tomar aire y volver a sumergirnos en un nuevo escollo desafiante.(Kommunication)


Sobre un sonido volcado en caleidoscópicos riffs y bases rítmicas prominentes, el órgano intenta arrancar la atención con elevadas notas de acento psicodélico, cuando por fin aparece un atisbo de voz, algo que apenas va a ser una ilusión, puesto que se podrá encontrar con cuentagotas y en momentos muy concretos aportando dramatismo vital. Nuevamente la guitarra vuelve a la carga para traspasar el umbral e ir progresivamente tornándose en suave acústica, mientras el ritmo impuesto nos hace entrar en trance. Poco tiempo vamos a gozar de esa dulce guitarra, sin previo aviso regresa bajo tintes de blues la eléctrica de forma contundente, lanzando hirientes latigazos siderales y absorbiendo toda la atención con el pedal. El resultado es la configuración de ambientaciones angustiosas, alucinatorias y de corte obsesivo. Jams psicodélicas de gran tonelaje que proporcionan escenarios oníricos y espaciales, gracias en gran parte a los teclados que se van radicalizando


Ya en la segunda cara la música se vuelve más extrema en cuanto a experimentación y expresividad (Kollaps). Regresamos a un universo de incertidumbre que no habíamos abandonado más que para dar la vuelta al vinilo. De la mano de un crudo órgano nos hacen conscientes del inicio de la vida con los sollozos de un bebé, la dura entrada en el mundo real, un desafío al que debemos vencer y superar día tras día sin vacilar.

La acústica otra vez consigue aplacar esa sensación de soledad con unas cuerdas cristalinas que nos devuelven a círculos sanos y primordialmente más positivos con una instrumentación cargada de escalas orientales, algo que en aquella época era sinónimo de amor, fraternidad, espiritualidad y pureza (Kollektivitat). Y que tanto caló en las bandas de rock europeas. Un elemento muy utilizado en la época que pretendía conectar con el espectador para sucumbir a un estado de consciencia elevado en comunión con la energía del cosmos.




Acercándose hacia el final, la música se va convirtiendo en una muestra de percusiones y ritmos varios (Individualitat) que invitan a la relajación y a una escucha detenida, un torrente de sensaciones fluyen en nuestra mente, un paraíso para las huestes hippies de la época, y es que estamos ante un atlas perfecto para viajar a donde nuestra mente quiera llevarnos.




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