Jean M. Jarre..........................Órgano,
sintetizadores, teclados, farfisa, mellotrón, programación rítmica.
1ª cara:
- Oxygene I
- Oxygene II
- Oxygene III
2ª cara:
- Oxygene IV
- Oxygene V
- OxygeneVI
Jean Michel, francés, hijo del
que sería famoso compositor para películas de gran envergadura en Hollywood, Maurice Jarre, al principio siguió un
poco los pasos de su padre. Sus primeros escarceos con la electrónica recaerían
en piezas cortas para anuncios y cuñas. Experimentación por los 4 costados,
nada que se le parezca a su posterior trayectoria. Tras un buen montón de
rarezas consiguió dar música a un film, algo que paso bastante desapercibido
pero que significó de alguna manera su debut en el ruedo. Hasta que se sentó en
el cuarto de estar de su casa rodeado de aparatos electrónicos de toda clase, y
la lió parda, dando lugar a un engendro maravilloso y artesanal que todavía tiene
vigencia. Un revulsivo dentro del mundo de la música electrónica que supone una
nueva vía, un nuevo formato lejos de la escuela alemana que sentaba cátedra ya
hacia unos años.
"Oxígeno", es como
dice "un balón de oxígeno".
Una forma distinta de afrontar la electrónica que al igual que la doctrina
alemana, también recoge de alguna manera una forma de sentir de la sociedad.
Así como los germanos estaban anclados en la oscuridad, la obsesión, la
mecánica, como reflejo de un país que tiene que salir adelante, olvidar,
reconstruir, asumido en las vidas de sus músicos desde niños, Jean Michel
también nos muestra esos años de contacto con los emigrantes de las colonias
del Magreb de su infancia y juventud traducido en ritmos y sonidos de raíz
étnica que inserta (Oxigeno V y VI)
dentro de sus composiciones, en los años 80 todavía será más explicito en su
álbum "Revolutions"
La música de este Lp es muy
ambiental , envolvente, fresca. Consigue transmitirnos la idea de expansión, espacios
abiertos, limpios, sensaciones gratificantes, con el sonido del mar como
elemento que fluye a lo largo de toda la obra. Sus influencias entroncan con
autores clásicos (Bach), con coetáneos como VANGELIS y con sonidos de raíz árabe. Por supuesto para lograrlo
utiliza todos los instrumentos puestos a disposición en el mercado: grabadoras, programadoras, osciladores, etc.,
creando los típicos bucles y pregrabaciones.
El acercamiento a sonidos más
accesibles es evidente. Las melodías son fácilmente reconocibles pero están
envueltas en una masa esponjosa en constante movimiento que le otorga esa
performance interesante y atractivo que te atrapa. De hecho "Oxigene IV", que es la parte más
conocida, apareció como single, y le valió para salir del anonimato con una
gran aceptación. El origen latino de su
persona pesa y se demuestra en los ritmos escogidos, opuestos a la frialdad y
falta de alma de las piezas de grupos como TANGERINE
DREAM, KLAUS SCHULZE, ASH RA TEMPLE, etc.
La experimentación o tal vez
improvisación no llega a las cotas de los Teutones. Jean Michel indaga más bien
en buscar como plasmar sus inquietudes, en hacer partícipe al espectador, en
comunicar, en conectar. Para ello elige estados que nos son reconocibles. En
"Oxigene VI", el último
episodio, nos muestra un mar de olas agitadas que van y vienen, cada vez más
profundo, hasta conseguir que ese vaivén se convierta en una inspiración y
expiración correspondientes a la respiración humana.
Se puede catalogar de obra
conceptual, que se convertirá en inspiración para muchos otros músicos dentro
de la disciplina.