viernes, 12 de septiembre de 2025

Las argucias se pagan


"Son las once de la noche. El recital ha acabado hace una hora, suspendido. 

Palacio de deportes de Colonia: en las salidas posteriores está formando una centuria de la policía. Algunos agentes traen perros sin bozal. Luego todos se ponen en marcha y avanzan contra el resto de los 2000 visitantes del recital, amenazan al público, lo empujan fuera del palacio, lo persiguen por las instalaciones inmediatas. En opinión de los guardas del palacio de deportes, nunca más debería permitirse la entrada a un público así. Para ellos, los jóvenes solo son gentuza, salvajes y animales. 


Algunos de los jóvenes visitantes han derribado los bancos del las gradas, mientras otros les contemplan y aplauden. No ha habido casi ninguna rotura. No ha habido enfrentamientos ni peleas. Algunos gritan a coro: 7,8,9,10 !mierda¡ quieren oír a Eric Clapton. Todo el tinglado había sido diestramente preparado para la comercialización de la música pop. Los empresarios presentaron a Eric Clapton como músico del año. Puesto que su propio conjunto, Blind Faith, solo había sido contratado para una gira por los Estados Unidos y para la grabación de discos, los empresarios aprovecharon la popularidad de otra forma. Y parece ser que el propio Clapton ayudó en ello, pues permitió que como ídolo publicitario, se le enganchara como caballo de tiro delante del dúo melódico norteamericano Delaney & Bonnie, cuya gira por Europa fue presentada como una especie de espectáculo Clapton. 

Tanto en los anuncios publicitarios como en los posters, el único nombre conocido era el de Clapton (pues el dúo norteamericano era totalmente desconocido en aquella época). En los tickets de entrada, el nombre de Clapton figuraba en enormes letras, mientras el nombre del dúo aparecía en letra pequeña. En el texto de acompañamiento se hablaba del superhombre de Blind Faith y del superhombre de un superconjunto musical. 

Clapton acompaña, apenas se le oye. Comienzan los primeros coros: Clapton, Clapton, Clapton...... Este sonríe forzado y se vuelve de espaldas. Estos últimos días ha tenido que oír muchas veces tales gritos. Una breve improvisación, la guitarra de Clapton, y enormes aplausos. Cuando Delaney comienza a cantar, el público protesta con silbidos. Delaney se interrumpe y Bonnie insulta al público. Por último, Delaney anuncia un título de Clapton pero este está cansado, no puede o quiere seguir. Estoy nervioso ¡Largaos!. El público se va, pero unos cuantos gamberros arrancan los instrumentos musicales del escenario. Llega la policía, entran en acción los perros, miedo. Finales de noviembre de 1969."

                                                                        (El mundo de la música pop) 

                                                        




Situación Límite


 "Al otro lado del Atlántico, en un barrio al sur de Londres, Comparten un pequeño piso los hermanos Knopfler con John Illsley. Otro amigo suyo, también de Deptford, el batería Pick Withers, conociendo su situación económica precaria, les invita a formar un grupo llamado Dire Straits, que en inglés significa algo así como estar en una situación límite.

 


Reúnen entre todos unas ciento veinte libras, y graban una maqueta con cuatro canciones, entre ellas Sultans of Swing. Pronto son contratados por Fonogram y graban su primer Lp en Londres bajo el patrocinio de Muff Winwood, aquel legendario componente del Spencer Davis Group. La carrera de los Dire Straits es tan corta como apasionante, su líder Mark Knopfler, un escocés de Glasgow amante de los antiguos bluesmen y rockers, semicalvo pese a su corta edad, posee un sonido de guitarra realmente original"

 

                                                                                     (1954-1984. 30 años de Rock) 






sábado, 6 de septiembre de 2025

Mark - Almond - Rising (1972)

 

Jon Mark…………………...….Voz principal, guitarra de 12 cuerdas, acústica, eléctrica, percusión, arreglos

Johnny Almond…………...…Saxofón, percusión, flauta, bajo y coros

Dannie Richmond…………...Batería, percusiones, coros

Geoff Condon………………...Metales, flauta, percusiones, coros

Ken Craddock…………………..Piano, piano eléctrico, guitarra acústica, guitarra eléctrica, percusiones, coros

Colin Gibson…………………….Bajo, percusión, coros


1ª Cara:

