domingo, 15 de octubre de 2023

GRAND FUNK - We're an american band (1973)

 


Don Brewer..................Batería, voz

Mark Farmer................Guitarra, voz y armónica

Craig Frost...................Órgano, clavinete, sintetizador y piano, coros

Mel Schacher...............Bajo


1ª cara:

- We're an american band

- Stop lookin' back

- Creepin'

- Black licorice

2ª cara:

- The railroad

- Aint' got nobody

- Walk like a men

- Loneliest rider



Es increíble como pasaría desapercibida esta banda, a pesar de su extenso repertorio y su buen hacer, llegando a vender a lo largo de su trayectoria hasta 25 millones de discos, una cifra brutal para la repercusión mediática que obtuvieron, y eso que vendieron más discos que cualquier otro grupo americano. Fueron galardonados nada menos que 4 veces en 1970 por la R.I.A.A., pero parece ser que lo que mejor les funcionó durante su vida fue el boca a boca entre los aficionados.

Nacen en Michigan, EEUU, compuesta en un primer estadio como power trío en 1968, realizarían sus mejores álbumes como cuarteto. Su estilo inicial era un hard rock muy influido por el blues y el funk, con un purismo que poco a poco iría variando en el tiempo. Fueron estereotipados con los británicos CREAM, pero ellos van a crear su propio estilo y en concierto van a lograr un gran atractivo. Solo en 3 años serán capaces de realizar 8 trabajos de estudio, una auténtica salvajada, si lo comparamos con otros, y eso que tuvieron siempre en contra la crítica musical, y con ello una cobertura en radio ridícula. Para que os hagáis una idea de lo grandes que eran estos tipos, os diré que en un concierto de los ZEPPELIN fueron contratados como teloneros, y como eran tan buenos en el escenario, terreno donde se manejaban de maravilla, tuvo que salir el propio Peter Grant en medio de su actuación para terminar con aquello. Era tan espectacular su puesta en escena que podían eclipsar a los propios LED ZEPPELIN, y Grant que tenía un gran olfato para este negocio, vio que podía darse la posibilidad.


En 1976, con una decena de discos bajo el brazo, deciden que es suficiente y se desintegra la sociedad. Farmer comienza su carrera en solitario y el resto de componentes continuarán juntos pero ya no bajo el nombre de Grand Funk, sino que comienzan una andadura denominados FLINT, su ciudad originaria en Michigan. Al comienzo de la década de los 80, volverían a reunirse Grand Funk, y parecía prometer la nueva versión, sacando 2 discos con cierto éxito. Pero no fue suficiente para seguir adelante y por segunda vez el contrato finalizó. De aquí en adelante las reuniones y diferencias continuarían en el tiempo, hasta que en el 2000 vuelven a entrar en estudio, perdurando hasta el presente, realizando gran cantidad de conciertos y material nuevo.

Nosotros nos detenemos en 1973 para hablar del que fue su mayor éxito, el disco arriba mencionado ya, que venía a ser el 7º en su lista particular, todo unos veteranos en el mundillo de la industria. No significa que todo lo anterior no estuviera a gran nivel, ni mucho menos, pero la participación de TODD RUNDGREN en la producción fue esencial. La dimensión del sonido gana enteros y con la garantía de Todd, un hombre con un periplo inmenso a sus espaldas tanto de músico, como de productor, logran un Lp redondo impregnado de la sabiduría del excelente Rundgren.

Continuarán haciendo un hard rock cuyo estilo se va alejando cada vez más del blues rock más enraizado, sumergiéndose en un hard rock que va a adquirir elementos nuevos dotando a las composiciones de mayor variedad estilística, más cambios de ritmo y el acierto de sacarle partido al vozarrón de Don Brewer. Expresiva, clara, directa y contundente, cargada de fuerza suena descomunal, sin que nada ni nadie pueda hacerle sombra, se escucha por encima de todo. Pero ahí no queda todo, sino que va a saber obtener el máximo rendimiento de cada uno de los instrumentos exprimiendo su potencial y logrando un resultado brillante que no va a pasar desapercibido.

