PETER SELLERS - "El guateque" (1969) |
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
PETER SELLERS - "El guateque" (1969) |
Un joven Jean Michel
"Fue su segunda banda en 1967, The Dustbins. En esta última, se encargaría de tocar la guitarra y de experimentar con sonidos, acelerando los instrumentos, ralentizándolos, dándoles la vuelta, editándolos....mostrando un interés creciente por el sonido en sí, y no por las simples notas musicales"
(Jean Michel Jarre. The watcher.)
Alan Marshall....................Voz, congas, pandereta, guitarra
Kevin Fogerty....................Guitarra
Bobby Sass........................Órgano, guitarra y piano
Norman Leppard...............Saxofón y flauta
Conrad Isadore..................Batería
Brent Forbes......................Bajo
1ª cara:
- Don't listen to me
- Cautiously
- Stop pulling and pushing me
2ª cara:
- Near the bone
- Run, Shaker life
La concepción de este álbum fue fruto de un grupo de músicos que se dedicaron en su mayoría a realizar sesiones y trabajos en estudio para otras bandas, algo que ya hemos encontrado en la historia en más de una ocasión. Recuerdo por ejemplo el disco de BRAM STOKER, ejemplar único confeccionado por músicos de sesión, ya comentado en el blog y no volvería a saberse más de aquella agrupación.
La grabación se llevó a cabo en los estudios de Fontana, un sello situado en pleno corazón del Soho londinense, donde se tramaron proyectos raros y únicos. ONE estaba compuesto por músicos de ascendencia india, hijos cuyas familias habían buscado fortuna en Inglaterra, y por amigos de la infancia de algunos de ellos.
Alan Marshall tocaría con Peter Bardens en los 70's , Norman Leppard estuvo integrado en la banda de Aynsley Dunbar y Conrad Isadore el más prolífico de todos tocó con gran variedad de artistas
La paleta de instrumentos es diversa, topándonos con secciones de metal muy propias del soul que hacen coros en frases de temas como Don't listen to me y Stop pulling and pushing me. El descanso necesario para volver a la carga lo tenemos en Cautiously, una pieza extensa y tranquila en la que la flauta se erige en figura destacada con desatados movimientos muy libres. La melodía poco a poco va creciendo para introducir otros instrumentos como el violín , el chelo, etc. alcanzando un status que bien podría considerarse obra de unos KING CRIMSON de la 1ª época con el piano singular de Keith Tippett e Ian McDonald en sus filas.
La estrella del álbum es Run, Shaker life, una suite de Richie que se alarga más allá de los 15 minutos con un ritmo que nos bombardea desde el primer momento y en el que la sugerente voz de Alan da paso a una melodía que poco a poco se va deformando para convertirse en un lienzo en el que cada instrumento va dibujando todo aquello que considera más apropiado, entrando y saliendo entre ellos según el grado de inspiración. La flauta lanza destellos psicodélicos, el órgano profundiza capas ambientales hasta que da señales de vida y nos ofrece pasajes psicodélicos y progresivos, de la misma manera que la guitarra eléctrica se muestra fuerte, suave, psicodélica o entra en fase funky.
Todo un conglomerado de energía y creatividad sin límite, difícil de clasificar, pero que atrapa el oído del público con su ritmo contagioso y su variedad en la forma de expresión libre, y por supuesto su profesionalidad, con una producción y arreglos en la que colaboran dos de sus miembros.
"Paralelamente, a finales de octubre, John vuela precipitadamente a Nueva York y regresa a Los Ángeles al día siguiente, tras arreglar unos papeles con Yoko. Se supone que los del divorcio. A comienzos de noviembre, en medio de su paranoica niebla de drogas (sobre todo, cocaína), alcohol (mucho vodka) y confusión general, John le anuncia a May que se separa de ella y que debe regresar a Nueva York, de donde no debió salir.
John y Cynthia |