- Monday bluesong

- Song for a sad musician

- Organ grinder

- I’ll be leaving soon

- What am I living for

2ª Cara:

- Riding free

- The little prince

- The phoenix


La fusión de dos de sus miembros daría lugar al nombre que terminó adquiriendo esta alianza, John Mark y Johnny Almond, músicos que comenzaron su vida en ambientes diferentes pero que por casualidad acabarían conociéndose en 1969 cuando trabajaron en la grabación de 2 álbumes del inagotable John Mayall, una vez terminada la época de los Bluesbreakers. Es allí donde John y Johnny se dieron cuenta de la buena conexión que había entre ellos, no tardaron en decidir que debían unir fuerzas y dar forma a una criatura que se llamaría Mark Almond, no fueron muy originales.


Retrocediendo algo en el tiempo puedo decir que los primeros escarceos de John Mark arrancan en 1963 grabando un disco con otro miembro que luego pertenecería a la banda de Cat Stevens. También acompañó a Marianne Faithfull en sus grabaciones y conciertos ya en 1965, con ella escribió y realizó arreglos en varias de sus canciones. Tres años después fundó una agrupación y llegó a registrar con ellos una única grabación, sin embargo el sello discográfico por razones desconocidas nunca lo distribuyó ni tampoco hubo ninguna gira de promoción, dando al traste tan rápido como se había creado.

En cuanto al otro miembro clave de Mark Almond, Johnny Almond se inició tocando en pequeñas bandas con las que llegó a grabar alguna que otra cosa pero sin trascendencia, proyectos que no terminaban de consolidar, y así anduvo hasta que en 1969 poco antes de conocer a John Mark, decide fundar su propio grupo al que denominó Johnny Almond Music Machine grabando hasta 2 álbumes. Lo que vino después ya lo sabemos todos.

Las buenas vibraciones que surgen entre Mark y Almond van a dar rápidamente su fruto. Fichan por un pequeño sello llamado Blue Thumb Records con quien publican dos álbumes, el segundo muy difundido por las radio fórmulas, sobre todo en EEUU. Su buen hacer les conduce a grabar con un sello más importante, Columbia Records con gran peso en tierras americanas. Allí es donde registrarían Rising en 1972 y un Directo al año siguiente. La banda entonces estaba compuesta de 7 miembros. Fue en 1972 cuando John Mark sufrió un accidente importante en Hawai, estuvo convaleciente bastante tiempo, y entre una cosa y otra decidieron no continuar con la sociedad.

Tiempo después, en 1975, volvieron a reunirse con intención de ensayar nuevo material. To the heart (1976) fue el resultado de esa conciliación, poco tiempo después en 1978 volvieron a registrar una nueva obra, Other peoples rooms, que aunque no carecía de calidad no se vendió bien, como les sucedió a muchos otros en estos años en que la mayoría de público demandaba la nueva ola de reciente nacimiento. En los años 80 volvían a disolverse definitivamente. Tras esta errática carrera es meritorio que su música adquiriese un gran nivel compositivo y no haya apenas puntos negros en su discografía.

A lo largo de mi vida he coleccionado muchos vinilos y siempre me han gustado especialmente aquellos que me transmiten……..que una vez que los oigo y consigo asimilarlos me producen algún tipo de reacción. No lo consigo con todos los que me gustan, pero si que todos los que me transmiten me gustan. Puede ser que me evoquen, sentimientos, imágenes, sensaciones, épocas, ideas, ….incluso una amalgama de varios elementos….bien, pues esto que no es fácil, es lo que me sucede escuchando Rising. Su constitución desde el principio es como una sacudida mental, cada tema que se sucede me inspira diversos estados de ánimo fluyendo con una facilidad pasmosa, y ya os digo que no me resulta sencillo con normalidad, sino con casos extraordinarios y este es uno de ellos. Como poder explicar lo que me recorre por la mente…….no hay palabras….no hay traducción posible…..es un torrente de energía que se convierte en impulsos que me transportan a rincones que tal vez no sabía que existían, una auténtica montaña rusa de sentimientos….. Basta de filosofar….. escuchadlo y si podéis, de verdad……..disfrutar lo que nos ofrecen.