Por tanto el secreto de este triunfo no radicó en un apoyo de la crítica, sino que se lo ganaron a pulso, con sangre sudor y lágrimas, y con la inestimable ayuda de un productor experimentado. Una formación con buenos músicos individuales y en conjunto, como demostrarán en vivo, composiciones imaginativas y bien trabajadas donde la carga principalmente recae sobre la guitarra de Farmer, que adquiere una nueva magnitud con nuevos sonidos en sus cuerdas, y sobre el órgano de Frost, más o menos a partes iguales. Pero no hay que olvidarse de la sección rítmica , en muchas ocasiones es la pieza clave perfecta para conseguir un todo, más que brillante, luciéndose en unos cuantos torbellinos.

A estas alturas con los nuevos arreglos, los coros y otros elementos, el sonido de la banda se cubre de un revestimiento muy americano, metiéndose al público en el bolsillo poco a poco con una fórmula más cercana. Se gana en peso con composiciones más voluminosas y con un instrumental más enriquecido, pero a su vez flexible permitiendo muchos cambios de tempo, algo que Rundgren considera importante. Todo ello hace que su esencia se acerque al de otros monstruos americanos como KANSAS.

Momentos instrumentales de alto calibre, intensos diálogos guitarra - órgano incluyendo riffs sucios e incendiarios pero contenidos, gruesos tapices sonoros elaborados por el órgano para que la guitarra trabaje en pos de un lucimiento personal, una batería que trabaja con una intuición impresionante, son principios que conforman el alma de Grand Funk y que no difieren mucho de otras formaciones de la época. Aún así su sonido en este disco es especial y único, y debéis vivirlo en toda su intensidad.

Finaliza con unos segundos de percusión que todos vamos a reconocer como un ritmo personal de los indios americanos que habremos escuchado veces y veces en films del Oeste, una forma de decirnos adiós aludiendo al título del Lp. Algo que irónicamente podría significar su protesta o disconformidad con el sistema americano..........o no, eso ya es cosa de cada uno.










domingo, 8 de octubre de 2023

Parecidos Razonables: Povl - Luis Enrique

 


Povl Dissing - Jeg er en tosser spillemand (2003)





Luis Enrique Martínez - Entrenador (1970)





La voz en la otra cara de la luna

Rick Wright

"Francamente, a mí me impresionó todo aquello. Aquel maravilloso sonido del álbum, sorprendente en ocasiones, con la luna, las estrellas, el sol, la tierra y el planetario...Me pareció como estar en el cielo, como el temazo de Rick Wright 'The great gig in the sky', que desafortunadamente ahora se ha convertido en el tema preferido por las strippers de los night-clubs anglosajones.

Clare  Torry

 

  Es sórdido y delirante que por la interpretación vocal de Clare Torry en el tema por sugerencia de Parsons, solo se le pagaran treinta libras. Pero hay cosas más increíbles entre los misterios de Dark Side of the Moon. En aquellos tiempos se utilizaban cintas de una pulgada, que se reutilizaban. La mayor parte del álbum se grabó en una vieja cinta de los Beatles, donde habían grabado probablemente el álbum Help. Y el caso es que al final de "Eclipse" se puede oír algo de 'Ticket to ride' de los Beatles."

              

          

                                                 (El Sargento Pepper nunca estuvo allí. Julián Ruiz)





domingo, 1 de octubre de 2023

TOE FAT - Toe fat (1970)

 


Lee Kerslake................Batería, percusión

Ken Hensley................Guitarra y teclados

Cliff Bennett................Voz y piano

John Glascock.............Bajo


1ª cara:

- That's my love for you

- Bad side of the moon

- Nobody

- The wherefors and the why's

- But I'm wrong

2ª cara:

- Just like me

- Just like all the rest

- I can`t believe

- Working nights

- You tried to take it all



Hablar de TOE FAT es hablar de los precursores de lo que posteriormente surgiría como URIAH HEEP , banda visitada ya aquí hace tiempo. Los cimientos de los Heep se encuentran incluidos, el batería Lee Kerslake y el guitarra y teclista Ken Hensley, ocuparían pronto posiciones en sus filas, en particular Hensley, que entra prácticamente desde el principio de los tiempos, ese mismo año 1970. La esencia del ritmo de la veterana banda subyace en algunos de los mejores cortes de este disco. Pero el artífice del cuarteto es sin embargo Cliff Bennett fundador de un combo con su nombre que apenas tendrá repercusión.

