Ólafur bórarinsson...................Voz,
guitarra y flauta
Björn bórarinsson....................Órgano
Hammond
Gudmundur Benediktsson.......Piano
y voz
Smári Kristjánsson...................Bajo
Ragnar Sigurjónsson................Batería
1ª cara:
- Líf bitt
- Hvers vegna?
- Söngur satans
- Litli fuglinn
- Ég horfi á brimid
- Leikur ad vonum
2ª cara:
- Haustregn
- Villi verkamadur
- Sandkorn
- Prelúdía í a moll
- bridja
heimsstyrjöldin
Hay que irse hasta la fría e inhóspita
isla de Islandia, allá en el mar del Norte, para toparse con una magnífica
banda que a pesar de su performance tan europeo con el que podían haberse
abierto camino en el mercado, apenas es conocido. Una formación de la que se
sabe poco, en un país del que se sabe poco, aglutinada por un par de hermanos
que a tenor de los instrumentos que ocupan son el pilar básico de todo lo que
vamos a encontrar. Creo que a lo sumo, algún single y el álbum que abordamos,
representan su paso por las tierras del progresivo. Una vida que comenzó en el
año 1967 y que palideció en 1975.
Sorprenden desde el principio
con un sonido progresivo formidable dentro de los cánones del momento álgido
que vive el movimiento. Composiciones de nivel alto, con algún botón de muestra
accesible, de apenas no más de 3 minutos en la mayoría, algo que resulta
curioso, puesto que si algo caracterizaba a esta tendencia era la extensión de
las piezas, que era difícil que bajaran de los 4 minutos, pero ya se sabe: "lo bueno si breve, dos veces
bueno".
Música sólida, concisa, con una
estructura claramente determinada y una melodía reconocible, con una producción
más que correcta, sin desarrollos instrumentales grandilocuentes, ni muestras
de virtuosismo. Son pragmáticos y van al grano y realmente se echa de menos en
varias ocasiones un alargamiento de buenos momentos.
Lo cierto es que su disco
póstumo es un compendio muy heterogéneo, su lista de canciones es una
exposición variada de todo tipo de posibilidades e influencias dentro de la
faceta progresiva. Podemos hallar un blues rock con el aditivo de unas
percusiones latinas más afines a otros lugares geográficos, tratamiento del
hammond en la línea de unos particulares OMEGA,
tremendas influencias del rock italiano, particularmente en el tratamiento de
los coros (Leikur ad vonum), los
arpegios de las guitarras acústicas y el espíritu de algunos de los tracks.
Temas, muchos de ellos, arrancan
con un riff concreto sobre 4 compases engalanados con buenas armonías vocales,
suaves guitarras que se tornan duras y es cuando se aproximan a un sonido
pesado, flauta en su justa medida, violines y orquestación (Sandkorn), pero por encima de todo está
el piano como nexo vertebrador (Villi
verkamadur) que interviene de forma crucial a interludios.
El último asalto es la
contribución a la experimentación que hasta entonces no había dado la cara. Es
la "cosa rara" del disco en
la que cada músico hace lo que le apetece con independencia de lo que hagan sus
compañeros, firmando un amasijo sin pies ni cabeza pero que suena bien, en parte
gracias a que una vez más el piano fluye con un patrón que mantiene atados los
cabos, un piano tenso que deriva en un oscuro órgano final que sale de la nada
y termina escabroso.
La anécdota es que cantando en
islandés como hacen, uno espera escuchar vocablos ásperos, angulosos, pero nada
de eso, la sonoridad de los fonemas es muy agradable y más similar al inglés de
lo que puedas imaginar.
Vinilo recomendable que resulta
fresco, interesante y con episodios que muchas veces se quedan cortos.