Ya desde el primer surco nos sumergen en melancolía, un disco delicado y gestado por ángeles, nos muestra atmósferas tenues y relajantes dentro de lo que catalogan como Jazz Rock, tal vez, pero no le veo una definición propia, es un conglomerado folk, mezclado con rock y sonidos abiertos. Monday bluesong, como ya indica su título es una pieza con sentimiento, con el volumen bajo nos presenta una paleta triste que remarcará poco después la trompeta de Condon acompañada del contrabajo, acordes menores y olas de melancolía, para escuchar como muchos otros aquí, un día de lluvia a través de los cristales. Una pieza corta que se enlaza con la siguiente, Song for a sad musician, curioso corte con una guitarra que persigue sus pulsaciones tras las palabras de Mark en busca de imitación del tono, nuevamente en ambientes de ensoñación en los que el tiempo parece transcurrir más despacio y todo es frágil, muy similares en su creación a otras atmósferas de bandas como JADE WARRIOR, pero sin llegar a ser ácidas.

Organ grinder nos traslada a otras épocas, con una composición como si de un cuento se tratase y que nos hace recordar la infancia, esta dotada de una ingenua frescura difícil de obtener, cargada de buenas intenciones, pero nuevamente arrastrando melancolía y nostalgia de tiempos pretéritos en un halo de pureza. Los sonidos acústicos se suceden y nos movemos en unos márgenes que poco a poco nos calan y la introversión se sucede ayudado por esos sonidos sencillos, suaves y frágiles. En I’ll be leaving soon volvemos a encontrarnos con historias tristes y estructuras delicadas en los que la guitarra y el saxo conducen toda la breve pieza. No será hasta What am I living for que podremos ver a todo el equipo trabajando y sonando a la vez en uno de los cortes más elaborados. Nuevamente surgen los sentimientos del protagonista de la letra y la retrospectiva se apodera una vez más. La introducción acústica da paso a un desarrollo instrumental del grupo al completo dejándose escuchar por fin al órgano, la guitarra eléctrica y la batería, en una pieza con un delicioso estribillo de coda repitiendo el título. Los sentimientos afloran en el oyente con una felicidad apagada.

Damos la vuelta al plástico y entramos en una segunda cara con piezas más extensas y trabajadas en lo que a instrumentación se refiere. De hecho solo encontraremos tres. Riding free es una pieza en la que encontramos un ritmo más vivo, como queriendo infundirnos de esa libertad que sugiere el nombre de la canción. Se produce una potente base rítmica a modo de galope con un trabajo virtuoso de la batería que se quedará a solas, durante una fase central. Hay explosión de metales haciendo arreglos y las percusiones son muchas y variadas. La guitarra ejerce movimientos violentos y distorsionados, y se respira un ambiente criollo en algunos trances. Tras esta convulsión regresamos a la serena paz de The little prince, otra especie de cuento que nos habla de la infancia de un príncipe en una atmósfera frágil y delicada, algo que se les da de maravilla inundando de luz tenue, sentimiento y melancolía, aunque por momentos surge la posibilidad de tenebrismo e incertidumbre, un cúmulo de sensaciones a través de un minimalismo sonoro.

Para el final se guardan la que tal vez para mi gusto sea la mejor piedra preciosa del conglomerado, The phoenix. En ella es el piano quien lleva el hilo conductor y el que se encarga de hacernos percibir los sentimientos de la letra triste y en parte atormentada que va recorriendo los diversos estados. Una profunda revelación que termina por romper en la orquestación con el estribillo suplicante coreado por todos, en estructuración de la canción similar a What am I living for.

No me cansaré de decirlo, todo ternura, elegancia, pulcritud, exquisitez y sutileza. Un gran descubrimiento.





sábado, 12 de julio de 2025

La experimentación como inspiración


 "Los teclados (sintetizadores) fueron la base del rock alemán, y hay que citar al pionero Karlheinz Stockhausen en ese sentido, por ser el primero que forjó la unión música - máquina.

 

Holger Czukay

Stockhausen fue le padre de dodecafonismo, los sonidos repetitivos o aleatorios. Influido por Pierre Boulez, inició sus experimentos sónicos en los años cincuenta. Algunos de sus discípulos formaron varias bandas del nuevo rock, como hizo Holger Czukay con Can. Stockhausen dejó más de 300 obras compuestas."

                                  (Historia del Rock. Jordi Sierra i Fabra)


                                             





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