Toe Fat

Tras cerrar página se va a ocupar de escribir los temas, de ahí que después de escucharlo detenidamente se observe una amalgama de tendencias e influencias que no deja claro el camino que seguirán en el futuro, aunque este sería tan corto que da pie a poder saberlo. Tras otro Lp, el segundo, acabaría la brillante aventura de Toe Fat. Sus primeras ediciones están buscadas y se pagan buenas cantidades por ellas.

Uriah Heep



Nuevamente Cliff no ceja en el empeño y se reinventa en 1969 liderando a los Toe Fat. Ficharon por el sello progresivo de Tamla Motown, llamado Rare Earth, y lanzaron un año después este trabajo que fracasó comercialmente, pero sin embargo tuvo un considerable elogio de la crítica. Es decir, se estaban convirtiendo en un objeto underground de leyenda. Kerslake y Hensley, parte muy importante, abandonaron la nave tras este primer redondo dejando muy tocado el centro de gravedad de los Fat, que se repusieron aunque no del todo, para sucumbir poco tiempo después.

Kerslake formó parte al completo de este disco, pero no aparece en la fotografía de la contraportada, y en su lugar lo hace Alan Kendall, que sería su sustituto poco después. Algo incompresible y sin sentido. También os sonará a muchos el nombre de John Glascock por su participación durante una época con los míticos Jethro Tull. El grifo se cortó definitivamente con la grabación del segundo disco Toe Fat II. Su publicación volvió a obtener los mismos resultados que con el debut, escaso interés comercial y ventas muy reducidas. Este nuevo mazazo dio por finalizada la sociedad. Como anécdota decir que los torsos desnudos que aparecen a la izquierda en la portada fueron sustituidos en España por un corderito. Todos sabemos la censura que todavía existía en este país.


El disco ofrece muchas caras diferentes pero bajo el primas unificador del hard rock, que es un poco el pegamento de todas ellas. Un rock potente donde hay espacio para la guitarra de Ken Hensley y sus solos, que todavía se muestran faltos de elegancia y con una creatividad limitada, pero con una puesta enérgica e ilusionada. La voz de Cliff es firme, con garra, con tablas, expresiva y con un timbre que podríamos confundir con una voz negra. Los ritmos que genera Kerslake nos van a recordar con esas pausas a los que realizará más profusamente en los Uriah Heep, al igual que la guitarra de acompañamiento rotunda en sus riffs. También se echa de menos una producción más elaborada, ya que se puede decir que es escasa, pero es cierto, que por otro lado hace que la música sea más cruda y auténtica.

Las composiciones son de corte sencillo, riffs claros, melodías con estribillos definidos y con pocas aportaciones a espacios instrumentales, muy justos. Temas que no suelen pasar de los 4 minutos tramados sobre un hard rock clásico que ofrece elementos enriquecedores pertenecientes a otros aspectos del rock, psicodelia, progresivo, etc.

La pieza Bad side of the moon, que tocan en segundo lugar, tiene la autoría de un jovencísimo Elton John, cuya versión original por cosas del destino no llegó nunca a publicarse en un álbum, quedándose en la cara B de un single. Es aquí donde podemos apreciar la introducción de teclados, por primera y ,se puede decir, última vez, aportando un segmento progresivo a la obra, en escalas ascendentes y descendentes. Podemos reconocer buenos grooves en algunas de los cortes y psicodelia en las cuerdas de la guitarra. Nobody es un ejercicio curioso porque vamos a poder observar la realización de 2 solos de guitarra independientes, algo que no volverá a suceder en todo el set. La guitarra es capaz de crear atmósferas apabullantes a base de pedal, como en The wherefors and the why`s un recurso que se aprovechará en abundancia años más tarde, logrando dejar la guitarra bloqueada en largos e interminables delays.

En su lado B , vamos a toparnos con juegos de voces, toques singulares de flauta y armónica en Just like all the rest, experimentación a la guitarra en una pieza de ambiente extraño, como es I can`t believe, un cocktail de bajo y batería de alta graduación (Working nights) y ráfagas de rock'n'roll al más puro estilo recogidas en You tried to take it all.




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