"Sin duda alguna el fenómeno más importante surgido en Europa con trasfondo musical en los inicios de la década de los setenta, fue el nuevo rock alemán, también llamado Deutscherock o Kraut-rock. Un movimiento de vanguardia, experimental y altamente cósmico. Los grupos inmersos en él se dedican a experimentar con los nuevos aparatos de teclado y las invenciones electrónicas capaces de hacerles volar con el pensamiento hasta Marte o Saturno.
Es un fenómeno creado en contrapartida con la juventud anglosajona, que ha hallado su propia pauta musical dentro del desarrollo cultural europeo.
Es una música obsesiva, penetrante, reflejo justo del carácter de unos jóvenes alemanes que aún recuerdan la pasada guerra mundial, sus ciudades destrozadas por los bombardeos, y a los marines americanos paseando por sus calles.
El muro de Berlín es también una frustración musical, amén de política, para los músicos de uno y otro lado.
"Cuando toco música, pierdo todo contacto con el mundo externo. Los ojos se me cierran y procuro descubrir cuáles son mis más intimas sensaciones. Es el triste deseo de ser algo que hasta ahora no he conseguido alcanzar. Eso es lo que quier obtener con mis notas. Intento aproximarme cada vez más. Y cuando he logrado acercarme un poco, siento una cierta paz. Entonces he encontrado lo que buscaba. Brota de mi y las personas que me escuchan pueden sentirlo, suponiendo que se encuentren en un estado apropiado y muestren receptibilidad."
Por casualidad fui a dar con
este álbum de una banda sueca, olvidada en la caja de los tiempos y que si
llegó hasta mí es gracias a la edición de 500 copias de un pequeño sello, de
las cuales la que está en mi poder lleva el nº 155. Banda desconocida que se
esconde tras una cubierta igualmente negra e inexpresiva, reflejo de ese
enigmático contenido que se recoge en sus surcos, pues apenas pone escuetamente
el título y el nombre del cuarteto. El nombre "BIB" se debe a las
iniciales de su hombre fuerte Björn
Ingvar Björnsson, "SET" el resto de compañeros de la empresa.
Este Lp es testigo único de que
existieron, puesto que una vez que se zanjó la labor en los estudios, la
disolución fue automática y determinante, su líder Björnsson antes de entrar a
grabar ya dejó claro con rotundidad su desacuerdo en continuar por la línea musical
que se había trabajado. No se había plasmado todavía en el soporte y Björnsson
ya había abandonado la formación. La vida del proyecto había llegado a su fin,
y nunca más se supo.
El caso es que la calidad de la
música es más que brillante, una pena que decidiesen no seguir adelante. Su
sonido habría que relacionarlo con la psicodelia, el garaje y el progresivo que
en aquellos momentos hacía estragos en el centro neurálgico de la música rock
europea. Las composiciones están dirigidas por el órgano de forma magistral en
una senda más próxima a la de bandas underground, tales como DAMNATION OF ADAM BLESSING, FRAME ó en Alemania casos como XHOL CARAVAN, AINIGMA, SATIN WHALE donde la oscuridad reina.
Atmósferas donde se respira un
aire viciado, impregnado de lisergia, el órgano carga en modo duro y lineal sin
entrar en caracoleos ni vibraciones. Una losa que aprisiona en los temas
creando estructuras sobrias que dejan espacios donde un piano alterado ofrece
alguna variedad recrudeciendo el ambiente psicodélico palpable en los silencios
inquietantes. Música cruda, pero no por ello áspera que se abstiene de
cualquier tipo de arreglo. Sonido auténtico y con personalidad donde la
guitarra apenas se deja escuchar en fragmentos limitados de forma acústica en
algún vacío y ya avanzado el disco.
En su lado A los cortes están
más delimitados y separados distinguiendo cada uno de ellos, sin embargo al
darle la vuelta está todo más confuso y entrelazado embargándonos la sensación
de que todo lo que va surgiendo es un encadenamiento de porciones, muchas de
ellas de inspiración experimental improvisando sobre la marcha, cambiando el
ritmo radicalmente y transportándonos a paisajes que nos recuerdan a
estereotipos reconocidos en grupos británicos del momento. Conducidos así, sin
darnos cuenta, nos plantamos al final de una obra que nos deja un regusto
extraño pero interesante.
"Nos contrataron para telonear a los Rolling en Putney para finales de diciembre de 1963. Yo estaba predispuesto a mostrarme cínico, sin siquiera haberlos escuchado tocar: había resuelto que su reputación se debía a sus cortes de pelo.
Pero la actuación arrasó conmigo. Nuestro productor, Glyn Johns, me presentó a Brian Jones y a Mick Jagger, que se mostraron educados, encantadores. Desde un lado del escenario los estuve observando y me convertí en un fan instantáneo y de por vida. Mick era misteriosamente atractivo y sexualmente provocador, quizá el primer gran icono de este estilo desde Elvis. Mientras Keith Richards esperaba a que se abriera el telón, iba precalentando agitando los brazos como las aspas de un molino.
Unas semanas después, los teloneamos de nuevo en el Glenlyn Ballrooom,y vi que Keith ya no recurría a la maniobra de las aspas, de modo que decidí aceptarla."